Femi­nis­mos. Pro­tes­tas en Polo­nia por la prohi­bi­ción del aborto

Por Ewa Majews­ka. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 29 de octu­bre de 2020.

La prohi­bi­ción del abor­to, intro­du­ci­da en 1993 por el Par­la­men­to pola­co y fija­da como ley por el Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal en 1997, fue uno de los hitos de la tran­si­ción de Polo­nia del comu­nis­mo de Esta­do al capi­ta­lis­mo neoliberal.

La ley esta­ble­ci­da en 1997 per­mi­tía el abor­to en tres situa­cio­nes: cuan­do el emba­ra­zo era con­se­cuen­cia de una vio­la­ción, cuan­do la vida o la salud de la mujer corría gra­ve peli­gro o cuan­do el feto tenía ries­go de enfer­me­dad gra­ve o muer­te. El vier­nes pasa­do, una sen­ten­cia del Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal ha decla­ra­do ile­gal la inte­rrup­ción del emba­ra­zo tam­bién en esta ter­ce­ra situación.

Dado que la mayo­ría de los abor­tos lega­les rea­li­za­dos en Polo­nia se rea­li­zan por esta ter­ce­ra razón, el fallo sig­ni­fi­ca que casi no habrá abor­tos en Polo­nia, es decir, ofi­cial­men­te. Extra­ofi­cial­men­te, según una de las prin­ci­pa­les orga­ni­za­cio­nes femi­nis­tas del país, la Fede­ra­ción para la Mujer y la Pla­ni­fi­ca­ción Fami­liar, en Polo­nia se rea­li­zan anual­men­te unos cien mil abortos.

Varias orga­ni­za­cio­nes en Polo­nia y en el extran­je­ro ayu­dan a las muje­res pola­cas a obte­ner píl­do­ras abor­ti­vas o inte­rrum­pir el emba­ra­zo. La ley actual no cas­ti­ga a las muje­res por inte­rrum­pir el emba­ra­zo, pero, al impo­ner has­ta tres años de pri­sión por ayu­dar a las muje­res a hacer­lo, pone en peli­gro tan­to al per­so­nal sani­ta­rio como a quie­nes pres­tan asis­ten­cia farmacológica.

La deci­sión del vier­nes pasa­do fue toma­da bajo el gobierno con­ser­va­dor de Ley y Jus­ti­cia (PiS) de Polo­nia. Pero todas las opcio­nes polí­ti­cas han trai­cio­na­do de algu­na mane­ra a las muje­res. Los social­de­mó­cra­tas, que en 2004 tenían la mayo­ría nece­sa­ria en el Par­la­men­to para cam­biar la drás­ti­ca ley anti­abor­to, pero opta­ron por no hacer­lo por­que nece­si­ta­ban el apo­yo de la Igle­sia para la adhe­sión de Polo­nia a la Unión Euro­pea. O los libe­ra­les, que afir­man que la ley esta­ble­ci­da en 1997 fue un “com­pro­mi­so”.

Des­pués de haber man­te­ni­do a Polo­nia en un esta­do de ansie­dad cons­tan­te por el abor­to des­de al menos 2016, los con­ser­va­do­res aho­ra deci­die­ron ir aún más allá, nue­va­men­te uti­li­zan­do el Tri­bu­nal Cons­ti­tu­cio­nal. Jaro­sław Kacz­yńs­ki, el líder del gober­nan­te PiS, dijo en 2016 que las muje­res deben lle­var ade­lan­te sus emba­ra­zos de ries­go y dar a luz pase lo que pase, inclu­so si el feto muere.

Pagan­do el precio

Como ocu­rre con todas las cosas, el abor­to tam­bién tie­ne su dimen­sión de cla­se, que bási­ca­men­te divi­de a la socie­dad pola­ca en quie­nes pue­den pagar­lo y quie­nes no. Obvia­men­te, impor­ta si se vive en un área metro­po­li­ta­na o en regio­nes don­de todos los médi­cos se nie­gan a inte­rrum­pir emba­ra­zos debi­do a su con­cien­cia. Uno de los lemas femi­nis­tas más popu­la­res hoy en día dice: “¡Que­re­mos médi­cos sin conciencia!”

En los últi­mos años, la narra­ti­va libe­ral de elec­ción ha sido reem­pla­za­da por la de nece­si­dad. No para negar el dere­cho de las muje­res a ele­gir, sino para enfa­ti­zar que la mayo­ría de las muje­res no tie­nen otra opción cuan­do se tra­ta del aborto.

Tan­to si deci­den abor­tar en Polo­nia o en el extran­je­ro, cues­ta entre el 50 y el 100 por cien­to de un sala­rio men­sual, depen­dien­do de la ciu­dad, el tipo de abor­to y su acce­si­bi­li­dad gene­ral. En la prác­ti­ca, todos los perió­di­cos de Polo­nia anun­cian el abor­to, aun­que con el nom­bre de “indu­cir la mens­trua­ción” o “regu­lar el ciclo mens­trual”. Muchos médi­cos que se nie­gan a rea­li­zar abor­tos en hos­pi­ta­les públi­cos, acep­tan rea­li­zar­los en clí­ni­cas pri­va­das. Todo es una cues­tión de dine­ro y de conexiones.

