Diez argu­men­tos que jus­ti­fi­can la reduc­ción de la jor­na­da laboral

Trabajadores de la empresa. Foto: Archivo

Las jor­na­das labo­ra­les exten­sas pare­cen entrar una vez más en tela de jui­cio. La Fun­da­ción New Eco­no­mics (NEF, por sus siglas en inglés) del Rei­no Uni­do ha publi­ca­do una inves­ti­ga­ción que pre­sen­ta argu­men­tos para redu­cir el hora­rio labo­ral actual.

En el estu­dio, titu­la­do ‘21 Horas’, los inves­ti­ga­do­res de NEF expli­can las razo­nes que jus­ti­fi­can una reduc­ción en las jor­na­das labo­ra­les de los bri­tá­ni­cos y del res­to de naciones.

Muchos pen­sa­rían que este tipo de ini­cia­ti­vas solo reci­bi­rán el apo­yo del sec­tor públi­co y cien­tí­fi­co. Sin embar­go, el mag­na­te de las tele­co­mu­ni­ca­cio­nes, Car­los Slim, pro­pu­so duran­te una con­fe­ren­cia de nego­cios el pasa­do julio, imple­men­tar sema­nas labo­ra­les de 3 días.

Los 10 prin­ci­pa­les argu­men­tos para la reduc­ción de la jornada

1. Una menor emi­sión de CO2: Una jor­na­da redu­ci­da de tra­ba­jo no solo gene­ra­ría mejo­ras en la salud de los emplea­dos, sino un impac­to posi­ti­vo para el medioam­bien­te. Las emi­sio­nes de dió­xi­do de car­bono podrían redu­cir­se al dis­mi­nuir la cir­cu­la­ción de auto­mó­vi­les, auto­bu­ses, y otros medios de circulación.

2. Una eco­no­mía más fuer­te: Ale­ma­nia y Paí­ses Bajos, dos paí­ses con hora­rios labo­ra­les en pro­me­dio más cor­tos que en Esta­dos Uni­dos y Rei­no Uni­do, pre­sen­tan eco­no­mías igua­les e inclu­so más fuer­tes que las nacio­nes con exten­sas jor­na­das laborales.

3. Emplea­dos más con­ten­tos: Según la inves­ti­ga­ción, aque­llos tra­ba­ja­do­res some­ti­dos a un hora­rio redu­ci­do, tien­den a uti­li­zar su tiem­po de mane­ra más pro­duc­ti­va, enfer­mán­do­se menos días al año, redu­cien­do el absen­tis­mo y tra­ba­jan­do más felices.

4. Reduc­ción del des­em­pleo: En la actua­li­dad, hay per­so­nas que tra­ba­jan 14 horas al día, mien­tras hay gen­te que no logra con­se­guir un tra­ba­jo. El estu­dio indi­ca que una reduc­ción en la jor­na­da repre­sen­ta­ría una herra­mien­ta útil para redis­tri­buir la fuer­za laboral.

5. Mejo­ras sig­ni­fi­ca­ti­vas en el bien­es­tar: Tra­ba­jar menos horas daría más tiem­po para hacer “lo que uno quie­re”, tra­du­cién­do­se en una sig­ni­fi­ca­ti­va reduc­ción del estrés cotidiano.

6. Un mayor gra­do de igual­dad entre el hom­bre y la mujer: La reduc­ción de jor­na­das podría equi­li­brar los roles mas­cu­li­nos y feme­ni­nos en el tra­ba­jo. Hoy en día, según NEF, las muje­res cum­plen más horas no remu­ne­ra­das que los varones.

7. Un mejor cui­da­do de los niños: Las preo­cu­pa­cio­nes por encon­trar una guar­de­ría que esté abier­ta has­ta la noche o una niñe­ra dis­pues­ta a tra­ba­jar 247, podría dejar de ser una prio­ri­dad. Los padres podrían estar más tiem­po con sus hijos, cui­dan­do de ellos, aten­dien­do sus nece­si­da­des e inclu­so, redu­cien­do los cos­tos del cui­da­do externo.

8. Más tiem­po con la fami­lia, ami­gos y veci­nos: Las rela­cio­nes huma­nas se desa­rro­llan con el tiem­po, algo que hoy esca­sea. Si las per­so­nas tuvie­sen más tiem­po libre, podrían conec­tar mejor con el res­to, lo que resul­ta­ría en rela­cio­nes y comu­ni­da­des más saludables.

9. Una jubi­la­ción menos drás­ti­ca: Miles de jubi­la­dos tie­nen pro­ble­mas para acep­tar su con­di­ción de reti­ro labo­ral. El ‘hue­co’ que deja el hora­rio labo­ral en la vida de las per­so­nas es gran­de y difí­cil de lle­nar. Con per­so­nas más conec­ta­das con la socie­dad y sus pares, la tran­si­ción podría ser menos traumática.

10. Un sis­te­ma demo­crá­ti­co más fuer­te: La par­ti­ci­pa­ción en acti­vi­da­des socia­les podría ver­se bene­fi­cia­da si hubie­se más tiem­po libre. Pocas per­so­nas asis­ti­rían a una reu­nión de veci­nos tras una jor­na­da labo­ral de 12 horas.

La popu­la­ri­dad de estas ini­cia­ti­vas pare­ce cre­cer día tras día. En abril, miles de tra­ba­ja­do­res guber­na­men­ta­les sue­cos inau­gu­ra­ron sus jor­na­das de 6 horas, como par­te de una inves­ti­ga­ción para deter­mi­nar si la reduc­ción del tiem­po de tra­ba­jo impac­ta posi­ti­va­men­te en el desem­pe­ño. “Espe­ra­mos que el turno de 6 horas ayu­de a redu­cir los días por enfer­me­dad y mejo­rar el ren­di­mien­to físi­co y men­tal” comen­tó Mats Pilhem, el alcal­de de Gotem­bur­go, para el ‘Daily Mail’.

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