Sue­ños de mujer en la 61 Ber­li­na­le y un silen­cio de tor­tu­ra- Mikel Arizaleta

San­dra Hüller[i]

En tiem­pos soña­ba mucho y de mane­ra inten­sa, sobre todo en tiem­pos de estrés, por ejem­plo antes de los estre­nos. Pero el tra­ba­jo nun­ca me ha depa­ra­do pesa­di­llas. Cuan­do como actriz meto mie­do o jue­go con él, pue­do expre­sar­lo ante la cáma­ra o exte­rio­ri­zar­lo en esce­na pero no ten­go por qué soñarlo.

Sí he cap­ta­do en sue­ños for­mas y mane­ras de sol­ven­tar una situa­ción en esce­na o de encar­nar un per­so­na­je, por ejem­plo cómo atra­par un sen­ti­mien­to, que se me resis­tía, o la con­fian­za que me posi­bi­li­ta­ba libe­rar­me de mi inseguridad.

Esta for­ma de soñar ha cam­bia­do. Hace un mes parí una hija, una niña, y no ten­go tiem­po para dor­mir y soñar. Aho­ra es ella quien sue­ña de mane­ra inten­sa. A veces me pre­gun­tó por sus sue­ños: ¿sue­ña en imá­ge­nes o son sen­ti­mien­tos, roces, rui­dos…? ¿Sue­ña con el futu­ro o son recuer­dos? En cual­quier caso pare­ce vivir diver­sos esta­dos de áni­mo. Recuer­do sue­ños que pro­vo­ca­ron cam­bios fue­ra de mi tra­ba­jo. Había uno que yo ama­ba, yacía con los ojos cerra­dos a lomos de un gran perro negro. Este sen­ti­mien­to de dejar­se lle­var y poner­se por ente­ro bajo con­trol de otro jamás lo sen­tí has­ta enton­ces. Siem­pre fui una tía dis­ci­pli­na­da, un ser per­fec­cio­nis­ta, segu­ra de mi mis­ma y del tra­ba­jo duro. Des­de hace unos años inten­to cam­biar. Qui­zá este sue­ño fue el fac­tor desencadenante.

Pero nun­ca tuve un gran sue­ño, me he deja­do lle­var por las cosas que pasan. Duran­te tiem­po mi ofi­cio fue lo más impor­tan­te. Se tra­ta­ba de con mi tra­ba­jo des­em­ba­ra­zar­me de algo, de des­ci­frar algo en mí y en mi vida. Lo he con­se­gui­do. En los últi­mos años algo ha cam­bia­do en mí. De momen­to me hallo en fase de ajus­te, sin meta con­cre­ta, más bien hay un gran vacío, que no me resul­ta des­agra­da­ble. Espe­ro con curio­si­dad y aten­ción los nue­vos sue­ños, los con­te­ni­dos e ideas que, jun­to a mi fami­lia, me espe­ran en el futuro.

Me gus­ta­ría dis­fru­tar de este año cua­si sabá­ti­co, y no tra­ba­jar si no me abu­rro. El año que vie­ne actua­ré en esce­na­rios de Munich. Vivo en Ber­lín, aca­bo de fun­dar una fami­lia y no me gus­ta­ría tener que mudar­me, pero mi lugar de tra­ba­jo es Munich. No sé cómo sopor­ta­ré este ir y venir. ¡Con­ci­liar fami­lia en Ber­lín y tra­ba­jo en Munich sería mi sueño!

Katrin Sass[ii]

He teni­do dos sue­ños muy dife­ren­tes. Siem­pre he teni­do ani­ma­les, sobre todo perros; me sien­to mejor entre cua­tro patas que entre dos. Des­de tiem­pos ven­go soñan­do con un paraí­so de ani­ma­les, con una espe­cie de case­rón en las cer­ca­nías de Ber­lín en el que pue­da aco­ger a los ani­ma­les aban­do­na­dos o mal­tra­ta­dos: un case­rón con esta­blos y pra­de­ras para los dife­ren­tes ani­ma­les. Y sue­ño con tener dine­ro y emplear a gen­te que cui­de de ellos. Tal y como vivo me resul­ta impo­si­ble, via­jo con fre­cuen­cia y mi pro­pie­dad es dimi­nu­ta. Pero es un sue­ño que, vete a saber, qui­zá un día se cumpla.

