Bra­sil. El des­man­te­la­mien­to de los órga­nos de con­trol y los incen­dios en las selvas

Por Viní­cius Sega­lla. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 19 de sep­tiem­bre de 2020.

Pese al cono­ci­mien­to de que la sequía sería aún peor este año, el gobierno de Bol­so­na­ro recor­tó el pre­su­pues­to ambiental.

El minis­tro de Medio Ambien­te de Bra­sil, Ricar­do Salles, tie­ne un dis­cur­so lis­to acer­ca de quie­nes son los res­pon­sa­bles por los incen­dios en diver­sos bio­mas bra­si­le­ños, como la Ama­zo­nía y el Pan­ta­nal. Según él, los res­pon­sa­bles serían, una vez más, los ex gobier­nos del Par­ti­do de los Tra­ba­ja­do­res (PT). Fue lo que dijo Salles en una con­ver­sa­ción con el dipu­tado e hijo del pre­si­den­te Eduar­do Bol­so­na­ro, trans­mi­ti­da a tra­vés de las redes sociales.

Según el minis­tro la “ideo­lo­gi­za­ción” del tema por par­te del Par­ti­do de los Tra­ba­ja­do­res (PT) difi­cul­tó las “que­mas pre­ven­ti­vas” este año. Lo que, según su pro­pia lógi­ca, habría lle­va­do a la actual situación.

Pese al deli­rio bol­so­na­ris­ta del minis­tro, en reali­dad el fue­go que con­su­me los bio­mas tie­ne otros responsables. 

Los incen­dios, según los espe­cia­lis­tas, se deben al des­man­te­la­mien­to de los órga­nos fede­ra­les de defen­sa ambien­tal, el ICM­Bio y el IBAMA, a la inac­ción de las auto­ri­da­des ante una tra­ge­dia anun­cia­da y la ausen­cia de la capa­ci­ta­ción del per­so­nal para com­ba­tir el fuego.

A con­ti­nua­ción, sepa cómo cada uno de esos fac­to­res han con­tri­bui­do para la actual situa­ción de reser­vas natu­ra­les más gran­des de Brasil.

Hom­bres y muje­res bri­ga­dis­tas arries­gan sus vidas para impe­dir el avan­ce del fue­go en el Pan­ta­nal /​PREVFOGO

El des­man­te­la­mien­to del IBAMA y la mili­ta­ri­za­ción del ICMBio

Los dos prin­ci­pa­les órga­nos de con­trol ambien­tal del país, el Ins­ti­tu­to Chi­co Men­des de Con­ser­va­ción y Bio­di­ver­si­dad (ICM­Bio) y el Ins­ti­tu­to Bra­si­le­ño del Medio Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les Reno­va­bles (IBAMA) pasa­ron por una rees­truc­tu­ra­ción con la lle­ga­da del minis­tro Ricar­do Salles en el gobierno, al comien­zo de 2019, un ali­nea­mien­to total a la agen­da del agronegocio.

Sin cono­cer al per­so­nal del IBAMA, exo­ne­ró a 21 de sus 27 super­in­ten­den­tes. Dos meses des­pués, exo­ne­ró tam­bién a un fun­cio­na­rio que había san­cio­na­do a Jair Bol­so­na­ro por pes­car en una uni­dad de con­ser­va­ción ambien­tal en Angra dos Reis, Rio de Janeiro.

Cin­co meses des­pués del comien­zo de su ges­tión, el gobierno anun­ció una reduc­ción de un 34% del núme­ro de san­cio­nes por defo­res­ta­ción ile­gal en el país. Las con­se­cuen­cias no tar­da­ron en lle­gar, el fue­go que con­su­mió una par­te de la Ama­zo­nía en 2019 se vol­vió un tema internacional.

