Gua­te­ma­la. Sobe­ra­nía ali­men­ta­ria y pla­gas de langostas

Por Mar­lón Gar­cía Arria­ga. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 3 de mar­zo de 2021.

Hace un par de días mis ami­gos Álva­ro López y Miguel Jimé­nez de la Coope­ra­ti­va Nue­vo Hori­zon­te, San­ta Ana, Petén, me envia­ron unas fotos y videos que me hicie­ron sal­tar el cora­zón. Al prin­ci­pio no enten­día la alar­ma que me expre­sa­ban pues pare­cían las típi­cas fotos de la esta­ción seca en el Petén con sus pas­tos y hojas de sus árbo­les cafés. Has­ta que leyen­do su men­sa­je enten­día que me habían envia­do la foto de una cei­ba cubier­ta de lan­gos­tas. La pla­ga que actual­men­te tie­ne una aler­ta sani­ta­ria por par­te del Minis­te­rio de Agri­cul­tu­ra (MAGA) en Petén había lle­ga­do a su comunidad.

Simi­la­res a los sal­ta­mon­tes que siem­pre han esta­do en la natu­ra­le­za, pero de color café y naran­ja, se cuen­tan por millo­nes y comen, cada una, el 100% de su peso por día. Gus­tan de lo ver­de tierno de la natu­ra­le­za y los cam­pos de cul­ti­vo. No comen el fru­to o los tallos, pero devo­ran sin impor­tar si es pas­to, árbol fru­tal, árbol made­re­ro, mil­pa, etcétera.

Aun­que la aler­ta sani­ta­ria se ini­ció des­de julio del año pasa­do fue hace 3 sema­nas que un comu­ni­ta­rio detec­tó su pre­sen­cia en la par­te noroes­te de la coope­ra­ti­va, en la región de “la Pine­ra” por lo que hoy mis que­ri­dos com­pas han teni­do que pre­pa­rar una ofen­si­va con­tra un nue­vo enemi­go de su segu­ri­dad alimentaria.

Enten­dien­do su com­por­ta­mien­to para el efec­ti­vo com­ba­te estratégico.

Foto Coope­ra­ti­va Nue­vo Horizonte

Las lan­gos­tas son diur­nas. Su voraz ham­bre está acti­va en sus cuer­pos a la luz del sol. Y con­for­me va entran­do la tar­de se reti­ran por lo gene­ral a los bos­ques y des­can­san en las copas de los árbo­les, don­de per­ma­ne­cen has­ta la maña­na siguien­te. A veces des­de su reti­ra­da o por la maña­na pue­den volar dis­tan­cias entre 20 y 150 km por día. Eso sería el equi­va­len­te a que en 3 o 4 días podrían lle­gar a la región de Chi­mal­te­nan­go y Anti­gua Gua­te­ma­la des­de su actual avis­ta­mien­to. Por eso, aun­que no soy un exper­to en el tema, me hace expo­ner su gra­ve­dad y pido tu aten­ción ante este fenómeno.

Al ini­cio según me cuen­ta Miguel, y como no había expe­rien­cia recien­te, las pri­me­ras pobla­cio­nes afec­ta­das al oes­te del Petén en el muni­ci­pio de la Liber­tad tra­ta­ron de com­ba­tir la pla­ga con bom­bas de fumi­ga­ción. Estas bom­bas tie­nen un motor que hace mucho rui­do y cau­sa que las lan­gos­tas, que son sen­si­bles a los soni­dos, levan­ten el vue­lo y la fumi­ga­ción se vuel­ve inefi­cien­te para su eli­mi­na­ción. Ade­más des­de la eco­no­mía cam­pe­si­na “es lo posi­ble” pues si con­tras­ta­mos con el capi­tal de los “pal­me­ros” que pue­den pagar avio­ne­tas que cobran por des­car­ga U$700 las posi­bi­li­da­des “como siem­pre” son desiguales.

Los enor­mes cam­pos de pal­ma no son afec­ta­dos por esta pla­ga pues la hoja de la pal­ma no es el tipo de ali­men­to que estos insec­tos bus­can. No así la indus­tria gana­de­ra pue­de enfren­tar enor­mes pérdidas.

La comu­ni­dad de Nue­vo Hori­zon­te des­de las últi­mas 3 sema­nas ha teni­do que lidiar con cin­co ata­ques o avis­ta­mien­tos de esta pla­ga, por lo que des­de su ini­cio han dado avi­so a los téc­ni­cos del MAGA con quie­nes han comen­za­do a pre­pa­rar una serie de estra­te­gias. Los téc­ni­cos reco­gien­do y ana­li­zan­do la expe­rien­cia vivi­da en La Liber­tad han pedi­do a los comu­ni­ta­rios su aler­ta para así tomar medidas.

