Bra­sil. Los inten­tos del cuer­po diplo­má­ti­co para «tra­tar de redu­cir los daños» del gobierno

Por Lu Sudré. Resu­men lati­no­ame­ri­cano, 3 de noviem­bre de 2020.

El 22 de octu­bre, el can­ci­ller Ernes­to Arau­jo recha­zó las crí­ti­cas a la polí­ti­ca exte­rior del gobierno de Bol­so­na­ro duran­te la gra­dua­ción de los diplo­má­ti­cos del Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res. En esa oca­sión, el emba­ja­dor men­cio­nó que en la últi­ma Asam­blea Gene­ral de las Nacio­nes Uni­das, sólo el Pre­si­den­te de los Esta­dos Uni­dos Donald Trump y Jair Bol­so­na­ro habla­ron sobre la libertad.

«Bra­sil habla de liber­tad en todo el mun­do, si eso nos con­vier­te en un paria inter­na­cio­nal, enton­ces sea­mos un paria», defen­dió el canciller.

Sin embar­go, en el otro extre­mo, los tra­ba­ja­do­res de Ita­ma­raty esta­rían tra­tan­do de miti­gar los impac­tos del ais­la­mien­to del país ante la estre­cha ali­nea­ción con Trump y la defen­sa de la agen­da con­ser­va­do­ra en los foros multilaterales.

Esto es lo que dice el diplo­má­ti­co Anto­nio Cot­tas Frei­tas, que actúa en el Minis­te­rio de Asun­tos Exte­rio­res des­de 2004, en una entre­vis­ta exclu­si­va para Bra­sil de Fato. Según él, aque­llos que repre­sen­tan al Esta­do bra­si­le­ño en la carre­ra diplo­má­ti­ca sien­ten direc­ta­men­te las con­se­cuen­cias de las accio­nes ideo­ló­gi­cas de Araú­jo y reci­ben con preo­cu­pa­ción sus deci­sio­nes políticas.

«Los que están en el extran­je­ro repre­sen­tan esta polí­ti­ca exte­rior, repre­sen­tan a Bra­sil allí. Se les acu­sa e inte­rro­gan. Es difí­cil. Por un lado, está el deber de seguir las ins­truc­cio­nes y ser un buen pro­fe­sio­nal. Por otro lado, hay un con­flic­to y no sólo de con­cien­cia polí­ti­ca. Tener un gobierno dere­chis­ta y ser más de izquier­da, por ejem­plo, esto suce­de … pero hoy en día los con­flic­tos se crean por deter­mi­na­cio­nes que van abier­ta­men­te en con­tra del inte­rés nacio­nal», dice Freitas.

«Es difí­cil. Pero tie­nes que resig­nar­te e inten­tar, en el lími­te de tus posi­bi­li­da­des, actuar para mini­mi­zar el daño. Es la reduc­ción del daño en la pun­ta, cuan­do es posi­ble. Pero la estruc­tu­ra de Ita­ma­raty lo dificulta”.

En su carre­ra diplo­má­ti­ca, el fun­cio­na­rio del Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res (cono­ci­do como Ita­ma­raty) tra­ba­jó en Bra­si­lia, Bei­jing y Washing­ton. Des­de 2015 ha esta­do de licen­cia no remu­ne­ra­da y se vol­ve­rá a pre­sen­tar ante el órgano en 2021.

Sobre la decla­ra­ción del can­ci­ller hace una sema­na duran­te la gra­dua­ción del Ins­ti­tu­to Rio Bran­co, Frei­tas enfa­ti­za que ser un paria inter­na­cio­nal tie­ne con­se­cuen­cias con­cre­tas para la pobla­ción, las empre­sas y otros intere­ses nacionales.

No es bueno ser un paria inter­na­cio­nal, exclui­do de las ron­das, ya que los paí­ses defi­nen los flu­jos de comer­cio, inver­sión y asociación

Según el diplo­ma­ta, deben inten­si­fi­car­se la exclu­sión de los flu­jos de inver­sión, las difi­cul­ta­des en las nego­cia­cio­nes comer­cia­les y en las rela­cio­nes con los paí­ses veci­nos, tra­bas que no existían.

«No es posi­ti­vo de nin­gu­na mane­ra ser un paria inter­na­cio­nal. Estar exclui­do de las rue­das, estar solo en un rin­cón mien­tras los paí­ses que repre­sen­tan la mayor par­te del PIB mun­dial están en el otro, nego­cian­do nor­mas y reglas inter­na­cio­na­les, defi­nien­do los flu­jos de comer­cio, inver­sión y aso­cia­ción», dice Freitas.

En la mis­ma oca­sión, Ernes­to Araú­jo cri­ti­có el mul­ti­la­te­ra­lis­mo y la diplo­ma­cia de las admi­nis­tra­cio­nes ante­rio­res y dijo que Bra­sil esta­ba per­dien­do su iden­ti­dad antes de que el pre­si­den­te Jair Bol­so­na­ro asu­mie­ra el car­go por­que per­ma­ne­cía «mucho tiem­po den­tro de sí mis­mo, can­tan­do glo­rias pasa­das, pulien­do vie­jos tro­feos y olvi­dán­do­se de jugar el cam­peo­na­to actual».

