Cuba. Eli­mi­nan en Cuba sus­tan­cias ago­ta­do­ras del ozono

Por Lino Luben Pérez. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 2 de enero de 2021. 

La eli­mi­na­ción del con­su­mo de 121, 33 tone­la­das de gases Hidro­clo­ro­fluo­ro­car­bu­ros (HCFC)-141b, de ele­va­do poten­cial caló­ri­co glo­bal, cons­ti­tu­yó uno de los resul­ta­dos de rele­van­cia en Cuba que con­fir­man en 2021 su voca­ción ambien­ta­lis­ta y la exclu­sión de sus­tan­cias ago­ta­do­ras del ozono (SAO).

El hecho sig­ni­fi­có que dejó de emi­tir a la atmós­fe­ra en un quin­que­nio, cada año, más de 87 mil tone­la­das de dió­xi­do de car­bono, cuya con­cen­tra­ción con­du­ce al calen­ta­mien­to del glo­bo y es la prin­ci­pal cau­sa de la aci­di­fi­ca­ción del océano, debi­do a su diso­lu­ción en el agua y for­ma­ción de áci­do carbónico.

Rey­nal­do Ale­mán Zal­dí­var, del Cen­tro de Ges­tión de la Infor­ma­ción y Desa­rro­llo de la Ener­gía (CUBANERGÍA), ofre­ció a la Agen­cia Cuba­na de Noti­cias deta­lles sobre la eje­cu­ción del Plan Nacio­nal de Eli­mi­na­ción de HCFC en el sec­tor de la refri­ge­ra­ción, enva­ses de medi­ca­men­tos y otras aplicaciones.

Ale­mán Zal­dí­var es su res­pon­sa­ble en la nación, tras ser apro­ba­do por el Comi­té Eje­cu­ti­vo del Fon­do Mul­ti­la­te­ral del Pro­to­co­lo de Mon­treal, en fase de apli­ca­ción para la eva­lua­ción de tec­no­lo­gías sus­ti­tu­tas por el uso de téc­ni­cas alternativas.

No obs­tan­te, Nel­son Espi­no­sa Pena, Jefe de la Ofi­ci­na Téc­ni­ca del Ozono (OTOZ), atri­bu­yó suma impor­tan­cia para la capa­ci­dad pro­duc­ti­va del país el que se haya eli­mi­na­do la uti­li­za­ción de los gases refri­ge­ran­tes Hidro­fluo­ro­car­bu­ros (HFC).

Esto últi­mo for­ma par­te del Plan Nacio­nal, con vis­tas a la supre­sión el gas refri­ge­ran­te R‑141b, y de la pro­duc­ción de las espu­mas rígi­das de poliu­re­tano, ele­men­tos des­truc­to­res de la capa de ozono, una espe­cie de som­bri­lla que pre­ser­va al pla­ne­ta con­tra las radia­cio­nes noci­vas del Sol.

Cin­co enti­da­des inter­vi­nie­ron en la ini­cia­ti­va, que inclu­yó el aná­li­sis de nue­vas mate­rias pri­mas, capa­ci­ta­ción del per­so­nal, prue­bas de cam­po y adqui­si­ción de equi­pos, a pesar de las eva­si­vas de los lici­ta­do­res inter­na­cio­na­les por las ame­na­zas del blo­queo eco­nó­mi­co, finan­cie­ro y comer­cial del gobierno de Esta­dos Uni­dos, que inten­si­fi­có en medio de la pan­de­mia de la COVID-19.

Los expe­ri­men­tos con­tem­pla­ron la Uni­dad Empre­sa­rial Bási­ca 5, de la Empre­sa de Refri­ge­ra­ción Cari­be; su simi­lar de Lami­na­dos Come­tal (Lam­co­met); y la Empre­sa pro­duc­to­ra de equi­pos de refri­ge­ra­ción (Friarc).

Igual­men­te, el Cen­tro de Desa­rro­llo Auto­mo­triz, todas situa­das en el muni­ci­pio capi­ta­lino de Boye­ros; y la Empre­sa Indus­trial Pro­duc­to­ra de Elec­tro­do­més­ti­cos (INPUD), en la pro­vin­cia de Villa Clara.

Cuba es sig­na­ta­ria del Con­ve­nio de Vie­na para la Pro­tec­ción de la Capa de Ozono (1985) y del Pro­to­co­lo de Mon­treal (1987), rela­cio­na­dos con el con­trol y pau­la­ti­na eli­mi­na­ción de la pro­duc­ción y el con­su­mo de pro­duc­tos quí­mi­cos indus­tria­les, dañi­nos al medio ambiente.

Por esa razón y su enrai­za­da voca­ción ambien­ta­lis­ta está com­pro­me­ti­da con la pro­tec­ción de la Capa de Ozono, rati­fi­có su com­pro­mi­so en 1992 con accio­nes para la pro­tec­ción de la estra­tos­fe­ra, y más recien­te­men­te brin­dó su apo­yo incon­di­cio­nal a la Enmien­da de Kigali.

Esa ciu­dad es la capi­tal de Ruan­da, una nación de Áfri­ca Orien­tal, don­de la enmien­da entró vigor el 1 de enero de 2019 y en el cual depo­si­tó el ins­tru­men­to de rati­fi­ca­ción, al eli­mi­nar gra­dual­men­te los hidro­fluo­ro­car­bo­nos (HFC), poten­tes gases que calien­tan el clima.

Las ges­tio­nes de ese tipo están a car­go de la Ofi­ci­na Téc­ni­ca de Ozono (OTOZ), del Cen­tro de Ges­tión de la Infor­ma­ción y Desa­rro­llo de la Ener­gía (CUBAENERGIA), ads­cri­ta a la Agen­cia de Ener­gía Nuclear y Tec­no­lo­gías de Avan­za­da (AENTA), del Minis­te­rio de Cien­cia, Tec­no­lo­gía y Medio Ambien­te (CITIMA).

Espe­cia­lis­tas de la ins­ti­tu­ción con­fir­ma­ron que el Fon­do Mul­ti­la­te­ral del Pro­to­co­lo de Mon­treal apo­ya con finan­cia­mien­to a paí­ses en desa­rro­llo con el obje­ti­vo de eli­mi­nar de mane­ra gra­dual los hidro­clo­ro­fluo­ro­car­bo­nos (HCFC) en cum­pli­mien­to de su cro­no­gra­ma de eli­mi­na­ción de Sus­tan­cias Ago­ta­do­ras de la Capa de Ozono (SAO), pre­vis­to has­ta 2030.

Toma­do ACN

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