Y ten­go otro sue­ño muy dis­tin­to. Un tema que me vie­ne ron­ro­nean­do des­de hace 20 años, cada vez con más fuer­za, se tra­ta del lla­ma­do Minis­te­rio para la Segu­ri­dad del Esta­do (Minis­te­rium für Staats­si­cherheit, Sta­si). Sue­ño con pedir cuen­tas a todo aquel que haya coope­ra­do con él de algu­na mane­ra. Cuan­do el muro se derri­bó sólo fui espec­ta­do­ra. Hoy, 20 años des­pués, me hier­ve la san­gre aun­que no he sido víc­ti­ma direc­ta. Me resul­tó terri­ble saber por un acta de la Sta­si que mi mejor ami­ga de enton­ces me espió duran­te años. Una espi­na en el cora­zón, un sen­ti­mien­to que me persigue.

El entie­rro de Bär­bel Boh­ley[iii], al que fui invi­ta­da, me lle­gó al alma. Leí en alto citas suyas, cono­cí a su fami­lia y a otros defen­so­res de los dere­chos cívi­cos, entre otros a la viu­da del escri­tor Jür­gen Fuchs, que murió con 48 años de leu­ce­mia y pro­ba­ble­men­te fue con­ta­mi­na­do con radio­ac­ti­vi­dad en Hohens­chönhau­sen[iv], la cár­cel de la Stasi.

En el roda­je de la serie Weis­sen­see par­ti­ci­pó un fun­cio­na­rio de la anti­gua Sta­si como ase­sor del coreó­gra­fo de cómo colo­car micró­fo­nos espías. Tenía una bue­na colec­ción de ellos y hoy saca una pas­ta con su pasa­do en la Sta­si. ¡Incon­ce­bi­ble! No podía sopor­tar­le, cuan­do venía aban­do­na­ba el set. No era capaz de dominarme.

Hay muchos de su tipo, son gen­te que ocu­pan pues­tos en Ale­ma­nia, al fin y al cabo esta­ban bien for­ma­dos. Sue­ño con que todos sean cono­ci­dos y cas­ti­ga­dos, apre­sa­dos des­de el pri­me­ro al últi­mo. En mi sue­ño todos cum­plen un cas­ti­go social, tie­nen que renun­ciar a sus pues­tos y aco­ger­se al Herz-IV tra­ba­jan­do en la cons­truc­ción de casas pre­fa­bri­ca­das. Todos ellos, has­ta el últi­mo de la serie, son res­pon­sa­bles de que ocu­rrie­ran aque­llas cosas en Hohens­chönhau­sen. Sin ellos no hubie­ra fun­cio­na­do el sis­te­ma. Todos ellos tuvie­ron la posi­bi­li­dad de decir no. Pero este sue­ño por des­gra­cia nun­ca se va a cumplir.

Isa­bel Coixet[v]

Dice que su docu­men­tal –entre­vis­ta entre Manuel Rivas y el magis­tra­do Escu­chan­do al juez Gar­zón: «Lo hice por­que cada día me indig­na­ba cuan­do leía estas noti­cias, por­que en Espa­ña nece­si­ta­mos gen­te como él, por­que creo que es ino­cen­te, y por­que soy una per­so­na impul­si­va y sen­tí que nece­si­ta­ba que Gar­zón fue­ra escu­cha­do». La cineas­ta reite­ró su espe­ran­za en que los jui­cios en con­tra de Gar­zón sean final­men­te sobre­seí­dos y que el juez ten­ga la posi­bi­li­dad de defen­der­se de mane­ra jus­ta de las acusaciones.

Es en blan­co y negro y dura 84 minu­tos. «Es una pelí­cu­la muy impor­tan­te tam­bién para noso­tros, aña­dió Koss­lick, direc­tor de la Ber­li­na­le, que hemos tar­da­do 60 años en com­pren­der nues­tro pasa­do», en alu­sión a la épo­ca nazi en Alemania.

