Argen­ti­na. Repri­mir a les tra­ba­ja­do­res de la edu­ca­ción no es reivindicarles

Por Lucia­na Jou­li y May­ra Pedra­za, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 21 de octu­bre de 2021.

Sep­tiem­bre es el mes de rei­vin­di­ca­ción de las y los tra­ba­ja­do­res de la edu­ca­ción en Argen­ti­na. Docen­tes, secretarios/​as, estu­dian­tes, pro­fe­so­res, pre­cep­to­res, reme­mo­ran su día. En este sen­ti­do, es intere­san­te resal­tar la impor­tan­cia de rei­vin­di­car la tarea de la comu­ni­dad edu­ca­ti­va des­de el tra­ba­jo, des­de sus for­ta­le­zas, des­de las con­di­cio­nes en las que se desem­pe­ñan y decir­le no a los hechos de vio­len­cia hacia ellas y ellos.

La repre­sión a las y los docen­tes en la nor­te­ña pro­vin­cia de Sal­ta en el mes de agos­to reno­vó el deba­te sobre la fun­ción repre­si­va del Esta­do y su direc­cio­na­li­dad hacia los dife­ren­tes acto­res de la educación.

Salta: reprimen y excluyen a Docentes Autoconvocados de la negociación  paritaria – ANRed

Nues­tra his­to­ria recien­te con­tie­ne situa­cio­nes de repre­sión y vio­len­cia; entre ellas el caso de Car­los Fuen­teal­ba, ase­si­na­do por la espal­da por las fuer­zas de segu­ri­dad pro­vin­cia­les, la repre­sión en la pro­vin­cia de Neu­quén en 2007, con­tra las mani­fes­ta­cio­nes en recla­mo por la qui­ta de la pari­ta­ria nacio­nal y la repre­sión en la pro­vin­cia de Chu­but en noviem­bre de 2019, cuan­do docen­tes ejer­cían su dere­cho a recla­mos sala­ria­les, entre otras.

En Amé­ri­ca Lati­na el sec­tor edu­ca­ti­vo for­ma par­te de las fuer­zas socia­les que recla­man y luchan en defen­sa de una vida dig­na y lo hacen a par­tir de su par­ti­ci­pa­ción en gre­mios y orga­ni­za­cio­nes docen­tes como por ejem­plo FeCo­De (Fede­ra­ción Colom­bia­na de Tra­ba­ja­do­res de la Edu­ca­ción), el Cole­gio de Pro­fe­so­res de Chi­le (CPCh), gre­mios estu­dian­ti­les y movi­mien­tos socia­les edu­ca­ti­vos en lucha.

Dichos sec­to­res se expre­sa­ron en el esta­lli­do de #Chi­le­Des­per­tó en octu­bre de 2019, y en el #Paro­De­Co­lom­bia con­tra el pre­si­den­te Iván Duque, a prin­ci­pios del 2021, mien­tras que las fuer­zas arma­das mili­ta­res regu­la­res, así como tam­bién irre­gu­la­res de ambos paí­ses, repri­mie­ron las movilizaciones.

En Colom­bia, la Comi­sión de la Ver­dad seña­ló que 603 estu­dian­tes han sido ase­si­na­dos en los últi­mos 50 años. En 2021 se die­ron las muer­tes de Lucas Villa y Este­ban Mos­que­ra, líde­res estu­dian­ti­les de las movi­li­za­cio­nes en un país que lle­va, según Inde­paz, 109 ase­si­na­dos duran­te 2021.

En Chi­le, por su par­te, las movi­li­za­cio­nes estu­dian­ti­les se sos­tu­vie­ron des­de 2001. Las más reco­no­ci­das fue­ron el mochi­la­zo de 2001, la revo­lu­ción pin­güi­na de 2006 y los ini­cios del esta­lli­do social en 2019. La res­pues­ta de Cara­bi­ne­ros siem­pre ha sido repre­si­va, dejan­do en este últi­mo caso, según Human Rights Watch, casi 11.000 per­so­nas heri­das y 26 falle­ci­das, entre el 18 de octu­bre y el 20 de noviem­bre de 2019.

Más de 15.000 per­so­nas fue­ron dete­ni­das y vio­len­ta­das en las cár­ce­les, mien­tras que varias dece­nas sufrie­ron lesio­nes ocu­la­res, al ser alcan­za­das por per­di­go­nes dis­pa­ra­dos por Cara­bi­ne­ros con esco­pe­tas antidisturbios.

