FARC-EP decla­ran cese uni­la­te­ral al fue­go y a las hos­ti­li­da­des por tiem­po indefinido

En un comu­ni­ca­do de últi­ma hora, el Secre­ta­ria­do del Esta­do Mayor Cen­tral de las FARC-EP, decla­ra un Cese al Fue­go uni­la­te­ral y por tiem­po inde­fi­ni­do. Solo unas horas antes el gene­ral Javier Fló­rez, quien lide­ra la sub­co­mi­sión del fin del con­flic­to en el pro­ce­so de paz, entre­gó un repor­te sobre el tra­ba­jo que vie­ne ade­lan­tan­do con otros 10 ofi­cia­les des­de que fue desig­na­do para esa tarea por el pre­si­den­te Juan Manuel Santos.

Es un paso suma­men­te impor­tan­te para el pro­ce­so de paz si es que el gobierno res­pon­de la ges­tión de paz de la insur­gen­cia con un cese al fue­go. ANNCOL, como un ser­vi­cio a sus lec­to­res, repro­du­ce aba­jo el comu­ni­ca­do del Secre­ta­ria­do de las FARC.

La Haba­na, Cuba, sede de los diá­lo­gos de paz, diciem­bre 17 de 2014

Cese al fuego

«Odio eterno a los que deseen san­gre y la derra­men injustamente»
Simón Bolí­var, 1820, en la fir­ma del armis­ti­cio con el espa­ñol Pablo Morillo

Se acer­ca el final del 2014 tras dos años y algu­nos días de diá­lo­gos de paz ade­lan­ta­dos en La Haba­na, Cuba, entre ple­ni­po­ten­cia­rios del gobierno colom­biano y de la Dele­ga­ción de Paz de las FARC-EP. Duran­te el tiem­po seña­la­do hemos inter­cam­bia­do tesis, pro­pues­tas, y alcan­za­do algu­nos acuer­dos par­cia­les man­te­nién­do­nos en todo momen­to en pie de igual­dad y con los mis­mos dere­chos y debe­res ema­na­dos para ambas par­tes del Acuer­do Gene­ral de agos­to de 2012. En la actua­li­dad, nos encon­tra­mos estu­dian­do y bus­can­do sali­das a temas y pro­ble­mas difí­ci­les, por razón de la natu­ra­le­za com­ple­ja de estos últi­mos, o por­que en más de cin­cuen­ta años de con­flic­to interno se han apla­za­do solu­cio­nes que han debi­do ser apli­ca­das para bene­fi­cio colectivo.

Los diá­lo­gos han pues­to de mani­fies­to que la patria colom­bia­na requie­re de una hones­ta y pro­fun­da revi­sión. La des­igual­dad y la pobre­za gene­ra­li­za­da, la incom­pe­ten­cia esta­tal para hacer pre­va­le­cer el buen gobierno, la jus­ti­cia y la paz, no han per­mi­ti­do sem­brar con­cor­dia ni cons­truir las bases de una recon­ci­lia­ción per­du­ra­ble. El con­flic­to social y arma­do sigue vigen­te; ori­gi­na­do en la lla­ma­da “vio­len­cia par­ti­dis­ta”, en la injus­ta visión his­tó­ri­ca sobre vita­les asun­tos ati­nen­tes a la tie­rra, en el mane­jo indigno de los dine­ros públi­cos, en la con­cen­tra­ción sin lími­te de la rique­za nacio­nal en con­ta­das manos, cada vez más garo­sas, y en una ins­ti­tu­cio­na­li­dad públi­ca inser­vi­ble por haber sido arrin­co­na­da por ines­cru­pu­lo­sos deten­ta­do­res del poder, con­fir­ma que en la Mesa de Con­ver­sa­cio­nes, el reto que tie­nen por delan­te los ple­ni­po­ten­cia­rios es de una inmen­si­dad sin precedentes.

Para quie­nes tene­mos el com­pro­mi­so de ensam­blar el esce­na­rio a par­tir del cual se cons­trui­rá una nue­va Repú­bli­ca con el con­cur­so de todos y cada uno de los hom­bres y muje­res que con­for­man el com­po­nen­te humano de una mis­ma patria, los meses por venir son fun­da­men­ta­les. Dicho esce­na­rio es úni­co; no es cual­quie­ra. Se tra­ta, ni más, ni menos, del esce­na­rio del aho­ra o nun­ca. Es el esce­na­rio año­ra­do por todos, por el cual hemos lucha­do y pade­ci­do tan­to: es el esce­na­rio de la paz, de la recon­ci­lia­ción, de la her­man­dad con jus­ti­cia social.

