Puer­to Rico. Resis­ten medi­das de aus­te­ri­dad y corrup­ción empresarial

Por Móni­ca Cruz, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 21 de octu­bre de 2021.

Los mani­fes­tan­tes cerra­ron la carre­te­ra 18 de Puer­to Rico en San Juan el 15 de octu­bre de 2021. Foto: Twit­ter /​@devilette

5 años des­pués de la pro­mul­ga­ción de la ley PROMESA que esta­ble­ció el con­trol de la Jun­ta de Con­trol Fis­cal sobre la eco­no­mía de la isla, las con­di­cio­nes en Puer­to Rico son peo­res que nunca. 

El 15 de octu­bre, los mani­fes­tan­tes cerra­ron la Carre­te­ra 18 de Puer­to Rico en la capi­tal San Juan corean­do «¡Fue­ra Luma!», exi­gien­do el fin del con­tra­to del gobierno con la empre­sa pri­va­da de ener­gía Luma Energy. Sus gri­tos se hicie­ron eco en las pro­tes­tas del mis­mo día en la ciu­dad de Nue­va York, Mia­mi y Fila­del­fia. Tres días des­pués, los mani­fes­tan­tes tam­bién se mani­fes­ta­ron en el Capi­to­lio de San Juan para pedir el cese de los recor­tes a la uni­ver­si­dad públi­ca, los ser­vi­cios socia­les y las pen­sio­nes públicas. 

Un empeo­ra­mien­to de la cri­sis eco­nó­mi­ca, agra­va­do por polí­ti­cas neo­li­be­ra­les bru­ta­les, ha mar­ca­do el comien­zo de una nue­va ola de resis­ten­cia en Puer­to Rico. Casi la mitad de la pobla­ción vive por deba­jo del umbral de pobre­za. Cada vez más puer­to­rri­que­ños aban­do­nan la patria (la patria), con la espe­ran­za de una vida mejor en los Esta­dos Unidos. 

El archi­pié­la­go se ha enfren­ta­do a una ava­lan­cha de desas­tres natu­ra­les, inclui­do el catas­tró­fi­co hura­cán María en 2017 y una serie de terre­mo­tos a lo lar­go de 2020. En el papel, Puer­to Rico es un «esta­do libre aso­cia­do» de los Esta­dos Uni­dos, un tér­mino que impli­ca una espe­cie de pros­pe­ri­dad com­par­ti­da entre los dos luga­res. En la prác­ti­ca, Puer­to Rico es una nación que lucha por res­pi­rar bajo siglos de colo­nia­lis­mo. Su eco­no­mía está dic­ta­da por una Jun­ta de Con­trol Fis­cal no elec­ta com­pues­ta por admi­nis­tra­do­res de fon­dos de cober­tu­ra y capi­ta­lis­tas bui­tres, cono­ci­da como la jun­ta, que vio su poder con­sa­gra­do en ley con PROMESA en 2016. “Des­pués de cua­tro años del paso del hura­cán María, la cri­sis que ha vivi­do el país es una que ha sido muy difí­cil de supe­rar”, dijo Jocelyn Veláz­quez Rodrí­guez, orga­ni­za­do­ra de Jor­na­da Se Aca­ba­ron Las Pro­me­sas sobre el dete­rio­ro de las con­di­cio­nes en Puer­to Rico. . “Y una vez que pasó el hura­cán, un país que tuvo todas estas difi­cul­ta­des para recu­pe­rar­se se encon­tró con otras dos cala­mi­da­des: los terre­mo­tos de prin­ci­pios de 2020 y lue­go la pan­de­mia que ha azo­ta­do al mun­do ente­ro… la cri­sis de vivien­da con­ti­núa, la cri­sis de infra­es­truc­tu­ra con­ti­núa, esca­sez de escue­las , escue­las des­trui­das y devas­ta­das por terre­mo­tos, casas que per­die­ron sus techos y nun­ca los recuperaron ”. 

