La senadora colombiana Piedad Córdoba ha anunciado que recurrirá la inhabilitación de 18 años que le ha impuesto el Procurador General, Alejandro Ordóñez Maldonado, alegando que trata de un episodio más de la persecución política a la que está siendo sometida.
Alejandro Ordóñez Maldonado es el Procurador General de Colombia desde 2008 y se caracteriza por una conducta ultra-reaccionaria. En una ocasión en Bucaramanga (su ciudad natal) entró en la Biblioteca pública “Gabriel Turbay” exigiendo, al más puro estilo nazi, que le mostraran los libros expuestos para comprobar si había literatura “nociva” para los jóvenes. Escritos de García Márquez y Carlos Marx fueron requisados, incluso una Biblia fue víctima de su ira porque era protestante y no católica.
Siendo magistrado, dio una conferencia en una universidad mexicana que versaba sobre la vida de un santo varón, conferencia que tuvo a bien titular “San Ezequiel Moreno Díaz: Defensor de los Derechos de Cristo Rey”. En el transcurso de la charla afirmó que las libertades modernas apartan al hombre de Dios y, en consecuencia, del orden, es decir: quien abandone los inescrutables caminos del Señor, sufrirán la hoguera eterna.
Actualmente, Ordóñez está siendo investigado por la Corte Suprema de Colombia por permitir que los servicios secretos colombianos al mando del ex presidente genocida Álvaro Uribe, realizaran seguimientos y grabaciones a jueces, políticos opositores y periodistas ¿Quién inhabilitará a este “inhabilitador”? Sólo una Corte popular democrática. El régimen colombiano no va a arrojar piedras sobre su propio tejado.