No a las privatizaciones. No a las militarizaciones. No a la declaración de regímenes de excepción.
El Gobierno, con el apoyo de todo el bloque dominante español, incluyendo el poder mediático, quiere convertir a los controladores aéreos en los chivos expiatorios de la crisis. Y a través de esa operación, entre otros objetivos, encubrir los auténticos problemas de la aviación civil que el propio Gobierno ha generado parcialmente y que está fomentando brutalmente a través del plan de privatizaciones de AENA y de los principales aeropuertos, aprobado el viernes 3 de diciembre.
Así mismo el Gobierno y sus apoyos circunstanciales, pretenden eliminar de facto »el derecho a la huelga de [email protected] trabajadores/as», recortar los derechos del conjunto de la sociedad, avanzar en la militarización de ésta y cuestionar a través de la declaración del Estado de Alarma, los ya de por sí más que precarios derechos y libertades vigentes en el territorio bajo jurisdicción del Estado Español.
Declaración de Estado de Alarma que carece, por cierto en este caso, de base jurídica objetiva, pero ya sabemos cómo funcionan aquí las cosas.
No es nuestra tarea, en este momento, evaluar las condiciones laborales de los controladores aéreos, ni su trayectoria en los últimos años, en la que probablemente hubo excesos, pero en este momento concreto, la exigencia de que se les informe de cuales serán las consecuencias para ellos de la privatización del sector, anunciada por el Gobierno el viernes 3 de diciembre, es totalmente legítima, y legítimo es por tanto recurrir a las medidas de lucha necesarias para conseguir tal fin.
Por supuesto que sentimos, sinceramente, no de forma hipócrita como está ocurriendo con »los medios de manipulación», la repercusiones que esta movilización tiene sobre [email protected] [email protected], pero cualquier huelga real, tiene efectos distorsionadores sobre la vida social, precisamente en ello radica la capacidad de presión de las huelgas.
Resulta patética, la actitud de »los medios» de estar a la caza, en general con malos resultados, del caso más dramático entre los afectados por la suspensión de los vuelos.
Cuando el espacio aéreo ha estado cerrado en otras ocasiones por diversos motivos, nunca han demostrado la menor sensibilidad por el impacto de esa medida sobre [email protected] [email protected]
El Gobierno organizó una auténtica provocación sobre los trabajadores y trabajadoras del sector aéreo, al anunciar su privatización sin ningún tipo de información o negociación previa. Seguramente no preveían todas las consecuencias de la medida adoptada y ello les está llevando a una espiral que ya veremos hasta dónde llega.
¿QUE NADIE SE LLEVE A ENGAÑOS?
El Gobierno, el bloque dominante español y sus terminales mediáticas no van a tratar a ningún sector laboral, no van a tratar a ningún movimiento social o político de manera muy diferente a como lo están haciendo con los controladores en estos momentos.
Especialmente en el caso de que esos movimientos demuestren una firme voluntad de frenar la actual política económica del Gobierno dictada por el capitalismo especulativo – financiero, internacional.
El Gobierno sabe perfectamente quienes son los responsables fundamentales de la aparición de la crisis y de la profundización en ella, pero a esos, no solo no los criminalizan sino que los alimentan día a día en sus prácticas de depredadores sociales, a costa de liquidar las conquistas obtenidas por los trabajadores y trabajadoras a lo largo de décadas de lucha.
Las medidas que esta adoptando el Gobierno del PSOE con Rubalcaba a la cabeza, ¿en dónde esta Zapatero?, son de una extraordinaria gravedad y pueden calificarse de Golpismo Civil.
Hace tres días publicábamos un artículo sobre la situación económica en el Estado Español, las medidas adoptadas por el gobierno en las últimas horas, ponen de manifiesto la auténtica gravedad de la situación y la total incapacidad de éste para afrontarla.
Estamos ante una situación de emergencia económica, estamos ante una situación de emergencia social y política.
Lo primero que hemos de hacer es tomar auténtica conciencia de la situación, lo segundo y simultáneamente es trabajar para agrupar el mayor número de fuerzas sociales y políticas que sean capaces, de verdad, de cambiar el rumbo de las cosas. Es nuestra responsabilidad.
Coordinadora Nacional de IzCa.