En las últi­mas déca­das, el esta­do de excep­ción ha sido gene­ral­men­te dis­cu­ti­do como una for­ma de expre­sar la con­di­ción excep­cio­nal de los refu­gia­dos y migran­tes indo­cu­men­ta­dos: el hecho de estar al mar­gen de la ley. La necro­po­lí­ti­ca, tér­mino acu­ña­do por Achi­lle Mbem­be, mues­tra cómo la bio­po­lí­ti­ca neo­li­be­ral y glo­ba­li­za­da gobier­na el mun­do con­tem­po­rá­neo al per­mi­tir des­cui­da­da­men­te la expo­si­ción de gru­pos y pobla­cio­nes ente­ras a la muer­te. Creo que hoy las muje­res en Polo­nia son un gru­po así, expues­tas al ries­go de morir por quie­nes afir­man con­ti­nuar la heren­cia cris­tia­na en las ins­ti­tu­cio­nes esta­ta­les pola­cas y la Igle­sia cató­li­ca. La per­pe­tua­ción del pac­to neo­li­be­ral de valo­res con­ser­va­do­res y mer­ca­do libe­ral toma la for­ma de la opre­sión de las muje­res en nom­bre de los valo­res tradicionalistas.

Resis­ten­cia

Pero don­de­quie­ra que haya con­trol, siem­pre habrá resis­ten­cia. Y las muje­res pola­cas dispu­taron, soca­va­ron y lucha­ron con­tra la prohi­bi­ción del abor­to des­de el pri­mer día.

En 1997 se reco­gie­ron apro­xi­ma­da­men­te un millón de fir­mas para un refe­rén­dum sobre el abor­to. En abril de 2016, ante los pri­me­ros esfuer­zos por res­trin­gir aún más el acce­so al abor­to, 100.000 muje­res se unie­ron inme­dia­ta­men­te a gru­pos femi­nis­tas en línea crea­dos ad hoc. Unas 150.000 mar­cha­ron en dife­ren­tes ciu­da­des y pue­blos de Polo­nia en lo que pron­to se cono­ció como las pro­tes­tas negras, que lle­va­ron a la huel­ga de muje­res y, final­men­te, a la huel­ga inter­na­cio­nal de mujeres.

Esta resis­ten­cia vuel­ve a ser evi­den­te hoy. El lunes 26 de octu­bre, una trein­te­na de ciu­da­des y pue­blos de Polo­nia fue­ron blo­quea­dos por auto­mó­vi­les, bici­cle­tas y per­so­nas a pie en pro­tes­tas espon­tá­neas en apo­yo de los dere­chos de las muje­res. El día ante­rior, los agri­cul­to­res uti­li­za­ron sus vehícu­los para blo­quear calles en varios pue­blos peque­ños para pro­tes­tar por la prohi­bi­ción del abor­to recien­te­men­te establecida.

Tras las pri­me­ras mani­fes­ta­cio­nes del vier­nes 23 de octu­bre, el día del fallo, las pro­tes­tas se han exten­di­do des­de las gran­des ciu­da­des a todo el país. Un recuen­to apro­xi­ma­do sugie­re que las pro­tes­tas tuvie­ron lugar al menos en seten­ta luga­res de Polo­nia, así como en una vein­te­na de pue­blos y ciu­da­des en el extran­je­ro. Se ha con­vo­ca­do una huel­ga gene­ral para el miér­co­les [28 de octu­bre] y muchos luga­res de tra­ba­jo ya han comen­za­do a decla­rar su apo­yo a la cau­sa de las mujeres.

Un ele­men­to nue­vo y muy popu­lar de la pro­tes­ta es que las femi­nis­tas visi­tan las igle­sias para defen­der el dere­cho al abor­to y los dere­chos de la mujer. Las acti­vis­tas entran a las igle­sias y sos­tie­nen pan­car­tas y dis­tri­bu­yen folle­tos. Esto sue­le suce­der de for­ma pací­fi­ca, sin enfren­ta­mien­tos violentos.

Las pro­tes­tas actua­les pare­cen tener un ambien­te lige­ra­men­te dife­ren­te a las cele­bra­das ante­rior­men­te; aho­ra esta­mos rabio­sas, no solo dis­gus­ta­das, y el eslo­gan prin­ci­pal es una pala­bro­ta, ¡wypier­da­lać!, Que se pue­de tra­du­cir como: “lár­ga­te de aquí!”

Si el espan­to­so Kacz­yńs­ki y sus cole­gas con­ser­va­do­res se lar­ga­ran podrían tener pro­ble­mas para encon­trar otro lugar adon­de ir. Pero las femi­nis­tas de Polo­nia tie­nen pro­ble­mas más serios de los que ocuparse.

https://​jaco​bin​mag​.com/​2​0​2​0​/​1​0​/​p​o​l​a​n​d​-​a​b​o​r​t​i​o​n​-​l​a​w​-​p​r​o​t​e​s​t​-​g​e​n​e​r​a​l​-​s​t​r​i​k​e​-​w​o​m​e​n​s​-​r​i​g​hts

Tra­duc­ción: vien­to sur

Fuen­te: vien​to​sur​.info/​p​o​l​o​n​i​a​-​p​r​o​t​e​s​t​a​-​p​o​r​-​l​a​-​p​r​o​h​i​b​i​c​i​o​n​-​d​e​l​-​a​b​o​r​to/, Kaosenlared.

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *