¿Qué dice la nue­va Ley de Inver­sión Extran­je­ra en Cuba?

La inversión en el Puerto de Mariel, Cuba.

La inver­sión en el Puer­to de Mariel, Cuba.

Deta­lles de la nue­va Ley de la Inver­sión Extran­je­ra apro­ba­da por la Asam­blea Nacio­nal del Poder Popu­lar este sába­do 29 de mar­zo de 2014, que con modi­fi­ca­cio­nes de últi­ma hora, será obje­to de correc­cio­nes de esti­lo por par­te de una comi­sión de dipu­tados desig­na­da por el legislativo.

Obje­to de la ley

Tie­ne por obje­to esta­ble­cer el mar­co legal de la inver­sión extran­je­ra en el terri­to­rio nacio­nal sobre la base del res­pe­to a la ley, la sobe­ra­nía e inde­pen­den­cia de la nación y el bene­fi­cio mutuo para con­tri­buir a nues­tro desa­rro­llo eco­nó­mi­co en fun­ción de una socie­dad socia­lis­ta prós­pe­ra y sostenible.
La ley apro­ba­da, así como su regla­men­to y demás nor­ma­ti­vas com­ple­men­ta­rias, que se publi­ca­rán pró­xi­ma­men­te en la Gace­ta Ofi­cial de la Repú­bli­ca, esta­ble­cen un régi­men de faci­li­da­des, garan­tías y segu­ri­dad jurí­di­ca al inver­sio­nis­ta que pro­pi­cia la atrac­ción y el apro­ve­cha­mien­to del capi­tal extranjero.

Orien­ta­ción

La inver­sión extran­je­ra en Cuba esta­rá orien­ta­da a la diver­si­fi­ca­ción y amplia­ción de los mer­ca­dos de expor­ta­ción, el acce­so a tec­no­lo­gías de avan­za­da y la sus­ti­tu­ción de impor­ta­cio­nes, prio­ri­zan­do la de alimentos.
Tam­bién, a la obten­ción de finan­cia­mien­to externo, la crea­ción de nue­vas fuen­tes de empleo, la cap­ta­ción de méto­dos geren­cia­les, y su vin­cu­la­ción con el desa­rro­llo de enca­de­na­mien­tos pro­duc­ti­vos. Esta­rá orien­ta­da, ade­más, al cam­bio de la matriz ener­gé­ti­ca del país median­te el apro­ve­cha­mien­to de fuen­tes reno­va­bles de energía.

Algu­nas garantías

El inver­sio­nis­ta extran­je­ro par­te en una aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal pue­de, pre­vio acuer­do de las par­tes, ven­der o trans­mi­tir en cual­quier otra for­ma al Esta­do, a un ter­ce­ro o a las par­tes en la aso­cia­ción, pre­via auto­ri­za­ción, total o par­cial­men­te sus dere­chos en ella, reci­bien­do en mone­da libre­men­te con­ver­ti­ble el pre­cio equi­va­len­te, sal­vo pac­to expre­so en contrario.
El inver­sio­nis­ta extran­je­ro en una empre­sa de capi­tal total­men­te extran­je­ro pue­de ven­der o trans­mi­tir en cual­quie­ra otra for­ma, al Esta­do o a un ter­ce­ro, pre­via auto­ri­za­ción, sus dere­chos en ella, total o par­cial­men­te, reci­bien­do en mone­da libre­men­te con­ver­ti­ble el pre­cio equi­va­len­te, sal­vo pac­to expre­so en contrario.
El impor­te que corres­pon­da reci­bir al inver­sio­nis­ta extran­je­ro en los dos casos ante­rio­res se deter­mi­na por acuer­do entre las par­tes. De ser nece­sa­rio acu­dir, en cual­quier momen­to del pro­ce­so a un ter­ce­ro para esta­ble­cer el impor­te, se selec­cio­na una orga­ni­za­ción de pres­ti­gio inter­na­cio­nal en la valo­ra­ción de nego­cios, auto­ri­za­da por el Minis­te­rio de Finan­zas y Precios.
Por otro lado, el Esta­do garan­ti­za al inver­sio­nis­ta extran­je­ro la libre trans­fe­ren­cia al exte­rior en mone­da libre­men­te con­ver­ti­ble, sin pago de tri­bu­tos u otro gra­va­men rela­cio­na­dos con dicha trans­fe­ren­cia, de los divi­den­dos o bene­fi­cios que obten­ga por explo­ta­ción de la inver­sión y las can­ti­da­des que debe­rá reci­bir en el caso de ven­der sus dere­chos en una aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal o en una empre­sa de capi­tal total­men­te extran­je­ro, o en caso de expro­pia­ción por moti­vos de uti­li­dad públi­ca o inte­rés social pre­via­men­te decla­ra­dos por el Con­se­jo de Ministros.

