Argen­ti­na. Deu­da exter­na: no se pue­de en diez años, ¿en vein­te sí?

Por Eduar­do Luci­ta, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 3 de abril de 2021.

Las obli­ga­cio­nes a las que com­pro­me­te­ría el país, sin tener en cuen­ta los con­di­cio­na­mien­tos que impon­drían, son exce­si­vas para una eco­no­mía tan maltrecha. 


En medio del fárra­go de infor­ma­cio­nes de estos días intere­sa des­ta­car aqua­lla que nos ano­ti­cia que las nego­cia­cio­nes con el FMI están en un vir­tual estan­ca­mien­to. Se deba­ten nue­vos pla­zos, meno­res tasas, pos­ter­ga­ción del pago de intere­ses que ven­cen en sep­tiem­bre y lle­var la fir­ma del acuer­do para fin de año.

En su dis­cur­so del 24 de mar­zo pasa­do la vice­pre­si­den­ta de la Nación blan­queó lo que era un secre­to a voces. Aún esti­ran­do a diez años el ven­ci­mien­to de la deu­da con el FMI no se pue­de pagar, por lo que pidió pla­zos más exten­sos y a meno­res tasas. Algo que ya fue­ra ade­lan­ta­do por la car­ta que el blo­que de sena­do­res del Fren­te de Todos envia­ra a la direc­to­ra del FMI. En para­le­lo, el minis­tro de Eco­no­mía nego­cia­ba en Washing­ton un Plan de Faci­li­da­des Exten­di­das den­tro de los mar­cos nor­ma­ti­vos del orga­nis­mo. No hay en esto nin­gu­na con­tra­dic­ción, como bus­can ins­ta­lar los medios hege­mó­ni­cos, es que la cen­tra­li­dad y mag­ni­tud de la deu­da es tal que los pla­zos no alcan­zan. La res­pues­ta del Fon­do no se hizo espe­rar: «los pla­zos van has­ta diez años» y «las con­di­cio­nes se apli­can a todos los paí­ses uni­for­me­men­te». Así están las cosas al día de hoy.

Opor­tu­ni­dad perdida

Los lec­to­res de esta sec­ción cono­cen mi posi­ción des­de hace años. Una deu­da frau­du­len­ta como esta no se pue­de pagar, por el con­tra­rio hay que sus­pen­der los pagos y rea­li­zar una audi­to­ría inte­gral y públi­ca. La pan­de­mia cam­bió brus­ca­men­te todas las rela­cio­nes eco­nó­mi­co-socia­les a nivel mun­dial, hun­dien­do a la eco­no­mía en nive­les nun­ca vis­tos des­de la cri­sis del ’30 del siglo pasa­do. En Argen­ti­na fue peor por­que el parón de la acti­vi­dad cayó lue­go de dos años con­se­cu­ti­vos de rece­sión, se creó así la opor­tu­ni­dad para lle­var ade­lan­te este plan­teo de sus­pen­sión. Para «des­en­si­llar has­ta que acla­re», como escri­bie­ra el poli­tó­lo­go Ati­lio Borón. Es más, los pagos ya esta­ban sus­pen­di­dos por el gobierno Macri. Sin embar­go el pre­si­den­te y su minis­tro de eco­no­mía con­ti­nua­ron con el plan tra­za­do al ini­cio del gobierno como si nada hubie­ra pasa­do, lega­li­zan­do una deu­da ile­gal y frau­du­len­ta. Algo que aho­ra reco­no­ce el pro­pio Alber­to Fer­nán­dez cuan­do impul­sa la que­re­lla cri­mi­nal con­tra los fun­cio­na­rios que nego­cia­ron el endeu­da­mien­to. El país per­dió así una opor­tu­ni­dad inme­jo­ra­ble y total­men­te jus­ti­fi­ca­da para la suspensión.

Pla­zos

En un recien­te artícu­lo en Ambi­to Finan­cie­ro, el eco­no­mis­ta Wal­ter Gra­ziano hace un cálcu­lo de los reem­bol­sos de capi­tal en un pla­zo de diez años. Como hay cua­tro años de gra­cia, se empe­za­rían a pagar en 2025 has­ta el 2030. La suma de la deu­da con el FMI más los bonos de la deu­da pri­va­da que ven­cen en ese perío­do arro­ja 72.000 millo­nes de dóla­res, lo que da un pro­me­dio de pagos de 12.000 millo­nes por año. La con­clu­sión de Gra­ciano coin­ci­de con la de CFK: no se pue­de hacer fren­te a esos des­em­bol­sos. Y con­clu­ye que si el FMI acor­dó un cré­di­to de 57.000 millo­nes que más que dupli­có la cuo­ta del país para con­traer deu­das con el orga­nis­mo, es más que razo­na­ble que tam­bién se dupli­que el pla­zo de un prés­ta­mo de faci­li­da­des exten­di­das lle­ván­do­lo a vein­te años.

