Chi­le. Pul­so sin­di­cal: La unión entre pue­blo y canto

Manuel Ahu­ma­da Lillo /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​9 de mar­zo de 2020

“Miren como son­ríen los pre­si­den­tes, cuan­do le hacen pro­me­sas al ino­cen­te
Miren como le ofre­cen al sin­di­ca­to, este mun­do y el otro los can­di­da­tos
Miren como redo­blan los jura­men­tos, pero des­pués del voto, doble tormento

Miren el her­vi­de­ro de vigi­lan­tes, para rociar­le flo­res al estu­dian­te
Miren como relum­bran cara­bi­ne­ros, para ofre­cer­le pre­mios a los obre­ros
Miren como se vis­ten cabo y sar­gen­to, para teñir de rojo los pavi­men­tos
Miren como pro­fa­nan la sacris­tía, con pie­les y som­bre­ros de hipo­cre­sía…”. Vio­le­ta Parra

La can­ción de Vio­le­ta, escri­ta en 1971, es una más de las cons­ta­ta­cio­nes hechas por los artis­tas popu­la­res, de lo que vivió y vive nues­tro pue­blo. Vio­le­ta y muchos otros como ella están her­ma­na­dos en eso de decir las cosas por su nom­bre, sin impor­tar lo que opor­tu­nis­tas y ambi­guos pue­dan decir.

Solo bas­ta escu­char el silen­cia­do «Polí­ti­co Cas­tro Mena» de Que­len­ta­ro y el inol­vi­da­ble pero por estos días poco difun­di­do “Ya qui­sie­ran por olvi­do” de Illa­pu, para dar­se cuen­ta que la crea­ción musi­cal vie­ne de la mano de las viven­cias de nues­tro pue­blo. Son can­cio­nes que que­dan y mar­can para siem­pre el camino, que invi­tan a no des­ma­yar cuan­do algu­nos bus­can borrar con el codo aque­llo que escri­bie­ran con la mano.

Perió­di­ca­men­te se hacen pro­me­sas de cam­bio, pro­pues­tas para mejo­rar la con­di­ción de los parias y el resul­ta­do sigue sien­do el mis­mo. Los más nece­si­ta­dos, suje­tos de aten­ción de can­di­da­tos y can­di­da­tas, dejan de ser impor­tan­tes en el mis­mo momen­to en que quie­nes ape­la­ron a ellos se acer­can al poder. No hay solu­ción al pro­ble­ma de la edu­ca­ción, ni se entre­gan nue­vas y mejo­res vivien­das, la salud sigue sien­do un dere­cho de los que tie­nen pla­ta y los tra­ba­ja­do­res con­ti­núan espe­ran­do aque­llas leyes que les devol­ve­rán algo de su dig­ni­dad piso­tea­da. Ya vota­ron, aho­ra pue­den seguir esperando.

Los can­to­res del pue­blo están y esta­rán jun­to a él. Se han podi­do dar cuen­ta de esta far­sa y uti­li­zan su arte para seguir expo­nien­do las caren­cias y musi­ca­li­zan­do sus deman­das, con­ti­nua­rán lla­man­do a las cosas por su nom­bre, más allá de que los pode­ro­sos y sus ser­vi­do­res les cie­rren las puer­tas e igno­ren sus canciones.

El home­na­je can­ta­do de Nano Stern a Gus­ta­vo Gati­ca – “Rega­lé mis ojos” – que sin duda inter­pre­ta tam­bién al vivir y el sufrir de Fabio­la Cam­pi­llay, es una mues­tra más de esa unión inque­bran­ta­ble entre pue­blo y canto.

SOBRE ALGUNOS DE LOS QUE POCO SE HABLA

…” Don­de cayó Cami­lo nació una cruz, pero no de made­ra sino de luz…”.

Así dicen los pri­me­ros ver­sos musi­ca­li­za­dos y dedi­ca­dos al curo Cami­lo Torres, caí­do en com­ba­te el 15 de febre­ro de 1966. Her­ma­na­do en ideas, pro­pues­tas y accio­nes con Joan Alsi­na, André Jar­lan y Pie­rre Dubois, todos miem­bros acti­vos en sus comu­ni­da­des, fue­ron inclu­so un poco más allá que Óscar Arnul­fo Rome­ro y Raúl Sil­va Hen­rí­quez y se enfren­ta­ron, sin dudar­lo, con las fuer­zas repre­si­vas que bus­ca­ban eli­mi­nar y dañar a sus pueblos.

Y sin embar­go, los medios de comu­ni­ca­ción demo­ni­zan a estos valien­tes y nos bom­bar­dean con imá­ge­nes y dis­cur­sos de la otra iglesia.

Esa que pro­te­ge a los vio­la­do­res y pedó­fi­los, la que guar­da silen­cio ante todas las atro­ci­da­des y que es capaz de com­par­tir la mesa con men­ti­ro­sos y ver­du­gos, ben­de­cir armas de gue­rra y seguir lla­man­do al pue­blo sufrien­te a tole­rar todo, pues en algu­na par­te, más allá de esta vida, le espe­ra un mun­do mejor. Ella quie­re borrar­los, noso­tros lo impedimos.

Cuan­do jóve­nes veía­mos la lucha vale­ro­sa de los nica­ra­güen­ses con­tra la tira­nía de los Somo­za y no podía­mos sino que­dar encan­di­la­dos con la pala­bra y acción de Ernes­to Car­de­nal, cura y poe­ta que estu­vo jun­to a la lucha de libe­ra­ción de su pue­blo lle­gan­do a ser minis­tro de cul­tu­ra. Por razo­nes que dejó muy cla­ras, Car­de­nal se ale­jó en lo polí­ti­co, pero man­tu­vo su amor al pue­blo y expu­so cla­ra­men­te su sen­tir, has­ta sus últi­mos momentos.

Algo simi­lar a lo que vive por estos días el cura Mariano Puga, hom­bre de igle­sia entre­ga­do en el amor a los más des­po­seí­dos, que prac­ti­có al pie de la letra las ense­ñan­zas del Cris­to, que fue a tra­ba­jar en la cons­truc­ción y se hizo uno más en cada una de las pobla­cio­nes en las que vivió.

Así como Car­de­nal tenía en la poe­sía su arma pre­di­lec­ta, así tam­bién Mariano Puga comen­zó a domi­nar el acor­deón para can­tar sus misas y musi­ca­li­zar sus sermones.

Uno y otro se entre­ga­ron al pue­blo y vivi­rán en él, más allá de cuan­do se pro­du­ce la par­ti­da físi­ca, por­que se hicie­ron dolor, se hicie­ron espe­ran­za, se hicie­ron pue­blo y con eso inmortales.

Y como estos curas, tam­bién hay otros hom­bres que luchan por lo que creen jus­to, entre ellos Rodri­go Cis­ter­nas y Nel­son Qui­chi­llao, obre­ros valien­tes que fue­ron con todo con­tra la repre­sión poli­cia­ca a movi­mien­tos huel­guís­ti­cos y rei­vin­di­ca­ti­vos, pagan­do con su vida la osa­día de enfren­tar a manos lim­pias a esbi­rros que vomi­ta­ban fue­go des­de sus armas.

Xime­na es la espo­sa, Ben­ja­mín y Fran­cis­co los hijos de Juan Pablo Jimé­nez, diri­gen­te sin­di­cal, ase­si­na­do hace 7 años al inte­rior de su lugar de tra­ba­jo. Juan Pablo pre­di­ca­ba con el ejem­plo. El pri­me­ro en las mar­chas y en las accio­nes de denun­cia, par­ti­ci­pe acti­vo de cuan­ta movi­li­za­ción se lla­ma­ba, invi­tan­do siem­pre a la orga­ni­za­ción como el ins­tru­men­to que per­mi­te poner freno al abu­so y la explotación.

Hace algu­nas sema­nas se pre­sen­tó un docu­men­tal en su home­na­je “Gavio­ta Ale­tean­te” y orga­ni­za­cio­nes como AIT y hoy la Cen­tral Cla­sis­ta, han hecho suya la deman­da de ver­dad jus­ti­cia y cas­ti­go. Juan Pablo vive en la memo­ria de los trabajadores.

Por eso, tene­mos la obli­ga­ción de man­te­ner vivo el ejem­plo de reli­gio­sos y lai­cos que se han her­ma­na­do en su amor por la cau­sa del pueblo.

UN AMOR POR SIEMPRE

Los tra­ba­ja­do­res no siem­pre desa­rro­llan la afi­ción por el tea­tro y a lo más obser­van por tele­vi­sión algu­nas tele­se­ries de pobre con­te­ni­do, que no nece­sa­ria­men­te son bien actuadas.

Por eso cau­sa pena y con­go­ja cono­cer de la par­ti­da de Ale­jan­dro Sie­ve­king, un hom­bre de tea­tro que pese a acer­car­se a los 90 años con­ti­nua­ba crean­do y opi­nan­do, ade­más de cui­dar a su amor de toda la vida, la tam­bién actriz Bél­gi­ca Castro.

