¿Qué se pue­de espe­rar de este ciclo elec­to­ral?- Izquier­da Castellana

En lo que res­ta de 2015 asis­ti­re­mos a tres con­sul­tas elec­to­ra­les, que se suman a las ya pasa­das elec­cio­nes euro­peas de junio de 2014, en las que se ini­ció el ciclo elec­to­ral actual, y a la anda­lu­zas de marzo.
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Los obje­ti­vos del Sis­te­ma son fina­li­zar ese ciclo con el menor daño posi­ble para su Régi­men y ade­más obte­ner unos resul­ta­dos en las auto­nó­mi­cas y en las gene­ra­les que les per­mi­tan seguir pro­fun­di­zan­do ‑a tra­vés de gobier­nos a su ser­vi­cio- las con­tra­rre­for­mas socia­les, eco­nó­mi­cas y polí­ti­cas pues­tas en mar­cha des­de hace varios años, que des­de la UE y el FMI insis­ten, tie­nen que seguir pro­fun­di­zán­do­se. Eso por no hablar de las tre­men­das reper­cu­sio­nes que ten­drán para el pue­blo tra­ba­ja­dor cas­te­llano y en gene­ral para los pue­blos del Sur de Euro­pa la fir­ma y pues­ta en mar­cha del Tra­ta­do de Libre Comer­cio de la UE con los Esta­dos Unidos.

Ese obje­ti­vo a cor­tí­si­mo pla­zo, des­gra­cia­da­men­te, pare­ce que par­cial­men­te está a su alcan­ce. Las elec­cio­nes muni­ci­pa­les y auto­nó­mi­cas que tocan el 24 de mayo se van a dar en un esce­na­rio en el que la corre­la­ción de fuer­zas aún no per­mi­te alum­brar un cam­bio a favor de los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras de los Pue­blos del Esta­do; sin embar­go las pre­vi­sio­nes elec­to­ra­les dibu­jan un mapa en el que la arti­cu­la­ción de la gober­nan­za de varias Comu­ni­da­des Autó­no­mas y Ayun­ta­mien­tos va a tener mayo­res difi­cul­ta­des que en ante­rio­res con­vo­ca­to­rias, lo cual supon­drá un nue­vo ele­men­to en la dis­fun­ción del Régi­men y, por tan­to, en su desgaste.

En las pró­xi­mas elec­cio­nes muni­ci­pa­les y auto­nó­mi­cas lo que está en jue­go es el repar­to de la tar­ta elec­to­ral y cómo van a que­dar dis­tri­bui­dos los pues­tos des­pués de esa ope­ra­ción de inten­to de rele­gi­mi­ta­ción del Régi­men del 78, con­sis­ten­te en pasar del bipar­ti­dis­mo tra­di­cio­nal PSOE-PP al tetra­par­ti­dis­mo “moderno” de PP-PSOE-Podemos-Ciudadanos.

Hace unos días, una cono­ci­da pre­sen­ta­do­ra de la Cade­na Ser decía : “Tran­qui­los, hay sitio pa” tós”, una fra­se muy des­crip­ti­va de las ansie­da­des de los nue­vos y vie­jos par­ti­dos del Régi­men por reci­bir su ración de la tar­ta institucional.

En las muni­ci­pa­les, se pue­de espe­rar algún avan­ce de inte­rés. Entra den­tro de lo posi­ble que algu­nas can­di­da­tu­ras de carác­ter popu­lar, espe­cial­men­te las que tie­nen el res­pal­do comu­ne­ro, con­si­gan unos resul­ta­dos dig­nos y su repre­sen­ta­ción ins­ti­tu­cio­nal se pon­ga al ser­vi­cio de la lucha popu­lar, úni­co camino que a medio pla­zo nos pue­de lle­var real­men­te a un AUTÉNTICO CAMBIO.

Este ciclo elec­to­ral podría haber sido obje­ti­va­men­te de otra mane­ra si en las pasa­das elec­cio­nes euro­peas se hubie­ra impul­sa­do con cohe­ren­cia una can­di­da­tu­ra de la izquier­da de los pue­blos y de las fuer­zas rup­tu­ris­tas en el con­jun­to del Estado.

