Méxi­co. Juez ampa­ra a Mon­san­to con­tra eli­mi­na­ción del glifosato

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de abril de 2021

Un juez con­ce­dió a Mon­san­to una sus­pen­sión pro­vi­sio­nal con­tra el decre­to pre­si­den­cial que bus­ca eli­mi­nar el uso del gli­fo­sa­to en México.

Orga­ni­za­cio­nes y acti­vis­tas unie­ron su recha­zo en una car­ta y piden al juez rec­ti­fi­car y la máxi­ma auto­ri­dad ambien­tal del país inter­pu­so una que­ja con­tra el dictamen.

Fran­cis­co Javier Rebo­lle­do Peña, juez sex­to de dis­tri­to en mate­ria admi­nis­tra­ti­va, con­ce­dió el ampa­ro al gigan­te trans­na­cio­nal de la bio­tec­no­lo­gía que la exi­me tem­po­ral­men­te de la apli­ca­ción del decre­to pre­si­den­cial que bus­ca eli­mi­nar pro­gre­si­va­men­te el uso de gli­fo­sa­to hacia enero de 2024.

«Le hace­mos un lla­ma­do para que en su labor como juez con­si­de­re las accio­nes favo­ra­bles al inte­rés común, como las alter­na­ti­vas agro­eco­ló­gi­cas en el cam­po, sin quí­mi­cos o pla­gui­ci­das lesi­vos como el gli­fo­sa­to», dice una car­ta diri­gi­da al juez, fir­ma­da por acti­vis­tas, orga­ni­za­cio­nes y per­so­nas en general.

Le piden tam­bién con­si­de­rar «la defen­sa de nues­tros maí­ces nati­vos con sus 64 razas, miles de varie­da­des que no sólo son base de la gas­tro­no­mía mexi­ca­na, sino par­te intrín­se­ca de las pobla­cio­nes cam­pe­si­nas y cita­di­nas en la cos­mo­go­nía, diver­sos actos reli­gio­sos, cul­tu­ra­les, en las arte­sa­nías y en la medi­ci­na tradicional».

Ade­más de ya no usar gli­fo­sa­to, el decre­to que emi­tió la Pre­si­den­cia de la Repú­bli­ca el 31 de diciem­bre de 2020 bus­ca eli­mi­nar pro­gre­si­va­men­te el maíz gené­ti­ca­men­te modi­fi­ca­do en la ali­men­ta­ción de los mexi­ca­nos y no per­mi­tir su siem­bra en el terri­to­rio nacional.

En ese sen­ti­do, ins­tru­ye a las secre­ta­rías (minis­te­rios) de Medio Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les (Semar­nat), de Salud y de Agri­cul­tu­ra que pro­mue­van en 2023 refor­mas cons­ti­tu­cio­na­les que evi­ten usar maíz trans­gé­ni­co y del glifosato.

“Se ins­tru­ye a las depen­den­cias y enti­da­des de la Admi­nis­tra­ción Públi­ca Fede­ral para que, a par­tir de la entra­da en vigor del pre­sen­te decre­to, se abs­ten­gan de adqui­rir, uti­li­zar, dis­tri­buir, pro­mo­ver e impor­tar gli­fo­sa­to o agro­quí­mi­cos que lo con­ten­gan como ingre­dien­te acti­vo, en el mar­co de pro­gra­mas públi­cos o de cual­quier otra acti­vi­dad del gobierno”, dice el docu­men­to que Mon­san­to no está aho­ra obli­ga­do tem­po­ral­men­te a cumplir.

Las orga­ni­za­cio­nes y per­so­nas que deman­dan la rec­ti­fi­ca­ción del juez Rebo­lle­do for­man par­te de la cam­pa­ña Sin Maíz No hay País, que reúne a más de 300 aso­cia­cio­nes cam­pe­si­nas, indí­ge­nas, de dere­chos huma­nos, cien­tí­fi­cas, aca­dé­mi­cas y en la defen­sa del ambiente.

