El 60.5% de los ruma­nos con­si­de­ran que viven peor que en la épo­ca socia­lis­ta (encues­ta con moti­vo de los 25 años de capi­ta­lis­mo en Rumania)

El nue­vo son­deo socio­ló­gi­co rea­li­za­do para el dia­rio Ade­va­rul por el Ins­ti­tu­to Nacio­nal para el Estu­dio de los Ser­vi­cios y el Con­su­mo de la Pobla­ción (INSCOP), rea­li­za­do des­de el pasa­do 30 de agos­to has­ta el 4 de sep­tiem­bre, con moti­vo de la cer­ca­nía del 25 ani­ver­sa­rio de lo que los medios de pro­pa­gan­da del capi­tal deno­mi­nan «revo­lu­ción de diciem­bre de 1989», mues­tra que, como ya se había com­pro­ba­do en estu­dios ante­rio­res, los ruma­nos siguen con­si­de­ran­do que vivían bas­tan­te mejor con el sis­te­ma socialista.
Los resul­ta­dos son curio­sos. Por un lado, tenien­do en cuen­ta que en con­cep­to de «liber­tad» de la dic­ta­du­ra capi­ta­lis­ta tie­ne que ver poco con la capa­ci­dad de deci­sión de los tra­ba­ja­do­res o con su bien­es­tar, y mucho más con el ocio y la irres­pon­sa­bi­li­dad, es bas­tan­te lógi­co que el 81.6% de los encues­ta­dos pien­sen que des­pués de 25 años de «demo­cra­cia» hoy exis­te más «liber­tad» que en 1989. Un 14%, sin embar­go, tie­ne cla­ro que no es así.
Habría que haber pre­gun­ta­do o acla­ra­do, antes de nada, aque­lla cues­tión fun­da­men­tal que Lenin reco­men­da­ba que nos hicié­ra­mos, ¿liber­tad, para qué? ¿Para com­prar y con­su­mir? ¿Para morir­se de ham­bre si un ladron­zue­lo empre­sa­rio nos echa del tra­ba­jo? ¿Para hacer turis­mo o poder ver la tele todo el día? ¿Para deses­pe­rar­se que­ján­do­se en el bar o en la casa de que nin­gún polí­ti­co hace nada por noso­tros? ¿O para par­ti­ci­par en los asun­tos de nues­tra comu­ni­dad? ¿Para deci­dir qué se hace con el pro­duc­to de nues­tro tra­ba­jo? ¿Para luchar con­tra una socie­dad injus­ta y explo­ta­do­ra y cons­truir una más huma­na, la socialista?
La incohe­ren­cia del resul­ta­do ante­rior, por lo muy mani­pu­la­da que está la idea de liber­tad en los regí­me­nes domi­na­dos por la tira­nía de los mer­ca­dos, y que han asu­mi­do con poca resis­ten­cia las des­or­ga­ni­za­das masas tra­ba­ja­do­ras, se mues­tra en las res­pues­tas dadas por los ruma­nos a otras pre­gun­tas esen­cia­les sobre la jus­ti­cia, el bien­es­tar, o el trabajo.
Cuan­do el son­deo pre­gun­tó por la jus­ti­cia, no por la jus­ti­cia como ins­ti­tu­ción, sino por su sen­ti­do social del con­cep­to, bus­can­do la impre­sión de los encues­ta­dos de si la situa­ción gene­ral es más jus­ta o más injus­ta. Evi­den­te­men­te, pues es impo­si­ble otra cosa cuan­do se vive en un régi­men basa­do en la des­igual­dad y en la injus­ti­cia de que unos pocos vivan a cos­ta de los demás, la res­pues­ta de los ruma­nos ha sido que actual­men­te hay menos jus­ti­cia que antes de 1990 (un 68%), mien­tas un 22% sigue pen­san­do que actual­men­te la socie­dad es más jus­ta (supo­ne­mos que gran par­te de estos son los gran­des bene­fi­cia­dos del gran saqueo de la rique­za del pue­blo per­pe­tra­do tras el gol­pe de esta­do de diciem­bre de 1989 y todos los que se han enri­que­ci­do direc­ta o indi­rec­ta­men­te de aquel acto con­tra la cla­se tra­ba­ja­do­ra rumana).
