El cla­sis­mo de la izquier­da- Pablo Hasel

La cul­tu­ra esta­ba en el ban­do republicano

no habría canis ni cho­nis de haber ganado

Pablo Hasel, rape­ro comunista

La izquier­da, espe­cial­men­te la izquier­da lla­ma­da radi­cal o trans­for­ma­do­ra, lle­va siglos denun­cian­do el cla­sis­mo. Son muchas luchas, muchas denun­cias, muchos pan­fle­tos ata­can­do el des­pre­cio de las cla­ses altas hacia las cla­ses bajas con todo lo que ello supone.

Y sin embar­go, aun­que parez­ca impo­si­ble, exis­te cla­sis­mo en la izquier­da. Sí, sí, no me he con­fun­di­do con la pala­bra: he dicho cla­sis­mo. Y no me refie­ro al hecho de ver la socie­dad como un con­jun­to de cla­ses, sino al des­pre­cio abier­to y sin com­ple­jos hacia las cla­ses bajas. Por supues­to, y antes de que se me lan­cen al cue­llo, quie­ro recal­car que este cla­sis­mo no es algo gene­ra­li­za­do, ni mucho menos.

¿Cómo pudo esto pasar? Bueno, mi hipó­te­sis es que esto se debe fun­da­men­tal­men­te a que los inte­lec­tua­les de izquier­das (enten­dien­do inte­lec­tua­les como gen­te que refle­xio­na y se intere­sa en pro­fun­di­dad sobre polí­ti­ca) pro­vie­nen de las cla­ses medias. Sue­len ser hijos de padres y madres con pro­fe­sio­nes libe­ra­les, o si no lo son al menos sí han teni­do la opor­tu­ni­dad de acu­dir a la uni­ver­si­dad. Exis­ten, como en todo lo que se refie­re a la socio­lo­gía, excep­cio­nes que no inva­li­dan la tesis general.

¿Quién, den­tro de un círcu­lo de izquier­das, no ha oído hablar con des­pre­cio de “canis y cho­nis”? Mucha gen­te les con­si­de­ra­ba lum­pen­pro­le­ta­rios has­ta que leye­ron la mag­ní­fi­ca obra Chavs, que tuvo que ser escri­ta por un inglés. Y a muchos nos cam­bió la for­ma de ver las cosas.

Recuer­do que yo mis­mo difun­dí un car­tel que podía ver­se por las redes socia­les entre los círcu­los de izquier­das. Si no me equi­vo­co per­te­ne­ce Cere­bros Fac­tu­ra­dos, una orga­ni­za­ción que lucha espe­cial­men­te por la edu­ca­ción públi­ca y por los jóve­nes pre­ca­rios y aque­llos que tie­nen que emigrar.
Pues bien, esta orga­ni­za­ción supues­ta­men­te pro­gre­sis­ta decía alto y cla­ro lo preo­cu­pan­te que es que la cla­se media uni­ver­si­ta­ria ten­ga que irse mien­tras que la basu­ra cani se que­da y se toca los hue­vos. El lema fue sen­ci­llo: «Ellos se que­dan. Ellos se van». Ni la dere­cha más ran­cia habría crea­do un car­tel tan cla­sis­ta. Ni la mis­mí­si­ma Mar­ga­ret Thatcher.

El cla­sis­mo de izquier­das se mani­fies­ta sobre­to­do en lo inte­lec­tual. La izquier­da de la cla­se media (y a la que vota prin­ci­pal­men­te la cla­se media, cla­ro) es supe­rior inte­lec­tual­men­te. Lee mucho. Lee cosas com­pli­ca­das y se vana­glo­ria de ello. Muchas veces lee cosas que ni siquie­ra son nece­sa­rias para enten­der el mun­do en que vivi­mos, pero que como son “clá­si­cos” hay que leer­se. Recuer­do que me leí El Esta­do y la revo­lu­ción (Lenin) casi obli­ga­do moral­men­te y la pri­me­ra vez no enten­dí una mier­da, pero aún así me sen­tí con­ten­to por leérmelo.

