Por Silvina Reguera*, Resumen Latinoamericano, 25 de marzo de 2021.
Cuando creímos que el mensaje de la pandemia iba a ser muy claro “preservar la vida y los recursos naturales”. El presidente Fernández declara como “esencial” la megaminería, ignorando el pedido de organizaciones mundiales de suspenderse estas actividades. Desde hace 4 días, los vecinos andalgalenses están haciendo cortes “selectivos” en los distritos El Potrero y Choya, por donde pasan los mineros.
En Andalgalá, departamento catamarqueño donde se emplazó la primer mina a cielo abierto: Alumbrera, en los 90´; los vecinos organizados en asamblea, llevan más de once años frenando un proyecto que, de explotarse, sería el fin, la muerte de ese pueblo. (De hecho, Alumbrera ya desapareció un pueblo, Vis Vis ).
En su cuenta de Twitter , Alcira Argumedo escribió : “Estamos haciendo cálculos más ajustados. Pero en grandes trazos puede afirmarse que con el valor de un año del contrabando de cerealeras, petroleras, mineras y otras exportadoras, casi casi se podría pagar al contado la deuda del FMI. O cerramos esta vena abierta o no hay futuro”.
Y es que cada gobierno, lejos de escuchar a los pueblos, profundizan el saqueo y ponen en serio riesgo, no solo la vida de las personas, sino también la Democracia, un sistema que tambalea permanentemente por la inoperancia de cada uno que asume el mando, y lo más grave, violan las leyes y la Constitución, en un desenfreno por conseguir dólares, a costa de lo que sea, como comprometer el futuro de los ciudadanos de casi todo el país y Catamarca incluida, con un 38% de su territorio concedido a pedimentos mineros de mediana y gran escala.
Vienen por el oro, vienen por el litio, vienen por la “tierras raras”. Vienen por todo. Desde hace 4 días, los vecinos andalgalenses están haciendo cortes “selectivos” en los distritos El Potrero y Choya, por donde pasan los mineros; como una de las infinidades de acciones que llevan a cabo desde hace mas de una década, como las 580 caminatas que todos los sábados se hacen en el centro de la ciudad y ni hablar de las presentaciones en la justicia…una justicia coludida con el poder del feudo minero que actúa en consecuencia, declarando inconstitucional la ordenanza municipal lograda en 2016 para proteger el reservorio que brinda Agua a Andalgalá.
Pero no son estos extranjeros ilegales, invasores, colonizadores, apropiadores de lo ajeno, mercenarios de la muerte, los únicos “enemigos” declarados de Andalgalá. La sociedad en general, tiene que lidiar con la presencia de algunos personajes, que nadie sabe de donde aparecieron un día, se instalaron en el pueblo y hoy venden “espejitos de colores” como un tal Rodolfo Tarraubella nombrado “Embajador de la Paz” por el Círculo de Embajadores Universales de la Paz”. Parece una secta ocultista, parece un chiste. Pero si señores! El absurdo y el descaro de este mamarracho que chapea pertenecer a organismos internacionales y opera con las mineras con una pseudo fundación “Eco-Conciencia” que de “eco” tiene muy poco y de “conciencia” no tiene nada. En este punto, para colmo de males, hay gente que compra esos “espejitos”, son las víctimas cooptadas que se vuelven en contra de sus vecinos de toda la vida, y ahí es donde se logra el primer objetivo: dividir para reinar.
A sacarse la careta, señores! Que somos pocos y nos conocemos mucho! El gobernador Jalil, otra marioneta del “círculo vicioso” de YMAD, una sopa química de corrupción, nepotismo y latrocinio programado y organizado especialmente para la ocasión.
Finalmente, hay que recalcar una vez más, que Andalgalá está en alerta permanente, en una lucha poco y nada pareja, midiendo fuerzas entre los que odian al pueblo, y los que lo protegen, lo aman y están dispuestos a todo para no ser los “desaparecidos de hoy… y en democracia”. Nobleza obliga, para esta ocasión, una fabula anónima.
Una leyenda fabulosa para reflexionar: La verdad y la mentira.
Un día la verdad y la mentira se cruzaron:
– Buenos días- dijo la mentira.
– Buenos días- contestó la verdad.
– Hermoso día- dijo la mentira.
Y la verdad, miró al cielo y miró el horizonte para ver si era verdad… Y sí, lo era.
– Hermoso día- contestó entonces la verdad.
– Aún más hermoso está hoy el lago- dijo la mentira.
Y la verdad, miró y requete miró al lago para convencerse de que era verdad… Y sí, lo era.
– Cierto, está más bonito- dijo entonces la verdad.
Y la mentira, corriendo hacia el agua, dijo:
– ¡Vayamos al agua a nadar! ¡El agua está mucho más hermosa! La verdad se acercó con prudencia al agua, la tocó con la yema de los dedos, vio que sí, el agua estaba más hermosa, y decidió creer a la mentira y seguirla.
Ambas se quitaron la ropa y se lanzaron al agua. La verdad y la mentira estuvieron nadando un buen rato, muy a gusto, hasta que la mentira salió y se puso la ropa de la verdad. La verdad, incapaz de ponerse la ropa de la mentira, comenzó a caminar desnuda por la calle y todos se horrorizaron de verla.
Así es cómo, desde entonces, la mayoría de personas prefieren ver la mentira disfrazada de verdad que la verdad al desnudo.
Fuente: ANRed – * Ciudadana Andalgalense. Miembro de La Asamblea El Algarrobo