Vene­zue­la. Des­de el Par­la­men­to Euro­peo, un ata­que sin pre­ce­den­tes con­tra la Repú­bli­ca Bolivariana

Por Geral­di­na Colot­ti, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 julio 2020.-

El Par­la­men­to Euro­peo apro­bó una reso­lu­ción titu­la­da «Situa­ción huma­ni­ta­ria en Vene­zue­la y la cri­sis migra­to­ria y de refu­gia­dos». Un docu­men­to de 19 pun­tos que arti­cu­la el plan de inje­re­ren­cia con­tra la Repú­bli­ca Boli­va­ria­na. Una nue­va agre­sión que des­mien­te las inten­cio­nes expre­sa­das en la decla­ra­ción con­jun­ta entre el jefe de la diplo­ma­cia euro­pea Joseph Borrell y el can­ci­ller vene­zo­lano Jor­ge Arrea­za, quien pare­ció alla­nar el camino para una acti­tud dife­ren­te por par­te de la UE.

Sin embar­go, los gru­pos de poder que ope­ran den­tro del Euro­par­la­men­to han toma­do el con­trol. La reso­lu­ción sigue aque­llas pre­via­men­te apro­ba­das en línea con las deci­sio­nes del Pen­tá­gono y a deman­da de la extre­ma dere­cha vene­zo­la­na, bien repre­sen­ta­da por el euro­dipu­tado Leo­pol­do López Gil, padre del líder de Volun­tad Popu­lar, Leo­pol­do López.

La UE comen­zó a emi­tir «san­cio­nes» a Vene­zue­la en 2017. En ese sen­ti­do, con­ti­núa defi­nien­do a las ins­ti­tu­cio­nes boli­va­ria­nas como «ile­ga­les» e insis­te en emi­tir medi­das coer­ci­ti­vas uni­la­te­ra­les tam­bién con­tra par­la­men­ta­rios de la opo­si­ción mode­ra­da que han acep­ta­do el diá­lo­go con el Gobierno de Madu­ro y las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias el 6 de diciem­bre. Des­pués de los 11 fun­cio­na­rios ya san­cio­na­dos, aho­ra la UE pro­po­ne ampliar la lista.

De esta mane­ra, por hablar de Vene­zue­la en Euro­pa solo serán los gol­pis­tas y esta­fa­do­res acre­di­ta­dos por esta far­sa inter­na­cio­nal. A pesar de la situa­ción de cri­sis que enfren­tan los sec­to­res popu­la­res en Euro­pa des­pués de la pan­de­mia, los gobier­nos de la UE insis­ten en pro­por­cio­nar 2.544.000 euros a los paí­ses neo­li­be­ra­les que cons­pi­ran con­tra Madu­ro, con el pre­tex­to de ayu­dar a los «refu­gia­dos vene­zo­la­nos» que tie­nen allí.

Con este fin, la reso­lu­ción no dice nada sobre los más de 60.000 vene­zo­la­nos que han regre­sa­do a su país, que reci­ben asis­ten­cia gra­tui­ta, y mien­te des­ca­ra­da­men­te sobre los núme­ros de infec­ta­dos por coro­na­vi­rus en Vene­zue­la. Para ocul­tar los resul­ta­dos del sis­te­ma de salud, pre­ven­ti­vo y de pro­xi­mi­dad, imple­men­ta­do por el gobierno boli­va­riano con la ayu­da de Cuba, las cifras toma­das por los gol­pis­tas se dan por sentadas.

Pero el pun­to más alar­man­te de la reso­lu­ción es aquel en el que «se pide a la Unión y otros agen­tes inter­na­cio­na­les que soli­ci­ten una res­pues­ta de la comu­ni­dad inter­na­cio­nal que con­tri­bu­ya a la res­tau­ra­ción urgen­te de la demo­cra­cia y el esta­do de dere­cho en Vene­zue­la». En resu­men, la Euro­pa «demo­crá­ti­ca» espe­ra una agre­sión arma­da a Vene­zue­la, para bal­ca­ni­zar el país y robar, como lo hizo con el oro libio, el de Venezuela.

Por esto, los gobier­nos que no han reco­no­ci­do a los auto­pro­cla­ma­dos están abier­ta­men­te ame­na­za­dos. Se les orde­na hacer­lo de inme­dia­to, y se supo­ne la expul­sión de los emba­ja­do­res de la repú­bli­ca boli­va­ria­na en Euro­pa. Lue­go se les pide a los gobier­nos de la UE que apo­yen la denun­cia a la CPI en la cual se pide la con­de­na de Madu­ro por «crí­me­nes de lesa humanidad».

