El Gobierno Bolivariano de Venezuela, a través del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, condena el tono prepotente e injerencista de la secretaria de Estado de Estados Unidos Hillary Clinton, al referirse a la libertad de expresión en el territorio nacional, en Ecuador o en cualquiera de los pueblos de la región.
A través de un comunicado emitido por la Cancillería venezolana, el presidente Hugo Chávez Frías rechazó que desde Estados Unidos «se pretendan dictar normas para el funcionamiento de nuestras democracias».
A continuación texto íntegro del comunicado:
La señora Hillary Clinton volvió hoy a agredir al gobierno venezolano, arremetiendo a través de un medio colombiano, contra la democracia y la dignidad del pueblo del Libertador Simón Bolívar. Dice la Secretaria de Estado de EE.UU que el pueblo venezolano está sufriendo, precisamente cuando la Revolución Bolivariana ha rescatado los recursos naturales y las riquezas de nuestro país, para hacer realidad el derecho del pueblo a la salud, la educación o la alimentación, y transitar por la senda del desarrollo rumbo a la construcción de una sociedad de iguales.
Gracias a la Revolución, Venezuela ha dejado de ser colonia, para alcanzar con orgullo y compromiso el más alto Índice de Desarrollo Humano de su historia. La Secretaria Clinton debería sentir dolor por el sufrimiento de los millones de estadounidenses que hoy pierden sus trabajos y sus viviendas, víctimas de la crueldad del sistema social estadounidense, o el de cientos de miles de iraquíes que padecen la sangrienta ocupación militar de su patria por las tropas yanquis.
Venezuela condena el tono prepotente e injerencista de la Secretaria de Estado de EE.UU al referirse a la libertad de expresión en Venezuela, Ecuador o cualquiera de los países de nuestra región, y rechaza que desde Estados Unidos se pretendan dictar normas para el funcionamiento de nuestras democracias. Estas torpes e inoportunas declaraciones, que constituyen una constante del funcionariado estadounidense, no hacen sino alejar la perspectiva de una normalización de las relaciones políticas entre nuestros países, para lo cual el trato igualitario y el respeto a la soberanía son una condición innegociable.
Caracas, 10 de junio de 2010