Un con­gre­so nega­cio­nis­ta sobre la con­quis­ta de Nava­rra (1512−2012) – Tomás Urzainqui

Estos últi­mos días hemos asis­ti­do a un lla­ma­do con­gre­so inter­na­cio­nal ‑orga­ni­za­do por el Eje­cu­ti­vo foral- con poco de con­gre­sual y mucho de con­fe­ren­cias impar­ti­das por ponen­tes afi­nes a muy deter­mi­na­da ten­den­cia. El títu­lo camu­fla­dor ha sido «1512, con­quis­ta e incor­po­ra­ción de Nava­rra a la monar­quía de Espa­ña. Pro­ce­so de inte­gra­ción en Europa».

A lo que fue anun­cia­do como con­gre­so le han fal­ta­do las inter­ven­cio­nes nece­sa­rias para tra­tar el tema, no de for­ma par­cial y uni­la­te­ral sino plu­ral y omni­com­pren­si­va de las dife­ren­tes corrien­tes his­to­rio­grá­fi­cas, al no dar cabi­da a la mayo­ría de las plu­ra­les tesis sos­te­ni­das en la actua­li­dad sobre la con­quis­ta, ya que apar­te de las ponen­cias e inter­ven­cio­nes encar­ga­das, no se ha dado opor­tu­ni­dad a la pre­sen­ta­ción de ponen­cias y comu­ni­ca­cio­nes libres, como es pre­cep­ti­vo en cual­quier con­gre­so digno de ese nombre.

El cali­fi­ca­ti­vo de inter­na­cio­nal ha que­da­do muy des­fi­gu­ra­do. De los cua­tro par­ti­ci­pan­tes con ese ori­gen no han asis­ti­do pre­sen­cial­men­te la mitad, los de Nápo­les y Pau, a pesar de estar anun­cia­da su asis­ten­cia en los pro­gra­mas. Los demás pro­fe­so­res de fue­ra per­te­ne­cen a dife­ren­tes rei­nos y virrei­na­tos de la Coro­na espa­ño­la en la Edad Moder­na, inclui­do el de Méjico.

Nada demo­crá­ti­co. Una Admi­nis­tra­ción demo­crá­ti­ca no pue­de hacer lo que ni tan siquie­ra se atre­ve­ría una enti­dad pri­va­da, orga­ni­zar un Con­gre­so en el que se exclu­ye­ra a la mayor par­te de los espe­cia­lis­tas de la comu­ni­dad cien­tí­fi­ca del terri­to­rio, actuan­do des­de una con­cep­ción auto­ri­ta­ria y mono­po­lis­ta del poder, al ser­vi­cio, cla­ro está, de su subor­di­na­dor nega­cio­nis­mo historiográfico.

Esca­so tra­ta­mien­to cien­tí­fi­co. Se ha enfo­ca­do el tra­ta­mien­to del tema sobre todo des­de la pers­pec­ti­va de la monar­quía espa­ño­la y su Coro­na de rei­nos y virrei­na­tos, de for­ma que ha ocu­pa­do más de la mitad del tiem­po. La par­te final del títu­lo del Con­gre­so «Pro­ce­so de inte­gra­ción en Euro­pa» en abso­lu­to se ha vis­to en estas jor­na­das, a no ser que el haber habla­do bre­ve­men­te sobre las impe­ria­lis­tas monar­quías fran­ce­sa e ingle­sa en sus con­quis­tas y subor­di­na­ción de rei­nos, se entien­da como algo que ten­ga que ver con la inte­gra­ción europea.

La ale­ga­da pre­ten­sión del carác­ter cien­tí­fi­co de las jor­na­das está en abso­lu­ta con­tra­dic­ción con lo expues­to por bue­na par­te de los ponen­tes con­vo­ca­dos, esco­ra­dos a una visión uni­la­te­ral y ses­ga­da des­de un atrin­che­ra­do pre­sen­tis­mo, que les impi­de el sereno y pleno cono­ci­mien­to de los hechos y de la his­to­rio­gra­fía gene­ra­da en estos qui­nien­tos años.

Cabe reco­no­cer las inter­ven­cio­nes y asis­ten­cia de los pro­fe­so­res de los dis­tin­tos rei­nos que han acu­di­do a Pam­plo­na-Iru­ñea a expo­ner sus cono­ci­mien­tos en estos días. En prin­ci­pio aje­nos a las pro­gra­ma­das inco­rrec­cio­nes de que han podi­do lle­gar a ser testigos.

Sobre el tema de la con­quis­ta se ha echa­do en fal­ta la par­ti­ci­pa­ción, por­que no se les ha con­vo­ca­do, de los nume­ro­sos auto­res que en los últi­mos trein­ta años han tra­ta­do sobre el tema de la con­quis­ta de Nava­rra por Espa­ña. Todos ellos sobra­da­men­te titu­la­dos, dos de ellos reco­no­ci­dos direc­ta­men­te por la crí­ti­ca his­to­rio­grá­fi­ca en el cam­po de la inves­ti­ga­ción y la publi­ca­ción. Sin áni­mo de ser exhaus­ti­vo, y sólo a títu­lo de ejem­plo: Peio Mon­teano, Pedro Esar­te, Álva­ro Adot, Aitor Pes­ca­dor, Ricar­do Cier­bi­de, José Luis Ore­lla, Mikel Sorau­ren, Vicen­te Serrano Izco, Gre­go­rio Mon­real, Rol­dán Jimeno Aran­gu­ren, Jon Oria, Iña­ki Sagre­do y otros muchos que han publi­ca­do sus inves­ti­ga­cio­nes en un amplí­si­mo reper­to­rio de libros y artícu­los en revis­tas especializadas.