Ape­lan­do al sagra­do e irre­vo­ca­ble dere­cho a la rebe­lión, que por razo­nes que siem­pre bro­ta­ron de la inhu­ma­na exis­ten­cia de quie­nes todo care­cían por habér­se­les nega­do el míni­mo vital en todos los terre­nos, bus­ca­mos con las armas, como recur­so últi­mo de expre­sión polí­ti­ca, por lo menos colo­car­nos en pie de igual­dad con el des­pia­da­do adver­sa­rio de todos los tiem­pos, para que nues­tra voz, que es la del pue­blo exclui­do no con­ti­nua­ra sien­do des­aten­di­da. Por esto no des­per­di­cia­mos la actual coyun­tu­ra que sir­ve para expo­ner con jus­tos títu­los un aba­ni­co de recla­mos acom­pa­ña­dos de dece­nas de solu­cio­nes. Nos encon­tra­mos en Cuba para seguir for­jan­do Patria. Cons­tru­ya­mos entre todos el por­ve­nir. Es nues­tro llamado.

Ayer, duran­te la últi­ma audien­cia de víc­ti­mas del con­flic­to al escu­char sus rela­tos, evo­ca­mos, con inelu­di­bles sen­ti­mien­tos encon­tra­dos, a otras víc­ti­mas que ya nadie recuer­da, pero que las FARC-EP siem­pre hon­ran lle­ván­do­las en su memo­ria indi­vi­dual y colec­ti­va y por las cua­les con­ti­núa bus­can­do la recon­ci­lia­ción nacio­nal pero arro­pa­da en todo lo que pue­da sig­ni­fi­car la pala­bra “jus­ti­cia”. Las víc­ti­mas de la ines­cru­pu­lo­sa vio­len­cia par­ti­dis­ta, las víc­ti­mas de los “cor­tes de fra­ne­la”, las víc­ti­mas de la pri­me­ra gene­ra­ción de para­mi­li­ta­res de la déca­das de los cin­cuen­ta y los sesen­ta del siglo pasa­do, las víc­ti­mas de la dic­ta­du­ra mili­tar de ingra­ta recor­da­ción, las víc­ti­mas de la inje­ren­cia extran­je­ra tole­ra­da por gobier­nos bipar­ti­dis­tas, las víc­ti­mas de las des­apa­ri­cio­nes for­za­das, del des­pla­za­mien­to y las eje­cu­cio­nes extrajudiciales.

Las víc­ti­mas de Mar­que­ta­lia, Río­chi­qui­to, El Pato y Gua­ya­be­ro; las mis­mas víc­ti­mas que noso­tros en defen­sa de altas miras hubié­ra­mos podi­do pro­vo­car por error; las víc­ti­mas de los hom­bres de Esta­do y de la fuer­za públi­ca; las víc­ti­mas mili­tan­tes de la Unión Patrió­ti­ca; las pro­du­ci­das por la nue­va gene­ra­ción de para­mi­li­ta­res en con­ni­ven­cia con agen­tes de las diver­sas armas ofi­cia­les. Las de los hor­nos cre­ma­to­rios, las masa­cres y las moto­sie­rras, y las que repo­san en la tum­bas N.N.; o las que cuyos cuer­pos flo­ta­ron río aba­jo has­ta des­apa­re­cer; y las que nun­ca fue­ron regis­tra­das; y las víc­ti­mas de la mise­ria y el ham­bre, de la des­igual­dad y, en gene­ral aque­llas víc­ti­mas que somos todos los colom­bia­nos, a manos de ese, el más gran­de y más funes­to de todos los vic­ti­ma­rios: el Estado.

