La con­de­na de Alba: El ver­da­de­ro terro­ris­mo sigue impu­ne en el esta­do espa­ñol- Fran­cis­co Gon­zá­lez Tejera


“Bajo un gobierno que encar­ce­le a alguien injus­ta­men­te, el sitio ade­cua­do para una per­so­na jus­ta es tam­bién la cárcel”.

Henry David Thoreau

La Audien­cia Nacio­nal ha con­de­na­do a un año de pri­sión a la joven de 21 años, Alba Gon­zá­lez Cama­cho, por “enal­te­ci­mien­to del terro­ris­mo” y otras argu­men­ta­cio­nes jurí­di­cas más pro­pias de una dic­ta­du­ra que de una supues­ta demo­cra­cia europea.

A esta mucha­cha con ideas revo­lu­cio­na­rias la con­de­nan sim­ple­men­te por mani­fes­tar lo que pen­sa­ba en su cuen­ta de Twit­ter, por afir­mar sin mie­do, una bue­na par­te de lo que pen­sa­mos millo­nes de ciudadanos/​as, sobre lo que está suce­dien­do en el esta­do español.

La con­de­na de Alba supo­ne un aten­ta­do a la inte­li­gen­cia, por mucho que se pudie­ra pasar con sus afir­ma­cio­nes en esa red social, ya que en esta mal lla­ma­da piel de toro y sus colo­nias, cam­pan a sus anchas todo tipo de fas­cis­tas y ladro­nes de guan­te blan­co, tan­to en las ins­ti­tu­cio­nes públi­cas, como en las filas de la dere­cho­na, don­de son habi­tua­les los exabrup­tos neo­na­zis bra­zos en alto, ban­de­ras pre­cons­ti­tu­cio­na­les, jun­to a otras sae­tas exal­ta­das a la dic­ta­du­ra de Fran­co que nadie condena.

Cual­quier alcal­du­cho come­mier­da se lan­za por solea­res y jus­ti­fi­ca el geno­ci­dio fas­cis­ta sobre medio millón de republicanos/​as sin que pase nada. Otros car­gos rele­van­tes del gobierno pro­vo­can a las víc­ti­mas del fran­quis­mo con todo tipo de acu­sa­cio­nes y humi­lla­cio­nes, como las del tal Her­nan­do, que dijo públi­ca­men­te en una tv de la ultra­de­re­cha, “que las fami­lias de las per­so­nas ase­si­na­das por la dic­ta­du­ra se acor­da­ban de sus padres ente­rra­dos en fosas comu­nes, solo cuan­do había sub­ven­cio­nes de por medio”.

Se hace cada vez más habi­tual que cier­tos jue­ces, poli­ti­cas­tros del tres al cuar­to, curas, obis­pos y algu­nas damas de pei­ne­ta y cru­ci­fi­jo, jus­ti­fi­quen públi­ca­men­te el terror fran­quis­ta, las tor­tu­ras bru­ta­les, los ase­si­na­tos, el robo de niños/​as, las des­apa­ri­cio­nes masi­vas de defensores/​as de la demo­cra­cia y la libertad.

Los home­na­jes a gene­ra­les con las manos man­cha­das de san­gre, como Yagüe, Mola, Gar­cía Escá­mez y otros cri­mi­na­les de lesa huma­ni­dad, son fre­cuen­tes en Ayun­ta­mien­tos y Dipu­tacio­nes gober­na­das por la dere­cha del sobre y sus adlá­te­res. En esto los seño­res jue­ces de la Audien­cia Nacio­nal no ven deli­to, con­si­de­ran­do más gra­ve que una chi­qui­lla diga su opi­nión en una cuen­ta de Twit­ter, que mani­fies­te su har­taz­go con las polí­ti­cas neo­li­be­ra­les del gobierno Rajoy, como hace­mos millo­nes de per­so­nas en cual­quier lugar don­de poda­mos mani­fes­tar nues­tra opi­nión libre­men­te sin que nos cri­mi­na­li­cen, nos mul­ten o nos metan en la trena.

La pre­gun­ta es cla­ra seño­res jue­ces ¿Por­qué no se juz­ga tam­bién a los que ensal­zan la figu­ra de Fran­co, el holo­caus­to y el terro­ris­mo de estado?

El tirá­ni­co silen­cio pre­si­di­rá esta inter­pe­la­ción al vien­to de la podre­dum­bre. Segu­ra­men­te la úni­ca res­pues­ta podrá ser una cita­ción judi­cial por tam­bién decir lo que pien­so. Este es el úni­co idio­ma que se habla en las socie­da­des auto­ri­ta­rias, don­de se per­si­gue a los/​as que pen­sa­mos dife­ren­te, a quie­nes no entra­mos en el jue­go de la corrup­ción gene­ra­li­za­da, el robo de dere­chos, la pri­va­ti­za­ción, el saqueo de los ser­vi­cios públi­cos, la defen­sa de un régi­men monár­qui­co here­de­ro del fran­quis­mo, que está lle­van­do a millo­nes de ciudadanos/​as al des­em­pleo, la mise­ria y el hambre.

Alba, asu­mió tran­qui­la su con­de­na, no dijo nada, solo acep­tó que en una demo­cra­cia de plas­ti­li­na la vara de medir el deli­to esté tan tor­ci­da, cam­ba­da, algo incli­na­da del lado del yugo y de las flechas.

La Fis­ca­lía en su infor­me con­si­de­ró que los men­sa­jes de “@albacorazonegro” tie­nen un “con­te­ni­do ideo­ló­gi­co de ele­va­do carác­ter radi­cal y vio­len­to”, acu­san­do a la joven de enal­te­ci­mien­to del terrorismo.

Esto suce­de en un “país” de corrup­te­las per­ma­nen­tes de la cas­ta polí­ti­ca y empre­sa­rial, con escán­da­los cons­tan­tes que vemos cada día en los medios de comu­ni­ca­ción, con impli­ca­cio­nes de tan alto nivel, que has­ta la infan­ta y otros miem­bros de la fami­lia real, se encuen­tran impu­tados por pre­sun­tos deli­tos de corrupción.

Pare­ce que el ver­da­de­ro terro­ris­mo no se con­de­na y se le per­mi­te cam­par a sus anchas sobre el sufri­mien­to ciu­da­dano, el mie­do, el empo­bre­ci­mien­to, los sui­ci­dios por razo­nes eco­nó­mi­cas, los desahu­cios masi­vos y la des­truc­ción pro­gre­si­va de la ver­da­de­ra democracia.

Alba, se cui­da­rá muy mucho a par­tir de aho­ra al decir lo que pien­sa, otros/​as muchos/​as no podre­mos con­te­ner la indig­na­ción al con­tem­plar como unos tipe­jos de coche ofi­cial y suel­da­zos en negro, arrui­nan a casi 30 millo­nes de per­so­nas para pagar sus pufos, pros­ti­tu­yen­do la jus­ti­cia para sus pro­pios intereses.

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