Vene­zue­la. Avan­ces y difi­cul­ta­des del pro­ce­so de vacunación

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 24 de abril de 2021.

El pro­ce­so de vacu­na­ción con­tra la covid-19 en Vene­zue­la no está exen­to de las com­ple­ji­da­des actua­les del país, tam­po­co ha deja­do de ser obje­to de ata­ques por par­te de los ope­ra­do­res de las mis­mas estruc­tu­ras que le han impues­to medi­das coer­ci­ti­vas uni­la­te­ra­les (MCU) a la población.

Sobran prue­bas de que, tan­to las «san­cio­nes» como el pro­ce­so de blo­queo y per­se­cu­ción a las ope­ra­cio­nes finan­cie­ras del Esta­do, tie­nen moti­va­ción polí­ti­ca. El más cla­ro ejem­plo es que Vene­zue­la es impe­di­da de nego­ciar abier­ta­men­te las vacu­nas con las far­ma­céu­ti­cas que las ven­den y el gobierno ha opta­do por nego­ciar su dota­ción con alia­dos estra­té­gi­cos como Chi­na y Rusia, mien­tras que otros como Cuba e Irán se pre­pa­ran con sus res­pec­ti­vas vacu­nas para apo­yar al proceso.

Hacia un nivel ópti­mo de inmunización

Según lo anun­cia­do el pasa­do domin­go por el pre­si­den­te Nico­lás Madu­ro en cade­na nacio­nal, esta sema­na se haría efec­ti­vo el mon­to que adeu­da Vene­zue­la ante el meca­nis­mo Covax, coor­di­na­do por la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS), para acce­der a más de 11 millo­nes de vacu­nas que des­ti­na­rá este plan, corres­pon­dien­te al 20% de las vacu­nas que nece­si­ta Vene­zue­la para inmu­ni­zar a su población.

El pri­mer man­da­ta­rio seña­ló que se puso en mar­cha un pro­ce­so de vacu­na­ción que toda­vía no lle­ga a un nivel ópti­mo de inmu­ni­za­ción y que aspi­ra a que en el trans­cur­so de mayo, junio y julio el país entre en una eta­pa avan­za­da de vacu­na­ción con los antí­do­tos que ingre­sen a tra­vés del meca­nis­mo Covax.

El pasa­do 10 de abril, la vice­pre­si­den­ta eje­cu­ti­va Delcy Rodrí­guez dijo que Vene­zue­la pagó más del 50% de la cuo­ta que el meca­nis­mo Covax exi­ge para acce­der a las vacu­nas anti­co­vid de este plan. El mon­to can­ce­la­do fue de 59,2 millo­nes de fran­cos sui­zos, es decir, unos 64 millo­nes de dóla­res, de un total de casi 120 millo­nes de dólares.

La ini­cia­ti­va Covax está diri­gi­da por la Alian­za Mun­dial para las Vacu­nas y la Inmu­ni­za­ción (GAVI), la Coa­li­ción para las Inno­va­cio­nes en Pre­pa­ra­ción para Epi­de­mias (CEPI) y la OMS (Foto: Archivo)

Diver­sos medios rese­ña­ron pro­tes­tas con­vo­ca­das por sec­to­res del anti­cha­vis­mo exi­gien­do un plan de vacu­na­ción con­tra la covid-19, «sin cri­te­rios polí­ti­cos», y que ten­ga como prio­ri­dad a médi­cos y enfer­me­ros. Ade­más el exdipu­tado Juan Guai­dó anun­ció que el pago del plan Covax esta­ba sien­do ges­tio­na­do por el «inte­ri­na­to», la opo­si­ción iba a soli­ci­tar a la Ofi­ci­na de Con­trol de Bie­nes Extran­je­ros (OFAC, sus siglas en inglés) de Esta­dos Uni­dos una licen­cia para acce­der a los fon­dos y pagar el plan, hecho que aún no ha ocurrido.

Vene­zue­la, debi­do a las ges­tio­nes del gobierno nacio­nal, ha reci­bi­do 300 mil vacu­nas rusas Sput­nik V (Gama­le­ya), de las que ya se nego­cia­ron 10 millo­nes de dosis, y 500 mil dosis de la chi­na BBIBP-CorV (Sinopharm), con lo que el total de fár­ma­cos de este tipo alcan­za los 800 mil. El minis­tro de Salud, Car­los Alva­ra­do, ase­gu­ró el 8 de abril que 200 mil tra­ba­ja­do­res de esa área habían sido vacu­na­dos en el país.

