Pro­fun­di­zar en la lucha y el Pro­ce­so Des­ti­tu­yen­te o ins­ti­tu­cio­na­li­zar el con­flic­to social- IZCA

Las Elec­cio­nes al Par­la­men­to Euro­peo del pasa­do 25 de mayo han con­fir­ma­do, una vez más, las ten­den­cias prin­ci­pa­les que des­de el pun­to de vis­ta socio-polí­ti­co se vie­nen mani­fes­tan­do en los diver­sos Pue­blos del Esta­do y en el con­jun­to de éste . En ello no habi­do sor­pre­sas, pero se ha pues­to tam­bién de mani­fies­to como des­de algu­nos sec­to­res del pro­pio Sis­te­ma, espe­cial­men­te des­de el poder mediá­ti­co, hay capa­ci­dad para gene­rar “nue­vas ilu­sio­nes” en la socie­dad. Nue­vas ilu­sio­nes que tie­nen la fina­li­dad tác­ti­ca de entre­te­ner a una par­te de l@s acti­vis­tas que están en posi­cio­nes rup­tu­ris­tas con el Régi­men – o en pro­ce­so de acer­ca­mien­to a éstas – y tam­bién a una par­te del movi­mien­to popu­lar que día a día va com­pren­dien­do que sólo con la des­ti­tu­ción de éste se pue­de abrir camino a un pro­ce­so real de Demo­cra­cia, Sobe­ra­nía y Jus­ti­cia social.

Ven­der ilu­sio­nes siem­pre es más sen­ci­llo que cons­truir autén­ti­co empo­de­ra­mien­to y movi­mien­to popu­lar, sobre todo cuan­do se tra­ta de influir en deter­mi­na­do sen­ti­do, favo­ra­ble en el fon­do a los de siem­pre, en la lucha de cla­ses, en una coyun­tu­ra en que esta adquie­re autén­ti­ca poten­cia­li­dad revo­lu­cio­na­ria. Enten­dien­do el con­cep­to “revo­lu­cio­na­rio” en su sen­ti­do amplio de trans­for­ma­ción polí­ti­ca, eco­nó­mi­ca y social del mode­lo actual­men­te exis­ten­te. De la mis­ma for­ma que es más fácil popu­la­ri­zar las die­tas “mági­cas y sin esfuer­zo” para per­der peso, aun­que final­men­te no ten­gan uti­li­dad algu­na para tal obje­ti­vo, que las die­tas hipo­ca­lo­ri­cas y el ejer­ci­cio físi­co, que aun­que si resul­tan efi­ca­ces supo­nen esfuer­zo y dedicación.

Decía­mos que esa “nue­va ilu­sión” apa­re­ci­da el 25M en for­ma de can­di­da­tu­ra, tie­ne la fina­li­dad obje­ti­va de entre­te­ner­nos tác­ti­ca­men­te; si eva­lua­mos su fina­li­dad estra­té­gi­ca nos encon­tra­re­mos con que esta no es otra que la recom­po­si­ción y rele­gi­ti­ma­ción del Sis­te­ma de domi­na­ción de cla­se, nacio­nal y de géne­ro actual­men­te vigen­te en el Esta­do Espa­ñol, tal como ocu­rrió, sal­van­do las dife­ren­cias, con el feli­pis­mo en los años ochenta.

Sabe­mos que decir esto aho­ra mis­mo, trae­rá incom­pren­sio­nes, pero es nues­tra obli­ga­ción ideo­ló­gi­ca, polí­ti­ca y moral hacer­lo. Por supues­to que cuan­do hace­mos esta valo­ra­ción nos refe­ri­mos al sen­ti­do “obje­ti­vo” de la cues­tión, no a la sub­je­ti­vi­dad de la mayo­ría de la gen­te que votó a esa can­di­da­tu­ra o inclu­so a la de una bue­na par­te de la que cola­bo­ró con ella, sobre la que no tene­mos dudas sobre su con­vic­ción de que su tra­ba­jo y voto eran úti­les para el avan­ce del movi­mien­to popular.

