Bra­sil: Bol­so­na­ro pro­me­te nom­brar a un pas­tor evan­gé­li­co en la Cor­te Suprema

El pre­si­den­te de Bra­sil bus­ca refor­zar el apo­yo de sus segui­do­res más fie­les. El man­da­ta­rio había reci­bi­do crí­ti­cas de sus alia­dos más reac­cio­na­rios con su pri­mer nomi­na­do al máxi­mo tri­bu­nal del país, el juez garan­tis­ta Kas­sio Marques.

El pre­si­den­te de Bra­sil, Jair Bol­so­na­ro, le pro­me­tió a la comu­ni­dad evan­gé­li­ca que nom­bra­rá a un pas­tor como miem­bro del Tri­bu­nal Supre­mo Fede­ral en 2021. Se tra­ta de un sec­tor muy pode­ro­so, tan­to a nivel reli­gio­so como polí­ti­co, que fue cla­ve para la lle­ga­da de Bol­so­na­ro al Pala­cio del Pla­nal­to. El man­da­ta­rio dijo ade­más que sue­ña con que el futu­ro magis­tra­do abra con una ora­ción reli­gio­sa las sesio­nes de la máxi­ma ins­tan­cia judi­cial del país. Lo hizo en medio de una llu­via de crí­ti­cas por la nomi­na­ción como titu­lar de la Cor­te Supre­ma del cama­ris­ta de carre­ra Kas­sio Nunes Mar­ques, de per­fil mode­ra­do y garan­tis­ta, fren­te a la ola puni­ti­vis­ta que des­de 2014 derra­mó la Ope­ra­ción Lava Jato en el poder judi­cial de Bra­sil, con la ayu­da de los prin­ci­pa­les medios de comunicación.

La mano de Dios

«Ima­gi­nen que la sesión de la Cor­te Supre­ma comien­ce con una ora­ción», dijo Bol­so­na­ro el lunes por la noche en San Pablo, don­de par­ti­ci­pó de un even­to con la Asam­blea de Dios, el mayor cul­to evan­ge­lis­ta del país. «El futu­ro juez de la segun­da vacan­te que se abre no será solo un terri­ble evan­ge­lis­ta, sino que será pas­tor. Pero ten­gan cer­te­za de una cosa. Eso no es méri­to mío, es la mano de Dios», agre­gó el man­da­ta­rio ganán­do­se el aplau­so de los pre­sen­tes. Antes de refe­rir­se a ese tema, Bol­so­na­ro le había pre­gun­ta­do al minis­tro de Edu­ca­ción Mil­ton Ribei­ro, quien tam­bién par­ti­ci­pó del even­to: «¿Quién hubie­ra pen­sa­do que ten­dría­mos un pas­tor a car­go de la edu­ca­ción en Brasil?».

Como con­tra­par­ti­da para no per­der a sus segui­do­res más fie­les debi­do a sus nue­vas alian­zas en el Con­gre­so, Bol­so­na­ro pro­me­tió que el pró­xi­mo juez supre­mo será un evan­ge­lis­ta cuan­do en julio se jubi­le Mar­co Aure­lio Mello. Todas las fichas para ese reem­pla­zo están pues­tas en el minis­tro de Jus­ti­cia André Men­do­nça, un pas­tor y aca­dé­mi­co del dere­cho que reem­pla­zó en mayo a Ser­gio Moro, el exjuez de Lava Jato que en su momen­to supo ser uno de los pila­res del bolsonarismo.

El men­sa­je de Bol­so­na­ro tran­qui­li­zó a la comu­ni­dad evan­gé­li­ca, la mayor base polí­ti­ca del pre­si­den­te. Ese sopor­te es cla­ve de cara a las elec­cio­nes muni­ci­pa­les del 15 de noviem­bre: Bol­so­na­ro apo­ya al pas­tor y actual inten­den­te de Río que irá por la reelec­ción, Mar­ce­lo Cri­ve­lla, y al dipu­tado y expre­sen­ta­dor de tele­vi­sión Cel­so Rus­so­mano, del blo­que evan­ge­lis­ta que mar­cha pri­me­ro en las encuestas.

Ambos per­te­ne­cen al par­ti­do Repu­bli­ca­nos, del que tam­bién for­ma par­te Fla­vio Bol­so­na­ro, sena­dor inves­ti­ga­do en Río de Janei­ro por frau­de y lava­do de dine­ro bajo sos­pe­cha de haber des­via­do par­ti­das de suel­dos para emplea­dos esta­ta­les. El expo­licía Fabri­cio Quei­roz, ami­go del pre­si­den­te y por enton­ces emplea­do legis­la­ti­vo de Fla­vio, está dete­ni­do acu­sa­do de ser el caje­ro de la red de dine­ro publi­co des­via­do que invo­lu­cra al clan Bolsonaro.

Des­de la deten­ción de Quei­roz, Bol­so­na­ro aban­do­nó las mar­chas a favor de un gol­pe de Esta­do con­tra el Con­gre­so y el Tri­bu­nal Supre­mo y se unió al lla­ma­do «Cen­trao», un blo­que de bajo per­fil legis­la­ti­vo que des­de el regre­so de la demo­cra­cia adhie­re a los ofi­cia­lis­mos a cam­bio de car­gos en el gobierno cen­tral. Ese mis­mo Cen­trao es el que le acer­có al pre­si­den­te el nom­bre de Kas­sio Mar­ques, acom­pa­ña­do de un pedi­do de apo­yo a la reelec­ción de los pre­si­den­tes del Con­gre­so, Rodri­go Maia y Davi Alcolumbre.

«La Cor­te es como la selec­ción brasileña»

Bol­so­na­ris­tas de la pri­me­ra hora habían fus­ti­ga­do al pre­si­den­te en las últi­mas horas por nomi­nar al juez Kas­sio Mar­ques lue­go de lle­gar a un acuer­do con el actual Tri­bu­nal Supre­mo Fede­ral y los legis­la­do­res Maia y Alco­lum­bre. «Estoy can­sa­da de este gobierno al que le di mi vida», dijo entre lágri­mas Sara Win­ter, la acti­vis­ta de ultra­de­re­cha que meses atrás acam­pó fren­te a la Cor­te Supre­ma pidien­do la renun­cia de sus miem­bros, hecho por el cual per­ma­ne­ce dete­ni­da en su domi­ci­lio. En la mis­ma direc­ción se expre­sa­ron Allan dos San­tos, un blo­gue­ro ami­go de los Bol­so­na­ro, y el gurú del pre­si­den­te, Ola­vo de Carvalho.

Están cri­ti­can­do de mi lado a mi ele­gi­do para la Cor­te. Es que para muchos la Cor­te es como la selec­ción bra­si­le­ña, todos quie­ren poner a sus favo­ri­tos y si no entran sus favo­ri­tos se que­jan», res­pon­dió el pro­pio Bol­so­na­ro. Mar­ques, cama­ris­ta del tri­bu­nal de ape­la­cio­nes de Bra­si­lia, había pasa­do el sába­do en la casa de Anto­nio Dias Tof­fo­li, juez de la cor­te que orga­ni­zó una reu­nión a la que acu­dió el pre­si­den­te para fir­mar una suer­te de nue­vo pac­to de gobernabilidad.

Aho­ra el Sena­do tra­ta­rá el plie­go de Mar­ques a par­tir del 21 de octu­bre, lue­go de la jubi­la­ción del decano de la Cor­te, Cel­so de Mello. Se tra­ta de una desig­na­ción cla­ve para casos de sos­pe­chas de corrup­ción que invo­lu­cran a Fla­vio Bol­so­na­ro y sobre los que el Tri­bu­nal Supre­mo debe­rá fallar. Tam­bién se espe­ra que la Cor­te se expi­da sobre el pedi­do de anu­la­ción de con­de­nas con­tra el expre­si­den­te Luiz Inácio Lula da Sil­va rea­li­za­do por su defensa.

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