En el fil­me, el juez abor­da las tres prin­ci­pa­les impu­tacio­nes en su con­tra por las que está sus­pen­di­do de la Audien­cia Nacio­nal. Gar­zón rela­ta tam­bién sus actua­cio­nes ante­rio­res, rela­ti­vas al pro­ce­so de extra­di­ción de Pino­chet, el terro­ris­mo de ETA y los GAL, la ope­ra­ción Néco­ra y la corrup­ción en España.

Par­te cen­tral del tes­ti­mo­nio fíl­mi­co se cen­tra en el caso Gür­tel, «con aque­lla mas­ca­ra­da que mon­ta­ron deter­mi­na­dos medios, comen­zó el aco­so y una per­se­cu­ción impla­ca­ble con­tra mi vida pri­va­da y pro­fe­sio­nal, con denun­cias y que­re­llas cons­tan­tes», dice en pan­ta­lla Gar­zón. Evo­ca tam­bién la figu­ra de su ami­go Gio­van­ni Fal­co­ne, juez ase­si­na­do por la mafia en Sici­lia en 1992: «No olvi­do sus fune­ra­les en la cate­dral de Paler­mo, 500.000 mil per­so­nas en una mani­fes­ta­ción popu­lar de apo­yo a este juez que los había defen­di­do, aún a cos­ta de su vida», cuen­ta emo­cio­na­do. Aún así, recuer­da Gar­zón que los jue­ces no son héroes: «Tene­mos que hacer nues­tro tra­ba­jo. Si hay que ir del cero al cien yo no paro has­ta el cien. Nun­ca en el 101, pero tam­po­co nun­ca en el 30, como hacen otros», insistió.

* Pero tam­po­co esta vez el magis­tra­do Gar­zón expli­có en su entre­vis­ta de cine su silen­cio cola­bo­ra­dor ante los nume­ro­sos reos, pre­sos polí­ti­cos vas­cos, que denun­cia­ron tor­tu­ras en su presencia.


[i] Actriz de 32 años, ale­ma­na de Suhl, por ser la actriz reve­la­ción de año obtu­vo en 2006 por su papel en “Requiem” el Oso de pla­ta ber­li­nés. En la Ber­li­na­le de este año, 2011, es actriz prin­ci­pal en “Bro­nian Move­ment” y en “Über uns das All”

[ii] Actriz cono­ci­da ya en la DDR, naci­da en Sch­we­rin, ale­ma­na de 54 años; en 1982 obtu­vo en la Ber­li­na­le el Oso de Pla­ta por su papel en la pelí­cu­la “Bürgs­chaft für ein Jahr”; hoy día por su papel este­lar en “Good Bye, Lenin!” se ha con­ver­ti­do en una de las actri­ces más cono­ci­das de Ale­ma­nia. Su pró­xi­mo estreno el 16 de febre­ro del 2011 con la pelí­cu­la “Blond bringt nix”

[iii] La pin­to­ra Bär­bel Boh­ley, falle­ci­da en Ber­lín el 11 de sep­tiem­bre de 2010 a cau­sa de un cán­cer de pul­món, a los 65 años, fue el ros­tro del Neues Forum, la pla­ta­for­ma de disi­den­tes que ver­te­bró la resis­ten­cia con­tra el régi­men de la Repú­bli­ca Demo­crá­ti­ca Ale­ma­na (RDA).

[iv] En 1951 el Minis­te­rio de la Segu­ri­dad del Esta­do de la RDA tomó el man­do de la cár­cel y lo uti­li­zó como el cen­tro de deten­cio­nes cen­tral has­ta prin­ci­pios de 1990. Miles de pri­sio­ne­ros polí­ti­cos estu­vie­ron ence­rra­dos aquí, inclu­yen­do la mayo­ría de los disi­den­tes cono­ci­dos de la RDA, así como gen­te cuyo inten­to de huir de la RDA fra­ca­só o cuyos pla­nes de hui­da fue­ron descubiertos.

[v] Isa­bel Coixet, cata­la­na, his­to­ria­do­ra y direc­to­ra de cine, vete­ra­na en la Ber­li­na­le, ha par­ti­ci­pa­do dos veces en la sec­ción ofi­cial: con Mi vida sin mí (2003) y Elegy (2008), y fue miem­bro del jura­do hace dos edi­cio­nes, en la edi­ción 59.

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