El Par­la­men­to Euro­peo – res­pon­die­ron los repre­sen­tan­tes de la Asam­blea Nacio­nal Cons­ti­tu­yen­te – «legi­ti­ma los crí­me­nes de agre­sión con­tra el pue­blo de Vene­zue­la». Dios­da­do Cabe­llo, Tania Díaz, Gladys Reque­na, Fidel Vás­quez y Carolys Pérez, miem­bros de la direc­ti­va de la ANC, recuer­dan que el máxi­mo órgano ple­ni­po­ten­cia­rio de Vene­zue­la no es el resul­ta­do de auto­pro­cla­ma­cio­nes bus­ca­das por Washington.

Fue ele­gi­do por más de 8 millo­nes de per­so­nas por vota­ción direc­ta y secre­ta el 30 de julio de 2017, de 335 muni­ci­pios del país, repre­sen­tan­do a diver­sos sec­to­res de la socie­dad: tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras, muje­res, comu­nas, jóve­nes y per­so­nas con dis­ca­pa­ci­dad, pue­blos indí­ge­nas, empre­sa­rios, adul­tos y adul­tas mayores.

La ANC defi­ne el docu­men­to como «igno­mi­nio­so e inmo­ral, el resul­ta­do del con­jun­to de intere­ses de las éli­tes vin­cu­la­das a la extre­ma dere­cha polí­ti­ca que, por un man­da­to sedi­cio­so del gobierno de los Esta­dos Uni­dos, han abu­sa­do de la repre­sen­ta­ción popu­lar que se les ha con­fia­do, para legi­ti­mar un cri­men de agre­sión con­tra el pue­blo de Venezuela».

Es una pode­ro­sa máqui­na de gue­rra la que está ata­can­do la revo­lu­ción boli­va­ria­na en todos los nive­les: des­de el eco­nó­mi­co-finan­cie­ro has­ta lo mediá­ti­co, des­de el diplo­má­ti­co has­ta el terreno mili­tar. Da rabia e impo­ten­cia ver con qué hipo­cre­sía las figu­ras polí­ti­cas que debe­rían escon­der­se por la nefas­ta con­tri­bu­ción que han hecho y con­ti­núan hacien­do en la polí­ti­ca de sus paí­ses, piso­tean con tan­ta arro­gan­cia los dere­chos de un pue­blo que solo quie­re poder deci­dir sin tutelaje.

¿Cómo es posi­ble, uno se pre­gun­ta, que una cons­truc­ción arti­fi­cial como la rea­li­za­da por un dipu­tado que se decla­ró «pre­si­den­te inte­ri­no» sin votos o auto­ri­dad pudie­ra cau­sar tan­to daño? ¿Cómo es posi­ble que las «demo­cra­cias euro­peas», tan pro­pen­sas en la car­ta a la bus­que­da del con­sen­so de la mayo­ría, se dejen lle­var a una aven­tu­ra tan mino­ri­ta­ria como evi­den­te­men­te miserable?

¿Cómo es posi­ble que se eri­gen a jue­ces con­tra la corrup­ción cuan­do es tan evi­den­te que apo­yan a un puña­do de esta­fa­do­res y ladro­nes, que se han embol­sa­do el dine­ro de fon­dos y dona­cio­nes? Para denun­ciar el com­por­ta­mien­to de la pan­di­lla, fue­ron los mis­mos cóm­pli­ces de los auto­pro­cla­ma­dos, indig­na­dos por el tra­to des­igual en el repar­to del botín.

Hace unos días, ha sido publi­ca­do en los medios el comu­ni­ca­do de pren­sa hecho no por la opo­si­ción mode­ra­da que acep­ta el diá­lo­go con el gobierno de Madu­ro, sino por los peo­res extre­mis­tas del círcu­lo de Guai­dó, como Anto­nio Ledez­ma, Maria Cori­na Macha­do, Die­go Arria, que le pidie­ron que expli­que dón­de puso el dine­ro reci­bi­do, y lo acu­san de fal­ta de trans­pa­ren­cia en la ges­tión de las cuentas.

Pero evi­den­te­men­te, para los par­la­men­ta­rios euro­peos que vota­ron por la reso­lu­ción con­tra Vene­zue­la, la voz del amo nor­te­ame­ri­cano cuen­ta más. Cuen­tan más los intere­ses eco­nó­mi­cos y finan­cie­ros de esas pode­ro­sas oli­gar­quías que, fren­te a la cri­sis pos­pan­dé­mi­ca, quie­ren poner sus manos sobre los recur­sos del pue­blo venezolano.