Sec­to­res y modalidades

La inver­sión extran­je­ra será auto­ri­za­da en todos los sec­to­res, con excep­ción de los ser­vi­cios de salud y edu­ca­ción a la pobla­ción, y de todas las ins­ti­tu­cio­nes arma­das, sal­vo en sus sis­te­mas empresariales.
Será el Con­se­jo de Minis­tros el facul­ta­do para apro­bar las opor­tu­ni­da­des de inver­sión extran­je­ra que se pro­mo­cio­na­rán, así como las polí­ti­cas gene­ra­les y sec­to­ria­les que la rijan.

La inver­sión extran­je­ra podrá ser:

•Direc­ta, en la cual el inver­sio­nis­ta extran­je­ro par­ti­ci­pa como accio­nis­ta en una empre­sa mix­ta o de capi­tal total­men­te extran­je­ro o con apor­ta­cio­nes en con­tra­tos de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal, par­ti­ci­pan­do de for­ma efec­ti­va en el con­trol del negocio.
•Inver­sio­nes en accio­nes o en otros títu­los —valo­res, públi­cos o pri­va­dos, que no tie­nen la con­di­ción de inver­sión directa.
Igual­men­te podrá adop­tar las moda­li­da­des de: empre­sa mix­ta, con­tra­to de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal, o empre­sa de capi­tal total­men­te extranjero.
Como con­tra­tos de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal serán cla­si­fi­ca­dos, entre otros, los con­tra­tos a ries­go para la explo­ta­ción de recur­sos natu­ra­les no reno­va­bles, para la cons­truc­ción, la pro­duc­ción agrí­co­la, la admi­nis­tra­ción hote­le­ra, pro­duc­ti­va o de ser­vi­cios, y los con­tra­tos para la pres­ta­ción de ser­vi­cios profesionales.

Inver­sio­nes en bie­nes inmue­bles y otras garantías

La nue­va Ley de la Inver­sión Extran­je­ra pre­vé que se pue­dan rea­li­zar inver­sio­nes en inmue­bles y obte­ner su pro­pie­dad u otros dere­chos reales, tan­to en vivien­das y edi­fi­ca­cio­nes dedi­ca­das a domi­ci­lio par­ti­cu­lar o para fines turís­ti­cos; para ofi­ci­nas o domi­ci­lios de per­so­nas jurí­di­cas extran­je­ras o en desa­rro­llos inmo­bi­lia­rios con fines de explo­ta­ción turística.
La apro­ba­ción para efec­tuar inver­sio­nes extran­je­ras en el terri­to­rio nacio­nal se otor­ga­rá aten­dien­do al sec­tor, la moda­li­dad y las carac­te­rís­ti­cas, por el Con­se­jo de Esta­do, el Con­se­jo de Minis­tros o el jefe del Orga­nis­mo de la Admi­nis­tra­ción Cen­tral del Esta­do auto­ri­za­do para ello.
La Ley pre­vé la garan­tía para los inver­sio­nis­tas de abrir cuen­tas en cual­quier ban­co del Sis­te­ma Ban­ca­rio Nacio­nal para efec­tuar cobros y pagos; así como pue­den, pre­via auto­ri­za­ción del Ban­co Cen­tral de Cuba, abrir y ope­rar cuen­tas en mone­da libre­men­te con­ver­ti­ble en ban­cos radi­ca­dos en el extranjero.
Tam­bién se les garan­ti­za­rá expor­tar e impor­tar direc­ta­men­te lo nece­sa­rio para sus fines, si bien adqui­ri­rán pre­fe­ren­te­men­te bie­nes y ser­vi­cios en el mer­ca­do nacio­nal, ofre­ci­dos en igua­les con­di­cio­nes de cali­dad, pre­cio y pla­zos de entre­ga a las del mer­ca­do internacional.
En la acti­vi­dad de las inver­sio­nes extran­je­ras debe­rá cum­plir­se la legis­la­ción labo­ral y de segu­ri­dad social vigen­te en la Repú­bli­ca de Cuba, con las ade­cua­cio­nes que figu­ran en la Ley y su Reglamento.
El per­so­nal cubano o resi­den­te per­ma­nen­te en Cuba que pres­te sus ser­vi­cios en las empre­sas mix­tas, con excep­ción de los inte­gran­tes de su órgano de direc­ción y admi­nis­tra­ción, será con­tra­ta­do por una enti­dad emplea­do­ra, a pro­pues­ta del Minis­te­rio de Comer­cio Exte­rior y la Inver­sión Extran­je­ra, y con la auto­ri­za­ción del Minis­te­rio del Tra­ba­jo y Segu­ri­dad Social.

Régi­men espe­cial de tributación

Aun­que las empre­sas mix­tas e inver­sio­nis­tas debe­rán regir­se en cuan­to al cum­pli­mien­to de las obli­ga­cio­nes tri­bu­ta­rias por las dis­po­si­cio­nes vigen­tes, se exi­mi­rá del pago del impues­to sobre los ingre­sos per­so­na­les a los inver­sio­nis­tas extran­je­ros socios en empre­sas mix­tas o par­tes en con­tra­tos de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca internacional.
Se exi­mi­rá del pago del impues­to sobre las uti­li­da­des a las empre­sas mix­tas y par­tes en los con­tra­tos de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal por un perío­do de ocho años a par­tir de su cons­ti­tu­ción. Tam­bién se exi­mi­rá de este impues­to en los casos en que sea apro­ba­da su rein­ver­sión en el país.

