No es fácil adoptar una decisión desde una posición consecuente independentista vasca y de izquierdas ante las próximas Elecciones Europeas. Eusko Ekintza después de valorar diversas posturas posibles, desde la abstención activa hasta apoyar directamente alguna de las candidaturas que se presenta, hemos apostado finalmente por dar libertad de voto a nuestros militantes. Pedimos pues tanto un voto crítico a los que decidan votar, como una abstención activa y razonada a los que se decanten por esta opción. En todo caso el voto o no voto ekintzale ha de ser desde una postura profundamente crítica y de oposición ante lo que hoy en día supone la Unión Europea y sus instituciones.
Partimos de una postura vasca de desconfianza fundada para con muchas de las bases de la actual construcción europea. No podemos olvidar que nuestro pueblo se posicionó de una manera clara y rotunda contra la OTAN y que el Referéndum sobre la Constitución Europea cosechó un estrepitoso fracaso entre nosotros: con una abstención mayor del 60% y un sí sólo del 24,6% del censo. Por otra parte la participación electoral en las elecciones al Parlamento Europeo no suele superar el 40% y desciende de una convocatoria a otra. La Europa de Estrasburgo y de Bruselas se ve cada vez más como una amenaza a los logros sociales que tanto ha costado conseguir y a la soberanía de los pueblos para decidir su futuro nacional y económico. Y todo ello bajo una supuesta “construcción europea” que no es sino la entrega de la vieja Europa al capitalismo neoliberal más salvaje.
Está meridianamente claro que la no superación ni de ese listón del 40% de participación en las próximas elecciones las colocaría en una situación de clara ilegitimidad democrática entre nosotros. Mantener lo contrario supondría un claro ninguneo de la ciudadanía.Se intenta por parte de algunos agitar el fantasma del aumento de la extrema derecha en las encuestas en toda Europa para movilizar el voto de izquierdas. No podemos negar nuestra preocupación por el avance de la ultraderecha neoliberal, ultracristiana, homófoba y xenófoba que pretende acabar con todo tipo de libertades sociales y políticas. Pero no podemos dejar de constatar que más allá de algunos pequeños grupos consecuentes de izquierdas, verdes y de defensa de pequeñas naciones, no nos produce ninguna confianza la capacidad de liberales y socialdemócratas para oponerse a estas detestables fuerzas políticas. Más bien terminarán adoptando algunos de sus postulados como un mal menor para “frenarles” políticamente. Lo han hecho en el pasado con temas de emigración o de supresión de libertades ciudadanas en nombre de “la seguridad” y el “antiterrorismo”.
El escepticismo vasco para con lo que supone hoy en día la Unión Europea va más allá todavía de la indignación ante los desmanes económicos de la Troika. De las políticas agrarias comunitarias que han hundido al sector primario vasco. Del plan Bolonia que ha convertido a la masa estudiantil en mano de obra barata para los empresarios sin escrúpulos y ha vaciado la universidad aún más de todo contenido crítico, social y libertario.Europa ha sido totalmente inoperante para apoyar en la resolución justa del conflicto vasco, y las decisiones de los tribunales europeos de derechos humanos se han decantado demasiadas veces hacia los intereses del Estado Español y en contra de los derechos políticos y civiles de las/os vascas/os. Algo que no limpia ni la reciente resolución sobre la denominada doctrina Parot, más fundamentada en lo procedimental que en las graves vulneraciones de derechos civiles y políticos contra los vascos/as.
Por otra parte en Euskal Herria no hemos sido capaces de configurar una candidatura nacional, plural, atractiva, independentista y de izquierdas capaz de movilizar en estas elecciones un verdadero voto nacional en clave de confrontación con los estados. La actual ocultación y ninguneo político del conflicto vasco, su “desaparición” ante la falta de una verdadera confrontación democrática con los estados, ha marcado uno de sus máximos cuando no ha sido ni siquiera nombrado en los debates electorales entre las principales tendencias políticas del parlamento a nivel europeo, mientras en estos debates si han estado presentes Catalunya y Escocia.
En este panorama, hemos decidido dar libertad de voto a los ekintzales porque no queremos interferir con opciones abertzales y de izquierdas, o independentistas y de izquierdas de otras naciones ibéricas, a las que deseamos los mejores resultados. Nuestra postura crítica sin embargo traerá una lectura también crítica de los resultados electorales del próximo domingo.
Eusko Ekintza