En mayo de este año, la rees­truc­tu­ra­ción lle­gó al ICM­Bio, que ges­tio­na las uni­da­des de con­ser­va­ción y cen­tros de inves­ti­ga­ción. Se cerra­ron 11 coor­di­na­cio­nes regio­na­les. Aho­ra, hay solo una uni­dad de ges­tión para cada región del país. En la región Nor­te, por ejem­plo, que­dó ape­nas una de las cua­tro coor­di­na­cio­nes ante­rio­res para ges­tio­nar 130 uni­da­des de conservación.

Aho­ra las uni­da­des de ges­tión están bajo el con­trol de los mili­ta­res, que reem­pla­za­ron a los anti­guos pro­fe­sio­na­les. Bra­sil de Fato habló con la ambien­ta­lis­ta fran­ce­sa Ali­ce Thuault, direc­to­ra adjun­ta del Ins­ti­tu­to Cen­tro de Vida (ICV), del esta­do de Mato Gros­so, sobre cómo Bra­sil está enfren­tan­do la tra­ge­dia ambien­tal. Ella afir­ma que es muy difí­cil hacer un aná­li­sis pro­fun­do acer­ca de las medi­das toma­das por­que, en reali­dad, las medi­das no han sido pre­sen­ta­das de modo transparente.

“Tene­mos acce­so a las medi­das solo a tra­vés de entre­vis­tas pun­tua­les. No hay un docu­men­to, un con­teo o divul­ga­ción de los datos y de la actual situa­ción para que poda­mos saber lo que hace el Estado”.

Un hom­bre seña­la la des­truc­ción gene­ra­da por el incen­dio más gran­de de Pantanal/​Mau­ro PIMENTEL /​AFP

La inac­ción de las auto­ri­da­des ante la tragedia

Cuan­do el fue­go ardió en la sel­va ama­zó­ni­ca duran­te el perío­do más seco del año pasa­do, los ambien­ta­lis­tas, inves­ti­ga­do­res y orga­ni­za­cio­nes no guber­na­men­ta­les lan­za­ron una aler­ta de que este año la sequía sería aún peor y podría tener con­se­cuen­cias catas­tró­fi­cas. Sin embar­go, ante la aler­ta, el gobierno optó por recor­tar el pre­su­pues­to minis­te­rial y uti­li­zar solo un 39% de su pre­su­pues­to total.

“La situa­ción que vivi­mos aho­ra ya esta­ba escri­ta. El INPE y la NASA (ins­ti­tu­tos aero­es­pa­cia­les de Bra­sil y EE.UU.) ya habían aler­ta­do que iba a haber una esta­ción atí­pi­ca­men­te más seca este año”, afir­ma la ambientalista.

Incen­dio en el muni­ci­pio de Apuí, Ama­zo­nas. /​Bruno Kelly/​Amazônia Real

La ausen­cia de for­ma­ción, per­so­nal e equipos

Hoy Bra­sil enfren­ta la tra­ge­dia muy pre­ca­ria­men­te. En Mato Gros­so, un esta­do con apro­xi­ma­da­men­te 903,357 km² hay solo 700 bri­ga­dis­tas para com­ba­tir el fuego.

“Las per­so­nas que hemos con­tac­ta­do en el Pan­ta­nal cuen­tan que hay mucho ais­la­mien­to, sin actua­ción del Poder Públi­co. Pue­de ser que haya 400 bri­ga­dis­tas por par­te del gobierno fede­ral y 160 por par­te del gobierno del esta­do, pero su acción está dis­tri­bui­da”, cuen­ta la ambientalista.

Son pocos bri­ga­dis­tas para la tra­ge­dia. Bajo el ano­ni­ma­to, la espo­sa de un ana­lis­ta del ICM­Bio comen­tó a Bra­sil de Fato: “Hace dos meses que está fren­te al fue­go. Casi murió unas tres veces, por come­ter erro­res debi­do al ago­ta­mien­to. Lo que está pasan­do es una monstruosidad”.

Fuen­te: Bra­sil de Fato

Itu­rria /​Fuen­te

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