Pales­ti­na. Libe­ra­da la pri­sio­ne­ra polí­ti­ca más anti­gua en cár­ce­les israelíes

Resu­men Medio Orien­te, 01 de diciem­bre de 2021.

Una futu­ra novia víc­ti­ma de una deten­ción ile­gal y un fal­so encar­ce­la­mien­to israe­lí ha sido final­men­te libe­ra­da tras pasar sie­te años en la pri­sión de Damon.

Amal Taqat­qa, la pri­sio­ne­ra pales­ti­na que más tiem­po ha per­ma­ne­ci­do en pri­sión, fue libe­ra­da por las auto­ri­da­des de ocu­pa­ción israe­líes tras haber esta­do pri­va­da de liber­tad duran­te sie­te años.

La fami­lia de Amal espe­ró ansio­sa­men­te duran­te más de ocho horas la libe­ra­ción de su hija en el pues­to de con­trol de Al Jala­ma, en la Cis­jor­da­nia ocupada.

En una decla­ra­ción rea­li­za­da inme­dia­ta­men­te des­pués de su libe­ra­ción, Amal sub­ra­yó la impor­tan­cia de res­pal­dar a los pri­sio­ne­ros has­ta que recu­pe­ren la liber­tad. Seña­ló que la situa­ción de las pri­sio­ne­ras es muy difícil.

En el momen­to de su deten­ción, la futu­ra espo­sa Amal fue dis­pa­ra­da inten­cio­na­da­men­te por la ocu­pa­ción israe­lí con el pre­tex­to de que supues­ta­men­te inten­ta­ba lle­var a cabo un ata­que con arma blanca.

La heri­da Amal fue some­ti­da a varias ope­ra­cio­nes tras su deten­ción ilegal.

La his­to­ria de una boda apla­za­da sin querer 

A los 21 años, Amal debía casar­se y vivir feliz para siem­pre. Sin embar­go, la ocu­pa­ción israe­lí con­vir­tió lo que debía ser un recuer­do feliz en una autén­ti­ca pesadilla.

El 1 de diciem­bre de 2014, Amal se pre­pa­ra­ba para su boda y esta­ba de com­pras unos días antes cuan­do fue dete­ni­da ile­gal­men­te por las fuer­zas de ocu­pa­ción israe­líes tras dis­pa­rar­le inten­cio­na­da­men­te tres veces cer­ca de Gush Etzion, una ciu­dad pales­ti­na ocu­pa­da por «Israel», al sur de Belén.

El novio de Amal no tuvo más reme­dio que pos­po­ner su espe­ra­dí­si­ma boda mien­tras su novia esta­ba en la pri­sión israe­lí Damon, por no hablar de las cin­co balas que pene­tra­ron en su cuer­po cuan­do inten­ta­ba deses­pe­ra­da­men­te esca­par de un supues­to «cri­men» que no había cometido.

Amal no pudo cami­nar duran­te más de seis meses como con­se­cuen­cia de la heri­da. La pales­ti­na heri­da pidió una silla de rue­das, pero su peti­ción fue rechazada.

Gra­cias a la pre­sión de sus com­pa­ñe­ras de caui­ve­rio, las auto­ri­da­des de ocu­pa­ción israe­líes acce­die­ron a pro­por­cio­nar a Amal una silla de rue­das. Amal se recu­pe­ró tras sufrir duran­te meses.

Itu­rria /​Fuen­te

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