Esta izquier­da no ve pro­gra­mas de tele­ba­su­ra, sólo ve La Tuer­ka, Fort Apa­che y algu­na peli de Woody Allen. Y Nove­cen­to, cla­ro. Que tam­po­co es tan bue­na, pero hay que decir siem­pre que es una obra de arte y que te encan­tó. Y tam­bién que te diver­tis­te vien­do La Chi­noi­se y que leer­se Mate­ria­lis­mo y empi­rio­cri­ti­cis­mo fue un fies­tón. Deba­tes como los de laSex­ta Noche le pare­cen para imbé­ci­les (la tele­vi­sión en gene­ral les pare­ce de ton­tos) y no com­pren­den como líde­res de izquier­das pue­den ven­der­se acu­dien­do a ellos.

Estos sec­to­res eli­tis­tas de la izquier­da des­pre­cian, por supues­to, el baka­lao y el reg­gae­ton. Es músi­ca de cate­tos y pobres. Ellos escu­chan cosas más… más de gen­te cul­ta, no sé. Led Zep­pe­lin, Paco Iba­ñez, Sabi­na, algu­na de Los Chi­kos del Maíz, más rock de los 70. La ver­dad es que no conoz­co muchos gru­pos que les gus­ten a los cla­sis­tas de izquier­das, pero creo que la idea se entiende.

El inte­lec­tual de izquier­das no ve fút­bol, por supues­to. Eso es para ton­tos, es el opio de las masas y si el pue­blo no toma con­cien­cia de cla­se es en par­te por cul­pa de este dicho­so depor­te. Por supues­to, fút­bol y polí­ti­ca popu­lar no casan: o te intere­sas por una o te intere­sas por otra. ¿Que qué es la demo­cra­cia corinthia­na? Ni puta idea.Otro aspec­to en el que se mani­fies­ta esta supues­ta supe­rio­ri­dad inte­lec­tual es en el nivel edu­ca­ti­vo. La izquier­da sabe inglés, algo de fran­cés, un par de pala­bras en ale­mán y algu­na en ruso para hacer la gra­cia. El pue­blo llano, «los férreos bata­llo­nes del pro­le­ta­ria­do» que diría Grams­ci, no sabe más que espa­ñol. Pero cla­ro, eso a la cla­se media ilus­tra­da le pare­ce ridícu­lo. Vimos una tre­men­da mani­fes­ta­ción de ello (nun­ca denun­cia­da) en la cam­pa­ña con­tra Ana Bote­lla. Nues­tra alcal­de­sa fue a pro­mo­cio­nar la can­di­da­tu­ra madri­le­ña a los Jue­gos Olím­pi­cos e hizo un ridícu­lo total al hablar inglés. En segui­da toda la izquier­da con estu­dios supe­rio­res (que es la que está en Twit­ter) se lan­zó a la burla.
Las cla­ses bajas no pudie­ron reir­se por­que ellos habrían habla­do aún peor. No por nada, sino por­que el inglés ape­nas lo apren­die­ron en el ins­ti­tu­to y de todos modos no lo nece­si­tan para los tra­ba­jos que desem­pe­ña­rán de mayo­res. No pare­ce que nadie en la izquier­da se die­ra cuen­ta de esto. Todo ello sin per­jui­cio de que sea nece­sa­rio para un car­go públi­co que vaya a tener rela­cio­nes inter­na­cio­na­les cono­cer el inglés, cla­ro. Pero una cosa es recla­mar­le a un car­go públi­co cier­tas cua­li­da­des y otra reír­se de alguien por no saber inglés o por pro­nun­ciar­lo mal.

En fin, por suer­te en la izquier­da espa­ño­la estos cla­sis­tas no son mayoría.

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