Pales­ti­na. Vio­la­cio­nes israe­líes con­tra niños palestinos

Resu­men Medio Orien­te, 18 de sep­tiem­bre de 2021-.

Pocas per­so­nas en todo el mun­do saben cómo es la vida de los niños pales­ti­nos, lo inse­gu­ros que se sien­ten en sus hoga­res y lo que pasan todos los días debi­do a la ocu­pa­ción israelí.

La reali­dad mues­tra lo que es des­per­tar­se con mie­do todos los días por estos meno­res. Ata­ques noc­tur­nos: des­per­tar­se a las 3 am con el soni­do de latas de gas, bom­bar­deos cer­ca de su ven­ta­na o fuer­zas israe­líes que inten­tan inva­dir su hogar. Hay momen­tos en que te des­pier­tas y encuen­tras a un sol­da­do israe­lí que ya está en su habi­ta­ción, rom­pien­do mis jugue­tes con su arma mien­tras apun­ta su arma a la cabe­za de los invasores.

Esta sema­na, los líde­res mun­dia­les se reu­ni­rán en la Asam­blea Gene­ral de las Nacio­nes Uni­das en Nue­va York y las reunio­nes del Con­se­jo de Dere­chos Huma­nos de la ONU se lle­va­rán a cabo en Gine­bra. Esta oca­sión es una gran opor­tu­ni­dad para que la comu­ni­dad inter­na­cio­nal pon­ga fin a su silen­cio sobre los abu­sos que enfren­tan los niños pales­ti­nos. Israel está vio­lan­do repe­ti­da­men­te los dere­chos y el dere­cho inter­na­cio­na­les con impunidad.

Estos dere­chos son los míni­mos para la dig­ni­dad huma­na. La mayo­ría de las liber­ta­des bási­cas, inclui­do el dere­cho a la vida, a menu­do se vio­lan al extin­guir vidas de mane­ra ase­si­na. En este con­tex­to, la lucha que se pre­sen­ta es por supe­rar los sen­ti­mien­tos de tris­te­za, estrés, sole­dad y mie­do pro­vo­ca­dos por el uso exce­si­vo de la fuer­za en nues­tra con­tra, diri­gi­do a nues­tras fami­lias, escue­las y hoga­res. Los resi­den­tes y sus hijos en Gaza viven con el temor de ser blan­co de bom­bas israe­líes todos los días.

Como un capí­tu­lo repe­ti­do una y otra vez en una serie. Los sol­da­dos israe­líes inva­den nues­tras aldeas y pron­to comien­zan a dis­pa­rar con­tra todos los que ven en las calles. Cuan­do un niño sale de casa pre­sa del páni­co o para bus­car a sus seres que­ri­dos, se con­vier­te en obje­ti­vo del per­so­nal mili­tar con muni­ción real.

Es lamen­ta­ble que el mun­do esté pre­sen­cian­do el geno­ci­dio pales­tino, una mate­má­ti­ca maca­bra que per­mi­te solo tres horas de ener­gía, menos agua y ali­men­tos que un ser humano nece­si­ta. Pero pare­ce que cada pér­di­da de vidas «pro­gra­ma­da» de los opri­mi­dos pare­ce man­te­ner­los más fuer­tes, cada bala que los mata siem­bra más espe­ran­za y los hace más deci­di­dos a resis­tir esta ocupación.

Israel es el úni­co país del mun­do que habi­tual­men­te arres­ta, detie­ne y juz­ga a niños en un sis­te­ma judi­cial militar.

No es raro que his­to­rias como Ahed Tami­mi, reclui­da duran­te ocho meses en una pri­sión israe­lí cuan­do solo tenía 16 años. Se que­dó con muchas otras muje­res y niños. Algu­nos esta­ban bajo “deten­ción admi­nis­tra­ti­va”, lo que sig­ni­fi­ca que pue­den per­ma­ne­cer en pri­sión, sin car­gos ofi­cia­les ni jui­cio, duran­te años.