En la car­ta des­ta­can que la deci­sión del juez pone en ries­go la sobe­ra­nía ali­men­ta­ria de Méxi­co, y la salud del pla­ne­ta y de las per­so­nas. El ampa­ro, advier­ten, aten­ta con­tra los con­su­mi­do­res de maíz y café, pero tam­bién con­tra la bio­di­ver­si­dad, así como con­tra el dere­cho cons­ti­tu­cio­nal a un ambien­te sano y a una ali­men­ta­ción adecuada.

El daño del glifosato

En mar­zo de 2015, la Agen­cia Inter­na­cio­nal para la Inves­ti­ga­ción sobre el Cán­cer, de la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS), eva­luó la car­ci­no­ge­ni­ci­dad de pes­ti­ci­das lla­ma­dos “orga­no­fos­fo­ra­dos”, como el gli­fo­sa­to, y los cla­si­fi­có como «pro­ba­ble­men­te can­ce­rí­ge­nos para los seres humanos».

Las orga­ni­za­cio­nes des­ta­can que, ade­más, la rela­to­ra de la ONU sobre el dere­cho a la ali­men­ta­ción advir­tió en 2017 que nin­gún ali­men­to con­ta­mi­na­do por pla­gui­ci­das pue­de con­si­de­rar­se adecuado.

El gli­fo­sa­to es hoy en día el her­bi­ci­da más usa­do en el mun­do. En Méxi­co, está aso­cia­do con trans­gé­ni­cos como la soya que se cul­ti­va en Cam­pe­che, o el algo­dón. Su prin­ci­pal pro­duc­tor es Mon­san­to, filial de Bayer des­de hace dos años, que con­tro­la 90 por cien­to del mer­ca­do inter­na­cio­nal de semillas.

Las orga­ni­za­cio­nes acu­san que el juez Rebo­lle­do aco­gió en su fallo, pre­ci­sa­men­te, todos los argu­men­tos de Monsanto.

En la car­ta diri­gi­da tam­bién al Con­se­jo de la Judi­ca­tu­ra, los fir­man­tes que se des­cri­ben como Aso­cia­ción de Con­su­mi­do­res Orgá­ni­cos recuer­dan que las obli­ga­cio­nes de cual­quier órgano juris­dic­cio­nal son que las sus­pen­sio­nes de los jui­cios de ampa­ro que con­ce­da no impli­quen un per­jui­cio al inte­rés social ni con­tra­ven­gan dis­po­si­cio­nes de orden público.

“Que no se otor­gue esta medi­da en detri­men­to de la salud de las per­so­nas ni res­pec­to a otros ele­men­tos de inte­rés colec­ti­vo, como la pro­duc­ción nacio­nal. De lo con­tra­rio, se esta­rían vio­len­tan­do las pro­pias reglas de la sus­pen­sión, con­te­ni­das en la Ley de Ampa­ro, espe­cí­fi­ca­men­te en el artícu­lo 128, frac­ción II en rela­ción con el artícu­lo 129, por otor­gar­se una sus­pen­sión con­tra el inte­rés públi­co”, dice la misi­va pública.

Por lo tan­to, sus­pen­der la apli­ca­ción del decre­to a Bayer-Mon­san­to repre­sen­ta una vul­ne­ra­ción a la salud de la pobla­ción mexi­ca­na, ya que el daño que cau­sa su uso tie­ne una evi­den­cia científica.

En ese sen­ti­do, la pro­tec­ción de la salud, como una cues­tión de inte­rés públi­co, obli­ga a todos los acto­res del Esta­do a empren­der las accio­nes nece­sa­rias para aten­der los pro­ble­mas de salud que afec­tan a la socie­dad, por lo que la Ley de Ampa­ro obli­ga a negar la suspensión.

Una de las razo­nes del decre­to pre­si­den­cial es la pro­tec­ción del inte­rés gene­ral de la socie­dad mexi­ca­na en con­se­guir la auto­su­fi­cien­cia y la sobe­ra­nía ali­men­ta­ria, median­te la adop­ción de prác­ti­cas de agri­cul­tu­ra sos­te­ni­ble y el otor­ga­mien­to de la sus­pen­sión aten­ta con­tra la preo­cu­pa­ción de la pobla­ción de que se pro­te­ja la salud y se prohí­ba el uso de sus­tan­cias noci­vas para la salud.

