Pen­sa­mien­to crí­ti­co. Vio­len­cias san­tas, hipo­cre­sías de siempre

Por Car­los Del Fra­de, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de octu­bre de 2021.

“Hubo en el mar tan­tos muer­tos y des­po­jos que las naves pare­cían haber enca­lla­do entre cadá­ve­res. Las naves se que­bra­ban con tan­ta faci­li­dad como los cuer­pos de los hom­bres, de los que sólo que­da­ba intac­ta su ira. Pare­cía como si se qui­sie­ra supe­rar en des­truc­ción a los ele­men­tos de la natu­ra­le­za”, sos­tie­nen dis­tin­tas fuen­tes documentales.

A las cua­tro de la tar­de cesó la bata­lla. Hubo 5 mil vene­cia­nos, 2 mil espa­ño­les y 800 hom­bres del Vati­cano, muer­tos. Los euro­peos toma­ron 5 mil pri­sio­ne­ros y se cal­cu­ló que murie­ron 25 mil turcos.

Ese fue el sal­do del 7 de octu­bre de 1571, de la bata­lla de Lepan­to, casi 33 mil muertos.

El 7 de octu­bre es el día de una masa­cre san­ti­fi­ca­da. El Sul­tán Selim sos­tu­vo, dice la his­to­ria: “Me han rapa­do las bar­bas, ya cre­ce­rán con más fuerzas”.

El Papa ins­ti­tu­yó aque­lla fecha de muer­te des­bo­ca­da como el de la Vir­gen del Rosa­rio por con­si­de­rar­la la pro­tec­to­ra de la fe duran­te la batalla.

El pri­me­ro de mayo de 1572 murió y un año des­pués el Sul­tán recu­pe­ró Túnez. La bata­lla de Lepan­to cerró el capí­tu­lo del Medi­te­rrá­neo en la his­to­ria euro­pea. A par­tir de 1731, los rosa­ri­nos fes­te­ja­ban como su día el de la Vir­gen, todos los pri­me­ros domin­gos de octubre.

El 3 de mayo de 1773, des­de la ciu­dad de Cádiz, lle­gó al cura­to del Pago de los Arro­yos la ima­gen de “Nues­tra Seño­ra del Rosa­rio” y que fue depo­si­ta­da en la igle­sia cons­trui­da en los terre­nos dona­dos por el capi­tán San­tia­go Mon­te­ne­gro, alcal­de de la San­ta Her­man­dad del lugar, el 12 de noviem­bre de 1757.

El gober­na­dor Manuel María de Irion­do con­vir­tió en ley, el 28 de junio de 1940, el 7 de octu­bre como “el Día de Rosario”.

Des­de enton­ces has­ta el pre­sen­te, los rosa­ri­nos cele­bran su iden­ti­dad y per­te­nen­cia en una fecha que recuer­da una de las masa­cres más tre­men­das del mun­do europeo.

Masa­cre san­ti­fi­ca­da y, en for­ma para­le­la, nega­da a la hora de recor­dar su significado.

Día de la Vir­gen no es igual a una fecha trágica.

Hubo una deli­be­ra­da recons­truc­ción de la his­to­ria a favor de intere­ses muy con­cre­tos y minoritarios.

Cada 7 de octu­bre, enton­ces, la ciu­dad cele­bra una masa­cre. Una mar­ca que per­ma­ne­ce en el ter­cer milenio.

-Rosa­rio está tras­pa­sa­da por la vio­len­cia ase­si­na del nar­co­trá­fi­co, como un emer­gen­te de una socie­dad que ha natu­ra­li­za­do el con­su­mo de sus­tan­cias y no ha tra­ba­ja­do en la pre­ven­ción y asis­ten­cia de las per­so­nas que lo pade­cen – expre­só el actual arzo­bi­pos rosa­rino, Eduar­do Mar­tín, el 7 de octu­bre de 2021.

“Pare­cie­ra que exis­te una lega­li­za­ción de hecho del comer­cio de dro­gas, que cuen­ta con un sis­te­ma finan­cie­ro pro­pio, y con una orga­ni­za­ción delic­ti­va supe­rior a la que cuen­ta el Esta­do para dar res­pues­ta”, continuó.

“¿Por qué nos está ganan­do la dro­ga, con su corre­la­to que es el nar­co­trá­fi­co, con su con­te­ni­do de dine­ro negro, de pode­ro­sas armas de fue­go, osten­ta­ción, lujo, vio­len­cia y muer­te?”, mani­fes­tó, y seña­ló la con­ni­ven­cia social, polí­ti­ca, judi­cial, y de las fuer­zas de segu­ri­dad que han pro­vo­ca­do esta situación.

Por su par­te el sacer­do­te Fabián Belay, refe­ren­te de la Pas­to­ral de Dro­ga­de­pen­den­cia, con­si­de­ró que en el últi­mo tiem­po el nar­co­trá­fi­co «cap­tó a muchos ado­les­cen­tes y jóve­nes». Indi­có que la pan­de­mia de Covid 19 «agu­di­zó un pro­ce­so que se venía dan­do» y en ese sen­ti­do pidió tra­ba­jar en red para que el pro­ble­ma «no avan­ce en futu­ras gene­ra­cio­nes». Sus refle­xio­nes se suman a las del mon­se­ñor Eduar­do Mar­tín, quien recien­te­men­te sos­tu­vo que la ciu­dad «está tras­pa­sa­da por la vio­len­cia asesina».

«La pan­de­mia agu­di­zó un pro­ce­so que se venía dan­do. Todo tie­ne que ver con la cap­ta­ción de muchos ado­les­cen­tes y jóve­nes. Lamen­ta­ble­men­te el resul­ta­do es lo que vemos, el incre­men­to de muer­tes de per­so­nas que el pro­me­dio de vida es cada vez más bajo», indi­có Belay.

-Son víc­ti­mas de las redes del nar­co­trá­fi­co – remar­có el sacerdote.

Lejos de la bata­lla de Lepan­to, la masa­cre de ori­gen del día de la vir­gen de Rosa­rio pare­ce repe­tir­se en dolo­res cau­sa­dos por nego­cios mafio­sos por aho­ra impunes.

Lejos de las cues­tio­nes divi­nas, tan­to el nar­co­trá­fi­co como el con­tra­ban­do de armas no tie­nen nada de fla­ge­los, de cas­ti­gos celes­tia­les, si no de nego­cios que mul­ti­pli­can el dine­ro en el cen­tro y la san­gre derra­ma­da en los barrios.

Así anda Rosa­rio, entre vio­len­cias san­ti­fi­ca­das y reales, atra­ve­sa­das de hipo­cre­sías varias.

Fuen­te: Pelo­ta de trapo

Itu­rria /​Fuen­te

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