En cuan­to a lo que se refie­re al nivel de vida, al bien­es­tar, la res­pues­ta es rotun­da, y el 61% de los ruma­nos creen que actual­men­te, tras 25 años de bar­ba­rie capi­ta­lis­ta, se vive bas­tan­te peor que antes de 1990. Algo bas­tan­te lógi­co, no obs­tan­te todo el mun­do sabe que des­de la reins­tau­ra­ción del régi­men capi­ta­lis­ta más de 3.000.000 de ruma­nos han hui­do de su país para poder encon­trar un pues­to de tra­ba­jo, mien­tra que de los que han per­ma­ne­ci­do, un ter­cio vive con menos de 190 euros al mes, y la mitad con menos de 230. Así que, los que afir­man, un 31%, que actual­men­te el nivel de vida es más alto, deben per­te­ne­cer a aquel por­cen­ta­je de ruma­nos que vive con más de 230 euros y que, en el mejor de los casos, un 6%, ganan de 333 euros al mes, mien­tras solo un 0.6% se meten en el bol­si­llo más de 3.000 euros, como con­fir­man las esta­dís­ti­cas del Minis­te­rio de Tra­ba­jo publi­ca­das en el pasa­do mes de agos­to.
Igual­men­te, los encues­ta­dos no dudan ante la pre­gun­ta de si la jus­ti­cia es inde­pen­dien­te bajo el régi­men capi­ta­lis­ta, con un cla­ro No por par­te de un 53.5%, mien­tras solo un 28% afir­man que SI.¿Cómo va a ser inde­pen­dien­te la jus­ti­cia en un sis­te­ma en el que es la mino­ría que se ha apro­pia­do del capi­tal en sus manos la que con­tro­la los par­ti­dos polí­ti­cos, los medios de infor­ma­ción, y las instituciones?
Por últi­mo, ante la pre­gun­ta, mal for­mu­la­da, de si se tra­ba­ja en la actua­li­dad más o menos que antes de 1990, los ruma­nos han res­pon­di­do, lógi­ca­men­te, que en el rei­no de esa liber­tad hue­ca e inú­til, se tra­ba­ja menos. Y aun­que la pre­gun­ta se refe­ría al núme­ro de horas de tra­ba­jo dia­rias y, según Euros­tat, Ruma­nía ocu­pa el pri­mer lugar en la can­ti­dad de horas tra­ba­ja­das por emplea­do, el 56,8% de los encues­ta­dos sos­tie­nen que se tra­ba­ja menos que antes de 1990. En reali­dad, lo que están dicien­do, como reco­no­cen los pro­pios orga­ni­za­do­res de la encues­ta, es que hay menos tra­ba­jo, pues en estos últi­mos 25 años la tera­pia de cho­que neo­li­be­ral impues­ta por los gol­pis­tas ha aca­ba­do con 4 millo­nes de pues­tos de tra­ba­jo, de los 8 exis­ten­tes en 1990, pro­vo­can­do la rui­na del país y de sus trabajadores.
Por últi­mo, los datos del estu­dio actual coin­ci­den con los últi­mos publi­ca­dos en los últi­mos meses, tal como el que pre­gun­ta­ba a los ruma­nos el pasa­do mes de julio cual con­si­de­ran el mejor pre­si­den­te de la his­to­ria de Ruma­nia, sien­do el ele­gi­do Nico­lae Ceau­ses­cu, con un 25% de apo­yo, con seis pun­tos de ven­ta­ja fren­te al siguien­te, Ion Iliescu.

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