El asal­to al pala­cio de Aju­ria Enea- Borro­ka Garaia

En Gas­teiz­gra­do los blan­cos tenían gra­ves pro­ble­mas, y enton­ces los cosa­cos rojos libe­ra­ron Bil­bov. Tam­bién fue libe­ra­do Donos­ti­gra­do y en la ciu­dad de Iru­ñea­kov ondea­ba ya la ban­de­ra roja. Enton­ces, nos diri­gi­mos todos y todas al Pala­cio de Aju­ria Enea, y allí vi a Iñakiski.
Bueno, en reali­dad no le vi allí sino en un artícu­lo publi­ca­do el pasa­do fin de sema­na en el dia­rio Gara. En el ex-par­te de gue­rra de hoy, el pro­le­ta­ria­do vas­co tie­ne la opor­tu­ni­dad y el honor de leer al mis­mí­si­mo dig­na­ta­rio regen­te del Pala­cio y delei­tar­se con su pro­sa ins­ti­tu­cio­nal. Pero aho­ra no toca hablar del gobierno de Vichy par­ti­cu­lar vas­con­ga­do sino del artícu­lo men­cio­na­do anteriormente.
“Hace medio siglo, la cla­se obre­ra vas­ca, que ali­men­tó des­de la V Asam­blea de ETA el deba­te sobre la direc­ción en el asal­to al Pala­cio de Invierno, que lle­nó de pasión el con­cep­to PTV (Pue­blo Tra­ba­ja­dor Vas­co), era el 55% del con­jun­to. Hoy no lle­ga al 30%, inclui­dos los parados.”
Así es, según el artícu­lo de Iña­ki Ega­ña, el 70% de la socie­dad vas­ca es cla­se capi­ta­lis­ta y pro­pie­ta­ria. ¡Ahí es nada!. Cla­ro, así impo­si­ble con­se­guir la inde­pen­den­cia y el socia­lis­mo ¿Para qué? Si des­de Tude­la a Bil­bo es todo una urba­ni­za­ción ajar­di­na­da de lujo a ima­gen de las ciu­da­des-jar­dín ingle­sas . Hay que olvi­dar­se de vie­jas locu­ras y tomas de pala­cios de invierno y enten­der con nue­vas refle­xio­nes lo ope­ra­do en la socie­dad vas­ca. ¡El inter­cla­sis­mo toma­rá el pala­cio de Aju­ria enea coman­da­do por la bur­gue­sía y lla­man­do a la puerta!.

