Etio­pía. A la hora de los muertos

Por Gua­di Cal­vo*, Resu­men Medio Orien­te, 6 de mar­zo de 2021.

Como en todas las gue­rras, los muer­tos son lo últi­mo que se cuen­ta y si bien el con­flic­to de Tigray, en el nor­te de Etio­pia, está lejos de resol­ver­se, los crí­me­nes con­tra la pobla­ción civi­les, han sido tan­tos, que está comen­zan­do a emer­ger, casi por volun­tad pro­pia, a pesar de que el cer­co infor­ma­ti­vo esta­ble­ci­do por Addis Abe­ba, es abso­lu­to, ya que han cor­ta­do los ser­vi­cios de comu­ni­ca­cio­nes (tele­fo­nía e inter­net) ade­más de prohi­bir el acce­so de perio­dis­tas y tra­ba­ja­do­res huma­ni­ta­rios, lo que hace que nada sea pre­ci­so y toda la infor­ma­ción depen­da de loca­les que han hui­do a Sudán y las imá­ge­nes sate­li­ta­les apor­ta­das por la bri­tá­ni­ca por la fir­ma bri­tá­ni­ca DX Open Net­work.

Vas­tos sec­to­res fron­te­ri­zos de la pro­vin­cia etío­pe de Tigray, con Eri­trea se encuen­tran bajo el con­trol del ejér­ci­to de ese país, alia­do a Addis Abe­ba, y están eli­mi­nan­do a la pobla­ción civil como si se tra­ta­se de una lim­pie­za étni­ca “desen­fre­na­da”, según fuen­tes del Depar­ta­men­to de Esta­do, nor­te­ame­ri­cano que habla de que “pue­blos ente­ros fue­ron casi des­trui­dos y otros com­ple­ta­men­te borra­dos”. Han sido con­fir­ma­do que al menos ya son cua­tro las aldeas, des­trui­das, al tiem­po que se des­co­no­ce el des­tino de sus pobla­do­res, de los que se cree han sido eje­cu­ta­dos por las fuer­zas de ocu­pa­ción eritreas.

Las tro­pas de Asma­ra, se encuen­tran en Etio­pia, des­de el ini­cio mis­mo del con­flic­to inde­pen­den­tis­ta en noviem­bre pasa­do, para luchar jun­to al ejér­ci­to etío­pe, con­tra las fuer­zas del Fren­te de Libe­ra­ción del Pue­blo de Tigray, (TPLF), con lo que con­si­guie­ron arre­ba­tar, Meke­lle, la capi­tal pro­vin­cia, tras lo que ambas fuer­zas han sido acu­sa­das de crí­me­nes de gue­rra, eje­cu­cio­nes suma­rias, tor­tu­ras y des­apa­ri­cio­nes, y de bom­bar­dear de mane­ra indis­cri­mi­na­da barrios civi­les, ope­ra­cio­nes que habrían deja­do miles de muertos.

Refu­gia­dos etío­pes, que han lle­ga­do a los cam­pa­men­tos en la fron­te­ra con Sudán, los que se esti­man entre 65 y 70 mil, (según fuen­tes del gobierno etío­pe ha aten­di­do los reque­ri­mien­tos de tres millo­nes de des­pla­za­dos inter­nos) han denun­cia­do que a pesar de que el Pri­mer Minis­tro, Abiy Ahmed, anun­ció la vic­to­ria y el fin de las ope­ra­cio­nes, las uni­da­des eri­treas con­ti­nua­ron ata­can­do obje­ti­vos civi­les, saquean­do vivien­das y comer­cios, para des­pués incen­diar­lo todo, inclu­so los sem­bra­díos y herra­mien­tas de labran­za y sacri­fi­car el gana­do. Se cree que con los incen­dios de cer­ca de 500 casas tukul, cons­trui­das de paja com­pri­mi­da, pas­to y barro, muy comu­nes en las áreas agrí­co­las del país, se inten­ta­ba disi­mu­lar los cadá­ve­res de los civi­les, que fue­ron ase­si­na­dos al ser sor­pren­di­dos en vivien­das y sus luga­res de trabajo.

