Con­si­de­ra­cio­nes pre­vias de un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te- Borro­ka Garaia

Un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te es bási­ca­men­te el pro­ce­so fun­da­cio­nal de un Esta­do a tra­vés de gene­ral­men­te una asam­blea cons­ti­tu­yen­te que median­te una nue­va lega­li­dad y cons­ti­tu­ción acor­da­da median­te sobe­ra­nía popu­lar crea una nue­va realidad.

Un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co sería por tan­to el sur­gi­mien­to de una nue­va reali­dad mate­rial don­de la sobe­ra­nía recae­ría en manos exclu­si­vas de la socie­dad vas­ca dan­do paso a un Esta­do independiente.

En el con­tex­to de Eus­kal Herria un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co es anta­gó­ni­co a uno espa­ñol y fran­cés ya que esos dos pro­ce­sos ya están dados y una carac­te­rís­ti­ca que com­par­ten es la prohi­bi­ción y nega­ción pre­ci­sa­men­te de un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vasco.

Por lo tan­to, el terreno de jue­go de un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co es la ile­ga­li­dad en el mar­co espa­ñol y fran­cés y nin­gu­na pers­pec­ti­va seria de que pue­da ser de otra mane­ra. Ya que tan­to el esta­do espa­ñol como el fran­cés de nin­gún modo van a ir con­tra sus intere­ses de domi­na­ción y acep­tar el dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción para el pue­blo vas­co sal­vo que fue­ra con­se­cuen­cia de unas nego­cia­cio­nes fru­to de una lucha de alto vol­ta­je y con impli­ca­cio­nes de fuer­za hoy en día inexistentes.

La pri­me­ra con­si­de­ra­ción a tener en cuen­ta es esa. No exis­ten méto­dos demo­crá­ti­cos den­tro de la lega­li­dad espa­ño­la y fran­ce­sa para un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co. Esta con­si­de­ra­ción es impor­tan­te por­que una estra­te­gia basa­da en la ape­la­ción a la lega­li­dad espa­ño­la o fran­ce­sa, en su refor­ma y en su aca­ta­mien­to impo­si­bi­li­ta y blo­quea un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te. Esta es una de las muchas razo­nes por las cua­les los esta­dos tra­tan de absor­ber y asi­mi­lar den­tro del ins­ti­tu­cio­na­lis­mo sur­gi­do de los pro­ce­sos cons­ti­tu­yen­tes espa­ñol y fran­cés. Ya que es un agu­je­ro negro don­de no hay sali­da sobe­ra­na posible.

La segun­da con­si­de­ra­ción que va uni­da a la ante­rior es que un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co al mover­se en el terreno de la ile­ga­li­dad, por fuer­za es un pro­ce­so de rup­tu­ra con esa lega­li­dad que impi­de su desa­rro­llo. El sur­gi­mien­to de una lega­li­dad vas­ca supo­ne la rup­tu­ra con la lega­li­dad espa­ño­la y francesa.

La ter­ce­ra con­si­de­ra­ción que va uni­da a las ante­rio­res, es que al ser un terreno ile­gal que nece­si­ta rup­tu­ra solo es via­ble una vía unilateral.

Si nos pone­mos a ana­li­zar qué ele­men­tos a día de hoy están ali­men­ta­do las lega­li­da­des extran­je­ras y cuá­les están entre­nan­do y pre­pa­ran­do la rup­tu­ra y la vía uni­la­te­ral, nos dare­mos cuen­ta que el terreno base para un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co está lleno de zarzas.

Algu­nas de esas zar­zas son PNV en la CAV y UPN en Nafa­rroa Garaia, con la com­pli­ci­dad de PSOE y PP para que no se sal­ga de ese agu­je­ro negro don­de pue­da haber una sali­da soberana.

De este modo, la cuar­ta con­si­de­ra­ción es que el pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co nece­si­ta una base no par­ti­dis­ta y popu­lar que deje atrás los intere­ses de las éli­tes polí­ti­cas y eco­nó­mi­cas. Que orga­ni­ce y empo­de­re a esa mayo­ría social que es par­ti­dia­ria de la autodeterminación.

