Argen­ti­na. La ultra­de­re­cha avan­za: El anar­co- libe­ra­lis­mo mues­tra los colmillos

Por Eduar­do Luci­ta*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 de octu­bre de 2021.

La con­so­li­da­ción del voto a la dere­cha ins­ti­tu­cio­na­li­za­da y el ascen­so de una dere­cha ultra­li­be­ral con­ser­va­do­ra encen­dió las alar­mas y pulu­lan los aná­li­sis ten­dien­tes a des­en­tra­ñar este fenó­meno ines­pe­ra­do.
En las recien­tes PASO la abs­ten­ción y el voto en blan­co domi­na­ron el esce­na­rio don­de el Fren­te de Todos per­dió volu­men de votos mien­tras que Jun­tos por el Cam­bio no cre­ció. A la vera de estas dos coa­li­cio­nes se des­ta­can la pre­sen­cia de una izquier­da anti­ca­pi­ta­lis­ta (FIT‑U) que aún limi­ta­da logra posi­cio­nar­se como ter­ce­ra fuer­za a nivel nacio­nal y la fan­tas­mal apa­ri­ción de una dere­cha ultra­li­be­ral y antipolítica.

Orde­nan­do el cua­dro
En la medi­da que el régi­men de la demo­cra­cia libe­ral (dele­ga­ti­va) se ha ido ins­ti­tu­cio­na­li­zan­do se ha impues­to un arti­lu­gio más que super­fi­cial: a la dere­cha se la ubi­ca en el cen­tro (en el mejor de los casos en el cen­tro dere­cha) y al cen­tro en el cen­tro izquier­da (cuan­do no en la izquier­da direc­ta­men­te). Con­vie­ne enton­ces des­ar­mar esta con­fi­gu­ra­ción para pre­ci­sar el aná­li­sis.
JxC (o Jun­tos según el dis­tri­to) es cla­ra­men­te una coa­li­ción homo­gé­nea­men­te de dere­cha, con un ala más polí­ti­ca pero no menos dere­chis­ta. Cla­ro que se tra­ta de una dere­cha cul­po­sa, que no se iden­ti­fi­ca como tal. El mer­ca­do como mejor asig­na­dor de recur­sos, como la medi­da de valor de todos los valo­res, la meri­to­cra­cia y un repu­bli­ca­nis­mo vacío son los ejes que la defi­nen. Por el con­tra­rio el FdT es una coa­li­ción cen­tris­ta, mucho más hete­ro­gé­nea que com­bi­na dere­cha, cen­tro dere­cha y cen­tro izquier­da, y cada uno de estos com­po­nen­tes jue­ga, no sin con­tra­dic­cio­nes, según el momen­to y la mag­ni­tud de la cri­sis. Inter­ven­cio­nis­mo esta­tal, dis­tri­bu­cio­nis­mo, neo­de­sa­rro­llis­mo y nue­vos dere­chos socia­les son sus coor­de­na­das principales.

Ibe­ro­amé­ri­ca, el obje­ti­vo.
La Liber­tad Avan­za y Avan­za Liber­tad son los sellos elec­to­ra­les con que estas nue­vas dere­chas se pre­sen­ta­ron en CABA y en Pro­vin­cia de Bue­nos Aires. Su pre­sen­cia no es un fenó­meno polí­ti­co solo local, sino que for­ma par­te de una olea­da dere­chis­ta glo­bal, que ha teni­do has­ta aho­ra mayor pre­sen­cia en EEUU y en Euro­pa pero que se está exten­dien­do a nues­tra región. Des­de el 2008 se están suce­dien­do reunio­nes y foros que bus­can pri­me­ro esta­ble­cer una coor­di­na­ción de los par­ti­dos de dere­cha y lue­go virar a una Inter­na­cio­nal Ibe­ro­ame­ri­ca­na, en casi todas estas reunio­nes está pre­sen­te el escri­tor Mario Var­gas Llo­sa, una suer­te de gurú de la tribu.

Más allá de las dife­ren­cias que tie­nen entre sí, los reúne el anti­pro­gre­sis­mo. Han impues­to la noción de «mar­xis­mo cul­tu­ral» al que acu­san de toda la degra­da­ción de los valo­res occi­den­ta­les y de impo­ner la ideo­lo­gía de géne­ro. En ese sen­ti­do son tam­bién res­pues­tas a la ola ver­de que reco­rre varios con­ti­nen­tes. Todas estas acti­vi­da­des son con­vo­ca­das por una red de fun­da­cio­nes para la liber­tad que reco­no­cen como su cen­tro a la Red Atlas (Atlas Net­work en inglés) fun­da­da para «ayu­dar a la crea­ción de eco­no­mías de mer­ca­do en los paí­ses en vías de desa­rro­llo», entre ellos los de Amé­ri­ca lati­na. A esta red está inte­gra­da la Atlas Eco­no­mic Research Foun­da­tion con sede en EEUU que, se dice, diri­ge un argen­tino que esta­ría vin­cu­la­do al Depar­ta­men­to de Estado.

Estas ultra­de­re­chas son la con­tra­par­ti­da de la deca­den­cia social impues­ta por déca­das de neo­li­be­ra­lis­mo ‑con­cen­tra­ción de la rique­za y expan­sión de la pobre­za- en el mun­do, que han impues­to la idea de que no hay sali­da. Estas dere­chas no tie­nen temo­res ni cul­pa algu­na en que las iden­ti­fi­quen como lo que real­men­te son. Se pro­po­nen cam­biar el mun­do y se nutren de par­te de la rebel­día juve­nil cre­cien­te ante la fal­ta de alter­na­ti­vas. Se plan­tan como refe­ren­tes polí­ti­cos a tra­vés de las redes y los foros de inter­net has­ta que una vez logra­da cier­ta masa crí­ti­ca pasan a dispu­tar poder den­tro de las ins­ti­tu­cio­nes de la demo­cra­cia libe­ral que cuestionan.

El caso argen­tino.
En las últi­mas déca­das nin­gu­na de las frac­cio­nes bur­gue­sas de nues­tro país ha logra­do desa­rro­llar las fuer­zas pro­duc­ti­vas con una pers­pec­ti­va de futu­ro (en 50 años el cre­ci­mien­to del PBI pro­me­dió 2,5% anual mien­tras que el mun­dial era del 5%), nues­tra deca­den­cia ‑pobre­za, indi­gen­cia, cri­sis de los ser­vi­cios públi­cos, fal­ta de pro­yec­tos nacio­na­les- es más que visi­ble. Para peor el macris­mo expro­pió el futu­ro y el actual gobierno no ha podi­do repo­ner la espe­ran­za. Este con­tex­to es terreno fér­til para la crí­ti­ca a las «eli­tes», a la «cas­ta polí­ti­ca», inclu­so al «sis­te­ma» (de la demo­cra­cia libe­ral, no al de domi­na­ción).
Entre noso­tros este fenó­meno ‑mez­cla del Vox espa­ñol y el bol­so­na­ris­mo bra­si­le­ro- se está con­su­man­do a tra­vés de un per­so­na­je casi bufo­nes­co, muy mediá­ti­co. Sus inter­ven­cio­nes sue­len ser pro­vo­ca­do­ras y dis­rup­ti­vas, siem­pre con énfa­sis en la defen­sa de «la liber­tad ame­na­za­da» y en con­tra «el comu­nis­mo que nos ace­cha». Se tra­ta de un eco­no­mis­ta for­ma­do en la Escue­la Aus­tría­ca, basa­da en el indi­vi­dua­lis­mo meto­do­ló­gi­co y en el sub­je­ti­vis­mo, fren­te a la Teo­ría del Valor Tra­ba­jo opo­ne la del Valor Sub­je­ti­vo. Esta corrien­te de pen­sa­mien­to es fuer­te­men­te crí­ti­ca del key­ne­sia­nis­mo, del neo­cla­si­cis­mo y del mar­xis­mo. Se ins­cri­be ade­más en el «liber­ta­lis­mo» una ten­den­cia mun­dial pro­fun­da­men­te anti­es­ta­do que pro­mue­ve el indi­vi­dua­lis­mo filo­só­fi­co (tra­di­ción has­ta aho­ra inexis­ten­te entre noso­tros) que como dice el eco­no­mis­ta y jefe de redac­ción de «Nue­va Socie­dad», Pablo Ste­fa­no­ni, «ha regis­tra­do que una fran­ja de la socie­dad quie­re una ofer­ta de dere­cha más ideo­ló­gi­ca y menos cul­po­sa, ale­ja­da del dis­cur­so de ges­tión y post-ideo­ló­gi­co que enun­cia la dere­cha más tra­di­cio­nal». Así com­bi­na ultra­li­be­ra­lis­mo eco­nó­mi­co y con­ser­va­du­ris­mo social (se pro­cla­ma liber­ta­rio pero no tie­ne empa­cho en lle­var como segun­da en su lis­ta a una defen­so­ra de la dic­ta­du­ra mili­tar del ’76).

Desa­fíos.
Los votos que obtu­vie­ron ambas for­ma­cio­nes en las PASO suman a nivel nacio­nal 7,5% (unos 600.000 votos) pero solo se pre­sen­ta­ron en dos dis­tri­tos, pue­de que el alcan­ce sea mayor y los argu­men­tos dere­chis­tas a ultran­za estén lle­gan­do a sec­to­res antes impen­sa­dos. No hay dudas de que la expan­sión de la pobre­za, la cares­tía de la vida, el temor a per­der el empleo, la ausen­cia de un pro­yec­to de futu­ro y el indi­vi­dua­lis­mo que este vacío con­lle­va ali­men­tan estas alter­na­ti­vas anti­so­cia­les.
Cons­ti­tu­ye enton­ces un nue­vo desa­fío para la izquier­da anti­ca­pi­ta­lis­ta y los sec­to­res pro­gre­sis­tas, que no pare­cie­ra pue­dan resol­ver­se con des­ca­li­fi­ca­cio­nes o crí­ti­cas super­fi­cia­les. Por el con­tra­rio cono­cer sus argu­men­tos y demos­trar que su pues­ta en prác­ti­ca solo pro­fun­di­za­rá las con­di­cio­nes actua­les, mien­tras se reva­lo­ri­za la espe­ran­za en un futu­ro que ten­ga como cen­tro pro­ta­gó­ni­co a los tra­ba­ja­do­res y los sec­to­res popu­la­res, será un buen pun­to de partida.

*Inte­gran­te del colec­ti­vo EDI (Eco­no­mis­tas de Izquierda).

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