Espe­cial­men­te han reco­men­da­do que se detec­ten los luga­res a don­de las lan­gos­tas se reti­ran a per­noc­tar, por lo gene­ral en las copas de los árbo­les. Ya que en esa situa­ción con dro­nes logran ser fumi­ga­das y ani­qui­la­das. Expe­rien­cia que ha teni­do un rela­ti­vo éxi­to en su combate.

Las cau­sas, los efec­tos y qué no hacer

Actual­men­te se espe­cu­la la posi­ble cau­sa de esta pla­ga. Se le vin­cu­la con los efec­tos del cam­bio cli­má­ti­co y se tie­nen noti­cias recien­tes de esta pla­ga en India y en Méxi­co. Tam­bién los téc­ni­cos del MAGA espe­cu­lan sobre su posi­ble vin­cu­la­ción como efec­to de las recien­tes tor­men­tas Eta y Iota, pero no es un dato com­pro­ba­do. Actual­men­te estos téc­ni­cos se sien­ten sobre­pa­sa­dos a sus posi­bi­li­da­des en este com­ba­te debi­do a la velo­ci­dad y varia­bi­li­dad de su des­pla­za­mien­to. Uno de los bro­tes más gran­des tuvo lugar en San Luis, Petén que por su tama­ño tuvo que ser fumi­ga­do con heli­cóp­te­ros pero como apun­ta­ba ante­rior­men­te su cos­to es enorme.

Un efec­to inde­sea­ble, que mis ami­gos me dicen, es que la cura es tam­bién un mal. Ya que las fumi­ga­cio­nes se hacen con quí­mi­cos pire­proi­des los cua­les no sólo ani­qui­lan a las lan­gos­tas sino a otros insec­tos como las abe­jas, mari­po­sas, etcé­te­ra, al mis­mo tiem­po que con­ta­mi­nan el agua. “No lo que­re­mos pero no tene­mos de otra.” Pre­gun­té si las aves, que en Petén abun­dan, no ayu­dan a con­tro­lar la pla­ga pero al pare­cer más bien les huyen por la gran can­ti­dad que son, sal­vo algu­nas como los siem­pre valien­tes zanates.

Un comu­ni­ta­rio, Juan, cap­tu­ró a varias y las dio de comer a su chun­to, pero al cabo de unas horas el ave murió. Posi­ble­men­te por efec­to de los quí­mi­cos que estas ya por­ta­ban tras la fumi­ga­ción. Sin embar­go la idea no es des­ca­be­lla­da ya que las lan­gos­tas tie­nen un alto con­te­ni­do pro­teí­ni­co, por lo que inclu­so podría ser apto para el con­su­mo humano. ¡Pero ojo con la expe­rien­cia del chun­to de Juan!

La situa­ción pare­ce aún no haber­se solu­cio­na­do y los ento­mó­lo­gos temen que este pue­da ser un momen­to en que esta pla­ga ha comen­za­do un pro­ce­so de lar­va­ri­za­ción, por lo que se man­tie­ne una aler­ta a un rebro­te entre mayo y julio. Esto debi­do a que con la tem­po­ra­da de llu­via los cam­pos ver­des serán un buen ali­men­to para las nue­vas crías.

NO QUEDARSE PASIVO es una de las prin­ci­pa­les reco­men­da­cio­nes de aque­llos que ya han teni­do el pro­ble­ma. Sobre todo estar aler­ta y obser­var sus des­pla­za­mien­tos y tra­tar de coor­di­nar con las auto­ri­da­des para imple­men­tar las medi­das que por el momen­to acá se exponen.

Juan, des­mo­vi­li­za­do de las FAR del Petén, recuer­da que en su niñez, hace unos 70 años, vivió una situa­ción pare­ci­da. Las lan­gos­tas vinie­ron y aca­ba­ron con todo. Él recuer­da como su mami­ta logró hacer sobre­vi­vir a sus hijos hacien­do tor­ti­llas con semi­llas de ujux­te, plá­tano ver­de y el poqui­to de maíz que logró sal­var­se. El inter­cam­bio y la soli­da­ri­dad entre veci­nos jugó un papel cru­cial para la sobrevivencia.

Con la inves­ti­ga­ción his­tó­ri­ca y eco­nó­mi­ca que hago en la región he apren­di­do mucho de la gen­te que vive en for­ma orga­ni­za­da y de resis­ten­cia día a día en la fae­na agrí­co­la. Vie­nen momen­tos duros para nues­tra segu­ri­dad ali­men­ta­ria y tener un pen­sa­mien­to y acti­tud no soli­da­rios y fata­lis­tas… la ver­dad no se vale.

Fuen­te: Pren­sa Comunitaria

Itu­rria /​Fuen­te

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