Los niños pales­ti­nos reclui­dos en cár­ce­les israe­líes se enfren­tan a muchos trau­mas. A pesar de todo lo que han pasa­do, inclu­so des­pués de su libe­ra­ción, muchos ya no podrán dis­fru­tar de su infancia.

Dete­ni­dos en las fron­te­ras, no tie­nen padres ni un abo­ga­do que los acom­pa­ñe, lo que hace que el inte­rro­ga­to­rio israe­lí sea ile­gal según el dere­cho inter­na­cio­nal. Pero para los israe­líes no importa.

No es difí­cil tes­ti­fi­car sobre los abu­sos de los dere­chos huma­nos y las vio­la­cio­nes del dere­cho inter­na­cio­nal que enfren­tan los niños pales­ti­nos. Inclu­so perio­dis­tas ára­bes como Giva­ra Budei­ri fue­ron arres­ta­dos vio­len­ta­men­te por las fuer­zas israe­líes mien­tras cubrían una mani­fes­ta­ción pací­fi­ca en el barrio de Sheikh Jarrah de la Jeru­sa­lén Orien­tal ocu­pa­da. Otros tes­ti­mo­nios que la ONU debe vigi­lar son el des­pla­za­mien­to for­za­do de fami­lias pales­ti­nas y el robo de tie­rras y recur­sos natu­ra­les en el Valle del Jordán.

El Con­se­jo de Dere­chos Huma­nos de la ONU ha soli­ci­ta­do a los Esta­dos miem­bros que coope­ren ple­na­men­te con su Comi­sión de Inves­ti­ga­ción sobre las vio­la­cio­nes del dere­cho inter­na­cio­nal huma­ni­ta­rio y los dere­chos huma­nos en el terri­to­rio pales­tino ocu­pa­do. Pero la velo­ci­dad de las inves­ti­ga­cio­nes es deli­be­ra­da­men­te ralen­ti­za­da por Esta­dos Uni­dos e Israel.

Los niños pales­ti­nos tie­nen dere­cho a estar segu­ros en sus hoga­res y escue­las. Tie­nen dere­cho a no sufrir aco­so, vio­len­cia, deten­cio­nes arbi­tra­rias ni ata­ques de sol­da­dos y colo­nos israe­líes. La comu­ni­dad inter­na­cio­nal no pue­de seguir hacien­do la vis­ta gor­da ante la difí­cil situa­ción de los pales­ti­nos, ya que muchos en otros tiem­pos han hecho la vis­ta gor­da ante el holo­caus­to. Una his­to­ria que se repi­te, don­de el opri­mi­do en otros tiem­pos se con­vier­te en opresor.

Todo ser dota­do del sen­ti­mien­to de huma­ni­dad al dar­se cuen­ta de la injus­ti­cia social debe sem­brar espe­ran­za para el futu­ro. El mun­do se con­ver­ti­rá en un lugar mejor, don­de no haya ocu­pa­ción ni colo­ni­za­ción, don­de todos sean igua­les, don­de los pales­ti­nos pue­dan vivir sus vidas en liber­tad y dignidad.

Sin embar­go, para lle­var a cabo estas u otras trans­for­ma­cio­nes, el éxi­to no se pue­de lograr por sí sola: la comu­ni­dad inter­na­cio­nal debe poner fin a su silen­cio y estar al lado de la lucha con­tra la opresión.

En este asun­to, los pales­ti­nos deben ser libe­ra­dos de las ‘cáma­ras’ que matan len­ta­men­te bajo con­trol israe­lí, a dife­ren­cia de las que ardían rápi­da­men­te en otras épo­cas hechas por los nazis en la segun­da gue­rra. La his­to­ria se repi­te con otros acto­res, fren­te al mun­do que vuel­ve a callar.

Fuen­te: TeleSur

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