Podemos…¿Debemos?

Igor Meltxor

En el actual pano­ra­ma polí­ti­co en Eus­kal Herria y con unas elec­cio­nes muni­ci­pa­les y fora­les a la vuel­ta de la esqui­na, pare­ce tener cada vez un mayor pro­ta­go­nis­mo la for­ma­ción emer­gen­te, PODEMOS. Aho­ra más que nun­ca es el momen­to de escu­char a sus diri­gen­tes posi­cio­nar­se en torno a temás cla­ves en nues­tro pue­blo: dere­cho a deci­dir, eus­ka­ra, ame­jo­ra­mien­to nava­rro, izquier­da aber­tza­le, sobe­ra­nía eco­nó­mi­ca, memo­ria his­tó­ri­ca, víc­ti­mas del conflicto…

A con­ti­nua­ción he res­ca­ta­do dos artícu­los y una entre­vis­ta a miem­bros de la direc­ción de PODEMOS don­de acla­ran un poco más su visión leja­na de la situa­ción actual e his­tó­ri­ca de nues­tro pue­blo. Se tra­ta de:

Juan Car­los Mone­de­ro (miem­bro de la Direc­ción PODEMOS y uno de los por­ta­vo­ces habituales)

Car­los Jime­nez Villa­re­jo (Ele­gi­do Euro­dipu­tado por PODEMOS y miem­bro de la Direc­ción de la formación)

Ione Bela­rra Urtea­ga (Miem­bro de la Direc­ción de PODEMOS)

Vea­mos…

1. Izquier­da aber­tza­le, Nacio­na­lis­mos, Eus­kal Herria…

¿GANARÁ LA IZQUIERDA AL PAÍS VASCO PARA LA CAUSA DE LA EMANCIPACIÓN?
8.2.2011 – Juan Car­los Monedero

El país vas­co, duran­te la tran­si­ción, demos­tró la mayor movi­li­za­ción social del Esta­do, ger­men para una demo­cra­cia de alta den­si­dad. El país vas­co, vio esa movi­li­za­ción per­di­da y trai­cio­na­da por la locu­ra de una orga­ni­za­ción terro­ris­ta que ope­ra­ba con mane­ras anti­guas en un lugar de alta ren­ta media. El país vas­co, que se man­tu­vo lúci­do tras la muer­te del dic­ta­dor y que, al final, ven­dió por un pla­to de len­te­jas nacio­na­lis­tas la ver­da­de­ra lucha por la democracia.

El fas­cis­mo nacio­nal-cató­li­co, cier­to es, sigue en su sitio y no nece­si­ta cam­biar por­que el vien­to sopla en su dirección.

¿Pero voso­tros y voso­tras? ¿Podrá la izquier­da vas­ca reinventarse?

Os habéis equi­vo­ca­do en los últi­mos trein­ta años y nos habéis difi­cul­ta­do sobre­ma­ne­ra nues­tras peleas. No nos pidáis más comprensión.
Defen­de­mos lo que enten­de­mos jus­to no por voso­tros, sino por seguir res­pe­tán­do­nos a noso­tros mis­mos. Por eso esta­mos en con­tra de la ley de par­ti­dos y a favor de la lega­li­za­ción de un par­ti­do que se base sin dudas en la pelea polí­ti­ca pacífica.
No es nada fácil man­te­ner la sen­sa­tez con una Espa­ña de Torren­te y de Mayor Ore­ja detrás. Pero voso­tros tam­po­co habéis ayu­da­do. Había otra gen­te en el res­to de ese país que com­par­ti­mos y que algu­nos lla­man Espa­ña y otros lo quie­ren con­fun­dir con un enor­me apa­ra­to buro­crá­ti­co, como si no nos hubie­ra pasa­do nada jun­tos en los últi­mos 600 años (¡El Esta­do espa­ñol!). ¿Os creéis mejo­res que el res­to? Cuan­do alguien rei­vin­di­ca en exce­so quien es, no pue­de sino ter­mi­nar dicien­do que los demás son peo­res. Y si alguien ve como un valor la endo­ga­mia, es, sim­ple­men­te, un imbé­cil. Les sobran cua­tro quin­tas par­tes de la humanidad.
Vues­tra pelea, con tan­ta fre­cuen­cia cie­ga, poco ha ayu­da­do a reco­no­cer a gen­te con la que, segu­ra­men­te, teníais mucho que compartir.
Os que­dás­teis solos, sin hablar con nadie que no fué­rais voso­tros mis­mos. Y solos os extraviásteis.