Qué es…

Aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal: unión de inver­sio­nis­tas nacio­na­les y extran­je­ros den­tro del terri­to­rio nacio­nal para la pro­duc­ción de bie­nes, la pres­ta­ción de ser­vi­cios, o ambos, con fina­li­dad lucra­ti­va, que com­pren­de las empre­sas mix­tas y los con­tra­tos de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca internacional.
Capi­tal extran­je­ro: capi­tal pro­ce­den­te del extran­je­ro, así como la par­te de los divi­den­dos o bene­fi­cios per­te­ne­cien­tes al inver­sio­nis­ta extran­je­ro que sean rein­ver­ti­dos a tenor de la Ley de la Inver­sión Extranjera.
Con­ce­sión admi­nis­tra­ti­va: títu­lo habi­li­tan­te que otor­ga, con carác­ter tem­po­ral, el Con­se­jo de Minis­tros para la ges­tión de un ser­vi­cio públi­co, la rea­li­za­ción de una obra públi­ca o la explo­ta­ción de un bien de domi­nio públi­co, bajo los tér­mi­nos y con­di­cio­nes que se establezcan.
Con­tra­to de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal: acuer­do entre uno o más inver­sio­nis­tas nacio­na­les y uno o más inver­sio­nis­tas extran­je­ros para rea­li­zar actos pro­pios de una aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal sin cons­ti­tuir per­so­na jurí­di­ca dis­tin­ta a las partes.
Empre­sa de capi­tal total­men­te extran­je­ro: enti­dad mer­can­til con capi­tal extran­je­ro sin la con­cu­rren­cia de nin­gún inver­sio­nis­ta nacio­nal o per­so­na natu­ral con capi­tal extranjero.
Empre­sa mix­ta: com­pa­ñía mer­can­til cuba­na que adop­ta la for­ma de socie­dad anó­ni­ma por accio­nes nomi­na­ti­vas en la que par­ti­ci­pan como accio­nis­tas uno o más inver­sio­nis­tas nacio­na­les y uno o más inver­sio­nis­tas extranjeros.
Enti­dad emplea­do­ra: enti­dad cuba­na con per­so­na­li­dad jurí­di­ca facul­ta­da para con­cer­tar con una empre­sa mix­ta o de capi­tal total­men­te extran­je­ro, un con­tra­to median­te el cual faci­li­te a soli­ci­tud de esta los tra­ba­ja­do­res nece­sa­rios, quie­nes con­cier­tan sus con­tra­tos labo­ra­les con dicha enti­dad. Según los deba­tes rea­li­za­dos duran­te la dis­cu­sión de esta ley, y preo­cu­pa­cio­nes reite­ra­das entre los par­la­men­ta­rios cuba­nos, se ha enfa­ti­za­do en que estas enti­da­des emplea­do­ras tie­nen un fin faci­li­ta­dor, no recau­da­to­rio, por lo que solo podrá rete­ner para su fun­cio­na­mien­to una peque­ña par­te de los sala­rios de los tra­ba­ja­do­res, quie­nes reci­bi­rán el pago en mone­da nacional.
Habe­res: sala­rios, ingre­sos y demás remu­ne­ra­cio­nes, así como los incre­men­tos, com­pen­sa­cio­nes u otros pagos adi­cio­na­les que per­ci­ben los tra­ba­ja­do­res cuba­nos y extran­je­ros, con excep­ción de los pro­ve­nien­tes del fon­do de esti­mu­la­ción eco­nó­mi­ca, si este existiera.
Inver­sión extran­je­ra: apor­ta­ción rea­li­za­da por inver­sio­nis­tas extran­je­ros en cual­quie­ra de las moda­li­da­des pre­vis­tas en esta ley, que impli­que en el pla­zo por el que se auto­ri­ce, la asun­ción de ries­gos en el nego­cio, la expec­ta­ti­va de obte­ner bene­fi­cios y una con­tri­bu­ción al desa­rro­llo del país.
Inver­sio­nis­ta extran­je­ro: per­so­na natu­ral o jurí­di­ca, con domi­ci­lio y capi­tal en el extran­je­ro, que par­ti­ci­pa como accio­nis­ta en una empre­sa mix­ta o par­ti­ci­pe en una empre­sa de capi­tal total­men­te extran­je­ro, o figu­re como par­te de un con­tra­to de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca internacional.
Inver­sio­nis­ta nacio­nal: per­so­na jurí­di­ca de nacio­na­li­dad cuba­na, con domi­ci­lio en el terri­to­rio nacio­nal, que par­ti­ci­pa como accio­nis­ta en una empre­sa mix­ta, o sea par­te en un con­tra­to de aso­cia­ción eco­nó­mi­ca inter­na­cio­nal. Las coope­ra­ti­vas, como per­so­nas jurí­di­cas, tam­bién pue­den ser inver­sio­nis­tas nacio­na­les en un empren­di­mien­to con capi­tal extranjero.
(Toma­do de Juven­tud Rebel­de)

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