Y, de hecho, para apa­re­cer en las fotos gru­pa­les jun­to con los emi­sa­rios de los «auto­pro­cla­ma­dos», esta­ban esos mis­mos polí­ti­cos ita­lia­nos que, de mane­ra «bipar­ti­dis­ta», cava­ron el pozo para las cla­ses popu­la­res ita­lia­nas. Un gru­po de «fami­lias» que apo­ya los intere­ses de los cons­truc­to­res ita­lo-vene­zo­la­nos en Abruz­zo, espe­cu­la­do­res inmo­bi­lia­rios y empre­sa­rios que finan­cian la des­es­ta­bi­li­za­ción en Venezuela …

Un pul­po que influ­ye en los perió­di­cos, tele­vi­so­res y uni­ver­si­da­des que difun­den el ver­bo de los think tanks esta­dou­ni­den­ses e israe­líes. La Euro­pa de los ban­que­ros y de los tri­bu­na­les domes­ti­ca­dos a su volun­tad actúa en nom­bre de las gran­des cor­po­ra­cio­nes, que orga­ni­zan el nue­vo Plan Cón­dor eco­nó­mi­co-finan­cie­ro con­tra Venezuela.

No es un jue­go peque­ño lo que se está tra­man­do con­tra el pue­blo vene­zo­lano. La pan­de­mia de coro­na­vi­rus des­ta­có aún más la cri­sis sis­té­mi­ca del capi­ta­lis­mo, la insos­te­ni­bi­li­dad de un modo de pro­duc­ción devas­ta­dor para los huma­nos y el medio ambien­te. Recu­pe­rar el con­trol de los enor­mes recur­sos de Vene­zue­la es esen­cial para una bur­gue­sía inter­na­cio­nal que no tie­ne la inten­ción de renun­ciar a sus ganan­cias y que bus­ca reaco­mo­dar en su bene­fi­cio las estruc­tu­ras polí­ti­cas inade­cua­das de los gobier­nos capi­ta­lis­tas y las alian­zas en las que operan.

Por esta razón, los gobier­nos de las éli­tes no dudan en piso­tear la mis­ma lega­li­dad inter­na­cio­nal que pre­ten­den impo­ner a los sec­to­res popu­la­res empo­bre­ci­dos, limi­tan­do sus liber­ta­des socia­les y adap­tan­do a la nue­va fase los ele­men­tos de «con­tra­rre­vo­lu­ción pre­ven­ti­va» expe­ri­men­ta­dos en los momen­tos más altos del con­flic­to social.

Una estra­te­gia que, en torno al refle­jo mor­tal de la «uni­dad nacio­nal» for­ja­da con­tra la lucha de cla­ses de la déca­da de 1970 en Ita­lia, aho­ra se está reno­van­do con­tra Vene­zue­la, iden­ti­fi­ca­da como «el peli­gro rojo». Con su som­brío sim­plis­mo, Ber­lus­co­ni da en el blan­co cuan­do, reedi­tan­do el vie­jo mie­do de la bur­gue­sía, dice acer­ca de la reso­lu­ción del Par­la­men­to Euro­peo: “Esta vota­ción demues­tra una cla­ra volun­tad polí­ti­ca. En Vene­zue­la, como en otros paí­ses, el comu­nis­mo demues­tra ser un dra­ma del pre­sen­te y no solo del pasado «.

Con­tra el «peli­gro rojo», se com­pac­ta el mie­do bipar­ti­dis­ta de la bur­gue­sía, al que­rer demos­trar que no hay alter­na­ti­vas al capi­ta­lis­mo. Ante el fra­ca­so de las polí­ti­cas de pri­va­ti­za­ción, para evi­tar la reapa­ri­ción de cual­quier pers­pec­ti­va de pla­ni­fi­ca­ción eco­nó­mi­ca, el Par­ti­do Demó­cra­ta dis­pa­ra a cero inclu­so con­tra esa par­te del Movi­mien­to 5 Estre­llas que ha man­te­ni­do una rela­ti­va «neu­tra­li­dad» con Vene­zue­la y que se abs­tu­vo de votar.

Por lo tan­to, los apa­ra­tos mediá­ti­cos se apre­su­ran a ele­gir la sala de con­do­mi­nio de Guai­dó, don­de los pocos malan­dros que aho­ra lo apo­yan se reúnen, en el ran­go de «par­la­men­to», mien­tras que til­dan como «ile­gal» al par­la­men­to que eli­gió la mayo­ría de la opo­si­ción venezolana.

Con el ridícu­lo del ridícu­lo, hablan de «gobierno de tran­si­ción» y «elec­cio­nes libres», sabien­do per­fec­ta­men­te que, para «repre­sen­tar» en el extran­je­ro la auto­pro­cla­ma­da repú­bli­ca vir­tual son per­so­na­jes que ni siquie­ra tie­nen la nacio­na­li­dad vene­zo­la­na: des­de la empre­sa­ria de la Cia Vanes­sa Neu­mann, en Lon­dres, a una mujer des­co­no­ci­da en Sui­za, y así suce­si­va­men­te en otros paí­ses don­de se per­pe­túa la far­sa del paya­so de Trump.

