Ucra­nia. Un sabo­ta­je cons­cien­te e inten­cio­na­do (Opi­nión)

Por Andrey Man­chuk. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 4 de julio de 2020.

Orga­ni­za­cio­nes de la socie­dad civil que abo­gan por la paz en Ucra­nia y piden una pron­ta fina­li­za­ción de la gue­rra han exi­gi­do que se inclu­ya a sus repre­sen­tan­tes en la dele­ga­ción ucra­nia­na del Gru­po de Con­tac­to para la reso­lu­ción del con­flic­to en Don­bass. Con­si­de­ran absur­da la deci­sión de las auto­ri­da­des ucra­nia­nas, que recien­te­men­te han intro­du­ci­do en la dele­ga­ción a dos odia­dos nacio­na­lis­tas que, duran­te años, han inci­ta­do al odio con­tra los resi­den­tes de las regio­nes de Donetsk y Lugansk.

“Hemos plan­tea­do esta ini­cia­ti­va para mos­trar al pre­si­den­te Zelensky que hay per­so­nas alter­na­ti­vas, que hay figu­ras públi­cas, perio­dis­tas, defen­so­res de los dere­chos huma­nos, poli­tó­lo­gos”, afir­mó el abo­ga­do y defen­sor de los dere­chos huma­nos Genady Boe­ris­chev en una rue­da de pren­sa. El perio­dis­tas Dmi­tro Vasi­lets, de la orga­ni­za­ción públi­ca Cen­tro por la Liber­tad de Expre­sión, apun­tó tam­bién que las nego­cia­cio­nes para la reso­lu­ción de la situa­ción en Don­bass ten­drán éxi­to solo cuan­do par­ti­ci­pen en ellas defen­so­res de una solu­ción pací­fi­ca al conflicto.

En estos seis años, las auto­ri­da­des de Kiev se han nega­do a abrir un diá­lo­go con los repre­sen­tan­tes de los terri­to­rios de Don­bass fue­ra de su con­trol en el mar­co del Gru­po de Con­tac­to, cuya crea­ción esta­ba pre­vis­ta en los acuer­dos de Minsk. Sin embar­go, aho­ra Zelensky quie­re, de repen­te, hablar con resi­den­tes de Donetsk y Lugansk, eso sí, solo si pro­fe­san una ideo­lo­gía nacio­na­lis­ta y que se opo­ne a los acuer­dos de paz. Por­que, según los ofi­cia­les ucra­nia­nos, estas per­so­nas expre­san las espe­ran­zas y aspi­ra­cio­nes de sus compatriotas.

El resul­ta­do es que Ucra­nia ha inclui­do a dos pro­pa­gan­dis­tas en el Gru­po de Con­tac­to, Serhiy Gar­mash y Denis Kazansky. La noti­cia sor­pren­dió a los resi­den­tes del país de la dig­ni­dad y liber­tad, aun­que ya están acos­tum­bra­dos a todo tipo de cosas, por­que los nue­vos miem­bros del equi­po de Zelensky son tris­te­men­te famo­sos por su inci­ta­ción al odio con­tra los resi­den­tes de Don­bass y son en par­te res­pon­sa­bles de los trá­gi­cos hechos que han ocu­rri­do y de la ima­gen que se ha crea­do de los habi­tan­tes de Donetsk y Lugansk en toda Ucrania.

“Per­mí­tan­me que les recuer­de que esta es la mier­da que regu­lar­men­te insul­ta­ba a los resi­den­tes de Don­bass, que inci­ta­ba al odio e inven­ta­ba fakes sobre ellos. uno de los cien­tos de noti­cias fal­sas es la his­to­ria de un sol­da­do que fue ahor­ca­do por los sepa­ra­tis­tas para reír­se un rato. La beli­co­sa mala actua­ción del nue­vo Gobierno supera todo lími­te. ¿O es un inten­to deli­be­ra­do de insul­tar a la otra par­te? Si estu­vie­ra en la otra par­te, me nega­ría a nego­ciar nada has­ta que esos ase­so­res fue­ran apar­ta­dos del Gru­po de Con­tac­to”, escri­bió el cono­ci­do blo­gue­ro y ana­lis­ta de medios Ana­toly Sharii.