Mucho más difí­cil fue en el año 1982 para los movi­mien­tos rup­tu­ris­tas de la épo­ca, expli­car que el gobierno de Feli­pe Gon­za­lez no iba a cum­plir lo de “OTAN de entra­da NO”; ni lo de la crea­ción de los 800.000 pues­tos de tra­ba­jo; ni la demo­cra­ti­za­ción de las ins­ti­tu­cio­nes … Hoy, en pers­pec­ti­va, casi todo el mun­do com­par­te esa visión crí­ti­ca, pero la cla­ve para los movi­mien­tos revo­lu­cio­na­rios-trans­for­ma­do­res no es com­pren­der lo que ya pasó, sino enten­der lo que está pasan­do para poder influir en ello.

Decía­mos que las elec­cio­nes del 25M han con­fir­ma­do un con­jun­to de ten­den­cias ya cono­ci­das que nos pare­ce impor­tan­te des­ta­car: la pri­me­ra es la de la abs­ten­ción, uti­li­za­da cada vez más como arma polí­ti­ca, como expre­sión de la des­afec­ción de una par­te impor­tan­tí­si­ma de la socie­dad hacia el actual Régi­men espa­ñol. En el con­jun­to de Cas­ti­lla (inclu­yen­do las Comu­ni­da­des Autó­no­mas de Madrid; Cas­ti­lla y León; Cas­ti­lla La Man­cha; Can­ta­bria y La Rio­ja) el núme­ro de votan­tes fue de 4.295.918 y el núme­ro de abs­ten­cio­nes fue de 4.611.288 de un cen­so total de 9.087.940, es decir la opción por la abs­ten­ción fue cla­ra­men­te la mayo­ri­ta­ria en la socie­dad. Si a eso aña­di­mos 96.009 de per­so­nas que vota­ron en blan­co y 84.725 votos nulos es bas­tan­te cla­ro que una amplia mayo­ría con­si­de­ra que nin­gu­na de las for­ma­cio­nes polí­ti­cas en liza se mere­cía su apo­yo elec­to­ral y tomó la deci­sión de optar por la abstención.

Si obser­va­mos los datos a nivel esta­tal el núme­ro de votan­tes fue de 15.920.815, y de los cua­les 290.189 fue­ron votos nulos y 357.339 votos en blan­co, y el núme­ro total de abs­ten­cio­nes 18.810.754 , la cues­tión es más que evi­den­te, excep­to el caso de Cata­lu­ña en don­de hubo un aumen­to sig­ni­fi­ca­ti­vo de la par­ti­ci­pa­ción elec­to­ral en rela­ción con el pro­ce­so soberanista.

Es curio­so lo rápi­do que todos los medios, abso­lu­ta­men­te todos, están obvian­do esa opción social­men­te mayoritaria.

Otra cues­tión impor­tan­te des­de el pun­to de vis­ta socio­ló­gi­co, es que a dife­ren­cia de lo que ha ocu­rri­do en otros espa­cios euro­peos en los que ha habi­do un gran aumen­to del voto fas­cis­ta, en el con­jun­to del Esta­do Espa­ñol se ha pro­du­ci­do un giro a la izquier­da. Insis­ti­mos, des­de una pers­pec­ti­va socio­ló­gi­ca, pero es un dato muy rele­van­te y de algu­na for­ma corro­bo­ra lo que veni­mos dicien­do en Iz​.Ca. des­de hace años: El Esta­do Espa­ñol, por razo­nes de diver­sa índo­le, es actual­men­te el esla­bón débil del capi­ta­lis­mo occi­den­tal, y el úni­co mar­co de esta región del mun­do en el que es poten­cial­men­te posi­ble acu­mu­lar fuer­zas para impul­sar un pro­ce­so que nos con­duz­ca al cam­bio de Regimen.

Otra cues­tión que se ha con­fir­ma­do en estas elec­cio­nes es la espe­ci­fi­ci­dad socio-polí­ti­ca de los diver­sos Pue­blos del Esta­do y que ha teni­do su máxi­ma expre­sión en el caso de Cata­lu­ña, sien­do las elec­cio­nes del 25 de mayo un refle­jo sig­ni­fi­ca­ti­vo de la soli­dez social del pro­ce­so sobe­ra­nis­ta en marcha.

Es de des­ta­car tam­bién la per­di­da impor­tan­te de apo­yo elec­to­ral de los dos gran­des par­ti­dos espa­ño­les PP y PSOE, que en el caso del PP han ido en muy bue­na par­te a la abs­ten­ción y en el caso del PSOE ade­más de a ésta, ha nutri­do sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te a la can­di­da­tu­ra Pode­mos y tam­bién a IU.

