Esta­dos Uni­dos. Iné­di­ta explo­sión de huel­gas con­tra empre­sas de alimentos

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 7 de octu­bre de 2021.

Tra­ba­ja­do­res har­tos de las con­di­cio­nes labo­ra­les, los bajos suel­dos y las con­se­cuen­cias de la pan­de­mia lle­van ade­lan­te huel­gas en dis­tin­tos pun­tos del país.

Los tra­ba­ja­do­res de las empre­sas ali­men­ti­cias de los Esta­dos Uni­dos se har­ta­ron de las pési­mas con­di­cio­nes labo­ra­les y los bajos suel­dos que les vie­nen impo­nien­do y en dis­tin­tos pun­tos del país se mul­ti­pli­can las huel­gas en las empre­sas del sector.

Unos 1.400 emplea­dos de las plan­tas de cerea­les de Kellogg Co. para­li­za­ron acti­vi­da­des esta sema­na tras seña­lar que las nego­cia­cio­nes con la com­pa­ñía sobre suel­dos y pres­ta­cio­nes se habían estan­ca­do. En Ken­tucky, una huel­ga de 420 tra­ba­ja­do­res de Hea­ven Hill Dis­ti­llery ya lle­va cua­tro sema­nas, según la agen­cia Asso­cia­ted Press.

Estos paros, con pique­tes inclui­dos, siguie­ron a las huel­gas que arre­cia­ron duran­te el verano del nor­te, entre las que se con­tó la lle­va­da a cabo por 600 tra­ba­ja­do­res en las ins­ta­la­cio­nes de Fri­to-Lay en Tope­ka, Kan­sas, y de 1.000 emplea­dos en las plan­tas de Nabis­co en varias par­tes de Esta­dos Unidos.

En junio, Smtih­field Foods logró evi­tar por esca­so mar­gen una huel­ga de miles de tra­ba­ja­do­res en una plan­ta en Sioux Falls, Dako­ta del Sur.

El núme­ro de huel­gas es inusual. Kellogg seña­la que es la pri­me­ra vez que sus emplea­dos de pro­ce­sa­mien­to de cerea­les en Esta­dos Uni­dos se decla­ran en huel­ga des­de 1972. La oca­sión ante­rior en que los tra­ba­ja­do­res de Nabis­co para­ron sus labo­res fue en 1969.

Duran­te los últi­mos 18 meses, y en el mar­co de la pan­de­mia del coro­na­vi­rus, fue­ron miles quie­nes debie­ron tra­ba­jar tur­nos de 12 horas y tiem­po extra obli­ga­to­rio para satis­fa­cer la demanda.

“Esta­mos pin­tan­do una raya”, dijo Rob Long, mecá­ni­co de pro­duc­ción que tra­ba­ja des­de hace 11 años en la plan­ta de Kellogg en Omaha, tal como publi­có AP.

Des­pués de déca­das de ver a las empre­sas redu­cir sala­rios y pres­ta­cio­nes, los tra­ba­ja­do­res del sec­tor de ali­men­tos pro­ce­sa­dos con­si­de­ran que tie­nen una inusual ven­ta­ja debi­do a la pan­de­mia, dijo Patri­cia Cam­pos Medi­na, direc­to­ra eje­cu­ti­va del Ins­ti­tu­to de los Tra­ba­ja­do­res en la escue­la de Rela­cio­nes Indus­tria­les y Labo­ra­les en la Uni­ver­si­dad Cornell.

La esca­sez de mano de obra sig­ni­fi­ca que las com­pa­ñías no pue­den sus­ti­tuir con faci­li­dad a los tra­ba­ja­do­res de la pro­duc­ción de ali­men­tos, agregó.

“Los tra­ba­ja­do­res en gene­ral están exi­gien­do a las com­pa­ñías que invier­tan más en la fuer­za de tra­ba­jo y que no sólo se lle­ven las ganan­cias para los accio­nis­tas”, agregó.

Itu­rria /​Fuen­te

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