Bra­sil. «Hipo­cre­sía S.A.», o la cam­pa­ña de gigan­tes de la agro­in­dus­tria para reco­lec­tar alimentos

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 17 de mayo de 2021.

Con el apo­yo del Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra, las prin­ci­pa­les enti­da­des del sec­tor agrí­co­la del país lan­za­ron la cam­pa­ña “Agro Fra­terno” el pasa­do miér­co­les. El MST cri­ti­có que es para «com­ba­tir el mis­mo ham­bre que genera».

La ini­cia­ti­va lide­ra­da por el Sis­te­ma CNA, la Orga­ni­za­ción de Coope­ra­ti­vas Bra­si­le­ñas (OCB) y el Ins­ti­tu­to Pen­sar Agro (IPA) tie­ne como obje­ti­vo “reco­lec­tar ali­men­tos para los más nece­si­ta­dos” en medio de la pandemia .

Según Canal Rural, la minis­tra de Agri­cul­tu­ra, Tere­za Cris­ti­na, seña­ló duran­te el acto de lan­za­mien­to que “el agro no paró en la pan­de­mia” con la ayu­da del gobierno fede­ral. “Nos preo­cu­pan las per­so­nas en situa­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad. Ante este esce­na­rio, sur­gió la idea de crear un pro­gra­ma Agro que pue­da con­tri­buir a la segu­ri­dad ali­men­ta­ria de Bra­sil ”, dijo el ministro.

Aun­que el dis­cur­so inten­tó dejar cier­to aire soli­da­rio, lla­ma la aten­ción la far­sa de la cam­pa­ña, según las denun­cias de Kelli Mafort, de la coor­di­na­ción nacio­nal del Movi­mien­to de Tra­ba­ja­do­res Rura­les Sin Tie­rra (MST). Empe­zan­do por el hecho de que “Agro Fra­terno ” fue crea­do solo des­pués de más de un año de una pan­de­mia que cobró 430 mil vidas y con­so­li­dó el bru­tal regre­so del ham­bre a los hoga­res brasileños.

«Esto es una men­ti­ra. Lo que quie­re la agro­in­dus­tria es mar­ke­ting polí­ti­co ade­más del ham­bre que gene­ra. Hay que decir que la agro­in­dus­tria pro­vo­ca ham­bre. Los 3 o 4 cul­ti­vos de la agro­in­dus­tria, como la soja, la caña de azú­car, la pro­duc­ción de pino euca­lip­to para celu­lo­sa ”, apun­ta Mafort.

“Son pro­duc­tos agrí­co­las orien­ta­dos a la expor­ta­ción y que avan­zan en la agri­cul­tu­ra fami­liar, terri­to­rios cam­pe­si­nos y áreas de pro­duc­ción de alimentos”.

La expan­sión agrí­co­la y mine­ra que avan­za sobre las “áreas de ali­men­tos” tam­bién es res­pon­sa­ble del aumen­to en el pre­cio de los pro­duc­tos en las góndolas.

Esto se debe a que, como expli­ca el direc­tor, ade­más de pro­du­cir com­mo­di­ties para la expor­ta­ción, la agro­in­dus­tria se apro­pia de esta pro­duc­ción de la agri­cul­tu­ra fami­liar a tra­vés de las eta­pas de pro­ce­sa­mien­to y distribución.

Camil, due­ño de varias mar­cas de arroz y fri­jo­les, es un ejem­plo de una empre­sa que se favo­re­ció duran­te la pandemia.

“Camil no plan­ta ni un pie de arroz y fri­jo­les. Sin embar­go, se apro­pia de la pro­duc­ción de la agri­cul­tu­ra fami­liar, empa­que­ta, pro­ce­sa, la ubi­ca en la agro­in­dus­tria y la ven­de. Con la subi­da del pre­cio del dólar y la deva­lua­ción del tipo de cam­bio, le intere­sa reci­bir­lo en dóla­res ”, deta­lla Mafort.

«Pre­fie­re ven­der en el exte­rior y reci­bir en dóla­res, lo que hace que el mer­ca­do bra­si­le­ño enfren­te suce­si­vos incre­men­tos en el pre­cio de los alimentos».

La coor­di­na­do­ra del MST tam­bién men­cio­na que tam­bién es la agro­in­dus­tria, repre­sen­ta­da por las empre­sas que diri­gen “Agro Fra­terno”, res­pon­sa­bles de la defo­res­ta­ción y el uso inten­so de pes­ti­ci­das que dañan el medio ambien­te y la salud humana.

El sec­tor está inmer­so en los bene­fi­cios otor­ga­dos por el gobierno, que inclu­so duran­te la cri­sis del covid-19, siguió prio­ri­zan­do los com­mo­di­ties en detri­men­to de la agri­cul­tu­ra fami­liar, res­pon­sa­ble del 70% de la pro­duc­ción de ali­men­tos que lle­ga a la mesa de los brasileños.