Una noti­cia publi­ca­da por Reuters da una bue­na idea de la tram­pa esta­ble­ci­da por la estra­te­gia de con­fu­sión. La nota dice: «El Par­la­men­to vene­zo­lano, por mayo­ría de opo­si­ción, apro­bó el 9 de julio la deci­sión de con­tac­tar a dos fir­mas en los Esta­dos Uni­dos que se encar­ga­rán de admi­nis­trar los fon­dos en el extran­je­ro que están bajo el con­trol del jefe del Con­gre­so y líder de la opo­si­ción, Juan Guaidó «.

Tenien­do en cuen­ta que el úni­co Par­la­men­to con una mayo­ría de opo­si­ción es el que pre­si­de Luis Parra y en el que tam­bién par­ti­ci­pan las fuer­zas cha­vis­tas, para enga­ñar al perio­dis­ta incau­to, el artícu­lo va acom­pa­ña­do de la ima­gen del hemi­ci­clo de la ver­da­de­ra Asam­blea Nacio­nal, que el auto­pro­cla­ma­do deci­dió aban­do­nar jun­to con su pan­di­lla. Agre­gue las fotos de los líde­res gol­pis­tas y lis­to: la reali­dad de la polí­ti­ca vene­zo­la­na des­apa­re­ce, para dar paso al cir­co vir­tual, res­pal­da­do por ins­ti­tu­cio­nes internacionales.

«Las com­pa­ñías BRV Dis­bur­se­ment y BRV Admi­nis­tra­tor- con­ti­núa la nota – esta­rán a car­go de comen­zar a admi­nis­trar los recur­sos que las fuer­zas de Guai­dó, que gran par­te de la comu­ni­dad inter­na­cio­nal reco­no­ce como el líder legí­ti­mo de Vene­zue­la, han logra­do acu­mu­lar en lo que se lla­ma el Fon­do de Libe­ra­ción Nacional «.

En reali­dad, se están expli­can­do los tér­mi­nos de la ope­ra­ción de pira­te­ría inter­na­cio­nal cons­trui­da con­tra el pue­blo vene­zo­lano, pero el lec­tor debe dar por sen­ta­do la «lega­li­dad» del supues­to Par­la­men­to y enton­se de esta ope­ra­ción de piratería.

Y en este pun­to, inclu­so si sur­gen los datos reales de la esta­fa, el lec­tor ya se ha des­via­do lo sufi­cien­te. Guai­dó – admi­te Reuters – no con­tro­la las finan­zas públi­cas ni los recur­sos del Ban­co Cen­tral de Vene­zue­la, pero ha logra­do con­ge­lar algu­nos acti­vos del país, en las nacio­nes que reco­no­cen su liderazgo «.

La for­ma en que lo hizo está indi­ca­da por la reso­lu­ción del Par­la­men­to Euro­peo y por las pre­ce­den­tes: con frau­de, arro­gan­cia y enga­ño. Sin embar­go, la nota no dice esto, sim­ple­men­te expli­ca que los fon­dos «pro­vie­nen del pro­ce­so de recu­pe­ra­ción de acti­vos que Madu­ro denun­ció como un robo de la oposición».

Tam­bién sabe­mos que se usa­rán apro­xi­ma­da­men­te $ 80 millo­nes para finan­ciar pro­gra­mas dis­tin­tos (y no espe­ci­fi­ca­dos) y que «apro­xi­ma­da­men­te $ 36 millo­nes se des­ti­na­rán a pro­gra­mas de ayu­da para médi­cos vene­zo­la­nos que se pro­por­cio­na­rán a tra­vés de la Cruz Roja y la Orga­ni­za­ción Pan­ame­ri­ca­na de la Salud. «.

Otro dine­ro que ter­mi­na­rá en los bol­si­llos de los auto­pro­cla­ma­dos, dado que el esta­do vene­zo­lano es el úni­co auto­ri­za­do para per­mi­tir o no que las orga­ni­za­cio­nes inter­na­cio­na­les brin­den ayu­da en el terri­to­rio. Mien­tras tan­to, «por sus ser­vi­cios finan­cie­ros, las com­pa­ñías reci­bi­rán $ 1.25 millo­nes, según el con­tra­to apro­ba­do por el Parlamento».

Una pan­to­mi­ma inde­cen­te con­tra la cual las orga­ni­za­cio­nes popu­la­res se están movi­li­zan­do inter­na­cio­nal­men­te. La defen­sa del socia­lis­mo boli­va­riano es una ban­de­ra de dig­ni­dad con­tra la arro­gan­cia de las oligarquías. 

Itu­rria /​Fuen­te

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