Duran­te el dis­cur­so, el can­ci­ller negó ser par­te del lla­ma­do ala ideo­ló­gi­ca del gobierno, aun­que cri­ti­có el «Mar­xis­mo sin Dios».

Sin embar­go, los deba­tes pro­mo­vi­dos por la Fun­da­ción Ale­xan­dre de Gus­mão (Funag), una fun­da­ción públi­ca vin­cu­la­da a Ita­ma­raty que pro­mue­ve con­fe­ren­cias y for­ma­ción sobre rela­cio­nes inter­na­cio­na­les, mues­tran lo contrario.

Temas como la lucha con­tra el lla­ma­do glo­ba­lis­mo y el comu­nis­mo, así como otras ideas anti­cien­tí­fi­cas difun­di­das por el lla­ma­do «ola­vis­mo» – como se cono­ce a los segui­do­res del escri­tor y astró­lo­go Ola­vo de Car­valho – for­man par­te de la agen­da de even­tos de la Fun­da­ción. Los emba­ja­do­res y pro­fe­so­res de Rela­cio­nes Inter­na­cio­na­les han per­di­do espa­cio para los blo­gue­ros y los mili­tan­tes pro-gobierno.

Para Cot­tas Frei­tas, la polí­ti­ca exte­rior del gobierno de Bol­so­na­ro es con­tra­dic­to­ria y actúa a par­tir del enfren­ta­mien­to con un supues­to enemi­go, en el que se per­si­gue, aver­güen­za y ata­ca a quie­nes cues­tio­nan o no están de acuer­do con sus posiciones.

Según él, se están apo­de­ran­do cada vez más de la maqui­na­ria esta­tal para mejo­rar la dis­tri­bu­ción de las narra­ti­vas reaccionarias.

«Están sacri­fi­can­do todo por la pro­pa­gan­da polí­ti­ca inter­na muy dudo­sa, pro­ble­má­ti­ca, divi­sio­nis­ta, que crea con­flic­tos y enfren­ta­mien­tos en el pro­pio país. Es una pesa­di­lla», comen­ta el diplomático.

En mayo de este año, duran­te la pan­de­mia y fren­te a la reorien­ta­ción de Ita­ma­raty, Frei­tas fun­dó el Ins­ti­tu­to Diplo­ma­cia para la Demo­cra­cia. La orga­ni­za­ción pro­mue­ve una serie de deba­tes sobre polí­ti­ca exte­rior con exper­tos, dan­do cabi­da a las voces disi­den­tes en la materia.

Alia­dos de Trump

En su dis­cur­so la sema­na pasa­da, el can­ci­ller Ernes­to Araú­jo dijo que los nue­vos diplo­má­ti­cos lle­gan a un «Ita­ma­raty que se renue­va a sí mis­mo», que ha plan­tea­do acuer­dos comer­cia­les con las mayo­res eco­no­mías del mun­do y paí­ses de alta tec­no­lo­gía como Japón e Israel, así como aso­cia­cio­nes con los prin­ci­pa­les cen­tros de capi­tal como Ara­bia Sau­di­ta y los Emi­ra­tos Árabes.

Pero des­de la asun­ción de Bol­so­na­ro, el ali­nea­mien­to con Esta­dos Uni­dos en la polí­ti­ca exte­rior ha sido blan­co de crí­ti­cas, empe­zan­do por el hecho de que el Bra­sil renun­ció a la con­di­ción de país en desa­rro­llo en la Orga­ni­za­ción Mun­dial del Comer­cio (OMC) a cam­bio del apo­yo for­mal de la poten­cia ame­ri­ca­na para ingre­sar en la Orga­ni­za­ción de Coope­ra­ción y Desa­rro­llo Eco­nó­mi­cos (OCDE), el club de los «paí­ses ricos».

El dis­cur­so anti­chino, tam­bién copia­do del actual gobierno de los EE.UU., inter­fi­rió en el pro­ce­so de pro­duc­ción de la vacu­na Coro­na­vac, desa­rro­lla­da por la empre­sa chi­na Sino­vac en aso­cia­ción con el Ins­ti­tu­to Butan­tan, en la ciu­dad de São Paulo.

En opi­nión de Anto­nio Frei­tas, com­par­ti­da por otros exper­tos, más nego­cia­cio­nes bila­te­ra­les sólo favo­re­cie­ron a los Esta­dos Uni­dos, como las expor­ta­cio­nes de acero.

Sub­ra­ya que bajo nin­gu­na cir­cuns­tan­cia un país del tama­ño de Bra­sil pue­de estar some­ti­do a otra nación, sea cual sea.

«Esta no es una alian­za con los Esta­dos Uni­dos. Es una alian­za con una fac­ción extre­mis­ta del sis­te­ma polí­ti­co ame­ri­cano. No es con el par­ti­do repu­bli­cano, es con Trump. Este es el más obvio y colo­sal error o vio­len­cia con­tra la tra­di­ción diplo­má­ti­ca bra­si­le­ña y con­tra los intere­ses de la pobla­ción», seña­la el diplomático.