El 2020 tra­jo con­si­go el covid-19 y la digi­ta­li­za­ción de todos los ámbi­tos de la vida, la que ha teni­do el efec­to de agra­var la explo­ta­ción de las y los tra­ba­ja­do­res. El nivel de pola­ri­za­ción social y des­igual­dad glo­bal es sin pre­ce­den­te. Ya en 2016, según la ONG Oxfam, el 1% de la huma­ni­dad más rica con­tro­ló más de la mitad de la rique­za del mun­do y el 20% con­tro­ló el 94.5%, mien­tras el res­tan­te 80% de la huma­ni­dad tuvo que con­for­mar­se con ape­nas el 5,5% de las riquezas.

La modi­fi­ca­ción de los pro­ce­sos de pro­duc­ción se ace­le­ró a tra­vés de la digi­ta­li­za­ción de la eco­no­mía, que influ­yó e influ­ye direc­ta e indi­rec­ta­men­te sobre los pro­ce­sos edu­ca­ti­vos for­ma­les e infor­ma­les. Al res­pec­to, el infor­me del Obser­va­to­rio Otras Voces, “Pan­de­mia, Vacu­na­ción y retorno a cla­ses pre­sen­cia­les en Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be” de mayo de 2021 des­cri­be que “La capi­ta­li­za­ción bur­sá­til, seña­la que once com­pa­ñías tec­no­ló­gi­cas que ope­ran las Bol­sas de Valo­res, alcan­za­ron un valor de 3,2 billo­nes de dóla­res duran­te la pan­de­mia –y con­ti­núa en ascen­so- en con­tras­te con la caí­da del PIB glo­bal de 4,5 billo­nes de dólares”.

Y resal­ta que “bue­na par­te de estas com­pa­ñías están vin­cu­la­das direc­ta­men­te con los entor­nos edu­ca­ti­vos, y su des­plie­gue en la virtualidad”.

Así como en el capi­ta­lis­mo indus­trial, en el que las y los tra­ba­ja­do­res se encon­tra­ban en un mis­mo lugar, la fábri­ca, orga­ni­za­da bajo la lógi­ca del tra­ba­jo común y com­bi­na­do. Hoy, los cam­bios estruc­tu­ra­les en su fase digi­tal empu­jan a las y los tra­ba­ja­do­res hacia las “nue­vas fábri­cas” del terri­to­rio vir­tual, las cua­les, con sus pla­ta­for­mas y redes socia­les, cons­tru­yen nue­vos valo­res organizativos.

En el 2020, en Argen­ti­na los sala­rios fue­ron deva­lua­dos duran­te la pan­de­mia. Eco­la­ti­na, con­sul­to­ra pri­va­da, publi­có en octu­bre de 2020 un infor­me según el cual advir­tió que la recu­pe­ra­ción del sala­rio real se inte­rrum­pió. Has­ta mar­zo el sala­rio for­mal había cre­ci­do más de 5% en tér­mi­nos reales, pos­te­rior­men­te el segun­do tri­mes­tre arro­jó que el incre­men­to acu­mu­la­do fue de sólo 0,5%.

Para el últi­mo tri­mes­tre la con­sul­to­ra pro­yec­tó que el retro­ce­so fue­ra cer­cano a 3%, suman­do tres años con­se­cu­ti­vos de caí­da labo­ral (que en 2021 sería el cuarto).

En el sec­tor edu­ca­ti­vo las y los docen­tes tuvie­ron que hacer­se car­go de gas­tos aso­cia­dos a las nue­vas moda­li­da­des de ense­ñan­za-apren­di­za­je, ya que las estruc­tu­ras dis­pues­tas por los Esta­dos-nación no res­pon­die­ron con la mis­ma inme­dia­tez con que la vir­tua­li­dad medió los procesos.

Ade­más, la dis­con­ti­nui­dad del Pro­gra­ma Conec­tar Igual­dad en el 2015 – 2019 en Argen­ti­na, eli­mi­na­do por el gobierno del enton­ces pre­si­den­te Mau­ri­cio Macri, suma­do a la ausen­cia de un sóli­do pro­gra­ma de sobe­ra­nía tec­no­ló­gi­ca, gene­ra­ron un incre­men­to de la bre­cha tecnológica/​educativa de las y los tra­ba­ja­do­res y estu­dian­tes del sis­te­ma educativo.