El desas­tre de la red eléc­tri­ca La red eléc­tri­ca de Puer­to Rico, un ele­men­to cla­ve de las pro­tes­tas más recien­tes, ha sufri­do repa­ra­cio­nes míni­mas des­de que el hura­cán María cau­só una des­truc­ción sin lími­tes. El 80% de los pos­tes de ser­vi­cios públi­cos y las líneas de trans­mi­sión en las islas fue­ron des­trui­dos. Este daño se vio agra­va­do por la serie de terre­mo­tos que azo­ta­ron la isla prin­ci­pal a lo lar­go de 2020 y prin­ci­pios de este año. Des­de junio, dece­nas de miles de puer­to­rri­que­ños han sali­do a las calles pidien­do la can­ce­la­ción del con­tra­to del gobierno de $ 1.3 mil millo­nes con el con­sor­cio esta­dou­ni­den­se-cana­dien­se Luma Energy. 

El con­tra­to de 15 años se nego­ció a puer­ta cerra­da y no se anun­ció al públi­co has­ta des­pués de su fir­ma el año pasa­do. La Cáma­ra de Repre­sen­tan­tes de Puer­to Rico votó uná­ni­me­men­te en con­tra del con­tra­to, pero la jun­ta anu­ló ese voto. La Auto­ri­dad de Ener­gía Eléc­tri­ca de Puer­to Rico (AEE), admi­nis­tra­da públi­ca­men­te, retie­ne la pro­pie­dad de sus acti­vos y con­ti­núa ope­ran­do la gene­ra­ción de ener­gía para los 3.3 millo­nes de per­so­nas que viven en Puer­to Rico. Luma Energy se hizo car­go de la dis­tri­bu­ción de ener­gía en todo el archi­pié­la­go de la AEE en junio. En los días siguien­tes, más de un millón de puer­to­rri­que­ños se que­da­ron sin elec­tri­ci­dad debi­do a apa­go­nes con­ti­nuos. El 10 de junio, una explo­sión en una sub­es­ta­ción eléc­tri­ca prin­ci­pal en el subur­bio de Mona­ci­llo, San Juan, dejó sin elec­tri­ci­dad a otras 800.000 personas. 

A par­tir del 18 de octu­bre, la Agen­cia Fede­ral para el Mane­jo de Emer­gen­cias (FEMA) está pro­gra­ma­da para finan­ciar casi $ 10 mil millo­nes para la infra­es­truc­tu­ra ener­gé­ti­ca de Puer­to Rico. El cos­to de la ener­gía en Puer­to Rico es más alto que en cual­quie­ra de los 50 esta­dos. En una audien­cia recien­te del Comi­té de Recur­sos Natu­ra­les de la Cáma­ra de Repre­sen­tan­tes de los Esta­dos Uni­dos, el direc­tor eje­cu­ti­vo de Luma Energy, Way­ne Stensby, se negó a res­pon­der pre­gun­tas sobre cuán­tos eje­cu­ti­vos de la com­pa­ñía ganan más de $ 200,000 y más de $ 500,000 en salarios. 

Un miem­bro de la Cáma­ra de Repre­sen­tan­tes de Puer­to Rico y jefe de la comi­sión de ener­gía, Luis Raúl Torres Cruz, deman­dó a Luma Energy duran­te el verano en un esfuer­zo por obte­ner esta infor­ma­ción. Luma lo ape­ló ante el tri­bu­nal. La pri­va­ti­za­ción de los ser­vi­cios públi­cos, el aumen­to de los cos­tos de las nece­si­da­des bási­cas y los acuer­dos poco trans­pa­ren­tes por valor de millo­nes en fon­dos públi­cos se han con­ver­ti­do en la nor­ma en Puer­to Rico. El daño cau­sa­do por el hura­cán María creó la excu­sa per­fec­ta para que los seño­res de Wall Street de las islas pri­va­ti­za­ran lo que pudie­ran y cerra­ran todo lo que no pudie­ron o no con­si­de­ra­ron lo sufi­cien­te­men­te rentable. 

La red eléc­tri­ca no es el úni­co ser­vi­cio esen­cial al que se diri­gi­rá la pri­va­ti­za­ción, la vivien­da, la edu­ca­ción y la aten­ción médi­ca del sis­te­ma de agua y las redes de comu­ni­ca­ción han esta­do bajo la ame­na­za o el ata­que total de la pri­va­ti­za­ción y las debi­li­tan­tes medi­das de aus­te­ri­dad. El desas­tre crea­do por Wall Street En 2016, el pre­si­den­te Oba­ma pro­mul­gó la Ley de Esta­bi­li­dad Eco­nó­mi­ca, Ges­tión y Super­vi­sión de Puer­to Rico o PROMESA, que creó un mar­co legal para rees­truc­tu­rar la deu­da de 74.000 millo­nes de dóla­res del Esta­do Libre Aso­cia­do. Esta­ble­ció la Jun­ta de Admi­nis­tra­ción y Super­vi­sión Finan­cie­ra no elec­ta cono­ci­da como la jun­ta y le otor­gó el con­trol total sobre la eco­no­mía de Puer­to Rico. 

