FMI: Lamen­ta­ble sím­bo­lo de un sis­te­ma capi­ta­lis­ta y patriar­cal – Stépha­nie Jacquemont

Des­de hace unos días, todos los medios de comu­ni­ca­ción inter­na­cio­na­les infor­man de una posi­ble agre­sión sexual come­ti­da por Domi­ni­que Strauss Kahn en Nue­va York, y la foto del direc­tor gene­ral del FMI espo­sa­do dio la vuel­ta al mun­do. Sin pro­nun­ciar­nos sobre su even­tual cul­pa­bi­li­dad en este suce­so, que­re­mos denun­ciar otro tipo de escán­da­lo: las accio­nes del pro­pio FMI.

Al con­tra­rio de lo que pro­cla­man sus res­pon­sa­bles, el FMI no es la ins­ti­tu­ción que ayu­da a los paí­ses en cri­sis, sino la que impo­ne pro­gra­mas dra­co­nia­nos de aus­te­ri­dad y que defien­de un mode­lo eco­nó­mi­co estruc­tu­ral­men­te gene­ra­dor de pobre­za y des­igual­dad. Es el pro­pio accio­nar del FMI y de aque­llos que sos­tie­nen la mun­dia­li­za­ción neo­li­be­ral lo que hace recaer el peso de la cri­sis sobre las pobla­cio­nes, que son sus pri­me­ras víc­ti­mas. Si se pue­de hablar de res­ca­te en este asun­to, se tra­ta más bien el de los ban­cos, mien­tras los pue­blos son sacri­fi­ca­dos. Pro­fun­da­men­te anti­de­mo­crá­ti­co, ya que los paí­ses más ricos dis­po­nen de más de la mitad de los votos en el seno del con­se­jo de admi­nis­tra­ción, el FMI es de hecho un ins­tru­men­to de las gran­des poten­cias uti­li­za­do para vigi­lar el man­te­ni­mien­to del sis­te­ma capi­ta­lis­ta y de los intere­ses de las gran­des socie­da­des transnacionales.

Muy acti­vo duran­tes varias déca­das en Áfri­ca, en Lati­noa­mé­ri­ca, en Asia y en Euro­pa del Este, apro­ve­chó la cri­sis que esta­lló en los años 2007 – 2008 para intro­du­cir­se sóli­da­men­te en Euro­pa occi­den­tal. Así impo­ne a los pue­blos de los paí­ses más indus­tria­li­za­dos las mis­mas rece­tas noci­vas que lle­va­ron a un trá­gi­co calle­jón sin sali­da a los paí­ses del Sur que las aplicaron.

En los Esta­dos Uni­dos, trein­ta años de polí­ti­cas neo­li­be­ra­les per­mi­tie­ron una des­re­gla­men­ta­ción gene­ra­li­za­da del sec­tor finan­cie­ro, que lle­vó direc­ta­men­te a esta enor­me cri­sis. Duran­te su pri­me­ra fase (2007−2009), algu­nos «amor­ti­gua­do­res socia­les» se esta­ble­cie­ron, sólo tem­po­ral­men­te, en los Esta­dos Uni­dos y en Euro­pa, para limi­tar los ries­gos de una explo­sión social. La pues­ta en mar­cha de la estra­te­gia del shock comen­zó a par­tir de 2010 y en un prin­ci­pio afec­tó a los paí­ses más débi­les de la cade­na de endeu­da­mien­to: Gre­cia, Irlan­da, Por­tu­gal… El FMI está en el cen­tro de esta estrategia.

En abril de 2009, en Lon­dres, la cum­bre del G20 deci­dió reflo­tar el FMI con el fin de per­mi­tir­le inter­ve­nir en los Esta­dos sobre endeu­da­dos. Gran gana­dor de esa ope­ra­ción, el FMI vio cómo sus capa­ci­da­des de prés­ta­mo se tri­pli­ca­ban de 250.000 a 750.000 millo­nes de dóla­res. Por pri­me­ra vez, el FMI pue­de tam­bién pen­sar en pedir prés­ta­mos en los mer­ca­dos finan­cie­ros. Des­pués de una gra­ve cri­sis de legi­ti­mi­dad a comien­zos de los años 2000, debi­do al fra­ca­so de sus polí­ti­cas en los paí­ses del Sur y a las nume­ro­sas rebe­lio­nes anti-FMI, pare­ce que los tiem­pos de vacas fla­cas han ter­mi­na­do para esta ins­ti­tu­ción. En con­se­cuen­cia, en menos de un año ha abier­to una línea de cré­di­to en una dece­na de paí­ses euro­peos e inter­vie­ne des­de aho­ra en múl­ti­ples frentes.

En ese con­tex­to, DSK se esfuer­za por comu­ni­car la idea de un FMI nue­vo, en rup­tu­ra con los erro­res del pasa­do… Sin embar­go, la lógi­ca de las polí­ti­cas impues­tas no ha cam­bia­do. Un ver­da­de­ro hura­cán de aus­te­ri­dad se aba­te sobre Euro­pa. Las dele­ga­cio­nes del FMI son envia­das simul­tá­nea­men­te a las gran­des capi­ta­les y estu­dian, des­de lo alto de sus habi­ta­cio­nes en los hote­les de lujo y des­de las ofi­ci­nas del minis­te­rio de Finan­zas que ocu­pan como si fue­ran pro­pias, el balan­ce con­ta­ble de sus pla­nes sin con­si­de­rar las con­se­cuen­cias sociales.

