Bra­sil. Con fal­ta de agua y de jabón, la aten­ción bási­ca de la salud com­ba­te la covid en precarización

Por Nara Lacer­da. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 25 de mar­zo de 2021.

La pan­de­mia agra­vó el esce­na­rio de ines­ta­bi­li­dad y afec­tó direc­ta­men­te la salud men­tal de los trabajadores.

Pro­fe­sio­na­les que tra­ba­jan en la puer­ta de entra­da del Sis­te­ma Úni­co de Salud (SUS) bra­si­le­ño, y que ya sufrían con la pre­ca­ri­za­ción, están en con­di­cio­nes de cre­cien­te vul­ne­ra­bi­li­dad con la pan­de­mia del coro­na­vi­rus. Fal­tan equi­pos de pro­tec­ción, capa­ci­ta­ción y has­ta agua y jabón.

Una inves­ti­ga­ción de la Fun­da­ción Oswal­do Cruz, uno de los prin­ci­pa­les ins­ti­tu­tos cien­tí­fi­cos de Bra­sil, entre­vis­tó a tra­ba­ja­do­res de enfer­me­ría, agen­tes de com­ba­te a ende­mias, médi­cos y psi­có­lo­gos que están en la Estra­te­gia de Salud de la Fami­lia, en las Uni­da­des de Pri­me­ros Auxi­lios y en los Cen­tros de Aten­ción Psicosocial.

Las con­clu­sio­nes son que par­te de esas cate­go­rías tra­ba­jan bajo víncu­los labo­ra­les frá­gi­les, poco acce­so a equi­pos de pro­tec­ción indi­vi­dual (EPI), sin orien­ta­ción y rela­tan sen­ti­mien­tos de angus­tia y tristeza.

De los más de 250 entre­vis­ta­dos, todos en la ciu­dad de Rio de Janei­ro, más de 14% tie­nen con­tra­to tem­po­ral; 3,9%, reci­ben remu­ne­ra­ción por becas, en el mar­co del perío­do de resi­den­cia, están con­tra­ta­dos como per­so­nas jurí­di­cas o tie­nen otros tipos de vinculaciones.

La inves­ti­ga­do­ra Regi­ma­ri­na Reis afir­ma que se encon­tra­ron «vin­cu­la­cio­nes labo­ra­les que no ase­gu­ran la esta­bi­li­dad y el acce­so a dere­chos labo­ra­les para estos pro­fe­sio­na­les. Lo que expo­ne a los tra­ba­ja­do­res a la vul­ne­ra­bi­li­dad e inse­gu­ri­dad, inclu­si­ve en caso de nece­si­dad de sepa­ra­ción por covid-19».

Regi­ma­ri­na, que es una de las coor­di­na­do­ras del estu­dio, com­ple­men­ta, «ese dato lla­ma aún más la aten­ción si nota­mos la amplia expo­si­ción de los tra­ba­ja­do­res a ries­gos, evi­den­cia­da por los pro­ble­mas de acce­so a uso de EPI duran­te la pandemia».

El índi­ce de los que rela­tan no haber reci­bi­do EPI en can­ti­dad sufi­cien­te para el tra­ba­jo es del 32,9%. Más del 17% dije­ron no tener acce­so a agua y jabón siem­pre que es nece­sa­rio en las uni­da­des de atención.

Par­te de los tra­ba­ja­do­res (35,3%) tam­bién afir­ma sen­tir inse­gu­ri­dad res­pec­to al uso de los equi­pos de pro­tec­ción y más del 50% dije­ron no haber reci­bi­do capa­ci­ta­ción para usar el aparato.

Ni la for­ma­ción sobre la covid-19 se puso a dis­po­si­ción en su tota­li­dad. La fal­ta de acce­so a esta infor­ma­ción estu­vo pre­sen­te en las res­pues­tas de 44,5% de los par­ti­ci­pan­tes en la investigación.

Pro­ble­mas como atra­so de los sala­rios y fal­ta de apo­yo a la salud men­tal de esos pro­fe­sio­na­les pre­va­le­cen. En 57,6% de las res­pues­tas, los par­ti­ci­pan­tes dije­ron que la jor­na­da es más pesa­da y para más del 20% el pago se atra­só. Más del 60% men­cio­na­ron sen­ti­mien­tos de angus­tia y tristeza.

Los resul­ta­dos com­ple­tos de la inves­ti­ga­ción están dis­po­ni­bles para con­sul­ta en el site de la Fun­da­ción Fiocruz.

Fuen­te: Bra­sil de Fato

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