Pana­má. El examen de los médi­cos, un decre­to para favo­re­cer a los alle­ga­dos del Gobierno

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de mar­zo de 2021.

La reba­ja de los pun­tos en el examen reque­ri­do para la cer­ti­fi­ca­ción de los médi­cos en Pana­má, ha sido moti­vo de con­tro­ver­sia en los últi­mos días.

La Reso­lu­ción 1 de 3 de mar­zo del pre­sen­te año del MINSA, publi­ca­da en la Gace­ta Ofi­cial el pasa­do vier­nes 7 de mar­zo con la que se modi­fi­có el pun­ta­je para apro­bar el examen de cer­ti­fi­ca­ción de los médi­cos y la pro­pues­ta de ley en la Asam­blea, sur­gen gra­cias a la influen­cia de cier­tos polí­ti­cos para bene­fi­ciar a fami­lia­res y amigos.

De paso se bene­fi­cian uni­ver­si­da­des pri­va­das que ofre­cen una for­ma­ción aca­dé­mi­ca que no brin­dan, colo­can­do a sus egre­sa­dos en un esta­do de inde­fen­sión, sal­vo a los vin­cu­la­dos a “ape­lli­dos” del poder eco­nó­mi­co y político.

Las auto­ri­da­des del Gobierno apro­ba­ron esa ini­cia­ti­va sin mediar con­sul­ta o deba­te, sino como una impo­si­ción más en pandemia.

En otro acto ver­da­de­ra­men­te inde­co­ro­so, el Pre­si­den­te Cor­ti­zo tra­ta de des­vin­cu­lar­se del tema que invo­lu­cra a fun­cio­na­rios del MINSA y a dipu­tados de su pro­pio partido

En otro aspecto

Es cier­to que es un examen nor­te­ame­ri­cano rea­li­za­do por una fundación. 

¿Cobra por ello? ¿Cuán­to? ¿Per­te­ne­ce el decano Enri­que Men­do­za, incli­na­do abier­ta­men­te a Esta­dos Uni­dos y quien aplau­dió la inva­sión del 20 de diciem­bre de 1989, a esta fun­da­ción? Se dice que el examen vale 200 balboas.

Muchos bue­nos médi­cos for­ma­dos en el exte­rior y con prác­ti­cas hos­pi­ta­la­rias y comu­ni­ta­rias rea­li­za­das en sus paí­ses de estu­dio que no se hacen aquí, no han logra­do pasar el examen por pocos pun­tos y hoy ape­nas sobre­vi­ven hacien­do otros ofi­cios o labores.

La Facul­tad de Medi­ci­na res­trin­ge con fil­tros la entra­da de estu­dian­tes que caen en manos de uni­ver­si­da­des pri­va­das que son un nego­cio, pero super­vi­sa­das por la Uni­ver­si­dad de Pana­má, y otros con muchos sacri­fi­cios se ven obli­ga­dos a par­tir al exterior.

El examen se rea­li­za des­de 2014, por lo cual muchos espe­cia­lis­tas que hoy opi­nan y que exi­gen cali­dad, no fue­ron some­ti­dos a dicho examen.

¿Por qué esos “exce­len­tes” pro­fe­sio­na­les, la Facul­tad de Medi­ci­na y su cuer­po docen­te de pro­ba­da capa­ci­dad no ela­bo­ran el examen en vez de hacer­lo una fun­da­ción norteamericana?

A pro­pó­si­to, algu­nos de esos “exce­len­tes” pro­fe­sio­na­les ven la salud como un nego­cio (por suer­te no la mayo­ría), le deben mucho al pue­blo en pan­de­mia por­que sus erro­res, des­acier­tos en esta cri­sis sani­ta­ria y has­ta cobar­día por negar­se a aten­der a pacien­tes COVID, han sido paga­dos muy caros por el pue­blo con casi 6 mil muer­tos y 350 mil contagiados.

Ese examen res­pon­de a indi­ca­cio­nes de la OMC-TISA, enmar­ca­das en los cri­te­rios de la glo­ba­li­za­ción neo­li­be­ral de prue­bas estan­da­ri­za­das y acre­di­ta­ción para uni­ver­si­da­des y escuelas.

Más de mil uni­ver­si­da­des en Esta­dos Uni­dos se opo­nen a estos exá­me­nes, según Fair­Test (Cen­tro Nacio­nal de Prue­bas Jus­tas y Abier­tas, orga­ni­za­ción edu­ca­ti­va esta­dou­ni­den­se que abor­da cues­tio­nes rela­cio­na­das con la impar­cia­li­dad y la pre­ci­sión en la toma y cali­fi­ca­ción de los exá­me­nes de los estudiantes). 

Eso quie­re decir que ya hoy más de una ter­ce­ra par­te de las uni­ver­si­da­des de 4 años sin fines de lucro de ese país recha­zan que un examen debe deter­mi­nar el futu­ro del estu­dian­te. El lis­ta­do inclu­ye tam­bién cien­tos de uni­ver­si­da­des públicas.

Son gra­ves las acu­sa­cio­nes mutuas. Se dice que la reduc­ción del pun­ta­je de los exá­me­nes fue con el inte­rés de apo­yar a fami­lia­res, ami­gos (empre­sa­rios) y egre­sa­dos de uni­ver­si­da­des privadas.

Por otra par­te, se ha insi­nua­do que los exá­me­nes son un nego­cia­do que per­ju­di­ca a pana­me­ños egre­sa­dos de uni­ver­si­da­des extran­je­ras, que los de la Facul­tad de Medi­ci­na de la Uni­ver­si­dad de Pana­má ya lo cono­cen y que el res­to entran a cie­gas a practicarlo.

Lo lógi­co es exi­gir que se inves­ti­guen todas las denun­cias. Pero esta­mos en Pana­má dón­de no pasa nada. El escán­da­lo se olvi­da­rá y esto segui­rá pudrién­do­se. Favo­re­cién­do­se al minúscu­lo gru­po para los cua­les se emi­tió la resolución.

Al final lo que sí sabe­mos es que la mayo­ría de los hijos de la éli­te médi­ca, de los ricos y polí­ti­cos corrup­tos no ten­drán nin­gún pro­ble­ma, tam­po­co se expu­sie­ron en pan­de­mia como otros. Ellos paga­rán las veces que sea nece­sa­rio por ese examen. Apar­te no mues­tran nin­gún inte­rés en la salud públi­ca, sino en hacer nego­cios. A dife­ren­cia de aque­llos pana­me­ños, pro­ce­den­tes de hoga­res pobres que soña­ron con esta carre­ra para mejo­rar las con­di­cio­nes de vida de los suyos y con ver­da­de­ra voca­ción ser­vir al pue­blo, yen­do a don­de tuvie­ran que ir y aten­dien­do a cual­quie­ra sin dis­tin­ción de nin­gu­na índo­le. Ellos pudie­ron haber­se gra­dua­do con hono­res en otros paí­ses y rea­li­za­do prác­ti­cas más exi­gen­tes que aquí, como tan­tos otros pro­fe­sio­na­les en el pasa­do, pero esto no se les reco­no­ce­rá jamás. Has­ta en esto com­pro­ba­mos las gran­des des­igual­da­des en nues­tra socie­dad y que la salud es una mercancía

Cor­ti­zo, por su par­te, se lava las manos como Pila­tos y man­da a redac­tar nue­vas car­tas de renuncia.

Fuen­te: Fre­na­de­so /​/​Kaos en la Red

Itu­rria /​Fuen­te

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