Los ejem­plos son nume­ro­sos. El FMI sus­pen­de un cré­di­to a Ucra­nia como con­se­cuen­cia de la deci­sión del gobierno ucra­niano de aumen­tar el sala­rio míni­mo; para poder con­ti­nuar reci­bien­do finan­cia­mien­to por par­te del FMI y de la Unión Euro­pea, Leto­nia debe redu­cir drás­ti­ca­men­te los sala­rios de los fun­cio­na­rios y las pen­sio­nes de jubi­la­ción; Gre­cia debe acep­tar unas pri­va­ti­za­cio­nes mayo­res que las pre­vis­tas ini­cial­men­te y cues­tio­nar la con­ti­nui­dad de muchos dere­chos socia­les; Islan­dia, para reci­bir el aval del FMI, bus­ca con­tor­near la volun­tad popu­lar que ya se expre­só por refe­rén­dum, en dos oca­sio­nes, con­tra el pago de la deu­da. En todos lados, el FMI da la razón a los ban­que­ros en con­tra de los intere­ses de los pue­blos. En todos lados, favo­re­ce la pro­fun­di­za­ción espec­ta­cu­lar de las des­igual­da­des, el desa­rro­llo de la corrup­ción, el man­te­ni­mien­to de los pue­blos en la sumi­sión al neo­li­be­ra­lis­mo. Mien­tras algu­nos espe­ra­ban que DSK ins­tau­ra­ría de for­ma dura­de­ra una polí­ti­ca neo­key­ne­sia­na, de hecho está apli­can­do una polí­ti­ca ultra­li­be­ral, dig­na de Frie­drich von Hayek y Mil­ton Fried­man. Con­trac­ción de la deman­da públi­ca, com­pre­sión de los sala­rios, pre­ca­ri­za­ción del empleo, pri­va­ti­za­cio­nes cons­ti­tu­yen el núcleo de su orientación.

Más allá de este aspec­to, el actual sis­te­ma inter­na­cio­nal no es sola­men­te capi­ta­lis­ta sino tam­bién patriar­cal y machis­ta. Sólo han sido hom­bres, has­ta hora, los pre­si­den­tes de ins­ti­tu­cio­nes tales como el FMI, el Ban­co Mun­dial y la Orga­ni­za­ción Mun­dial del Comer­cio. El machis­mo y el carác­ter patriar­cal van auto­má­ti­ca­men­te a la par con com­por­ta­mien­tos de domi­na­ción, de aco­so o de vio­len­cia sexual.

Inde­pen­dien­te­men­te de la res­pon­sa­bi­li­dad real de DSK en este caso, actual­men­te media­ti­za­do, se debe denun­ciar la tri­via­li­za­ción de tales com­por­ta­mien­tos. La lucha con­tra el capi­ta­lis­mo es indi­so­cia­ble de la lucha con­tra un sis­te­ma patriar­cal, pues­to que estos sis­te­mas de domi­na­ción tie­nen raí­ces comu­nes y se ali­men­tan mutua­men­te. La explo­ta­ción eco­nó­mi­ca y sexual de las muje­res no ha deja­do de refor­zar­se bajo los ince­san­tes ata­ques de la mun­dia­li­za­ción neo­li­be­ral pro­mo­vi­da por las ins­ti­tu­cio­nes finan­cie­ras inter­na­cio­na­les. La tra­ta de muje­res, sus migra­cio­nes para garan­ti­zar la super­vi­ven­cia de su fami­lia, el cre­ci­mien­to expo­nen­cial de la femi­ni­za­ción de la pobre­za y de la exten­sión del tra­ba­jo infor­mal y for­za­do de las muje­res, nos lo demues­tra todos los días. La des­igual­dad de sexo, de cla­se y de raza se refuer­za sin cesar bajo los efec­tos de las polí­ti­cas impues­tas a los pue­blos espe­cial­men­te por el FMI y el Ban­co Mun­dial. La imbri­ca­ción de los sis­te­mas de domi­na­ción es tal que cual­quier eman­ci­pa­ción real de los seres huma­nos ‑hom­bres y muje­res- no podrá rea­li­zar­se sin com­ba­tir simul­tá­nea­men­te el capi­ta­lis­mo, el racis­mo y el patriarcado.

Se con­fir­men o no los hechos con­cer­nien­tes a DSK, lo que es indu­da­ble es que no pue­de haber impu­ni­dad para un fun­cio­na­rio del FMI, y todos aque­llos que tra­ba­jan para una ins­ti­tu­ción inter­na­cio­nal deben ren­dir cuen­tas de sus actos. El FMI, en tan­to que ins­ti­tu­ción, debe tam­bién ser enjui­cia­do por las múl­ti­ples vio­la­cio­nes a los dere­chos huma­nos fun­da­men­ta­les que ha come­ti­do y que con­ti­núa come­tien­do en muchí­si­mos paí­ses. La sus­ti­tu­ción del FMI por un orga­nis­mo demo­crá­ti­co mun­dial encar­ga­do de la esta­bi­li­dad de las mone­das y de la lucha con­tra la espe­cu­la­ción finan­cie­ra es urgen­te. Des­de hace más de sesen­ta años, el FMI actúa con­tra los pue­blos con total impu­ni­dad. Aho­ra el men­sa­je debe ser cla­ro: el FMI por enci­ma de la ley está acabado.

Tra­du­ci­do por Gri­sel­da Pinero.

Los auto­res son miem­bros del Comi­té para la Anu­la­ción de la Deu­da del Ter­cer Mun­do (CADTM, www​.cadtm​.org). A apa­re­cer a fines de mayo: Damien Millet y Eric Tous­saint (coor­di­na­do­res), La Det­te ou la Vie (La deu­da o la vida), Aden-CADTM, Bru­se­las-Lie­ja, 2011.

. * – Damien Millet – Eric Tous­saint – Chris­ti­ne Van­den Dae­len (CADTM)

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