El esce­na­rio polí­ti­co-elec­to­ral hoy sería mucho más favo­ra­ble a un autén­ti­co pro­ce­so de cam­bio; y el espa­cio de los nue­vos par­ti­dos que uti­li­zan ese sen­ti­mien­to exclu­si­va­men­te para obte­ner una cuo­ta de poder ins­ti­tu­cio­nal en el actual Régi­men sería mucho más limitado.

Esa era nues­tra pro­pues­ta, pero por diver­sas razo­nes no se materializó.

En prin­ci­pio entre las elec­cio­nes muni­ci­pa­les y auto­nó­mi­cas del 24 de mayo y las gene­ra­les de fina­les de año, hay unas elec­cio­nes que sí van a tener una gran trans­cen­den­cia polí­ti­ca, tam­bién para la con­ti­nui­dad del Régi­men del 78: las elec­cio­nes ple­bis­ci­ta­rias del 27‑S en Cataluña.

Las elec­cio­nes del 27‑S de Cata­lu­ña tie­nen bas­tan­te más alcan­ce que el mero repar­to de pues­tos; lo que se va a votar en esa con­sul­ta, con sus dife­ren­tes mati­ces, es el apo­yo o el recha­zo al pro­ce­so de cons­truc­ción sobe­ra­nis­ta en ese pue­blo. O dicho de otra mane­ra, el apo­yo al pro­ce­so sobe­ra­nis­ta cata­lán o el apo­yo al Régi­men del 78 y su Cons­ti­tu­ción. Por lo que vamos cono­cien­do has­ta aho­ra, la mayo­ría del pue­blo cata­lán opta por la demo­cra­cia y recha­za el Régi­men de la monar­quía bor­bó­ni­ca y de la corrup­ción. En este caso pare­ce que sus nue­vos inven­tos polí­ti­cos-elec­to­ra­les no les están fun­cio­nan­do tal como ellos espe­ra­ban. Ya vere­mos que sor­pre­sas nos depa­ran des­de el Sis­te­ma en los pró­xi­mos meses.

Des­pués de las elec­cio­nes de Cata­lu­ña, siem­pre y cuan­do Mariano Rajoy no cam­bie el calen­da­rio, ven­drán las elec­cio­nes gene­ra­les. Estas serán ya en un esce­na­rio polí­ti­ca­men­te más com­ple­jo que el actual. Si el nue­vo Par­la­men­to Cata­lán tie­ne una mayo­ría sobe­ra­nis­ta y ade­más con un corri­mien­to de ésta a la izquier­da, tal como reite­ra­da­men­te pro­nos­ti­can la inmen­sa mayo­ría de las encues­tas ‑lo que les da una una cier­ta cre­di­bi­li­dad, que ade­más es cohe­ren­te con la evo­lu­ción real que se pue­de obser­var en la socie­dad cata­la­na- sus deci­sio­nes se con­ver­ti­rán en un pro­ble­ma de pri­mer orden para el Régi­men del 78 y sus vie­jos y nue­vos defen­so­res. Si a ello aña­di­mos las difi­cul­ta­des de gober­nan­za en diver­sas auto­no­mías y ayun­ta­mien­tos por las posi­bles y pro­ba­bles difi­cul­ta­des para arti­cu­lar mayo­rías sufi­cien­tes y esta­bles, ten­dre­mos un esce­na­rio no fácil de ges­tio­nar ‑por medios ordi­na­rios- por el Sis­te­ma. Aun­que posi­ble­men­te no se den aún las con­di­cio­nes polí­ti­cas, por fal­ta de madu­rez, para que en esas elec­cio­nes gene­ra­les se alum­bre un autén­ti­co pro­ce­so de cam­bio, se tra­ta de dar al menos los mayo­res pasos en esa direc­ción. Eso no sólo es posi­ble, sino probable.

Des­de las Mar­chas de la Dig­ni­dad se venía tra­ba­jan­do, hace meses ya, en la pers­pec­ti­va de una con­vo­ca­to­ria de movi­li­za­ción a nivel gene­ral para fina­les de octu­bre; de hecho la con­vo­ca­to­ria del pasa­do 22 de mar­zo en Madrid se hizo bajo el lema de «El 22 vol­ve­mos a Madrid – Cami­nan­do hacia la Huel­ga Gene­ral».

Esa movi­li­za­ción gene­ral de nue­vo tipo, que tie­ne que ser cons­trui­da de mane­ra asam­blea­ria, demo­crá­ti­ca­men­te des­de la base, des­de los barrios, des­de los Pue­blos, des­de los sec­to­res, des­de los dife­ren­tes suje­tos del cam­bio (muje­res, jóve­nes, precarizad@s…) y que es total­men­te per­ti­nen­te y abso­lu­ta­men­te nece­sa­ria para de ver­dad dar pasos en el pro­ce­so del cam­bio de Régi­men y de Sis­te­ma, ha comen­za­do a ser cues­tio­na­da por algu­nos sec­to­res que están fran­ca­men­te asus­ta­dos, sec­to­res que tie­nen más temor a que de ver­dad se avan­ce en la cons­truc­ción del movi­mien­to social y polí­ti­co por el cam­bio de Régi­men que a la radi­ca­li­za­ción anti­de­mo­crá­ti­ca y anti­so­cial del Régi­men del 78 y del Sis­te­ma que lo sustenta.

Esas clau­di­ca­cio­nes, al igual que ocu­rre con los nue­vos ins­tru­men­tos polí­ti­cos-elec­to­ra­les del Régi­men, no con­se­gui­rán fre­nar el pro­ce­so. En el peor de los casos para el Pue­blo Tra­ba­ja­dor, pue­den con­se­guir dila­tar­lo unos meses, pero no más allá.

Tam­po­co con­se­gui­rán fre­nar­lo con los medios repre­si­vos, que no son más que una expre­sión de su debilidad.

El movi­mien­to comu­ne­ro del siglo XXI sigue avanzando.

El Pue­blo tra­ba­ja­dor Cas­te­llano va toman­do con­cien­cia de for­ma inten­sa y exten­sa de su reali­dad, del papel que jue­ga en el Esta­do Espa­ñol y a nivel gene­ral. Y ello lo hace des­de posi­cio­nes níti­da­men­te rup­tu­ris­tas, en cohe­ren­cia con su his­to­ria anti­fas­cis­ta y de rebeldía.

Espe­ra­mos que más pron­to que tar­de este­mos en con­di­cio­nes, con­jun­ta­men­te con los movi­mien­tos rup­tu­ris­tas de otros Pue­blos del Esta­do, de derro­tar al actual Régi­men, neo­fran­quis­ta, machis­ta, monár­qui­co y corrupto.

Decía­mos al prin­ci­pio del artícu­lo que el obje­ti­vo del Régi­men y del Sis­te­ma que lo sus­ten­ta es salir de este ciclo elec­to­ral con los meno­res daños posi­bles y crean­do ade­más la ilu­sión en algu­nos sec­to­res de que los pro­ce­sos elec­to­ra­les tie­nen nue­vas posi­bi­li­da­des y expec­ta­ti­vas en este Régi­men. Los obje­ti­vos de l@s comuner@s del siglo XXI han de girar en torno a que el movi­mien­to popu­lar sufra el menor des­gas­te posi­ble en este ciclo, des­de el pun­to de vis­ta ideo­ló­gi­co y orga­ni­za­ti­vo; a que se con­si­gan algu­nos avan­ces con­cre­tos en algu­nos muni­ci­pios de Cas­ti­lla, siem­pre al ser­vi­cio de la lucha popu­lar; y ya en la últi­ma fase del ciclo haya un pro­gre­so sig­ni­fi­ca­ti­vo en los pro­ce­sos Des­ti­tu­yen­tes-Cons­ti­tu­yen­tes de los Pue­blos del Esta­do español.

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