Argen­ti­na. Repu­dio al pedi­do de liber­tad del pro­xe­ne­ta y femi­ci­da de Andrea N. López, Víc­tor Purreta

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 6 de julio de 2021.

Para adhe­rir a este pedi­do: man­dar adhe­sión al mail:
convocatoria.​cafe.​andrealopez@​gmail.​com
Asi­mis­mo soli­ci­ta­mos se envíen mails a al correo del Juz­ga­do con esta mis­ma car­ta u otra opo­nién­do­se a ese pedi­do de Purre­ta. Mail: juzejecpenal1-​sr@​juslapampa.​gob.​ar y al
Juez: Dr. Mar­tín O. SARAVIA: msaravia@​juslapampa.​gob.​ar de la Pampa.

Sín­te­sis de las razo­nes por las que adhe­ri­mos al pedi­do de Julia P. Ferrey­ra:
Sr. Juez a car­go del Juz­ga­do
Julia Ferre­ya, madre de Andrea Noe­mí López pudo lle­var ade­lan­te todo el reco­rri­do en la bús­que­da de su hija y de con­se­guir la con­de­na del pro­xe­ne­ta y femi­ci­da, con el apo­yo del movi­mien­to femi­nis­ta y de muje­res. Toda­vía no con­si­guió encon­trar el cuer­po de su hija. Aho­ra la apo­ya­mos con este pedido.

Andrea Noe­mí López, nació en San­ta Rosa, La Pam­pa, el 20 de sep­tiem­bre de 1979 y cono­ció a Purre­ta a la edad de 16 años, cuan­do comen­za­ron su rela­ción.
Andrea Noe­mí López fue ase­si­na­da el 10 de febre­ro de 2004 en San­ta Rosa, La Pam­pa por su pare­ja el pro­xe­ne­ta y ex boxea­dor Víc­tor Purre­ta, padre de su hijo de solo 4 años a ese momen­to y su cuer­po no ha sido aun encon­tra­do.
Andrea era una joven tra­ba­ja­do­ra de la empre­sa Cal­zar cuan­do su vida se cru­za con la del boxea­dor con quien tuvo a su hijo. El femi­ci­dio de Andrea fue la cró­ni­ca de una muer­te anun­cia­da de un lar­go cal­va­rio de some­ti­mien­to a la vio­len­cia de la pros­ti­tu­ción que ejer­ció Purre­ta sobre Andrea, quien al poco tiem­po de estar en pare­ja con la joven comen­zó a explo­tar­la sexual­men­te y ante las nega­ti­vas de ella la gol­pea­da feroz­men­te.
La vida de Andrea López y la incan­sa­ble bús­que­da de su mamá Julia Ferrey­ra per­mi­tie­ron expo­ner con cru­de­za la vio­len­cia que se ejer­ce sobre las muje­res que son ingre­sa­das al sis­te­ma pros­ti­tu­yen­te.
Per­mi­tió ver cómo en su momen­to, el Esta­do a tra­vés de las áreas corres­pon­dien­tes, no dio res­pues­tas que pudie­ran pre­ve­nir y asis­tir ade­cua­da­men­te a Andrea y a otras muje­res que tam­bién fue­ron ase­si­na­das en con­tex­to de ser pros­ti­tui­das.
A fines de ese febre­ro de 2004, Julia Ferrey­ra, su madre comen­zó la bús­que­da de su hija, de quien el femi­ci­da Purre­ta nega­ba tener cono­ci­mien­to, dicien­do que se había aban­do­na­do la casa.
Recu­rrió a los orga­nis­mos del Esta­do pam­peano, inter­pe­ló al gobierno y a la socie­dad bus­can­do a su hija Andrea Noe­mí López de 24 años enton­ces, de la que no tenía noti­cias des­de el 10 de febre­ro.
Julia impul­só, ini­cial­men­te, dos cau­sas en la jus­ti­cia pam­pea­na: “LOPEZ Andrea Noe­mí s/​Des­apa­ri­ción de Per­so­na” cau­sa 354704 y “PURRETA Víc­tor Manuel S/​Pro­mo­ción y Faci­li­ta­ción a la Pros­ti­tu­ción” cau­sa 361904; en este últi­mo expe­dien­te cons­tan decla­ra­cio­nes que ates­ti­guan que Purre­ta gol­pea­ba a Andrea has­ta des­fi­gu­rar­la, para poder pros­ti­tuir­la. Por esta cau­sa Purre­ta fue con­de­na­do a 5 años de pri­sión.
Des­pués de cua­tro años de jui­cio, Julia con­si­guió la tenen­cia del hijo de Andrea.
Con la asis­ten­cia pro­fe­sio­nal de una abo­ga­da par­ti­cu­lar, se logra­ron agi­li­zar estas actua­cio­nes lega­les, duran­te las cua­les Julia seguía sos­te­nien­do que el padre de su nie­to era el res­pon­sa­ble de la des­apa­ri­ción de Andrea y su pro­xe­ne­ta. Cuan­do obtie­ne la tenen­cia de su nie­to, Julia pue­de acce­der como que­re­llan­te a la cau­sa por la des­apa­ri­ción de Andrea y a par­tir de ese momen­to se apor­ta­ron prue­bas que per­mi­tie­ron, en octu­bre de 2014, la con­de­na de Víc­tor Purre­ta por el femi­ci­dio de Andrea. Antes tam­bien había sido con­de­na­do por pros­ti­tuir a Andrea.
En junio del año 2008, Purre­ta se casó con otra joven a la que inten­tó pros­ti­tuir median­te vio­len­cia, mal­tra­tos ver­ba­les y físi­cos, que inclu­ye­ron ame­na­zas de muer­te con un arma de fue­go; fue­ron nece­sa­rias ocho denun­cias por mal­tra­to para que la jus­ti­cia actua­ra y lo con­de­na­ra nue­va­men­te a un año y seis meses de pri­sión el 12 de febre­ro de 2010.
En el año 2012, Purre­ta fue con­de­na­do en un jui­cio abre­via­do a 7 años y medio por faci­li­ta­mien­to de la pros­ti­tu­ción a otra joven mujer.
El 7 de octu­bre del 2014, la Cáma­ra en lo Cri­mi­nal Nº 1, por una­ni­mi­dad falló con­de­nan­do a Víc­tor Manuel PURRETA, como autor mate­rial y penal­men­te res­pon­sa­ble del deli­to de Homi­ci­dio Sim­ple, a la pena de DIECIOCHO AÑOS de pri­sión, y UNIFICANDO las penas de las con­de­nas ante­rio­res, se le impu­so PENA ÚNICA de VEINTICINCO AÑOS DE PRISIÓN, man­te­nien­do su con­di­ción de Rein­ci­den­te.
El ase­si­na­to de Andrea fue pre­sen­cia­do por su peque­ño hijo, cuyo tes­ti­mo­nio, cuan­do final­men­te estu­vo en con­di­cio­nes de con­tar los hechos, a la edad de 12 años median­te el uso de la Cáma­ra Ges­sell, fue cen­tral en la con­de­na del femi­ci­da Purre­ta.
En el año 2015, estan­do en pri­sión se casó nue­va­men­te y el Ser­vi­cio Peni­ten­cia­rio Fede­ral le auto­ri­za a Purre­ta, una sali­da para con­traer matri­mo­nio en la loca­li­dad de Vic­to­ri­ca La Pam­pa.
La fami­lia de Andrea sigue espe­ran­do que Purre­ta diga dón­de está el cuer­po de Andrea.
Trans­cri­bi­mos dos párra­fos de la sen­ten­cia de con­de­na que ilus­tran quien es este femi­ci­da: -… “… los cua­tro Licen­cia­dos en Psi­co­lo­gía, mani­fes­ta­ron que Purre­ta es un
psi­có­pa­ta, o una per­so­na con pro­fun­dos ras­gos psi­co­pá­ti­cos; expli­ca­ron cuál es la con­duc­ta
del psi­có­pa­ta en cuan­to a obje­ti­vi­zar a la víc­ti­ma, la fal­ta de empa­tía con el otro, no
repre­sen­tar­se los sen­ti­mien­tos de quien ha toma­do como un obje­to e inclu­so es una per­so­na
que pue­de matar; al res­pec­to …. indi­có que un psi­có­pa­ta pue­de ser un ase­sino
serial…”
Y: “…Es en la Cáma­ra Gesell don­de cuen­ta que esa noche del 09/​02/​2004 o madru­ga­da del día 10, su padre había empren­di­do a gol­pes con­tra su mamá Andrea con un reben­que, pata­das, trom­pa­das; la levan­tó del cue­llo y la sos­tu­vo en el aire y cuan­do la bajó no tuvo más movi­mien­tos;”
“…Pero es de des­ta­car que el mis­mo día en que su madre murió, Car­li­tos lo mani­fes­tó en la casa de Mario Pin­tos – esto lo decla­ró la tes­ti­go C.D. que se encon­tra­ba de visi­ta en ese domi­ci­lio-
quien rela­tó que ese día lle­ga­ron a la casa de Pin­tos, Purre­ta acom­pa­ña­do por un niño de 3 o
4 años, pidien­do un auto y una pala; tam­bién dijo que el niño le mani­fes­ta­ba a quien lo
qui­sie­ra oir, en este caso Pin­tos y S. M. ; papá le pegó a mamá se des­ma­yó y no la pode­mos des­per­tar;”.
“…Que Andrea en los últi­mos tiem­pos se había pues­to fir­me para dejar la pros­ti­tu­ción que la obli­ga­ba a ejer­cer Purre­ta – según dichos de tes­ti­gos-; esto segu­ra­men­te y des­de el pun­to de vis­to del psi­có­pa­ta, tal como fue defi­ni­do por los Licen­cia­dos …, se tra­ta de un suje­to que obje­ti­vi­za a las per­so­nas que están a su lado y las uti­li­za en su pro­pio bene­fi­cio; cuan­do este obje­to deja de tener esa fun­ción de herra­mien­ta que le asig­na, el psi­có­pa­ta tie­ne la posi­bi­li­dad de des­ha­cer­se de él; Purre­ta deci­dió des­truir el obje­to que le había sido útil duran­te 10 años de su vida”
Actual­men­te el femi­ci­da ha soli­ci­ta­do sali­das tran­si­to­rias del penal, a lo que la fami­lia de Andrea se opo­ne, aten­to a las con­di­cio­nes de pro­xe­ne­ta y ase­sino, ade­más de cons­ti­tuir un peli­gro para su hijo y para la fami­lia.
Julia, en estos lar­gos años que ha tran­si­ta­do la bús­que­da, se ha for­ta­le­ci­do en el dolor y en la impo­ten­cia de no tener res­pues­tas, pero no ha baja­do los bra­zos y hoy está, nue­va­men­te, pidien­do la apa­ri­ción del cuer­po de Andrea y exi­gien­do que la Jus­ti­cia no auto­ri­ce para el femi­ci­da y pro­xe­ne­ta de Andrea, el bene­fi­cio de sali­das tran­si­to­rias que ha soli­ci­ta­do a solo 7 años de una con­de­na a 25 años.
des­de el ini­cio de este lar­go camino, las orga­ni­za­cio­nes hemos acom­pa­ña­do a Julia en sus recla­mos, ante los medios, reu­nién­do­nos con fun­cio­na­rios de dis­tin­tos nive­les del Esta­do y nacio­na­li­zan­do su búsqueda.

Fuen­te: Con­vo­ca­to­ria Abo­li­cio­nis­ta Federal

Itu­rria /​Fuen­te

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