“Esta agri­cul­tu­ra finan­cia­ri­za­da, en la que la comi­da se con­vier­te en un com­mo­dity a espe­cu­lar, es res­pon­sa­ble del ham­bre que enfren­tan los bra­si­le­ños”, seña­la Mafort.

Ade­más, Jair Bol­so­na­ro, quien tam­bién par­ti­ci­pó en el lan­za­mien­to de la cam­pa­ña, fue el encar­ga­do de vaciar la Ley Assis Car­valho, que pre­veía medi­das de emer­gen­cia para asis­tir a los peque­ños agri­cul­to­res afec­ta­dos por la pan­de­mia y que podría inten­si­fi­car la pro­duc­ción de ali­men­tos, tan­to para la sub­sis­ten­cia como para la ofer­ta de los ban­cos públicos.

Tras los vetos cara a cara, la jus­ti­fi­ca­ción del Pala­cio Pla­nal­to fue que no habría recur­sos para pagar las ayudas.

Las carac­te­rís­ti­cas están paralizadas

Tam­bién es el mis­mo gobierno que aho­ra apo­ya al “Agro Fra­terno” que man­tie­ne fon­dos de pro­gra­mas esen­cia­les para la pro­duc­ción de ali­men­tos congelados.

En este con­tex­to, y con la cre­cien­te des­hi­dra­ta­ción de las polí­ti­cas públi­cas y el aumen­to del ham­bre en el país, los seg­men­tos de opo­si­ción con­ti­núan pre­sio­nan­do al gobierno de Bol­so­na­ro para que libe­re R $ 1 mil millo­nes para el Pro­gra­ma de Adqui­si­ción de Ali­men­tos (PAA) en 2021.

Con el obje­ti­vo de pro­mo­ver el acce­so a los ali­men­tos y fomen­tar la agri­cul­tu­ra fami­liar, el PAA tie­ne un pre­su­pues­to vin­cu­la­do al Minis­te­rio de Ciu­da­da­nía y es vis­to por la opo­si­ción como una polí­ti­ca estra­té­gi­ca para com­ba­tir el ham­bre, que afec­tó a 10,3 millo­nes de bra­si­le­ños duran­te la pan­de­mia, mien­tras que a más de 125 millo­nes de per­so­nas expe­ri­men­tó algún gra­do de inse­gu­ri­dad ali­men­ta­ria en el período.

A pesar de la soli­ci­tud de R $ 1 mil millo­nes, el cua­der­ni­llo de reduc­ción del gas­to del gobierno sig­ni­fi­có que sólo se pre­vie­ron R $ 500 millo­nes para el pro­gra­ma en el período.

De ese total, R $ 240 millo­nes no fue­ron eje­cu­ta­dos, según infor­mó Tere­za Cris­ti­na, minis­tra de Agri­cul­tu­ra, en abril.

“Es lamen­ta­ble que, en medio de una pan­de­mia, con millo­nes de per­so­nas pasan­do ham­bre, con agri­cul­to­res des­de el ini­cio de la pan­de­mia sin nin­gu­na ayu­da, sin nin­gún apo­yo, [la admi­nis­tra­ción] tie­ne R $ 240 millo­nes dete­ni­dos en el minis­te­rio debi­do a la incom­pe­ten­cia del gobierno ya la opción de no eje­cu­tar el recur­so ”, cri­ti­ca Ale­xan­dre Con­ceição, tam­bién de la direc­ción del MST.

Estu­dios téc­ni­cos de los seg­men­tos popu­la­res en alian­za con la opo­si­ción indi­can que el finan­cia­mien­to se para­li­zó a nivel de trans­fe­ren­cias rea­li­za­das a esta­dos y muni­ci­pios, las cua­les ter­mi­nan sien­do len­tas en imple­men­tar y guia­das por intere­ses polí­ti­cos locales.

Como resul­ta­do, los opo­si­to­res tam­bién pre­sio­nan al gobierno para que el pre­su­pues­to de la PAA para este año esté más con­cen­tra­do en la Com­pa­ñía Nacio­nal de Abas­te­ci­mien­to (Conab).

La empre­sa públi­ca vin­cu­la­da al Mapa es la encar­ga­da de eje­cu­tar el PAA direc­ta­men­te con las aso­cia­cio­nes y coope­ra­ti­vas de agri­cul­tu­ra familiar.

El méto­do es el más defen­di­do por los seg­men­tos popu­la­res para la imple­men­ta­ción del pro­gra­ma por­que, ade­más de ser más rápi­do, for­ta­le­ce la peque­ña agricultura.