Mien­tras Addis Abe­ba, afir­ma haber redu­ci­do sus ope­ra­cio­nes a las zonas rura­les de Tigray, las imá­ge­nes sate­li­ta­les toma­das sobre fron­te­ra con Eri­trea con Tigray, mues­tran accio­nes mucho más impor­tan­tes que sim­ples bati­das con­tra patru­llas des­co­nec­ta­das del TPLF.

Según las imá­ge­nes sate­li­ta­les de la bri­tá­ni­ca DX Open Net­work, se ven varias aldeas, inclui­das ciu­da­des como Debre Har­maz, con casi 275 mil habi­tan­tes y Adi Men­di, que, con unos 70 mil resi­den­tes, apa­re­ce aho­ra como una ciu­dad fan­tas­ma. Mien­tras que pobla­do­res cer­ca­nos infor­ma­ron, que varios sacer­do­tes, fue­ron ase­si­na­dos den­tro de una igle­sia. Los sol­da­dos eri­treos, tam­bién ata­ca­ron el incen­dia­ron, el pasa­do 16 de febre­ro, la aldea de Ade­mey­ti, al sur de la ciu­dad de Bad­me, uno de los gran­des esce­na­rios de la gue­rra fron­te­ri­za eri­treo etío­pe entre los años 1998 – 2000.

Los aná­li­sis de imá­ge­nes apor­ta­das por DX Open Net­work mues­tran que cer­ca de 500 estruc­tu­ras fue­ron arra­sa­das en la ciu­dad de Gijet entre el 21 y el 23 de febre­ro, sin poder pre­ci­sar el núme­ro de víctimas.

Tam­bién se ha con­sig­na­do que la nue­va situa­ción en la pro­vin­cia de Tigray, de don­de salie­ron los prin­ci­pa­les líde­res de la nacio­nes en estos últi­mos años des­per­tan­do la fas­ti­dios de las otras 54 etnias que con­for­man el pue­blo etío­pe, unos cien millo­nes de per­so­nas, ha des­per­ta­do vie­jas riva­li­da­des étni­cas y tri­ba­les, por lo que mili­cias de la etnia Amha­ra, ances­tra­les enemi­gos de los tigra­yan, par­ti­ci­pan jun­to a los efec­ti­vos regu­la­res eri­treos y etío­pes, en reda­das en pro­cu­ra de eli­mi­nar a sus enemi­gos, dan­do lugar a más matan­zas de pobla­do­res loca­les, cata­lo­ga­da como lim­pie­za étni­ca, arra­sa­do aldeas y vacia­do ciudades.

La matan­za de Axum.

Según Amnis­tía Inter­na­cio­nal, en un infor­me publi­ca­do el pasa­do vier­nes 26, fuer­zas eri­treas habrían eje­cu­ta­do a cer­ca de 800 civi­les en la ciu­dad de Axum, entre el 28 y el 29 de noviem­bre pasa­do, cons­ti­tu­yén­do­se en una de las mayo­res car­ni­ce­rías en lo que va de la gue­rra. Las víc­ti­mas fue­ron sor­pren­di­das en la igle­sia cris­tia­na San­ta María de Sión, de la ciu­dad de Axum, capi­tal de la Igle­sia orto­do­xa etío­pe, don­de los cre­yen­tes, dicen se encuen­tra el Arca de la Alian­za, un cofre de made­ra el que habría sido cons­trui­do para guar­dar los Diez Man­da­mien­tos de Moi­sés, por lo que muchos de ellos habrían acu­di­do a la igle­sia a defen­der la reliquia.

San­ta María de Sión, tam­bién se había con­ver­ti­do en los pri­me­ros días de la gue­rra, en un lugar de refu­gio para quie­nes huían de los com­ba­tes, para más que­dar en medio de los com­ba­tes entre las fuer­zas de Addis Abe­ba y los mili­cia­nos del TPLF.