Pri­mer ampa­ro de 10

Este es el úni­co ampa­ro con­ce­di­do con­tra el decre­to pre­si­den­cial de prohi­bi­ción del gli­fo­sa­to. Antes, los jue­ces nega­ron seis sus­pen­sio­nes pro­vi­sio­na­les y dos definitivas.

Otro caso que des­ta­can las orga­ni­za­cio­nes es el de Ver­si­mex, don­de el argu­men­to para negar la sus­pen­sión fue que se afec­ta­ría el inte­rés gene­ral dado que la socie­dad está intere­sa­da en que se pro­te­ja la salud públi­ca y se prohí­ba el uso de sus­tan­cias nocivas.

“Con­si­de­ra­mos que la sus­pen­sión pro­vi­sio­nal que con­ce­dió a Bayer-Mon­san­to prio­ri­za los intere­ses eco­nó­mi­cos de una empre­sa que ha afec­ta­do la salud de millo­nes de per­so­nas en el mun­do, recor­dan­do que tan solo en Esta­dos Uni­dos esta empre­sa ha reci­bi­do 18 400 deman­das por las afec­ta­cio­nes del glifosato”.

La reso­lu­ción del juez vio­la las pre­cau­cio­nes para pro­te­ger el maíz en Méxi­co, que es cen­tro de ori­gen y diver­si­fi­ca­ción cons­tan­te y de cul­ti­vos nati­vos, entre otros el chi­le, el fri­jol, la cala­ba­za, la vai­ni­lla, el algo­dón, el agua­ca­te, el ama­ran­to, el cha­yo­te, el cacao y el maguey.

“Podría tener efec­tos adver­sos en la sus­pen­sión otor­ga­da por un juez con­tra la siem­bra comer­cial de maíz gené­ti­ca­men­te modi­fi­ca­do en Méxi­co en sep­tiem­bre de 2013, a par­tir de una deman­da colec­ti­va de acción difu­sa pre­sen­ta­da por 20 orga­ni­za­cio­nes civi­les y 53 per­so­na­li­da­des”, advier­ten en la carta.

En el sec­tor agrí­co­la, en tan­to, el uso de gli­fo­sa­to está rela­cio­na­do con la pér­di­da de sobe­ra­nía y auto­su­fi­cien­cia ali­men­ta­ria. Esto, debi­do a que la ven­ta de semi­llas y agro­quí­mi­cos está con­tro­la­da por unas cuan­tas empre­sas que son las que toman las deci­sio­nes de qué se come y cómo se produce.

Con­ce­der la sus­pen­sión en el caso impli­ca un revés a una medi­da orien­ta­da a la pro­tec­ción de la salud, la ali­men­ta­ción y los dere­chos cul­tu­ra­les, por lo que vio­len­ta el inte­rés social. Los fir­man­tes piden que el juez deci­da con base en los cri­te­rios más pro­tec­to­res del inte­rés social y los dere­chos de las per­so­nas. Ade­más, ape­lan a el acuer­do 4×1000 de París, en 2015, en la cum­bre cli­má­ti­ca COP 21.

Semar­nat impo­ne queja

En con­tra de la sus­pen­sión pro­vi­sio­nal pro­ce­de la que­ja, que en este caso ya reali­zó la Semar­nat, el 21 de abril. La depen­den­cia seña­ló la impro­ce­den­cia de la sus­pen­sión, con base en que no está el decre­to diri­gi­do a los privados.

En una entre­vis­ta para canal 11, María Lui­sa Albo­res, titu­lar de Semar­nat, des­ta­có que el decre­to pre­si­den­cial no es apli­ca­ble a par­ti­cu­la­res, ya que está diri­gi­do hacia la admi­nis­tra­ción públi­ca federal.

Este artícu­lo se publi­có ori­gi­nal­men­te en Pie de Pági­na, de la pla­ta­for­ma mexi­ca­na de Perio­dis­tas de A Pie.

FUENTE: Rebe­lión

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