Todo este con­jun­to de cues­tio­nes que se han con­fir­ma­do en estas elec­cio­nes se podrían sin­te­ti­zar en dos :

Inten­sa y pro­gre­si­va des­le­gi­ti­ma­ción del Régi­men y de los dos prin­ci­pa­les par­ti­dos que lo sus­ten­tan. Este pro­ce­so obvia­men­te vie­ne des­de bas­tan­te atrás y se puso de mani­fies­to de una for­ma masi­va con la irrup­ción del 15M y pos­te­rior­men­te, ya en for­ma pro­po­si­ti­va del 25S.

Esta reali­dad ha encen­di­do las alar­mas pero tam­bién “la ima­gi­na­ción y la crea­ti­vi­dad” del Poder para bus­car for­mu­las en los diver­sos ámbi­tos, tam­bién el elec­to­ral-polí­ti­co, que sir­va para encau­zar al movi­mien­to social, o dicho de otra mane­ra para ins­ti­tu­cio­na­li­zar la revuel­ta; y ahí nos encon­tra­mos con Pode­mos, ope­ra­ción en la que des­de lue­go han demos­tra­do una gran inte­li­gen­cia y capa­ci­dad, de la cual es muy impor­tan­te apren­der, por­que si des­de el movi­mien­to popu­lar no somos capa­ces de apren­der de todo aque­llo que se hace bien por quien­quie­ra que sea, sim­ple­men­te esta­mos perdid@s.

En nues­tra opi­nión una par­te del éxi­to de Pode­mos se debe a sus pro­pios méri­tos, pero otra par­te es fru­to de los des­mé­ri­tos de las fuer­zas socia­les y polí­ti­cas que, estan­do por un pro­ce­so des­ti­tu­yen­te del actual régi­men, no fui­mos capa­ces de arti­cu­lar una can­di­da­tu­ra común a las Euro­peas, con un plan­tea­mien­to cohe­ren­te de recha­zo al sis­te­ma espa­ñol y a la UE. Can­di­da­tu­ra que, de haber exis­ti­do, más que pro­ba­ble­men­te hubie­ra obte­ni­do una par­te sig­ni­fi­ca­ti­va de los votos que final­men­te fue­ron a Podemos.

Sin qui­tar­le la impor­tan­cia que tie­ne a ese nue­vo pro­yec­to pues­to en mar­cha, espe­cial­men­te útil como ins­tru­men­to de des­pis­te tác­ti­co y de rele­gi­ti­ma­ción estra­té­gi­ca, tam­po­co hay que sobre­di­men­sio­nar­lo. Los ejes bási­cos y las fuer­zas fun­da­men­ta­les para pro­fun­di­zar en el pro­ce­so des­ti­tu­yen­te del Régi­men no sólo son las mis­mas que antes del 25 de mayo, sino que han sali­do obje­ti­va­men­te refor­za­das de éste. Eso si, hay que cons­ta­tar que el Sis­te­ma quie­re jugar en todas las ban­das y tie­nen recur­sos e inte­li­gen­cia para hacerlo.

Como siem­pre en los momen­tos de cri­sis pro­fun­da hay dos opcio­nes: avan­zar en el movi­mien­to y en el empo­de­ra­mien­to popu­lar para cons­truir un nue­vo pro­yec­to de vida colec­ti­vo o ins­ti­tu­cio­na­li­zar la revuel­ta para sim­ple­men­te remo­zar las vie­jas estructuras.

Los esfuer­zos para ins­ti­tu­cio­na­li­zar el con­flic­to y evi­tar que la diná­mi­ca rup­tu­ris­ta avan­ce, se van a inten­si­fi­car en todos los fren­tes: ade­más del elec­to­ral, los socia­les, la lucha en la calle, etc. En nues­tra capa­ci­dad polí­ti­ca y orga­ni­za­ti­va, en nues­tra inte­li­gen­cia colec­ti­va y en nues­tra sen­si­bi­li­dad huma­na está la poten­cia­li­dad para que no se sal­gan con la suya. El vien­to sopla a nues­tro favor, nues­tra obli­ga­ción es saber aprovecharlo.

Izquier­da Castellana

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