Os he vis­to lla­mar txa­cu­rra (perro) a gen­te que se jugó la vida para defen­der la Repú­bli­ca y una patria vas­ca socia­lis­ta en 1936. Qué valien­tes. ¿Los des­cen­dien­tes de los guda­ris que se entre­ga­ron a las tro­pas ita­lia­nas y no vola­ron Altos Hor­nos de Viz­ca­ya, deján­do­los intac­tos para que Fran­co ter­mi­na­ra de ase­si­nar a más mili­cia­nos? Valien­tes y cobar­des hay en todos lados.
Os he vis­to en Vene­zue­la, hacien­do pri­mar vues­tros intere­ses y rei­vin­di­ca­cio­nes por enci­ma de los intere­ses de la revo­lu­ción boli­va­ria­na. Como si el nacio­na­lis­mo detu­vie­ra el enten­di­mien­to y te con­vir­tie­ra en un idio­ta egoís­ta. Pero qué más daba debi­li­tar a Vene­zue­la si lográ­bais colo­car una ban­de­ra den­tro de Miraflores.
Mal virus el nacio­na­lis­mo. Toca las fibras de la tras­cen­den­cia. Y, como le ocu­rre a la reli­gión, son tras­cen­den­cias que no hablan con la razón ni tam­po­co la escu­chan. Por el con­tra­rio, el sue­ño de la izquier­da o es dia­lo­ga­do o no es.
Oja­lá pron­to vol­váis a dia­lo­gar y os qui­téis esas mule­ti­llas facilonas.
Los rebel­des, dicen los zapa­tis­tas, se encuen­tran en el camino.
Dejad de echar­nos a la cuneta.

2. Dere­cho a decidir…

21.1.2013 (El Perio­di­co /​Jime­nez Villarejo)

Es evi­den­te que solo des­de la mani­pu­la­ción o la igno­ran­cia, o ambas cosas a la vez, pue­den invo­car­se aque­llos pre­ce­den­tes [del dere­cho a la auto­de­ter­mi­na­ción] para rei­vin­di­car la pre­ten­di­da inde­pen­den­cia de Cata­lu­ña en el siglo XXI’

‘[…] El docu­men­to [de ‘Decla­ra­ción de Sobe­ra­nía’ pre­sen­ta­do por CiU y ERC] es, como ya ana­li­za­re­mos, una suma de serias con­tra­dic­cio­nes con el mar­co cons­ti­tu­cio­nal demo­crá­ti­co vigen­te. Lo que es de suma gra­ve­dad y lo des­ca­li­fi­ca por sí solo. Pero hoy que­re­mos resal­tar un gra­ví­si­mo error his­tó­ri­co. La decla­ra­ción pre­ten­de fun­dar el ‘dere­cho a deci­dir’ del pue­blo cata­lán en el ‘dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción de los pueblos’.
Pero nada más lejos de la reali­dad y la ver­dad his­tó­ri­ca. En efec­to, en la comu­ni­dad inter­na­cio­nal se ha reco­no­ci­do el ‘dere­cho a la libre deter­mi­na­ción de los pue­blos’, que no a la ‘auto­de­ter­mi­na­ción’. Pero tie­ne lugar en un con­tex­to inter­na­cio­nal, en un momen­to his­tó­ri­co y res­pec­to de unos pue­blos, com­ple­ta­men­te dis­tin­to del actual.
Diná­mi­ca anticolonialista
El reco­no­ci­mien­to de tal dere­cho tie­ne lugar, en ple­na diná­mi­ca anti­co­lo­nia­lis­ta, entre 1960 y 1966. Es decir, ante la nece­si­dad de resol­ver la situa­ción de los pue­blos some­ti­dos a la domi­na­ción colo­nial por las poten­cias occi­den­ta­les, casi todas ellas ven­ce­do­ras en la Segun­da Gue­rra Mun­dial. Es a estos pue­blos a quie­nes se reco­no­ce el dere­cho a cons­ti­tuir un Esta­do inde­pen­dien­te de las res­pec­ti­vas metró­po­lis para supe­rar defi­ni­da­men­te la sumi­sión en la que vivían.
Reco­no­ci­mien­to que va aso­cia­do al reco­no­ci­mien­to de los dere­chos huma­nos a los has­ta enton­ces súb­di­tos de esos pue­blos y, para­le­la­men­te, al dere­cho al desa­rro­llo y la recu­pe­ra­ción de sus recur­sos naturales.
Todo ello da lugar a la reso­lu­ción 1.514 de la Asam­blea Gene­ral de Nacio­nes Uni­das, de 14 de diciem­bre de 1960, lla­ma­da ‘Car­ta mag­na de la des­co­lo­ni­za­ción’. Por esta razón, la reso­lu­ción par­te del reco­no­ci­mien­to ‘del apa­sio­na­do deseo de liber­tad que abri­gan todos los pue­blos depen­dien­tes y el papel deci­si­vo de dichos pue­blos en el logro de su inde­pen­den­cia’. Y el tex­to de la reso­lu­ción es cla­ro y con­tun­den­te al res­pec­to. Por razón de ‘la suje­ción de pue­blos a una sub­yu­ga­ción, domi­na­ción y explo­ta­ción extra­je­ra…’, se les reco­no­ce ‘el dere­cho de libre deter­mi­na­ción’ a fin de que ‘los pue­blos depen­dien­tes pue­dan ejer­cer pací­fi­ca y libre­men­te su dere­cho a la inde­pen­den­cia…’. Ya pos­te­rior­men­te, en los pac­tos de Nue­va York de 1966, en pleno desa­rro­llo de la des­co­lo­ni­za­ción, vuel­ve a reco­no­cer­se en el artícu­lo pri­me­ro de ambos que ‘todos los pue­blos tie­nen el dere­cho de libre determinación’.
Pero, eso sí, par­tien­do del ‘ideal del ser humano libre, en el dis­fru­te de las liber­ta­des civi­les y polí­ti­cas y libe­ra­do del temor y de la mise­ria…’. El alcan­ce jurí­di­co de este prin­ci­pio ha sido ana­li­za­do por el Tri­bu­nal Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia res­pec­to al Saha­ra Occi­den­tal (1975) y Timor Orien­tal (1995).
Es evi­den­te que solo des­de la mani­pu­la­ción o la igno­ran­cia, o ambas cosas a la vez, pue­den invo­car­se aque­llos pre­ce­den­tes ‑son los fun­da­men­tos del dere­cho a deci­dir- para rei­vin­di­car la pre­ten­di­da inde­pen­den­cia de Cata­lu­ña en el siglo XXI, en un país desa­rro­lla­do y moderno en el que sus miem­bros dis­fru­tan de todos los dere­chos y liber­ta­des, civi­les y eco­nó­mi­cos, reco­no­ci­dos en la Cons­ti­tu­ción espa­ño­la y el Esta­tu­to vigen­te. Bueno, sal­vo los que han sido gra­ve­men­te limi­ta­dos por las polí­ti­cas con­ser­va­do­ras de los gobier­nos, com­ple­men­ta­rios en lo sus­tan­cial, del PP y de CiU.

3. Nafa­rroa, Ley del eus­ka­ra, Tran­si­to­ria Cuar­ta, Amejoramiento…

Ione Bela­rra Urtea­ga, com­po­nen­te del con­se­jo ciu­da­dano (direc­ción) de pode­mos (NOTICIAS DE NAVARRA /​23.11.2014)