Un esce­na­rio posi­ble de no reelec­ción del man­da­ta­rio ultra­de­re­chis­ta en EE.UU. el 3 de noviem­bre en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les tam­bién impac­ta­ría la posi­ción mun­dial de Brasil.

El diplo­má­ti­co ana­li­za que aun­que los Esta­dos Uni­dos segui­rán sien­do una poten­cia impe­ria­lis­ta e inter­ven­cio­nis­ta, sin el repu­bli­cano en la Casa Blan­ca, el gobierno de Bol­so­na­ro se enfren­ta­rá a mayo­res difi­cul­ta­des ante las cues­tio­nes ambien­ta­les y de dere­chos huma­nos, cuyas posi­cio­nes con­ser­va­do­ras ya son cri­ti­ca­das a nivel mundial.

«Como la apues­ta por Trump fue muy pro­fun­da, sin duda ellos [los gobier­nos de EE.UU. y Bra­sil] ten­drán que tra­tar de recons­truir sus cana­les de diá­lo­go. Pero a cor­to pla­zo, la cues­tión ambien­tal podría con­ver­tir­se en un impor­tan­te talón de Aqui­les en la rela­ción entre Bra­sil y Esta­dos Uni­dos. Y como los Esta­dos Uni­dos influ­yen en el mun­do ente­ro, [tam­bién debe­rían influir] en la rela­ción de Bra­sil con el mundo.

Entre otras con­se­cuen­cias con­cre­tas de la polí­ti­ca adop­ta­da por Ita­ma­raty, Frei­tas des­ta­ca los gra­ves daños cau­sa­dos a la inte­gra­ción lati­no­ame­ri­ca­na, espe­cial­men­te la pér­di­da de diá­lo­go con la Argen­ti­na y la inca­pa­ci­dad de influir posi­ti­va­men­te en la situa­ción de Venezuela.

Tam­bién cree que la apli­ca­ción de una «polí­ti­ca exte­rior cris­tia­na», pro­fun­da­men­te con­ser­va­do­ra, soca­va la lai­ci­dad de la Cons­ti­tu­ción Fede­ral de Brasil

Des­car­ta­da la tra­di­ción diplomática

La retó­ri­ca revo­lu­cio­na­ria y las apues­tas de un «Ita­ma­raty reno­va­do», que recha­za las accio­nes de los gobier­nos ante­rio­res, lle­gan a la mitad del gobierno de Bol­so­na­ro sin gran­des logros y con depen­den­cia de la elec­ción pre­si­den­cial de otro país para tra­zar su futuro.

A pesar del dis­cur­so de Ernes­to Araú­jo, es una gran duda has­ta qué pun­to la nue­va polí­ti­ca exte­rior está de hecho uni­fi­ca­da internamente.

«¿Cuán­tos diplo­má­ti­cos de alto ran­go están lle­van­do esto ade­lan­te por opor­tu­nis­mo o real­men­te por un ali­nea­mien­to? ¿Cuán­to está estruc­tu­ra­do en otros órga­nos de gobierno que tam­bién prac­ti­can la polí­ti­ca exte­rior y la diplo­ma­cia como los pro­pios mili­ta­res o áreas como el Minis­te­rio de Eco­no­mía?», se pre­gun­ta el diplomático.

Cot­tas Frei­tas ase­ve­ra que la diplo­ma­cia, en pri­mer lugar, debe seguir las direc­tri­ces y prin­ci­pios cons­ti­tu­cio­na­les des­ti­na­dos a garan­ti­zar los dere­chos de los brasileños.

Para ello, en las rela­cio­nes inter­na­cio­na­les, abo­ga por una diplo­ma­cia que bus­que la auto­no­mía de Bra­sil, la coope­ra­ción con los paí­ses veci­nos, que entien­da a Amé­ri­ca Lati­na uni­da como una potencia.

Defien­de aun una diplo­ma­cia uni­ver­sa­lis­ta, que habla con todos los paí­ses, inclu­yen­do Chi­na, Rusia, Esta­dos Uni­dos y la Unión Euro­pea, con espe­cial aten­ción a las rela­cio­nes con los paí­ses afri­ca­nos, que com­par­ten lazos his­tó­ri­cos y socia­les con Brasil.

Esta es la gran tra­di­ción bra­si­le­ña. Son los fri­jo­les con arroz [pla­to típi­co de Bra­sil] que siem­pre hemos hecho. Bra­sil no es un país con gran­des medios mili­ta­res, no tene­mos ambi­cio­nes impe­ria­lis­tas terri­to­ria­les. Lo que tene­mos que hacer es mejo­rar la vida a la pobla­ción bra­si­le­ña. Para eso, nece­si­ta­mos tener una bue­na rela­ción. No es bueno ser un paria y estar ais­la­do. Al con­tra­rio: esto es un desastre».

Fuen­te: Bra­sil de Fato

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