Pers­pec­ti­vas de pro­duc­ción nacional

La vice­pre­si­den­ta Rodrí­guez tam­bién anun­ció que Vene­zue­la fabri­ca­rá la vacu­na de ori­gen cubano Abda­la en el labo­ra­to­rio esta­tal vene­zo­lano de medi­ca­men­tos bio­ló­gi­cos y pro­duc­ción de vacu­nas lla­ma­do Espro­med Bio, de Cara­cas. El medi­ca­men­to, que recién comien­za su ter­ce­ra fase de prue­bas clí­ni­cas, ya ha demos­tra­do efec­ti­vi­dad por enci­ma del 50%.

La vice­pre­si­den­ta decla­ró: «Hemos veni­do acom­pa­ña­dos de la dele­ga­ción de Cuba a esta plan­ta para veri­fi­car que todas las con­di­cio­nes estén dadas para la pro­duc­ción de la vacu­na Abda­la en nues­tro país».

Por su par­te el minis­tro de Salud, Car­los Alva­ra­do, comen­tó que una comi­sión bina­cio­nal dis­cu­tió opcio­nes para hacer «ajus­tes en la plan­ta» que per­mi­tan orien­tar el tra­ba­jo pro­yec­ta­do. «Vene­zue­la está bus­can­do todas las alter­na­ti­vas posi­bles para el acce­so a las vacu­nas, y esta es una de las opcio­nes más impor­tan­tes por la rela­ción de her­man­dad que tene­mos con Cuba», dijo Alva­ra­do, agre­gan­do que los con­ve­nios para traer la Sput­nik V, de Rusia, y Sinopharm, de Chi­na, siguen vigentes.

Para ambos fun­cio­na­rios, el víncu­lo entre Cuba y Vene­zue­la es un ejem­plo en el terreno inter­na­cio­nal y afir­ma­ron que con­cre­tar este pac­to hace posi­ble la fabri­ca­ción masi­va de vacu­nas con­tra la covid.

El labo­ra­to­rio Espro­med Bio fue ins­pec­cio­na­do para la even­tual fabri­ca­ción de la vacu­na cuba­na Abda­la (Foto: Archivo)

Cuba tie­ne cin­co can­di­da­tos vacu­na­les: Sobe­ra­na 01, Sobe­ra­na 02, Sobe­ra­na Plus, Mam­bi­sa y Abda­la, que se encuen­tran en dis­tin­tas fases de prue­bas. Abda­la está basa­do en la for­mu­la­ción de la pro­teí­na RBD (Domi­nio de Unión al Recep­tor), que uti­li­za el hidró­geno de alu­mi­nio como ampli­fi­ca­dor de la res­pues­ta inmu­no­ló­gi­ca, como ha publi­ca­do la Agen­cia Cuba­na de Noticias.

La pro­teí­na usa­da por este fár­ma­co es extraí­da de la leva­du­ra Pichia pas­to­ris, que es emplea­da amplia­men­te para estu­dios bio­quí­mi­cos y bio­tec­no­ló­gi­cos, no para la ela­bo­ra­ción de cer­ve­za como han afir­ma­do voce­ros de la Aca­de­mia Nacio­nal de Medi­ci­na de Venezuela.

El dise­ño del fár­ma­co uti­li­za la RBD y el recep­tor ACE 2, la prin­ci­pal vía de acce­so del coro­na­vi­rus a la célu­la que infec­ta y que cau­sa la enfer­me­dad en el indi­vi­duo, indu­ce anti­cuer­pos neu­tra­li­zan­tes con­tra el virus SARS-CoV‑2 en la célu­la, por lo que se desa­rro­lla una res­pues­ta inmu­ne en la per­so­na. Su nom­bre pro­vie­ne del poe­ma dra­má­ti­co del polí­ti­co y escri­tor cubano José Martí.

Del Car­net de la Patria y la indig­na­ción mediá­ti­ca sin fondo

Para los sec­to­res rema­nen­tes del anti­cha­vis­mo, ONG que se nie­gan a decla­rar quién las finan­cia y la «pren­sa libre» no son sufi­cien­tes las giras soli­ci­tan­do más «san­cio­nes» y blo­queos con­tra la adqui­si­ción de insu­mos sani­ta­rios para la pobla­ción vene­zo­la­na. Per­di­da la capa­ci­dad de movi­li­za­ción de sus sec­to­res adep­tos, han opta­do por ejer­cer pre­sión mediá­ti­ca con­tra el gobierno exi­gien­do que se imple­men­te accio­nes que se ven obs­trui­das por las más de 80 medi­das coer­ci­ti­vas emi­ti­das en su contra.