Aho­ra bien, hemos hecho el ejer­ci­cio para un plan a dos déca­das toman­do los ven­ci­mien­tos de la deu­da pri­va­da has­ta el 2041 y esti­ran­do has­ta ese pla­zo la deu­da con el FMI. El total nos da un pro­me­dio de pagos de 7.000 millo­nes por año. Con­vie­ne seña­lar que ambos cálcu­los, a diez y vein­te años, no compu­tan intere­ses, deu­da con el Club de París y pagos a otros organismos.

Alter­na­ti­vas

Sea a diez o vein­te años las obli­ga­cio­nes a las que com­pro­me­te­ría el país, sin por aho­ra tener en cuen­ta los con­di­cio­na­mien­tos que impon­drían, son exce­si­vas para una eco­no­mía tan mal­tre­cha como la nues­tra. El plan­teo del minis­tro Guz­mán par­te del supues­to que en 2025 ya se habrá «nor­ma­li­za­do» la eco­no­mía y el país esta­ría en con­di­cio­nes de vol­ver a los lla­ma­dos mer­ca­dos volun­ta­rios de cré­di­to, al menos para refi­nan­ciar la deu­da pri­va­da. Con lo que el per­fil de deu­da se modi­fi­ca­ría una vez más, pero ¿a qué pla­zos? (no creo dema­sia­do exten­sos), ¿a qué cos­to? (si se redu­je­ra el ries­go país a 600 pun­tos bási­cos, lo que no es poco, lo más pro­ba­ble es que todo nue­vo bono se colo­ca­rá a una tasa no menor al 7 u 8 por cien­to). Aun en este caso, ¿cuán­to ten­dría que cre­cer el PBI para gene­rar los exce­den­tes nece­sa­rios para estos pagos? ¿Cuán­to debie­ra ser el supe­rá­vit de la Cuen­ta Corrien­te de la Balan­za de Pagos para obte­ner las divi­sas que el BCRA debie­ra comprar?

Cual­quie­ra de las alter­na­ti­vas en jue­go es muy gra­vo­sa y per­pe­tua­ría sin final a la vis­ta el sis­te­ma de endeu­da­mien­to. El país ten­dría difi­cul­ta­des eco­nó­mi­cas por muchos años y segui­re­mos some­ti­dos a los dic­ta­dos del capi­tal finan­cie­ro inter­na­cio­nal que nos limi­tan para desa­rro­llar las fuer­zas pro­duc­ti­vas y mejo­rar la cali­dad de vida de los ciudadanos.

Inves­ti­gar y actuar

La inves­ti­ga­ción está avan­za­da, el infor­me que hicie­ra el BCRA, a pedi­do del pre­si­den­te Fer­nán­dez, «For­ma­ción de acti­vos exter­nos 2015−2019», es exhaus­ti­vo y con­tie­ne la lis­ta de per­so­nas jurí­di­cas y físi­cas que fuga­ron fon­dos. La «que­re­lla cri­mi­nal» va con­tra los fun­cio­na­rios del gobierno Macri que posi­bi­li­ta­ron el endeu­da­mien­to y pos­te­rior fuga de divi­sas, even­tual­men­te con­tra los tec­no­bu­ró­cra­tas del Fon­do, pero nada dice de los que se bene­fi­cia­ron real­men­te con esa ope­ra­to­ria. Es nece­sa­rio que se levan­te el secre­to ban­ca­rio y se haga públi­ca la lis­ta que está en el infor­me del Ban­co Cen­tral y actuar en con­se­cuen­cia, hacien­do que paguen los que se lle­va­ron los fondos.

Si vamos a una nue­va cri­sis de deu­da los mer­ca­dos pue­den impo­ner el default, enton­ces la sali­da será caó­ti­ca y muy cos­to­sa para los sec­to­res popu­la­res. Por el con­tra­rio si la sus­pen­sión de los pagos se impo­ne como una deci­sión polí­ti­ca la sali­da no será un cam­po de rosas pero será orde­na­da, y debe­rá com­ple­men­tar­se con mayor inter­ven­ción esta­tal en la ban­ca y el comer­cio exte­rior abrien­do un futu­ro dife­ren­te a la medio­cri­dad actual.

Itu­rria /​Fuen­te

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