Ambos hicie­ron tea­tro, pero fue­ron tam­bién acti­vos par­tí­ci­pes del pro­ce­so revo­lu­cio­na­rio vivi­do en Chi­le en la déca­da de los 70 del siglo pasa­do, par­ti­ci­pa­ción que les obli­gó a salir al exi­lio, pero jamás les impi­dió decir lo que pensaban.

Se unie­ron cre­cie­ron y se ama­ron por siem­pre. Con un inter­va­lo de ape­nas 20 horas, ambos se han mar­cha­do para con­ti­nuar actuan­do la obra eter­na de su amor.

JÓVENES – MUJERES – LUCHA

Vol­vie­ron a cla­ses y deja­ron cla­ro que nun­ca se han ido, que ayu­dan en otras trin­che­ras y luchas, para des­pués vol­ver a reto­mar sus ban­de­ras, que no son otras que la dig­ni­fi­ca­ción del estu­dian­ta­do. Y van por dece­nas, por cien­tos, por miles, reco­rrien­do las esta­cio­nes del metro, mani­fes­tan­do al inte­rior y en el exte­rior de sus cole­gios. Sus deman­das son par­te de las deman­das de todo un pue­blo y su vita­li­dad con­ta­gia a padres y her­ma­nos, a todo un pue­blo ansio­sos de que las cosas de ver­dad cambien.

Se debe tomar nota del des­pre­cio que tie­nen a lo esta­ble­ci­do, por­que lo esta­ble­ci­do es malo, es la nega­ción de la liber­tad de expre­sión y de mani­fes­ta­ción, la con­sa­gra­ción de la inequi­dad y el robo des­ca­ra­do, la corrup­ción la con­ta­mi­na­ción y la repre­sión a mansalva.

Eso y más es lo esta­ble­ci­do y debe­mos apren­der de los estu­dian­tes, de nues­tros hijos y nie­tos, a des­pre­ciar­lo y tra­ba­jar sin des­ma­yar por una socie­dad más dig­na y justa.

Una nue­va con­me­mo­ra­ción del día Inter­na­cio­nal de la mujer está ad-por­tas y debe­mos seguir apo­yan­do y defen­dien­do las deman­das de la mujer, por­que son las deman­das de nues­tras abue­las, madres, her­ma­nas, hijas y compañeras.

En cada acción que se rea­li­za cada día del año, está explí­ci­ta la exi­gen­cia de cam­bio social, el no más al machis­mo y al patriar­ca­do. No se debe espe­rar la lle­ga­da del 8 de mar­zo para deman­dar de los varo­nes que­dar­se en casa y cum­plir debe­res, eso debe­mos hacer­lo siem­pre, pues los hoga­res, las fami­lias y el entorno son nues­tros. Y como son nues­tros, no tuyos ni míos los debe­res y los dere­chos, debe­mos salir jun­tos a la calle a deman­dar los cam­bios que se requie­ren. Tú y yo de la mano, con el lien­zo de la agru­pa­ción y del sin­di­ca­to, con las deman­das sec­to­ria­les y nacio­na­les. Tú y yo jun­tos, compañera.

La lucha por los cam­bios es un impe­ra­ti­vo de la hora pre­sen­te y se debe dar en todos los fren­tes. Por eso debe­mos salu­dar la pues­ta en el aire del pro­gra­ma radial por inter­net de la Cen­tral Clasista.

Edu­car-Orga­ni­zar-Luchar es la tri­lo­gía que guía nues­tro camino y es el nom­bre del pro­gra­ma que se emi­ti­rá todos los miér­co­les entre las 18.00 y 20.00 horas y que uste­des podrán encon­trar en www​.lavoz​de​los​tra​ba​ja​do​res​.cl.

Hace algu­nos días la Cen­tral desa­rro­llo el segun­do encuen­tro de muje­res y se apron­ta a un foro en el que se expon­drán diver­sas posi­cio­nes en torno al ple­bis­ci­to del 26 de abril.

Reto­ma­re­mos la ins­ta­la­ción de nues­tra olla común en la pla­za de la dig­ni­dad, vamos a lle­var nues­tro mate­rial de difu­sión y a seguir edu­can­do en los derechos.

Es nues­tra lucha y esta­mos orgu­llo­sos de ella.

Vamos a tra­ba­jar duro para pro­mo­ver la orga­ni­za­ción por­que es la herra­mien­ta que nos lle­va­rá a poner en la pri­me­ra línea las deman­das de nues­tro pueblo.

Ese es y será nues­tro compromiso

MANUEL AHUMADA LILLO

Pre­si­den­te Cen­tral Cla­sis­ta de Tra­ba­ja­do­res y Trabajadoras

Secre­ta­rio Con­fe­de­ra­ción Gene­ral de Tra­ba­ja­do­res C.G.T. CHILE

Itu­rria /​Fuen­te

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