Chi­na. Nece­si­ta con­ver­sa­cio­nes, no enfren­ta­mien­tos con Esta­dos Unidos

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 13 de agos­to de 2020.

El secre­ta­rio de Esta­do de Esta­dos Uni­dos, Mike Pom­peo, pro­nun­ció un dis­cur­so abra­sa­dor sobre la polí­ti­ca de Esta­dos Uni­dos hacia Chi­na la sema­na pasa­da, lo que pro­vo­có una res­pues­ta mix­ta. Al elo­giar el dis­cur­so de Pom­peo, Hugh Hewitt, pre­si­den­te de la Fun­da­ción Richard Nixon, dijo que ha abier­to un nue­vo y audaz capí­tu­lo en las rela­cio­nes entre Esta­dos Uni­dos y Chi­na, mien­tras que Richard Haass, pre­si­den­te del Con­se­jo de Rela­cio­nes Exte­rio­res, cri­ti­có a Pom­peo por no com­pren­der la polí­ti­ca exte­rior de Chi­na o Esta­dos Unidos. 

Haass tam­bién dijo que Pom­peo ter­gi­ver­só la rela­ción pasa­da entre Chi­na y Esta­dos Uni­dos y no sugi­rió un camino via­ble para desa­rro­llar las rela­cio­nes bila­te­ra­les en el futuro.

El dis­cur­so de Pom­peo fue el cuar­to de una serie de dia­tri­bas con­tra Chi­na. El ase­sor de segu­ri­dad nacio­nal de Esta­dos Uni­dos, Robert O’Brien, habló sobre ideo­lo­gía, el direc­tor del FBI Chris Wray sobre espio­na­je y el fis­cal gene­ral William Barr, sor­pren­den­te­men­te, sobre eco­no­mía. Ante el empeo­ra­mien­to de la cam­pa­ña pre­si­den­cial, la Casa Blan­ca pare­ce estar orques­tan­do un tipo dife­ren­te de cam­pa­ña jugan­do la car­ta de Chi­na y recu­rrien­do a la retó­ri­ca de la Gue­rra Fría.

Los can­di­da­tos pre­si­den­cia­les esta­dou­ni­den­ses siem­pre han juga­do la car­ta de Chi­na para obte­ner votos popu­la­res. Pero en un mun­do plu­ra­lis­ta y digi­ta­li­za­do, pue­de ser difí­cil para ellos cose­char el núme­ro espe­ra­do de votos por­que el pue­blo esta­dou­ni­den­se de hoy está expues­to a flu­jos más diver­si­fi­ca­dos de con­te­ni­dos rela­cio­na­dos con Chi­na. La des­in­for­ma­ción y la des­in­for­ma­ción sobre Chi­na pue­den seguir estro­pean­do la esfe­ra públi­ca de Esta­dos Uni­dos, pero los hechos reales sobre la his­to­ria, el desa­rro­llo actual y el sis­te­ma de gober­nan­za de Chi­na lle­ga­rán inevi­ta­ble­men­te a la gen­te de todo el mun­do, inclui­dos los ciu­da­da­nos estadounidenses.

Pom­peo pue­de creer que al emplear tác­ti­cas de la Gue­rra Fría, inclu­so el macar­tis­mo, el pre­si­den­te en ejer­ci­cio pue­de ganar las elec­cio­nes, pero muchos creen que no ayu­da­rá a Esta­dos Uni­dos y Chi­na a man­te­ner una rela­ción via­ble y resul­ta­rá devas­ta­dor para los lazos entre Esta­dos Uni­dos y China.

El dis­cur­so de con­fron­ta­ción, como se refle­ja en la serie de dis­cur­sos anti-Chi­na de Pom­peo y sus cole­gas, pue­de aumen­tar el malen­ten­di­do sobre Chi­na, pero no pue­de cam­biar el hecho de que Esta­dos Uni­dos no pue­de anu­lar a Chi­na, y vice­ver­sa, por­que ambos paí­ses son gran­des paí­ses del mun­do. juga­do­res y se nece­si­tan mutua­men­te para impul­sar sus eco­no­mías a pesar de seguir dife­ren­tes sis­te­mas polí­ti­cos y de gober­nan­za. Como tal, la creen­cia de la admi­nis­tra­ción esta­dou­ni­den­se de que pue­de usar tác­ti­cas ideo­ló­gi­cas de la Gue­rra Fría para ganar ven­ta­ja sobre Chi­na no es más que una ilusión.

