82 Abe­rri Egu­nas- Borro­ka Garaia

Ha pasa­do ya un nue­vo Abe­rri Egu­na que ya es vie­jo. ¿Cuán­tos van ya?. Exac­ta­men­te 82. En el pri­me­ro se dijo que esa fecha iba a ser famo­sa en la his­to­ria futu­ra de nues­tro pue­blo. Acer­ta­ron, es famo­sa, pero poco más. Cele­brar déca­da tras déca­da el día de una patria que no tie­ne reco­no­ci­do nin­gún dere­cho nacio­nal es cele­brar en cier­ta mane­ra una inexis­ten­cia, un vacío.

Como lle­nar ese vacío se debe­ría con­ver­tir por tan­to en el obje­ti­vo de todos aque­llos y aque­llas que cele­bran de una for­ma u otra el Abe­rri Egu­na. A no ser que que­ra­mos cele­brar la derro­ta con­ti­nua­da de la patria vas­ca otro siglo más. Pues una patria no auto­de­ter­mi­na­da y sobe­ra­na es como una tor­men­ta sin llu­via, vien­to, relám­pa­gos y true­nos . Es pero no es.

Muchos, des­de tiem­po inme­mo­rial, ponen el acen­to en la impor­tan­cia de la uni­dad de todos los aber­tza­les, frus­trán­do­se al no enten­der la impo­si­bi­li­dad que gene­ra en muchos supues­tos aber­tza­les una apues­ta abier­ta por la inde­pen­den­cia al ir ello en con­tra de sus intere­ses de cla­se. Ten­drían que recor­tar la exigua auto­no­mía, limi­tar la capa­ci­dad de ges­tión y todo el entra­ma­do cola­bo­ra­cio­nis­ta para que ese nacio­na­lis­mo fis­cal , de bol­si­llo y capillla pier­da la influen­cia eco­nó­mi­ca que tie­ne y dejen de sen­tir­se cómo­dos en el esta­do espa­ñol. No ha ocu­rri­do casi en 100 años y tam­po­co ocu­rri­rá en otros 100. Y es que en el caso de ocu­rrir, ese nacio­na­lis­mo regio­nal aun así opta­ría por tener de “con­trin­can­te” al esta­do bipar­dis­ta del ppsoe que a una izquier­da patrio­ta amplia en un esta­do sobe­rano. Foca­li­zar en ese nacio­na­lis­mo fis­cal los deseos de uni­dad aber­tza­le no solo no va a traer sobe­ra­nía sino que va a dejar ven­di­da a la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca mien­tras que la cen­tra­li­dad de ese nacio­na­lis­mo de pos­tín se va a reforzar.

Otros, a par­te de inte­re­sar­se por la uni­dad aber­tza­le ponen el acen­to en la estra­te­gia a seguir para lograr el obje­ti­vo de la inde­pen­den­cia con una agen­da deter­mi­na­da aun por cons­truir. Pero tan­to la estra­te­gia como la uni­dad son solo meras herra­mien­tas que sin un pro­yec­to defi­ni­do son inca­pa­ces de gene­rar adhe­sión más allá de los convencidos.

¿Y cuál es el pro­yec­to que pue­de poner al pue­blo detrás?. No va a ser­vir decir que la inde­pen­den­cia da solu­ción a los pro­ble­mas. Tam­po­co que la sobe­ra­nía eco­nó­mi­ca nos hará “salir de la cri­sis”. O que sim­ple­men­te “Espa­ña” es nues­tra “rui­na”. Entre otras cosas por­que no es del todo cier­to. Hay más taja­da que cor­tar. El aber­tza­lis­mo clá­si­co tie­ne sus limi­ta­cio­nes, y en su varian­te idea­lis­ta y román­ti­ca lo tie­ne muy difí­cil para abrir­se paso en zonas estra­té­gi­cas y fun­da­men­ta­les de cara a la inde­pen­den­cia como el trián­gu­lo que for­man Uri­be kos­ta, Ezke­rral­dea y Bil­bo (don­de viven 1 de cada 3 com­pa­trio­tas) o la zona sur de Nafa­rroa Garaia.

La cons­ti­tu­ción de un Esta­do es el ase­gu­rar unos intere­ses de cla­se. Cuan­do esos intere­ses se ase­gu­ran nace el poder cons­ti­tu­yen­te. Es decir, las masas optan en fun­ción del bene­fi­cio obje­ti­vo y si logran tener más fuer­za que sus con­tra­rios irre­con­ci­lia­bles. No sim­ple­men­te a nivel numé­ri­co sino fuer­za con toda su amplitud.

Las coor­de­na­das de la socie­dad vas­ca no son un mis­te­rio. Al igual que todas las socie­da­des es de cla­ses. Tam­po­co es un mis­te­rio su com­po­si­ción. La mayo­ría de la socie­dad vas­ca es cla­se tra­ba­ja­do­ra pese a que esté hege­mo­ni­za­da por la bur­gue­sía y dos esta­dos capi­ta­lis­tas. Cono­ce­mos el reco­rri­do his­tó­ri­co de nues­tro pue­blo. ¿Enton­ces qué ocurre?

Un ami­go par­co en pala­bras me sue­le sin­te­ti­zar todo esto. Antes tenía­mos la fuer­za pero nos falla­ba la actua­ción de la masa. Aho­ra no tene­mos la fuer­za y la masa sigue fallando.

Y es que la cla­ve está en pasar de ser “pue­blo aber­tza­le de izquier­da” a cla­se tra­ba­ja­do­ra nacio­nal cons­ti­tu­yen­te. Esa es la uni­dad nece­sa­ria. Los pará­me­tros de tal uni­dad son dife­ren­tes a la acu­mu­la­ción de fuer­zas par­ti­dis­tas inclu­so ideo­ló­gi­cas en tér­mi­nos aber­tza­les clá­si­cos. Ofre­cer a la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca un pro­yec­to cen­tra­do en ella, don­de los bene­fi­cios obje­ti­vos del Esta­do sobe­rano pue­dan ser pal­pa­bles. Adop­tar de cara a ello una estra­te­gia ade­cua­da y sacar la fuer­za nece­sa­ria aun­que sea de fla­que­za. Algo muy dis­tin­to que el inten­to de seduc­ción del nacio­na­lis­mo fis­cal don­de siem­pre aca­ba sedu­ci­da la cla­se tra­ba­ja­do­ra o nego­cia­cio­nes entre par­ti­dos que se que­dan en ellos. La uni­dad de los y las de aba­jo de cara a la inde­pen­den­cia y en camino del socia­lis­mo es posi­ble en la Eus­kal Herria de hoy en día si se va a por ello y no se deja nada para des­pués. Ese des­pués no lle­ga­rá si no se hace ese algo antes. 82 Abe­rri Egu­nas han sido ya testigo.

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