“Es la mejor mane­ra. El dine­ro que está atra­pa­do en el PAA está en esta situa­ción por­que esta­ba des­ti­na­do prin­ci­pal­men­te a ayun­ta­mien­tos y muni­ci­pios. Si el gobierno hubie­ra des­ti­na­do a la Conab, a las aso­cia­cio­nes de pro­duc­to­res de agri­cul­tu­ra fami­liar, segu­ra­men­te se habría gas­ta­do y eje­cu­ta­do y hoy ten­dría­mos muchos más pro­duc­tos para ofre­cer ”, dice Conceição.

Mien­tras las polí­ti­cas de agri­cul­tu­ra fami­liar sufren un suce­si­vo des­man­te­la­mien­to, otros pro­yec­tos como el PL 51021, cono­ci­do como PL da Gri­la­gem, y la libe­ra­ción récord de pla­gui­ci­das, han sido prio­ri­za­dos por el gobierno.

“Por todas estas razo­nes, no pode­mos acep­tar que esta cam­pa­ña agro­in­dus­trial sea soli­da­ria”, enfa­ti­za Kelli Mafort.

La soli­da­ri­dad es la gen­te que ayu­da a la gen­te. Saca­mos polí­ti­cas socia­les del esta­do para sal­var vidas. Esta­mos en la pan­de­mia del virus y el ham­bre, pero pro­me­sas fal­sas como la del agro­ne­go­cio, hay que recha­zar­las y decir: ‘El agro­ne­go­cio es muer­te, es ham­bre, es veneno’ ”

Ver­da­de­ra solidaridad

Inclu­so afec­ta­dos por la ausen­cia de polí­ti­cas públi­cas, son los movi­mien­tos del cam­po y la ciu­dad los que están al fren­te de la lucha con­tra el ham­bre en Brasil.

Mien­tras la pan­de­mia del nue­vo coro­na­vi­rus pro­li­fe­ra­ba a nivel nacio­nal, nacían ini­cia­ti­vas colec­ti­vas para apo­yar a las pobla­cio­nes más vul­ne­ra­bles en todos los rin­co­nes del país.

El MST, por ejem­plo, es pro­ta­go­nis­ta de una serie de accio­nes soli­da­rias. Solo en 2020 se dona­ron más de 4 mil tone­la­das de ali­men­tos, 20 mil mas­ca­ri­llas pro­tec­to­ras y 700 mil lon­che­ras tras la lle­ga­da del covid-19.

Tam­bién según datos recien­tes de la orga­ni­za­ción, en 2021, las accio­nes ya supe­ra­ron las 300 tone­la­das de comi­da, 180 mil lon­che­ras soli­da­rias, 1.800 más­ca­ras pro­tec­to­ras y cer­ca de 3 mil canas­tas. Los sin tie­rra esti­man que esta can­ti­dad de ali­men­tos equi­va­le a la capa­ci­dad de car­ga total de 870 camio­nes pequeños.

A nivel nacio­nal, las accio­nes popu­la­res se cana­li­za­ron en dos ini­cia­ti­vas principales.

Una de ellas fue la cam­pa­ña “Nece­si­ta­re­mos a todos”, cons­trui­da por el Fren­te Bra­sil Popu­lar y el Fren­te Povo Sem Medo, que reúne a orga­ni­za­cio­nes del cam­po y la ciu­dad que reco­lec­tan ali­men­tos para las pobla­cio­nes más vulnerables.

El sitio web de la cam­pa­ña pre­sen­ta un mapa con los “pun­tos de soli­da­ri­dad” regis­tra­dos en todo el país, así como infor­ma­ción ban­ca­ria para quie­nes quie­ran rea­li­zar dona­cio­nes eco­nó­mi­cas para que las orga­ni­za­cio­nes for­ta­lez­can sus accio­nes solidarias.

La otra ini­cia­ti­va es Peri­fe­ria Viva, crea­da como res­pues­ta popu­lar a la ausen­cia de polí­ti­cas efec­ti­vas por par­te del gobierno de Bol­so­na­ro en medio de la pandemia.

Ade­más del MST, la cam­pa­ña inclu­ye el Levan­te Juve­nil Popu­lar, el Movi­mien­to de Tra­ba­ja­do­res por los Dere­chos (MTD), la Red de Médi­cos y Médi­cos Popu­la­res, el Movi­mien­to de Peque­ños Agri­cul­to­res (MPA), el Movi­mien­to de Afec­ta­dos por Repre­sas (MAB) , Movi­mien­to por la Sobe­ra­nía Popu­lar en Mine­ría (MAM) y Con­sul­ta Popular.

Fuen­te: Bra­sil de Fato

Itu­rria /​Fuen­te

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