El dis­cur­so de Pom­peo des­ta­có el fra­ca­so de la polí­ti­ca de par­ti­ci­pa­ción de Esta­dos Uni­dos con Chi­na des­de que los dos paí­ses esta­ble­cie­ron rela­cio­nes diplo­má­ti­cas en 1979. Pero con­si­de­ran­do las accio­nes agre­si­vas y pro­vo­ca­ti­vas de Esta­dos Uni­dos con­tra Chi­na, es razo­na­ble decir que el fra­ca­so de la polí­ti­ca de Esta­dos Uni­dos hacia Chi­na es más como resul­ta­do de la estra­te­gia de Esta­dos Uni­dos para con­te­ner a China.

Des­de su fun­da­ción en 1949, Nue­va Chi­na ha segui­do un camino de desa­rro­llo polí­ti­co, eco­nó­mi­co y social inde­pen­dien­te, y ha desa­rro­lla­do de mane­ra inde­pen­dien­te su ejér­ci­to a pesar de las pre­sio­nes y san­cio­nes de otros paí­ses, prin­ci­pal­men­te de los EE. UU. Esta ten­den­cia ha con­ti­nua­do inclu­so des­pués de que EE. UU. Des­en­ca­de­na­ra una gue­rra comer­cial con­tra Chi­na en mar­zo de 2018 y con­ti­nua­rá en el futuro.

Pom­peo y sus cole­gas tam­bién cri­ti­ca­ron al Par­ti­do Comu­nis­ta de Chi­na, ale­gan­do que el PCCh es una gran ame­na­za para las rela­cio­nes entre Chi­na y Esta­dos Uni­dos, en un inten­to por abrir una bre­cha entre el Par­ti­do y el pue­blo chino. Pero según una encues­ta recien­te de Edel­man, el 95 por cien­to del pue­blo chino tie­ne con­fian­za y está satis­fe­cho con el gobierno chino, mucho más que los ciu­da­da­nos esta­dou­ni­den­ses que tie­nen fe en la actual admi­nis­tra­ción estadounidense.

Como dijo Haass, corres­pon­de al pue­blo chino deter­mi­nar qué es bueno para ellos, y lo que está tra­tan­do de hacer Pom­peo es com­pro­me­ter a Esta­dos Uni­dos en un camino de confrontación.

Al anhe­lar «des­con­fiar y veri­fi­car», Pom­peo ha demos­tra­do que la des­con­fian­za estra­té­gi­ca es el fac­tor cla­ve detrás de la difí­cil rela­ción chino-esta­dou­ni­den­se. Con el aumen­to de las ten­sio­nes entre Chi­na y Esta­dos Uni­dos, mar­ca­das por accio­nes de ojo por ojo sobre temas como el Mar de Chi­na Meri­dio­nal, la Región Admi­nis­tra­ti­va Espe­cial de Hong Kong y los con­su­la­dos de cada uno, muchos exper­tos han dicho que están preo­cu­pa­dos de que los dos paí­ses pue­dan estar avan­zan­do hacia una ver­da­de­ra gue­rra. Y para evi­tar tal esce­na­rio, Esta­dos Uni­dos y Chi­na deben man­te­ner más diá­lo­gos en lugar de entre­gar­se a una retó­ri­ca beligerante.

Sin embar­go, Esta­dos Uni­dos y Chi­na no han man­te­ni­do diá­lo­gos direc­tos este año, excep­to las con­ver­sa­cio­nes sobre la «pri­me­ra fase» de un acuer­do comer­cial en enero, y un diá­lo­go entre Pom­peo y el con­se­je­ro de Esta­do Yang Jie­chi en Hawai en junio. Por cier­to, Pom­peo pare­ció impa­cien­te en la reu­nión de Hawai con Yang y des­cri­bió su diá­lo­go como solo pala­bras sin nin­gu­na ofer­ta para cam­biar com­por­ta­mien­tos. Esto sig­ni­fi­ca que es difí­cil para Esta­dos Uni­dos aban­do­nar su des­con­fian­za en Chi­na en un futu­ro próximo.

Por lo tan­to, es impe­ra­ti­vo que EE.UU. y Chi­na abran más cana­les para diá­lo­gos efec­ti­vos en dife­ren­tes nive­les, inclui­dos los nive­les guber­na­men­tal, orga­ni­za­cio­nal e indi­vi­dual. Los diá­lo­gos pue­den ser el comien­zo para que EE. UU. Y Chi­na sepan lo que la otra par­te real­men­te pien­sa y quie­re y, por lo tan­to, pue­de mejo­rar el enten­di­mien­to mutuo has­ta un gra­do que comien­ce a disol­ver la des­con­fian­za, si no a aumentar.

Fuen­te: Chi­na Daily

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