Esta­dos Uni­dos. La polí­ti­ca de iden­ti­dad y la cam­pa­ña con­tra China

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 1 de noviem­bre de 2020. 

La bata­lla por la pre­si­den­cia de Esta­dos Uni­dos se inten­si­fi­ca a medi­da que se acer­ca el día de las elec­cio­nes. ¿Qué tie­ne de espe­cial la vota­ción de este año? ¿Qué tan bien está fun­cio­nan­do la demo­cra­cia en el país? CGTN Insight exa­mi­na la polí­ti­ca de iden­ti­dad de Esta­dos Uni­dos en el ter­ce­ro de los tres epi­so­dios dedi­ca­dos a la carre­ra por la Casa Blanca.

La polí­ti­ca de iden­ti­dad, que no es aje­na a las cam­pa­ñas elec­to­ra­les de Esta­dos Uni­dos, aho­ra se ha fil­tra­do en la diplo­ma­cia del país.

Ya se tra­te de mora­li­dad, eco­no­mía o polí­ti­ca, algu­nos en Esta­dos Uni­dos han endu­re­ci­do su creen­cia de que su país está des­ti­na­do a lide­rar el mundo.

Pero Chi­na, para bien o para mal, está hacien­do que Esta­dos Uni­dos se sien­ta inse­gu­ro acer­ca de su tan cacarea­da liderazgo.

La cre­cien­te popu­la­ri­dad de Tik­Tok y el rápi­do desa­rro­llo de la tec­no­lo­gía de fabri­ca­ción chi­na pre­sen­tan a EE. UU. Un desa­fío que nun­ca antes había enfrentado.

Sin prue­bas, algu­nos en Washing­ton han afir­ma­do que las empre­sas tec­no­ló­gi­cas de Chi­na son una «ame­na­za para la segu­ri­dad nacio­nal» y han alen­ta­do a sus alia­dos a seguir su ejem­plo y ata­car a China.

La repre­sión inter­na­cio­nal es solo una de las for­mas en que Esta­dos Uni­dos defien­de su iden­ti­dad. Explo­tar y mani­pu­lar a Chi­na es otra.

En los últi­mos dos años, los hal­co­nes de Chi­na han tra­ta­do de divi­dir la idea del «pue­blo chino» en dife­ren­tes gru­pos para ins­ti­gar la división.

Al eti­que­tar dife­ren­tes gru­pos con dife­ren­tes adje­ti­vos, inten­tan pin­tar a Chi­na como un país opre­si­vo que la comu­ni­dad inter­na­cio­nal debe­ría evitar. 

Cuan­do Esta­dos Uni­dos san­cio­nó al Cuer­po de Pro­duc­ción y Cons­truc­ción de Xin­jiang, el secre­ta­rio de Esta­do Mike Pom­peo acu­só a Chi­na de inten­si­fi­car su cam­pa­ña de «repre­sión» sis­te­má­ti­ca de los uigu­res y otros gru­pos mino­ri­ta­rios musulmanes.

Chi­na ha sub­ra­ya­do repe­ti­da­men­te que su polí­ti­ca en Xin­jiang se tra­ta de segu­ri­dad. Pero Pom­peo deli­be­ra­da­men­te hace oídos sor­dos, a pesar de no poder pre­sen­tar prue­bas creí­bles para jus­ti­fi­car su retórica.

Se han uti­li­za­do tác­ti­cas simi­la­res en Hong Kong.

Esta­dos Uni­dos tra­tó de pin­tar a los mani­fes­tan­tes como defen­so­res de los dere­chos huma­nos y la demo­cra­cia, al tiem­po que des­cri­bió al gobierno chino como un señor auto­ri­ta­rio que repri­me a su pro­pio pueblo.

Al dar a todos los mani­fes­tan­tes la mis­ma iden­ti­dad, Washing­ton se mos­tró deli­be­ra­da­men­te indi­fe­ren­te hacia la vio­len­cia y los disturbios.

A lo lar­go de la Gue­rra Fría y su cru­za­da en el Medio Orien­te, Esta­dos Uni­dos uti­li­zó la polí­ti­ca de iden­ti­dad para des­es­ta­bi­li­zar paí­ses al hacer que la gen­te per­die­ra la fe en sus gobiernos.

A medi­da que Chi­na se vuel­ve más pode­ro­sa, algu­nos polí­ti­cos esta­dou­ni­den­ses eti­que­tan a Chi­na de for­mas cada vez más nega­ti­vas con la espe­ran­za de soca­var su repu­tación y legi­ti­mi­dad inter­na­cio­nal. Esto es para pro­te­ger a los Esta­dos Uni­dos con­tra cual­quier desa­fío poten­cial o exis­ten­te a su hegemonía.

Uti­li­zan la iden­ti­dad como arma para pro­te­ger lo que más ate­so­ran: su superioridad.

Pero, mien­tras la úni­ca super­po­ten­cia mun­dial lan­za ata­ques sin fun­da­men­to, la esta­bi­li­dad inter­na­cio­nal es el daño cola­te­ral y todas las nacio­nes están pagan­do un precio.

Fuen­te: CGTN

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