Los pri­me­ros infor­mes de la matan­za, fue­ron apor­ta­dos por un dia­cono que logró sobre­vi­vir a los com­ba­tes que se libra­ron del últi­mo fin de sema­na de noviem­bre pasa­do. Lo que fue nega­do por el Pri­mer Minis­tro Abiy Ahmed, gana­dor del Pre­mio Nobel de la Paz en 2019, quien acu­so de la res­pon­sa­bi­li­dad de la matan­za a las fuer­zas de Tigray, al igual que la Comi­sión de Dere­chos Huma­nos de Etiopía.

Según Amnis­tía Inter­na­cio­nal, que dice haber entre­vis­ta­do a unos cua­ren­ta tes­ti­gos y sobre­vi­vien­tes de los ata­ques y veci­nos que pudie­ron rom­per el cer­co comu­ni­ca­cio­nal, al que está sien­do some­ti­da la pro­vin­cia de Tigray, dije­ron que los sol­da­dos etío­pes y eri­treos abrie­ron fue­go indis­cri­mi­na­da­men­te con­tra civi­les des­ar­ma­dos y en algu­nos casos los fue­ron bus­can­do casa por casa, regan­do de muer­tos las calles de la ciu­dad de 70 mil habi­tan­tes. Ade­más, los tes­ti­gos denun­cian que las tro­pas regu­la­res han rea­li­za­do toda la pano­plia del horror: eje­cu­cio­nes extra­ju­di­cia­les, bom­bar­deos, saqueos gene­ra­li­za­dos, tor­tu­ras y vio­la­cio­nes. Algu­nos tes­ti­gos dije­ron que los ata­can­tes lle­ga­ron en camio­nes con paten­tes eri­treas, con uni­for­mes de ese país y común comu­ni­cán­do­se con un dia­lec­to tigri­ño. Según lo des­ci­fran imá­ge­nes de saté­li­te, a media­dos de diciem­bre se pro­du­je­ron entie­rros masi­vos cer­ca de dos de las igle­sias de la ciu­dad, des­pués de un gran funeral.

Tam­bién se cono­ció que en la pri­me­ra sema­na de enero se pro­du­jo otra matan­za en en una zona lla­ma­da Debre Abay, en cer­ca­nías de un impor­tan­te monas­te­rio, al que mili­ta­res etío­pes y eri­treos comen­za­ron a bom­bar­dear, la ciu­dad Mai Hrmaz, don­de murie­ron un núme­ro inde­ter­mi­na­do de per­so­nas entre ellos varios niños. Según los infor­mes los com­ba­tes se exten­die­ron por dos días en los que habrían muer­to unos 500 mili­ta­res etío­pes y eri­treos. Tras el replie­gue de las fuer­zas de Tigray, los regu­la­res reci­bie­ron refuer­zos, por los que pudie­ron entrar a la ciu­dad, don­de tras ase­si­nar a unas cien per­so­nas, se dedi­ca­ron al saqueo e incen­dia­ron una impor­tan­te can­ti­dad de vivien­das y loca­les comerciales.

El día diez de enero otro taque se pro­du­jo con­tra la aldea de Bora Sel­wa, en la que se cree murie­ron otras 150 per­so­nas, a manos de las fuer­zas regu­la­res, que ope­ran cada vez con más áni­mo de venganza.

Tan­to del ejér­ci­to etío­pe, como del eri­treo, siguen en sus ope­ra­cio­nes con­tra toda la pobla­ción de Tigray, sean mili­cia­nos o civi­les, sabien­do que nin­guno de sus miem­bros será san­cio­na­do por sus “exce­sos” a la hora de con­tar los muertos.

*Gua­di Cal­vo es escri­tor y perio­dis­ta argen­tino. Ana­lis­ta Inter­na­cio­nal espe­cia­li­za­do en Áfri­ca, Medio Orien­te y Asia Cen­tral. En Face­book: https://​www​.face​book​.com/​l​i​n​e​a​i​n​t​e​r​n​a​c​i​o​n​a​lGC.

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