Bien, lo cier­to es que no creo que Iña­ki hable de los por­cen­ta­jes reales de la cla­se obre­ra sino que lo con­fun­de con el pro­le­ta­ria­do indus­trial. En cual­quier caso, (sor­pre­sa, sor­pre­sa) , ni en las revo­lu­cio­nes socia­lis­tas más para­dig­má­ti­cas como la rusa de Octu­bre de 1917 o la Chi­na, el pro­le­ta­ria­do indus­trial era mayo­ri­ta­rio, al con­tra­rio, ni siquie­ra era nume­ro­so. La mayor par­te de la pobla­ción era de zonas rura­les y por tan­to cam­pe­si­na­do. De ahí la hoz y el mar­ti­llo, no por algo alea­to­rio o extra­va­gan­cia de algún dise­ña­dor bolchevique.
Lo que si afir­man las escue­las revo­lu­cio­na­rias, tan­to las mar­xis­tas como las anar­quis­tas, es que el pro­le­ta­ria­do indus­trial, por la posi­ción que ocu­pa en el pro­ce­so de pro­duc­ción, no numé­ri­ca­men­te, sino estruc­tu­ral­men­te, cons­ti­tu­ye su núcleo obje­ti­vo de mayor poten­cial y por ello si esto se tra­du­ce en algo sub­je­ti­vo, (median­te la toma de con­cien­cia, la rela­ción de explo­ta­ción solo da la posi­bi­li­dad mate­rial de que se adquie­ra esa con­cien­cia, no de que se de mecá­ni­ca­men­te) pue­de lle­gar a ser la fuer­za social más agu­da y por tan­to diri­gen­te. Y lo cier­to es que la his­to­ria va con­fir­man­do esta tesis. Pues cuan­do ha esta­do debi­li­ta­da y des­orien­ta­da se han dado retro­ce­sos y cuan­do se ha pues­to las pilas avances.
No es nin­gu­na bro­ma la pin­za his­tó­ri­ca rea­li­za­da de mutuo acuer­do cola­bo­ra­ti­vo por la bur­gue­sía vas­ca (PNV-UPN) y el espa­ño­lis­mo (prin­ci­pal­men­te PSOE) para divi­dir a la cla­se obre­ra vas­ca y espe­cial­men­te al pro­le­ta­ria­do indus­trial. Si, eso de los make­tos por un lado y el espa­ño­lis­mo de guet­to en vena por otro.
En cual­quier caso, exis­te el Pue­blo Tra­ba­ja­dor Vas­co como una reali­dad mate­rial y ese es el suje­to de trans­for­ma­ción tan­to en el ámbi­to nacio­nal como en el social. Algo que al pare­cer no se tie­ne en cuen­ta en dema­sia­das oca­sio­nes y ha sido apar­ta­do en bene­fi­cio de plan­tea­mien­tos y tér­mi­nos con acep­cio­nes pos­mo­der­nas como ciu­da­da­nía y otros muchos más, que en reali­dad vie­nen de un impul­so ideo­ló­gi­co que recha­za la carac­te­ri­za­ción his­tó­ri­ca rea­li­za­da por el mar­xis­mo (y otros) de lo que es cla­se obre­ra con la excu­sa de adap­ta­ción a nue­vos tiem­pos y supues­tos cam­bios sociales.
Pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co, no es solo el que lle­va un buzo y un mar­ti­llo col­gan­do al cin­to. Como esta­ba bien expre­sa­do en un docu­men­to de KAS, orga­ni­za­ción que Iña­ki en otro artícu­lo pen­só erró­nea­men­te que des­apa­re­ció y que lo hizo por­que la revo­lu­ción había pasa­do de moda, y se titu­la­ba: “La alie­na­ción del pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co” se pue­de leer esto: “Son cla­se obre­ra las trabajadoras/​es asalariados/​as, a los que el capi­tal roba una par­te de su tra­ba­jo no paga­do, que están excluidas/​os del con­trol de la fuer­za de tra­ba­jo y su repro­duc­ción y del con­trol del capi­tal cons­tan­te y varia­ble. Son cla­se obre­ra las muje­res que con su tra­ba­jo domés­ti­co y median­te la explo­ta­ción patriar­co-fami­liar sos­tie­nen la repro­duc­ción psi­co­so­má­ti­ca de la fuer­za de tra­ba­jo social. Son cla­se obre­ra las trabajadoras/​es emplea­dos en los apa­ra­tos buro­crá­ti­co admi­nis­tra­ti­vos y polí­ti­co-ideo­ló­gi­cos que care­cen empe­ro del míni­mo con­trol de su des­tino y de las deci­sio­nes que a ellas/​os ata­ñen. Son cla­se obre­ra las per­so­nas depen­dien­tes por lazos de sobre­vi­ven­cia a las trabajadoras/​es de las tres cate­go­rías anteriores”.
Pues bien, en Eus­kal Herria hay un 20% de para­dos, y un por­cen­ta­je pró­xi­mo al 70% de asa­la­ria­dos de los que un ter­cio lo cons­ti­tu­ye el pro­le­ta­ria­do indus­trial. ¿Qué sig­ni­fi­ca eso?. Que un 90% de la socie­dad vas­ca es el PTV y que hay leña para el fue­go. Que los cam­bios inter­nos en por­cen­ta­jes y divi­sio­nes de las frac­cio­nes de la cla­se obre­ra no son cam­bios estruc­tu­ra­les sino téc­ni­cos y que la defi­ni­ción e impor­tan­cia de la cla­se obre­ra es igual hoy que en el mani­fies­to comu­nis­ta don­de se afir­ma­ba que la socie­dad capi­ta­lis­ta ten­de­ría a divi­dir­se en dos gran­des cla­ses opues­tas, la cla­se capi­ta­lis­ta y la cla­se obre­ra. ¿O aca­so hay algu­na más?.
Decía el mis­mo Lenin que todas las nacio­nes lle­ga­rán al socia­lis­mo, esto es inevi­ta­ble, pero no todas lo harán exac­ta­men­te de la mis­ma mane­ra, cada una con­tri­bui­rá con algo pro­pio, a tal o cual for­ma de demo­cra­cia, a tal o cual varie­dad de dic­ta­du­ra del pro­le­ta­ria­do, a tal o cual varia­ción en el rit­mo de las trans­for­ma­cio­nes socia­lis­tas en los dife­ren­tes aspec­tos de la vida social. Eus­kal Herria tie­ne sus con­di­cio­nes pro­pias y una situa­ción gra­ví­si­ma de opre­sión nacio­nal, eso en nin­gún caso debe impe­dir lla­mar al pan pan y al vino vino ni mucho menos des­de­ñar cosas sin prue­ba ni razo­na­mien­to alguno.
Yo no se si toma­re­mos el pala­cio de invierno, pero la revo­lu­ción rusa, el hecho más influ­yen­te y deci­si­vo del siglo XX, no fue la toma de un pala­cio de invierno. Sino un pro­ce­so social que duró años, con una cade­na de cri­sis y suce­sos, pero que muchos años antes de que ocu­rrie­ran, espe­cí­fi­ca­men­te en 1903, algu­nos ya tenían bas­tan­te cla­ro de por don­de ten­dría que ir el cur­so de los acon­te­ci­mien­tos. Y el cur­so de los acon­te­ci­mien­tos en Eus­kal Herria de no estar coman­da­do y pen­sa­do para y por el pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co y sus sec­to­res poten­cia­les más agu­dos, será más opre­sión nacio­nal, más opre­sión social.
Pre­ci­sa­men­te creo, que el aban­dono de con­cep­tos como el de pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co, con su tra­duc­ción prác­ti­ca, ha sido uno de los mayo­res pro­ble­mas que arras­tra­mos y nece­si­ta­mos de nue­vas refle­xio­nes, sí, en torno a ello.

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