La organización armada vasca ETA, se mostrado dispuesta, mediante un comunicado enviado a Gara y Berria, a una verificación internacional, según sus propias palabras, no formal, que pueda verificar su alto el fuego general y permanente y de esa manera, poder superar el veto de los estados franceses y español
ETA, considera muy significativo el hecho de que los ejecutivos de Madrid y París hayan rechazado de plano la oferta que hizo en enero. «No quieren que la comunidad internacional verifique el alto el fuego general y permanente de ETA. No lo quieren porque, pese a la hipocresía y la intoxicación, quedaría acreditado, también en el plano internacional, que la única violencia existente hoy en Euskal Herria es la que generan los propios estados».
«En Euskal Herria, la violencia adopta los nombres de conculcación de derechos, ilegalización, acoso, detención y tortura», es otra de las cuestiones que asegura la organización socialista y armada vasca.
Incide en la paradoja que supone que, quienes dicen que la sociedad vasca es mayor de edad para resolver sus conflictos ‑como defendieron responsables políticos e institucionales del PSOE y del PP cuando se presentó el Grupo Internacional de Contacto‑, «nieguen que esa misma sociedad tome la palabra para decidir su futuro».
El comunicado, que ahonda en lo manifestado hace dos meses y medio, concluye expresando «el compromiso de ETA para alimentar y llevar a buen puerto la resolución democrática» del conflicto, con la mira puesta en la consecución de «la libertad y la paz para Euskal Herria».
En pos de ese objetivo, hace un llamamiento a las fuerzas políticas, sociales y sindicales vascas, y en conjunto a toda la ciudadanía, para que «aúnen fuerzas, adopten compromisos y den nuevos pasos por la libertad y contra la represión».
La organización armada considera que, cada día que pasa, es más evidente que en el escenario político vasco existen dos bloques bien diferenciados. El primero, formado por «aquellos que deseamos abrir un escenario de libertad»; y el segundo, constituido por «los que pretenden mantener la imposición y el bloqueo». «Y una de las características principales del momento ‑prosigue- es la confrontación entre quienes queremos desarrollar el proceso democrático de cara a una solución definitiva del conflicto y aquellos que pretenden cerrar la oportunidad abierta».
Para ETA, cada vez son más los ciudadanos que se están organizando en ese primer bloque. «Hemos empezado a superar la pretensión de aquellos que deseaban ver las fuerzas en pro del cambio político y social dispersadas, debilitadas y aisladas». Pero advierte de que aún queda un largo camino por recorrer, «que estará lleno de obstáculos», por lo que aboga por seguir sumando esfuerzos hasta que «podamos derribar el muro que España y Francia han levantado para secuestrar la palabra de los ciudadanos vascos».
En referencia a los gobiernos español y francés, observa una actitud irresponsable «porque no es compatible que en ciertos ámbitos se exprese una supuesta voluntad para la solución y, por otro, se mantenga la estrategia represiva. Irresponsable, porque tienen por objetivo arruinar la ilusión generada».
De hecho, ETA cree que «la injusta actitud» de los ejecutivos ha provocado que hayan aflorado «dudas» incluso entre las filas de las formaciones que se posicionan por el mantenimiento del actual estatus. A ellos se dirige también para instarles a actuar con «la responsabilidad y el coraje que requiere este histórico momento».