En ese sen­ti­do, refor­zar las pro­pues­tas estra­té­gi­cas inde­pen­den­tis­tas, socia­lis­tas y femi­nis­tas es un requi­si­to indis­pen­sa­ble en la gene­ra­ción de con­di­cio­nes y gaso­li­na para el pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te. Tam­bién lo es refor­zar toda diná­mi­ca de rebel­día y de no nor­ma­li­za­ción polí­ti­ca de la injus­ti­cia por­que eso ali­men­ta la filo­so­fía de rup­tu­ra que será tan nece­sa­ria. Como tam­bién es nece­sa­ria recu­pe­rar la estra­te­gia de con­tra­po­der y cons­truc­ción nacio­nal y social, ya que esa es la úni­ca que avan­za uni­la­te­ral­men­te hacia el futu­ro y por eso fue tan agre­di­da con vio­len­cia en los 90.

Hay muchas cosas que pue­den refor­zar la pers­pec­ti­va de un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te pero si tuvie­ra que des­ta­car una, sería el deba­te y el cor­te de ama­rras con el dele­ga­cio­nis­mo median­te nue­vas for­mas de encuen­tro social que superen vie­jos esque­mas de dema­sia­da actua­li­dad con sus toques de cor­ne­ta y con­tro­les. Pues una dosis de des­con­trol tam­bién será nece­sa­ria para des­atar todas las energías.

Vis­tos los obs­tácu­los, requi­si­tos y zar­zas, la últi­ma con­si­de­ra­ción es que un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te vas­co uni­la­te­ral es muy, muy difí­cil. Y que a día de hoy, no exis­te ni pre­dis­po­si­ción ade­cua­da ni una estra­te­gia en ese sen­ti­do (aún se sue­ña con un acuer­do con el esta­do y con el pnv por la cara boni­ta de las cla­ses popu­la­res vas­cas) con lo cual el pri­mer paso es que el MLNV se sitúe en esa cla­ve. Ya que si el MLNV no tie­ne las filo­so­fías reque­ri­das, no está estruc­tu­ra­do para esos retos y enfi­la­do correc­ta­men­te hacia un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te, del MLNV no nace­rán los pasos correc­tos y segui­re­mos en el impas­se actual. Sacan­do la cara a los Urku­llus (“El pnv está por un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te”), des­vi­vi­dos por las elec­cio­nes, y cada vez más normalizados.

Uno de los nudos a des­atar, y posi­ble­men­te un pis­to­le­ta­zo de sali­da (que nadie se enga­ñe, aún no exis­te nin­gún pro­ce­so ni de sobe­ra­nía ni mucho menos de paz), será saber que lugar del puzz­le lo ocu­pan los par­ti­dos, el pue­blo y el movi­mien­to popu­lar. Hoy, la ten­den­cia es poner el movi­mien­to popu­lar al ser­vi­cio y orde­nes par­ti­dis­tas y lue­go que­jar­se de su inac­ti­vi­dad y fal­ta de ini­cia­ti­va, rele­gar al pue­blo a espec­ta­dor pasi­vo votan­te don­de se le adies­tra a dia­rio dicién­do­le que en las urnas del régi­men tum­ba­rá al régi­men y la cen­tra­li­dad en polí­ti­cos pro­fe­sio­na­les con empo­de­ra­mien­to cero pata­te­ro y acti­va­ción social no empo­de­ra­da sino de masa numé­ri­ca no cua­li­ta­ti­va. Si esto no se revier­te total­men­te, y en el MLNV inter­na­men­te tam­bién, ( pues la cen­tra­li­dad está pues­ta en un par­ti­do ins­ti­tu­cio­nal y las ins­ti­tu­cio­nes y no en el pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co como arie­te diri­gen­te), habla­re­mos mucho sobre pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te (ya era hora) pero no lo hare­mos. Y mucho menos si esta­mos espe­ran­do al PNV cuan­do es la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca la que está espe­ran­do, como decía un comen­ta­ris­ta en el blog, en los pue­blos y barrios popu­la­res y no en el carlton.

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