Las instrucciones eran apagar los móviles y dejarlos sin batería dos horas antes de cada acción. De los jueces no se preocupaban, no hacía falta. La actuación de la Audiencia Nacional en este escándalo demuestra cual es la realidad de la judicatura y la fiscalía en el Estado Español. Más fascistas que saldrán por la puerta de atrás, como los asesinos de ultra derecha que les han precedido y los golpistas. Esto sucede cuando en el estado francés Le Monde y Liberation dan por segura la autoría de las FOP españolas del secuestro, asesinato y desaparición de Jon Anza.
Por cierto, tampoco quieren saber nada de esto en la Audiencia Nacional,la más siniestra de las instancias judiciales del estado español.
Falange y Tradición (FyT), el grupo de extrema derecha que el año pasado amenazó de muerte a varios cargos públicos y protagonizó decenas de sabotajes contra la memoria histórica, utilizaba un lenguaje convenido en sus comunicaciones internas para tratar de burlar la acción policial.
Seguramente, ni el presunto cabecilla, José Ignacio Irusta, ni el resto de integrantes de la banda eran conscientes de la estrecha vigilancia a la que para entonces ya eran sometidos por la Guardia Civil, pero las escuchas telefónicas y el seguimiento que les hicieron agentes del Instituto Armado desde el mes de julio hasta su detención, el 23 de octubre, revelan que los miembros de FyT adoptaron numerosas medidas de seguridad con el fin de protegerse de sus actividades delictivas.
«Utilizan claramente un lenguaje convenido para referirse a todos los actos que deben realizar para dificultar cualquier investigación policial», concluye la Guardia Civil en el sumario de esta operación, bautizada como Quimera y que posibilitó la desarticulación de este grupo fascista.
La Policía, que contó con la autorización de la Audiencia Nacional para pinchar los teléfonos de los principales sospechosos, tuvo acceso durante la investigación a multitud de las conversaciones que establecieron los detenidos para preparar sus ataques, así como a los numerosos mensajes de texto (sms) que se enviaron antes y después de la comisión de sus acciones.
«EL MIÉRCOLES, DE PUTAS» El lenguaje empleado por los supuestos miembros de FyT estaba repleto de expresiones de contenido más o menos obsceno.
«El miércoles a la noche vamos de putas por Pamplona» o «la fiesta será el jueves donde te hicimos la despedida de soltero», son algunos de los sms interceptados por la Policía y que aparecen en el sumario de esta causa. La Guardia Civil no tiene ninguna duda de que FyT usaba estas expresiones para citarse antes de llevar a cabo una acción.
En estos casos, además, FyT advertía a los miembros que iban a protagonizar un ataque de algunas de las precauciones que debían tomar. El siguiente sms refleja con absoluta claridad la orden de desconectar el teléfono móvil antes de desplazarse al sitio pactado para la comisión de algún sabojate. «El sábado sobre las 22.30 lo más tarde en el sitio habitual. Móvil apagado y sin batería 2h antes».
La organización de FyT, y sobre todo el considerado líder del grupo, José Ignacio Irusta Sánchez, tenía especial interés en que sus acciones alcanzaran notoriedad pública. Buen ejemplo de esto son las comunicaciones que establecieron entre diferentes miembros de la banda los días 20 y 21 de agosto de 2009, justo después de una noche en la que cometieron al menos siete ataques.
«Anoche, ¿qué tal la fiesta? ¿Fue sonada la despedida de soltero?», se preguntan en algunos de los sms intervenidos por la Policía. «Según lo que les dé por contar a las mujeres», contestan en alusión a los medios de comunicación. «De mucho hacen nada y de nada mucho. Folladas ya hubo, pero no han comentado ni la mitad del partidazo. Aupa Osasuna».
Esta respuesta está relacionada con el eco informativo de sus altercados, que no siempre se reflejaron con prontitud en la prensa, debido a que con frecuencia transcurrieron varios días hasta que hubo denuncia pública de los hechos mencionados.
Falange y Tradición, autor de decenas de ataques contra la memoria histórica y de amenazas de muerte a varias personas y cargos públicos de NaBai y ANV, mantuvieron una reunión ilegal en julio de 2009 en el Centro Deportivo General Mola, ubicado en la calle Taconera de Iruñea, una instalación propiedad del Ministerio de Defensa. Beloki pregunta al Gobierno de Zapatero «en base a qué criterios políticos y/o administrativos el Ministerio de Defensa permitió a Falange y Tradición la utilización de las instalaciones».
El Ministerio de Defensa del Gobierno español ha manifestado lo habitual sobre el caso: «No nos consta nada sobre la investigación, no vamos a dar ninguna explicación y esperamos a ver cuál es la decisión de los jueces». En el Centro Deportivo General Mola de la capital navarra la contestación fue casi similar. Tras varios minutos de espera, y sin siquiera llegar a permitir realizar ninguna pregunta, aseguraron que «no tenemos nada que decir ni explicar sobre este asunto».
José Luis Roberto, presidente de España 2000 ‑un partido que se define como «patriótico y populista»-, y a quien según el sumario los detenidos de Falange y Tradición iban a solicitar armas, negó cualquier implicación. «Nunca he mantenido ninguna conversación con José Ignacio Irusta. Sé que pidió mi número de teléfono a un amigo, pero cuando supo para qué era, no quisimos saber nada. Además, quién soy yo para proporcionar armas a cualquiera. De lo que se ha podido leer parece que tengo armas a mi disposición».
Es de sobra conocida la facilidad con que la extrema derecha española accede a las armas, como es de sobra conocida la subordinación de amplios sectores de la ultra derecha a las directrices de los aparatos de inteligencia y en ocasiones, a las instancias de poder españolas.
Años atrás, Kale Gorria alertaba de la puesta en marcha de una trama fascista ligada a los servicios secretos españoles y sus citas fueron documentadas perfectamente a través de un vídeo que la publicación presentó en un juzgado donostiarra y que jamás ha sido investigado ni detenidos sus integrantes.
España continúa por la estela de los GCR,AAA,BVE,GANE,GAL. Detrás de estas siglas fantasmagóricas siempre estuvo el estado y se encarga de demostrarlo con sus escandalosas y prevaricantes actuaciones judiciales.