Vis­to lo ante­rior, ins­pi­ra­dos en el dere­cho de gen­tes, tra­di­ción cons­ti­tu­cio­nal colom­bia­na y home­na­je a todas la víc­ti­mas oca­sio­na­das en razón del con­flic­to que bus­ca­mos supe­rar, y en con­si­de­ra­ción al tra­ba­jo que nos com­pro­me­te cada día más con el espí­ri­tu tra­za­do en la par­te moti­va de la agen­da de La Haba­na, y, en aten­ción a que cree­mos que hemos ini­cia­do un reco­rri­do defi­ni­ti­vo hacia la paz acom­pa­ña­do de un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te, hemos resuel­to decla­rar un CESE UNILATERAL AL FUEGO Y A LAS HOSTILIDADES POR TIEMPO INDEFINIDO, que debe trans­for­ma­se en armis­ti­cio. Para el logro de su pleno éxi­to, aspi­ra­mos con­tar con la vee­du­ría de UNASUR, CELAC, el CICR, y el Fren­te Amplio por la Paz. Este cese de fue­gos uni­la­te­ral, que desea­mos se pro­lon­gue en el tiem­po, se daría por ter­mi­na­do sola­men­te si se cons­ta­ta que nues­tras estruc­tu­ras gue­rri­lle­ras han sido obje­to de ata­ques por par­te de la fuer­za públi­ca. Es nues­tro anhe­lo que el pue­blo sobe­rano asu­ma tam­bién y de mane­ra pro­ta­gó­ni­ca esta vee­du­ría, dado que con ella se bus­ca el bene­fi­cio de la patria lace­ra­da y un home­na­je a las víc­ti­mas de ayer y de hoy.

Sea la opor­tu­ni­dad para lla­mar­le la aten­ción de for­ma cla­ra y direc­ta al Pre­si­den­te San­tos por haber mos­tra­do, una vez más su rego­ci­jo en twit­ter, por la muer­te de algu­nos de nues­tros com­pa­ñe­ros de armas y de ideas el domin­go ante­rior. La gue­rra no pue­de ser moti­vo de gozo sino de pena, así se den resul­ta­dos que pue­dan bene­fi­ciar epi­só­di­ca y tran­si­to­ria­men­te a algu­na de las par­tes. Pre­ci­sa­men­te el res­pe­to a los caí­dos es un prin­ci­pio uni­ver­sal de huma­ni­dad sin con­si­de­ra­ción del ban­do que ellos repre­sen­ten. No más cir­co, no más exhi­bi­cio­nis­mo de fuer­za incon­tro­la­da, no más cobro de fac­tu­ras con el sacri­fi­cio de vidas ajenas.

Que­re­mos con­tras­tar. Que­re­mos supe­rar los epi­so­dios inú­ti­les de san­gre. Lo hemos mani­fes­ta­do una y otra vez sin haber sido escu­cha­dos. Así y todo mani­fes­ta­mos que el men­cio­na­do cese de fue­gos y hos­ti­li­da­des entra­rá en vigor a las 00:01 horas del 20 de diciem­bre de 2014, si para la fecha se cuen­ta con la dis­po­si­ción de veri­fi­ca­ción, de al menos una de las orga­ni­za­cio­nes mencionadas.

La pre­sen­te deci­sión está sien­do comu­ni­ca­da for­mal­men­te al gobierno de Colom­bia. A emba­ja­das y sedes diplo­má­ti­cas a nues­tro alcan­ce. Al Secre­ta­rio Gene­ral de la Orga­ni­za­ción de Nacio­nes Uni­das, ONU; a la Unión Euro­pea; al Comi­té Inter­na­cio­nal de la Cruz Roja, CICR; a la Unión de Nacio­nes Sur­ame­ri­ca­nas, UNASUR; a la CELAC; al Papa Fran­cis­co; a otras cabe­zas de cre­dos reco­no­ci­dos uni­ver­sal­men­te; al Cen­tro Car­ter, y a ONG’s de reco­no­ci­mien­to mundial.

Esta­mos dis­pues­tos a con­vo­car en La Haba­na a todas las orga­ni­za­cio­nes colom­bia­nas sin áni­mo de lucro, ami­gas del pro­ce­so de paz, para ren­dir­les un infor­me sobre la ini­cia­ti­va acá pre­sen­ta­da y con el pro­pó­si­to de invi­tar­las a que res­pal­den esta ini­cia­ti­va por la paz de Colombia.

Secre­ta­ria­do del Esta­do Mayor Cen­tral de las FARC-EP

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