Para sumar datos que refle­jan la sobre­car­ga labo­ral de las y los docen­tes duran­te el 2020, según la Eva­lua­ción del Pro­ce­so de Con­ti­nui­dad Peda­gó­gi­ca del Minis­te­rio de Edu­ca­ción de la Nación, nue­ve de cada 10 docen­tes dije­ron que su tra­ba­jo aumen­tó en el con­tex­to de ais­la­mien­to, pro­fun­di­za­do más aún para las muje­res, tenien­do en cuen­ta que en el sis­te­ma edu­ca­ti­vo ocho de cada 10 tra­ba­ja­do­ras son mujeres.

Si bien las cla­ses domi­nan­tes bus­can legi­ti­mar una nue­va fase de su domi­na­ción pre­sen­tan­do la vir­tua­li­dad como un pro­ce­so de mayor liber­tad y eman­ci­pa­ción para las y los tra­ba­ja­do­res, estos cam­bios en las rela­cio­nes de tra­ba­jo no sig­ni­fi­can otra cosa que mayor explo­ta­ción y precarización.

Es en este sen­ti­do que apa­re­ce la vio­len­cia como sos­tén del pro­ce­so de explo­ta­ción. Las cla­ses domi­nan­tes nece­si­tan impo­ner estas nue­vas for­mas de vida, hege­mo­ni­zar su sen­ti­do común, y bus­can hacer­lo por dife­ren­tes vías.

Según William Robin­son, pro­fe­sor de socio­lo­gía en la Uni­ver­si­dad de Cali­for­nia, es posi­ble iden­ti­fi­car en la actua­li­dad la exis­ten­cia de un Esta­do poli­cía­co glo­bal. Su enfo­que refie­re a meca­nis­mos suma­men­te sofis­ti­ca­dos y com­ple­ji­za­dos de dis­ci­pli­na­mien­to e hiper­vi­gi­lan­cia a tra­vés de la mani­pu­la­ción y pro­ce­sa­mien­to de gran­des flu­jos de infor­ma­ción que cir­cu­lan en la red de “huma­nos y cosas interconectados”.

Del mis­mo modo y en para­le­lo, el capi­ta­lis­mo no ha aban­do­na­do los enfren­ta­mien­tos mili­ta­res de alta inten­si­dad en su estra­te­gia de con­trol social, en la región lati­no­ame­ri­ca­na con las repre­sio­nes de movi­mien­tos socia­les y gremiales.

Del mis­mo modo, pode­mos iden­ti­fi­car en el sec­tor edu­ca­ti­vo herra­mien­tas de dis­ci­pli­na­mien­to e hiper­vi­gi­lan­cia de las lla­ma­das “soft-power”, las cua­les refie­ren a la capa­ci­dad de cons­truc­ción de poder a tra­vés de la per­sua­sión en lugar de la coerción.

Hemos vis­to cómo el law­fa­re atra­ve­só el sis­te­ma edu­ca­ti­vo, cómo se incre­men­ta la des­le­gi­ti­ma­ción cons­tan­te del sis­te­ma edu­ca­ti­vo en los medios masi­vos de comu­ni­ca­ción y cómo se desa­rro­lla el con­trol de cada sol­da­do-ciu­da­dano a tra­vés del uso de los dis­po­si­ti­vos tecnológicos. 

Fren­te a estas for­mas del capi­tal de impo­ner su pro­yec­to, las fuer­zas del pue­blo, en el rol de tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res, nece­si­ta poten­ciar su pro­pia red popu­lar. Agu­di­zar las des­tre­zas pro­pias, pro­fun­di­zar la orga­ni­za­ción edu­ca­ti­va en for­ma colec­ti­va y en red, con pro­yec­ción local, regio­nal y global.

Todo ello en fun­ción de pro­yec­tos polí­ti­cos edu­ca­ti­vos que per­mi­tan cons­truir herra­mien­tas que brin­den la posi­bi­li­dad de acor­tar los tiem­pos de res­pues­ta a pro­ble­má­ti­cas situa­das, y que per­mi­tan cons­truir una res­pues­ta sis­té­mi­ca y un pro­yec­to edu­ca­ti­vo que sea del y para el pue­blo, don­de las y los tra­ba­ja­do­res sean los acto­res y acto­ras de esta tarea y ten­gan con­di­cio­nes de vida digna.

* Jou­li es Licen­cia­da en Edu­ca­ción Espe­cial. Pedra­za es Licen­cia­da en Cien­cias Polí­ti­cas. Ambas miem­bros del Cen­tro de Estu­dios y For­ma­ción en Polí­ti­ca Edu­ca­ti­va (CEFOPED), aso­cia­do al Cen­tro Lati­no­ame­ri­cano de Aná­li­sis Estra­té­gi­co (CLAE)

Fuen­te: Estrategia

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *