Cuba recha­za su inclu­cu­sión en lis­ta de patro­ci­na­do­res del terro­ris­mo de EE.UU

PI06/​08/​10 El can­ci­ller de Cuba, Bruno Rodrí­guez, cali­fi­có este jue­ves como un «acto injus­to, men­daz e hipó­cri­ta» la inclu­sión de su país en la lis­ta de patro­ci­na­do­res del terro­ris­mo publi­ca­da por Esta­dos Uni­dos (EE.UU.), una nación que «ampa­ra a terroristas».

Duran­te una visi­ta ofi­cial a Bra­si­lia, capi­tal de Bra­sil, Rodrí­guez afir­mó que esa lis­ta pre­pa­ra­da por el Depar­ta­men­to de Esta­do sin­te­ti­za uno de los «aspec­tos más irra­cio­na­les de las polí­ti­cas de Esta­dos Uni­dos», país al que acu­só de pro­te­ger a «con­no­ta­dos terro­ris­tas», como Orlan­do Bosch y Luis Posa­da Carri­les, acu­sa­dos de haber come­ti­do varios actos terro­ris­tas tan­to fue­ra como den­tro de Cuba.

El ex agen­te de la Agen­cia Cen­tral de Inte­li­gen­cia de EE.UU. (CIA, por su sigla en inglés) cubano nacio­na­li­za­do vene­zo­lano Luis Posa­da Carri­les, es el res­pon­sa­ble de volar un avión de Cuba­na de Avia­ción en 1976, con sal­do de 73 per­so­nas muertas.

Ade­más estu­vo pre­so en Vene­zue­la pero se fugó en 1985 y, en la actua­li­dad, resi­de en liber­tad en Esta­dos Unidos.

«El úni­co avión de pasa­je­ros des­trui­do en pleno vue­lo como resul­ta­do de un acto terro­ris­ta era cubano» y «los auto­res se pasean ale­gre­men­te en Mia­mi», denunció.

Rodrí­guez recor­dó que horas antes de que se publi­ca­ra la lis­ta esta­dou­ni­den­se había expre­sa­do la volun­tad del Gobierno de Raúl Cas­tro de enta­blar un diá­lo­go con Washington.

Pero «tres horas des­pués se pro­du­ce este anun­cio», que til­dó de «hipó­cri­ta y polí­ti­ca­men­te motivado».

De igual mane­ra, la direc­to­ra de Amé­ri­ca del Nor­te de la can­ci­lle­ría cuba­na, Jose­fi­na Vidal, exi­gió este jue­ves la «inme­dia­ta exclu­sión» de Cuba de esta lis­ta, ade­más la cali­fi­có como una de las más irra­cio­na­les deci­sio­nes que ha toma­do la polí­ti­ca de Washing­ton en con­tra de este país caribeño.

«Recha­za­mos cate­gó­ri­ca­men­te la deci­sión del Depar­ta­men­to de Esta­do de incluir nue­va­men­te a Cuba en la lis­ta de “Esta­dos patro­ci­na­do­res del terro­ris­mo inter­na­cio­nal” y deman­da­mos la inme­dia­ta exclu­sión de nues­tro país», expre­só Vidal a tra­vés de un comunicado.

«Esta­dos Uni­dos pone en tela de jui­cio la serie­dad del com­pro­mi­so asu­mi­do en el com­ba­te al terro­ris­mo inter­na­cio­nal y man­tie­ne uno de los aspec­tos más irra­cio­na­les que con­for­man la polí­ti­ca de hos­ti­li­dad con­tra Cuba», sos­tu­vo la diplo­má­ti­ca en una decla­ra­ción publi­ca­da en el sitio de Inter­net Cubadebate

Coin­ci­dió con Rodrí­guez al afir­mar que Washing­ton «tam­bién demues­tra su doble rase­ro, al man­te­ner injus­ta­men­te encar­ce­la­dos a los cin­co cuba­nos anti­te­rro­ris­tas, mien­tras siguen en liber­tad, con total impu­ni­dad, Luis Posa­da Carri­les y otros res­pon­sa­bles con­fe­sos de actos terro­ris­tas horrendos».

El Gobierno esta­dou­ni­den­se man­tie­ne a Cuba en la lis­ta de paí­ses que apo­yan el terro­ris­mo en el mun­do aun­que reco­no­ce que «no hay prue­bas de que Cuba haya dado apo­yo eco­nó­mi­co direc­to a gru­pos terro­ris­tas en 2009».

«Aun­que Cuba ya no apo­ya la lucha arma­da en Amé­ri­ca Lati­na y otras par­tes del mun­do, con­ti­núa sien­do un refu­gio segu­ro y pro­vee apo­yo ideo­ló­gi­co a los miem­bros de tres orga­ni­za­cio­nes terro­ris­tas desig­na­das como Orga­ni­za­cio­nes Terro­ris­tas Extran­je­ras por EE.UU.», dice el informe.

Por otra par­te, el infor­me des­ta­ca que el Depar­ta­men­to de Inmi­gra­ción de Cuba ha refor­ma­do la zona de ins­pec­ción de pasa­je­ros en el aero­puer­to inter­na­cio­nal José Mar­tí, con un nue­vo soft­wa­re y lec­to­res biométricos.

El for­mar par­te de esta lis­ta impli­ca una serie de san­cio­nes por par­te de Esta­dos Uni­dos como prohi­bi­cio­nes de expor­ta­ción y ven­ta de armas, el con­trol sobre las expor­ta­cio­nes de pro­duc­tos que podrían ser usa­dos para apo­yar el terro­ris­mo; la nega­ti­va de ser asis­ti­do eco­nó­mi­ca­men­te y la impo­si­ción de res­tric­cio­nes finan­cie­ras y acce­so a cré­di­tos de ins­ti­tu­cio­nes como el Ban­co Mundial.

Fuen­te: teleSUR

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