En días pasa­dos, mien­tras gobier­nos de Euro­pa dese­cha­ban o sus­pen­dían su uso, esos sec­to­res rema­nen­tes exi­gían la adqui­si­ción de la vacu­na Oxford/​Astrazeneca. Debi­do a que cada día era menos posi­ble defen­der dicha deman­da, muta­ron el dis­cur­so a la «poli­ti­za­ción» de la vacu­na­ción a cau­sa de la deci­sión guber­na­men­tal de con­tac­tar a los sec­to­res prio­ri­za­dos median­te el Car­net de la Patria para la ino­cu­la­ción anti-covid.

Medios ali­nea­dos a la dere­cha trans­na­cio­nal se des­ple­ga­ron en una cam­pa­ña de indig­na­ción que cali­fi­ca­ba de «apartheid», «exclu­sión» y «con­trol social» al uso de una herra­mien­ta que ha dado resul­ta­dos posi­ti­vos a la ges­tión de la pan­de­mia y que man­tie­ne a Vene­zue­la con cifras de con­ta­gios y falle­ci­mien­tos rela­ti­va­men­te bajas.

La pla­ta­for­ma Patria, de la cual el car­net es la par­te más visi­ble, sur­gió en 2017 con el fin de cen­tra­li­zar en una úni­ca base de datos a más de 20 millo­nes de bene­fi­cia­rios de los pro­gra­mas socia­les que el gobierno vene­zo­lano lle­va a cabo. Pre­ci­sa­men­te, en el mar­co de la gue­rra no con­ven­cio­nal de la cual for­man par­te las MCU, el pre­si­den­te Nico­lás Madu­ro ha enfo­ca­do la aten­ción a dis­tin­tos sec­to­res, par­ti­cu­lar­men­te a los más vul­ne­ra­dos, asig­nan­do bonos de dine­ro y cajas de ali­men­tos CLAP.

El cre­ci­mien­to y la ver­sa­ti­li­dad del sis­te­ma ha per­mi­ti­do que se haya trans­for­ma­do en un ins­tru­men­to de detec­ción tem­pra­na, geo­lo­ca­li­za­ción de con­ta­gios y defi­ni­ción de pla­nes de con­tin­gen­cia para fre­nar la cur­va expan­si­va del virus. Median­te una encues­ta para eva­luar sín­to­mas del covid-19 y la res­pues­ta de más de la mitad de los ins­cri­tos en menos de un mes, el Gobierno Boli­va­riano pudo deter­mi­nar dón­de y con qué inten­si­dad zoni­fi­car la aten­ción pri­ma­ria de casos leves o seve­ros y des­ple­gar accio­nes de res­pues­ta rápi­da y evi­tar muer­tes duran­te la pri­me­ra ola.

El gobierno vene­zo­lano y el pue­blo han con­ta­do con un meca­nis­mo que ofre­ce una visión inte­gral de la cri­sis y de sus nudos crí­ti­cos mien­tras otros paí­ses han tar­da­do en estruc­tu­rar e imple­men­tar sis­te­mas de segui­mien­to epi­de­mio­ló­gi­co o de empa­dro­na­mien­to para la vacunación.

Curio­sa­men­te la mayor difi­cul­tad que tie­ne el gobierno para avan­zar hacia el 70% de pobla­ción vacu­na­da son las MCU fun­da­das en moti­va­cio­nes des­es­ta­bi­li­za­do­ras de las éli­tes glo­ba­les; así fue exte­nuan­te­men­te demos­tra­do por Trump. Hoy en día la mayo­ría de los vene­zo­la­nos no está sien­do vacu­na­da por que esas éli­tes han «poli­ti­za­do» el acce­so del gobierno vene­zo­lano a sus recur­sos depo­si­ta­dos en ban­cos extran­je­ros, con los que pudie­ra com­prar vacu­nas sufi­cien­tes para lograr una meta ase­qui­ble a la República.

¿El sis­te­ma Patria en la Big Data?

Curio­sa­men­te paí­ses como Perú y Colom­bia, per­te­ne­cien­tes al Gru­po de Lima y al de los pri­me­ros 20 paí­ses con mayor can­ti­dad de con­ta­gios, han mani­fes­ta­do estar imple­men­tan­do sis­te­mas de vacu­na­ción apo­ya­dos en la digi­ta­li­za­ción y el enfo­que terri­to­rial. Aún así los des­ati­nos y la impro­vi­sa­ción han sido elo­cuen­tes, en el caso peruano la emer­gen­cia sani­ta­ria no evi­tó que algu­nos polí­ti­cos reci­bie­ran dos dosis de la vacu­na con­tra la covid-19 de la empre­sa chi­na Sinopharm cuan­do se estu­vo pro­ban­do en el país, a fina­les del año pasado.

Mar­tín Viz­ca­rra, expre­si­den­te de Perú, uno de los paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos más gol­pea­dos por la pan­de­mia, fue des­ti­tui­do (por otras cau­sas) debi­do a que el Con­gre­so en noviem­bre de 2020 falló por supues­ta «inca­pa­ci­dad moral»; el polí­ti­co se jus­ti­fi­có ase­gu­ran­do que tan­to él como su espo­sa habían par­ti­ci­pa­do como volun­ta­rios en los ensa­yos. Sin embar­go, uno de los médi­cos que diri­gió el estu­dio en la Uni­ver­si­dad Perua­na Caye­tano Here­dia ase­gu­ró en el Con­gre­so que Viz­ca­rra le pidió una vacu­na para él y otra para su esposa.

Mien­tras tan­to en Colom­bia los adul­tos mayo­res que reci­bie­ron su pri­me­ra dosis fue­ron agen­da­dos para reci­bir una segun­da dosis en deter­mi­na­da fecha pero, sobre la mar­cha, los reagen­dan para un día más lejano. Ade­más, según inves­ti­ga­cio­nes de la Con­tra­lo­ría a la base de datos cono­ci­da como Pai­web, fue­ron vacu­na­dos 600 colom­bia­nos que no eran par­te del segun­do gru­po de prio­ri­za­dos. Tam­bién se encon­tra­ron 189 per­so­nas, de entre 18 y 25 años, que, lite­ral­men­te, se sal­ta­ron la fila mien­tras 20 per­so­nas, que apa­re­cen como pre­sun­tos falle­ci­dos, reci­bie­ron una dosis de la vacuna.

La dis­cor­dan­cia entre lo anun­cia­do por esos gobier­nos y la reali­dad es cau­sa de la inco­mo­di­dad de diver­sos sec­to­res socia­les, sus vas­tos gas­tos en cam­pa­ñas de pro­pa­gan­da con­tras­tan con las limi­ta­das can­ti­da­des de dosis debi­do a la acu­mu­la­ción ejer­ci­da por los paí­ses ricos.

La com­ple­ji­dad de datos de Patria, cali­fi­ca­da de «poli­ti­za­ción» de la vacu­na­ción con­tra la covid-19, per­mi­te tomar deci­sio­nes estra­té­gi­cas para mejo­rar los dis­tin­tos pro­ce­sos en torno a su erra­di­ca­ción (Foto: Archivo)

La pren­sa que cali­fi­ca de «poli­ti­za­ción» el uso de un sis­te­ma de bene­fi­cios socia­les direc­tos que obvia el hecho de que otros paí­ses, como Esta­dos Uni­dos uti­li­zan este meca­nis­mo para la aten­ción direc­ta de los dis­tin­tos sec­to­res socia­les. Las posi­bi­li­da­des del sis­te­ma Patria en la aten­ción sani­ta­ria son tan­tas como el gran con­jun­to de datos com­ple­jos, no estruc­tu­ra­dos o estruc­tu­ra­dos, que posee; uti­li­za­dos de for­ma efi­caz ayu­da­rían a des­cu­brir cono­ci­mien­tos pro­fun­dos y resol­ver pro­ble­mas de ges­tión de la emer­gen­cia sanitaria.

Enfo­ca­da como una herra­mien­ta de Big Data para el sec­tor salud, la infor­ma­ción de la Pla­ta­for­ma Patria tie­ne el poten­cial para ser uti­li­za­da con fines de pro­nós­ti­co y aná­li­sis, y ayu­dar a tomar deci­sio­nes estra­té­gi­cas en cada una de las fases de aten­ción a la pan­de­mia, des­de la detec­ción tem­pra­na pasan­do por las medi­das de cie­rre y la vacu­na­ción en sí misma.

Este tema ha gene­ra­do dos corrien­tes de ideas con­tra­pues­tas; por un lado, aque­lla por la cual la apli­ca­ción del aná­li­sis de gran­des can­ti­da­des de datos a pro­gra­mas socia­les suje­tos a un cier­to con­trol social puni­ti­vo de las per­so­nas que se encuen­tran en una situa­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad. Por otro lado, una corrien­te de enfo­que pre­ven­ti­vo y cola­bo­ra­ti­vo que ven en el pro­ce­sa­mien­to de gran­des can­ti­da­des de datos una herra­mien­ta efi­caz para trans­for­mar los pro­gra­mas socia­les hacia nue­vas con­cep­cio­nes de aten­ción domi­ci­lia­ria y víncu­lo comunitario.

Fuen­te: Misión Verdad

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