Nega­cio­nis­mo subor­di­na­cio­nis­ta sobre la gue­rra de la con­quis­ta de Nava­rra. En con­tra de la reali­dad de los hechos acae­ci­dos duran­te la con­quis­ta, cono­ci­dos y acre­di­ta­dos por los nume­ro­sos tes­ti­gos pre­sen­cia­les, abun­dan­te­men­te docu­men­ta­dos, y pro­ba­dos por los abun­dan­tes res­tos físi­cos de las des­truc­cio­nes de edi­fi­cios y cas­ti­llos que han lle­ga­do has­ta noso­tros, el ponen­te más sobre­sa­lien­te del nega­cio­nis­mo afir­mó por ejem­plo que la con­quis­ta duró sólo dos meses, que Nava­rra era un Esta­do invia­ble y que fue una con­quis­ta bajo con­di­cio­nes. Inter­ven­ción la suya que sir­ve de resu­men del tono de las conferencias.

Se ocul­ta la subor­di­na­ción pade­ci­da hoy, en la reali­dad, por la socie­dad nava­rra, pero para ello se mani­pu­la la cau­sa per­ma­nen­te que está en la con­quis­ta. Un sim­bó­li­co ejem­plo de ello es que la sede de estas jor­na­das, de for­ma incon­gruen­te, no sea deno­mi­na­da ofi­cial­men­te como Pala­cio Real de Nava­rra, con­di­ción que por anto­no­ma­sia tie­ne en la docu­men­ta­ción polí­ti­ca e ins­ti­tu­cio­nal de Nava­rra, ocul­tán­do­la bajo el nom­bre de la fun­ción a la que recien­te­men­te ha sido des­ti­na­do, Archi­vo His­tó­ri­co de Nava­rra; des­tino que no debe empa­ñar ni sus­ti­tuir, sino, en todo caso, com­ple­tar al de Pala­cio Real, infi­ni­ta­men­te más impor­tan­te y tras­cen­den­tal para los dere­chos y liber­ta­des de los navarros.

La sor­de­ra del enquis­ta­do nega­cio­nis­mo. Un Con­gre­so ofi­cial debía de haber teni­do las con­no­ta­cio­nes cier­tas y ver­da­de­ras de abier­to, impar­cial, plu­ral y cien­tí­fi­co, lo que en la prác­ti­ca no ha sido. El Par­la­men­to de Nava­rra apro­bó, con fecha 17 de febre­ro de 2011, que el Eje­cu­ti­vo foral debía «pro­pi­ciar el encuen­tro entre las diver­sas corrien­tes his­to­rio­grá­fi­cas», y pre­via­men­te se expo­nía que «pese a las indi­ca­cio­nes del Par­la­men­to, que en 2009 ins­tó al Gobierno de Nava­rra a “con­fi­gu­rar un comi­té cien­tí­fi­co plu­ral”, en las reunio­nes habi­das has­ta aho­ra ‑sobre el 500 ani­ver­sa­rio de 1512- no se ha reca­ba­do el con­cur­so de todos los his­to­ria­do­res espe­cia­lis­tas en el tema, lo que impi­de avan­zar en la inter­pre­ta­ción correc­ta de aque­llos hechos y en la ela­bo­ra­ción de sín­te­sis cla­ri­fi­ca­do­ras de los aspec­tos más con­tro­ver­ti­dos». Poco des­pués, el 22 de febre­ro de 2011, el Con­gre­so de los Dipu­tados de Espa­ña, inter­vino debi­do a la par­ti­ci­pa­ción del Gobierno espa­ñol en la comi­sión ofi­cial orga­ni­za­do­ra del 2012, y acor­dó que «en los actos de este ani­ver­sa­rio estén “inte­gra­das” todas las opi­nio­nes y que el Gobierno espa­ñol cola­bo­re en “fun­ción de las dis­po­ni­bi­li­da­des pre­su­pues­ta­rias y de acuer­do con la nor­ma­ti­va vigen­te” en la recu­pe­ra­ción de los cas­ti­llos y for­ta­le­zas des­trui­das duran­te la contienda».

Tie­ne que ser plu­ral y omni­com­pren­si­vo, de todas las corrien­tes his­to­rio­grá­fi­cas y el lugar de con­tras­te de las diver­sas tesis exis­ten­tes sobre la reali­dad de la con­quis­ta de Nava­rra, por­que así lo quie­ren los ciu­da­da­nos nava­rros y lo exi­ge el res­pe­to a la con­vi­ven­cia demo­crá­ti­ca. Este man­da­to no ha sido cum­pli­do, que­dan­do pen­dien­te un ver­da­de­ro con­gre­so plu­ral, cien­tí­fi­co y abier­to a todos los auto­res e inves­ti­ga­do­res per­te­ne­cien­tes a las diver­sas inter­pre­ta­cio­nes historiográficas.

Al fin, hemos pade­ci­do todos unos actos del mino­ri­ta­rio nega­cio­nis­mo, que bus­ca el apun­ta­la­mien­to de su pre­sen­te, evi­den­te­men­te de sumi­sión y subor­di­na­ción anti­de­mo­crá­ti­ca y antinavarra.

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