Aun­que la asam­blea de Nava­rra defien­da un gobierno con Bil­du, al final la deci­sión la tie­ne la asam­blea nacio­nal, que pue­de vetar­la. Eso recuer­da a lo que pasó con el PSN, que el PSOE vetó.
‑Eso no es así. Cuan­do se dice que los pac­tos los tie­ne que deci­dir Madrid, los tie­ne que deci­dir la asam­blea gene­ral. Se va a con­sul­tar a la gen­te por­que los pac­tos son una cues­tión con una rele­van­cia impor­tan­te. Se con­sul­ta a la gen­te, no es el Con­se­jo Ciu­da­dano el que toma la deci­sión. Hay una dife­ren­cia fun­da­men­tal que es que no es lo mis­mo que deci­da algo solo la direc­ción o que lo deci­da las per­so­nas que están en el proyecto.
El pac­to va a ser impres­cin­di­ble en Nava­rra, por mucho que sal­gan a ganar. Aun­que lide­ren el Gobierno, van a nece­si­tar un apo­yo externo.
¿Ven posi­ble algún pac­to con Bildu?
‑En ese sen­ti­do, la direc­ción actual no pue­de mar­car una línea por­que eso se va a con­sul­tar con las bases. Entien­do que no sea lo más polí­ti­ca­men­te correc­to pero nues­tros esta­tu­tos lo que mar­can es que los pac­tos post­elec­to­ra­les se van a con­sul­tar con la asam­blea nacio­nal. No hay una idea pre­de­fi­ni­da sino que se va a hacer des­pués, cuan­do vea­mos la corre­la­ción de fuer­zas y la dis­po­si­ción en la que están el res­to de par­ti­dos. No vamos a gober­nar a cual­quier pre­cio. Si no pode­mos cum­plir nues­tros obje­ti­vos no vamos a gober­nar en cual­quier condición.
Si vues­tra asam­blea nacio­nal dice que sí, ¿la direc­ción lo aca­ta­rá aun­que la deci­sión sea que sí a ir con Bil­du, con lo que eso pue­de con­lle­var de des­gas­te en las generales?
‑Sí, sin duda. El pro­ble­ma es el plan­tea­mien­to de base: el tener un lado y otro. Al igual que se plan­tea­ba el esce­na­rio esta­tal en los tér­mi­nos de izquier­da-dere­cha, en Nava­rra se plan­tea nacio­na­lis­tas-no nacio­na­lis­tas y Pode­mos lo que pide es la aper­tu­ra de un diá­lo­go dis­tin­to: que­re­mos ser el pega­men­to de la con­vi­ven­cia, el pega­men­to que reuni­fi­que. La gen­te quie­re vivir en paz y quie­re empe­zar a tomar fuer­za en la toma de deci­sio­nes. La entra­da de Pode­mos en este esce­na­rio pue­de cam­biar­lo todo.
La Ley del Eus­ke­ra es una de las polé­mi­cas can­den­tes, ¿qué opi­na Pode­mos de la zoni­fi­ca­ción lin­güís­ti­ca?, ¿esta­ría a favor de eliminarla?

‑Sobre un tema tan con­cre­to, al igual que en otros, Pode­mos va a tener que con­sul­tar a los mejo­res. El tema del eus­ke­ra, que es tan rele­van­te en Nava­rra, tie­ne que ser con­sul­ta­do a la comu­ni­dad edu­ca­ti­va y a la pobla­ción. Hay que abrir ese melón y hay que per­mi­tir que la gen­te opi­ne y deba­ta sobre cues­tio­nes que has­ta aho­ra no se ha deba­ti­do. No tene­mos de momen­to un posi­cio­na­mien­to con­cre­to sobre ese aspec­to particular.

¿Qué opi­nan de la Tran­si­to­ria 4ª, que per­mi­te que se con­sul­te a los nava­rros sobre su inte­gra­ción con la CAV? ¿Esta­rían a favor de activarla?
-Nues­tra línea fija­da es que se pue­dan hablar las cosas. Hay temá­ti­cas que no se han abor­da­do o que lle­van mucho tiem­po tapa­das y que hay que abrir, plan­tear, hablar de todo y con todos. En esa línea esta­mos para empe­zar a cons­truir en una línea dife­ren­te de la que hemos vivi­do has­ta ahora.

¿El afo­ra­mien­to nava­rro es un dere­cho his­tó­ri­co o un privilegio?
-De momen­to esta­mos en plan­tea­mien­tos más gene­ra­les, no en cues­tio­nes tan con­cre­tas pero quie­ro insis­tir en que Espa­ña tie­ne una diver­si­dad tre­men­da. Espa­ña es un país de paí­ses, una nación de nacio­nes. No se pue­de pre­ten­der que todas las regio­nes sean igua­les ni que haya un esta­tus quo cen­tra­lis­ta que orga­ni­ce la vida de todas las comu­ni­da­des. Ten­drá que haber pecu­lia­ri­da­des reco­no­ci­das para Nava­rra, tam­bién otras que reco­noz­can la sin­gu­la­ri­dad de Extre­ma­du­ra. Pode­mos tie­ne que fomen­tar la capa­ci­dad de auto­de­ter­mi­na­ción de los dis­tin­tos pue­blos y no reducirla.

Cada cual que saque sus pro­pias conclusiones…

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