La Jun­ta ha hecho recor­tes con­sis­ten­tes en los fon­dos para la Uni­ver­si­dad de Puer­to Rico, así como para Medi­caid y Medi­ca­re. Cien­tos de escue­las públi­cas y hos­pi­ta­les en las islas han cerra­do. Las his­tó­ri­ca­men­te pla­yas públi­cas de Puer­to Rico están aho­ra bajo ame­na­za histórica. 

Los escom­bros del hura­cán María per­mi­tie­ron a los inver­so­res extran­je­ros com­prar tie­rras a bajo pre­cio y apro­ve­char las leyes que les otor­gan gene­ro­sas exen­cio­nes fis­ca­les. El aumen­to de los cos­tos de la pro­pie­dad en ciu­da­des como San Juan y Pon­ce está impul­san­do la gen­tri­fi­ca­ción y los luga­re­ños están sien­do expul­sa­dos. El ingre­so fami­liar pro­me­dio en Puer­to Rico es de $ 20,500 y la tasa de des­em­pleo del 9% con­ti­núa aumen­tan­do. Jocelyn Veláz­quez Rodrí­guez des­cri­bió el impac­to que ha teni­do PROMESA en la con­cien­cia polí­ti­ca del pue­blo puer­to­rri­que­ño: “PROMESA ha sido un meca­nis­mo que ha reve­la­do el ver­da­de­ro ros­tro del impe­ria­lis­mo esta­dou­ni­den­se. Es una ley crea­da para una colo­nia, para ser­vir a los intere­ses impe­ria­les de Esta­dos Uni­dos, y muchos puer­to­rri­que­ños que se nega­ron a acep­tar que entre Puer­to Rico y Esta­dos Uni­dos nun­ca ha habi­do un con­tra­to, ni un acuer­do, ni una con­ven­ción. en este.» Con­ti­nuó: “Aho­ra han teni­do que acep­tar que somos una sim­ple y mera colo­nia, que esta­mos a dis­po­si­ción del capri­cho y las nece­si­da­des del Sena­do de Esta­dos Uni­dos y que nues­tras voces no tie­nen nin­gún tipo de valor. Defi­ni­ti­va­men­te PROMESA ha ser­vi­do para que la gen­te vea de una mane­ra más cruel, más san­grien­ta y cru­da, el gra­ve pro­ble­ma del colo­nia­lis­mo en el que vivi­mos ”. Pa’lante siem­pre pa’lante, ade­lan­te siem­pre adelante. 

El pue­blo de Puer­to Rico demos­tró su poder en 2019, cuan­do tuvo éxi­to un movi­mien­to popu­lar para derro­car al enton­ces gober­na­dor Ricar­do Ros­se­lló. Ros­se­lló, hijo de un ex gober­na­dor puer­to­rri­que­ño, ejem­pli­fi­có per­fec­ta­men­te la corrup­ción y la codi­cia del mal lide­raz­go del archipiélago. 

Dos años des­pués de su renun­cia, una vic­to­ria gana­da por y para el pue­blo, los puer­to­rri­que­ños se levan­tan una vez más para con­ti­nuar la labor de des­man­te­la­mien­to del neo­li­be­ra­lis­mo y el neo­co­lo­nia­lis­mo en las islas. Veláz­quez Rodrí­guez enfa­ti­zó que “estas mani­fes­ta­cio­nes, tan­to duran­te las elec­cio­nes [de gober­na­dor del año pasa­do] como en el verano de 2019, con la des­ti­tu­ción de Ricar­do Ros­se­lló, así como las mani­fes­ta­cio­nes popu­la­res que han teni­do lugar con­sis­ten­te­men­te en el país, son una mues­tra de un des­per­tar de un pue­blo can­sa­do del impe­ria­lis­mo, el colo­nia­lis­mo, la per­se­cu­ción y el sufri­mien­to que nos ha cau­sa­do duran­te tan­tos años». 

*Moni­ca Cruz es repor­te­ra del medio de comu­ni­ca­ción esta­dou­ni­den­se Breakth­rough News.

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