El Gobierno ucra­niano ha deci­di­do cele­brar nego­cia­cio­nes con un puña­do de nacio­na­lis­tas que abier­ta­men­te se opo­ne a los acuer­dos de Minsk, a los que con­si­de­ran una ver­gon­zo­sa capi­tu­la­ción. E inten­ta pre­sen­tar a esas per­so­nas como repre­sen­tan­tes auto­ri­za­dos e los resi­den­tes de los terri­to­rios fue­ra del con­trol del Gobierno. Obvia­men­te, esa ini­cia­ti­va pare­ce, a ojos de cual­quie­ra, una for­ma de sabo­tear el pro­ce­so de Minsk. Con su inten­ción de nego­ciar solo con sus secua­ces, Zelensky admi­te que no quie­re la paz y que solo habla­rá con defen­so­res de la gue­rra. Es más, para eso no hace fal­ta siquie­ra dejar Kiev para ir a Minsk.

Es de sobra cono­ci­do que cuan­do una per­so­na comien­za a tener con­ver­sa­cio­nes con las voces de su cabe­za, es un sín­to­ma común de una enfer­me­dad men­tal que requie­re un serio y urgen­te tra­ta­mien­to. Sin embar­go, el Gobierno de Ucra­nia ha con­se­gui­do tras­pa­sar esta psi­co­sis al cam­po de la polí­ti­ca inter­na­cio­nal crean­do un increí­ble pre­ce­den­te con el que se pue­de reír por no llorar.

Hace tiem­po que el públi­co ucra­niano per­dió la ilu­sión sobre las ver­da­de­ras inten­cio­nes polí­ti­cas de los “ser­vi­do­res del pue­blo”. Un año des­pués de lle­gar a la pre­si­den­cia, Volodymyr Zelensky con­ti­núa la mis­ma línea que su pre­de­ce­sor. En diciem­bre, duran­te las nego­cia­cio­nes en París, Ucra­nia recha­zó una pro­pues­ta de reti­ra­da com­ple­ta de tro­pas de toda la línea de con­tac­to, prin­ci­pal pre­rre­qui­si­to para la dete­ner la bata­lla. La con­se­cuen­cia es que la bata­lla con­ti­nua y los obser­va­do­res inter­na­cio­na­les regis­tran un aumen­to en la inten­si­dad de los ata­ques. La pre­si­den­ta de la misión de moni­to­ri­za­ción de los dere­chos huma­nos de la ONU en Ucra­nia, Matil­da Bog­ner, advir­tió que todos los nue­vos casos en los que civi­les habían muer­to o resul­ta­do heri­dos en mayo habían sido en los terri­to­rios que no están bajo con­trol de Kiev.

Los ofi­cia­les ucra­nia­nos cate­gó­ri­ca­men­te recha­zan la posi­bi­li­dad de imple­men­tar los pun­tos polí­ti­cos espe­ci­fi­ca­dos en los acuer­dos de Minsk. Con­cre­ta­men­te, nie­gan a Donetsk y Lugansk el dere­cho al esta­tus espe­cial y solo reco­no­ce­rán las elec­cio­nes loca­les una vez recu­pe­ra­do el con­trol de la fron­te­ra con Rusia, igno­ran­do así la secuen­cia de acon­te­ci­mien­tos que se acor­dó en 2014 – 2015. Estos polí­ti­cos explí­ci­ta­men­te afir­man que un com­pro­mi­so pací­fi­co es impo­si­ble y que sal­var los for­ma­tos de Nor­man­día y Minsk es nece­sa­rio solo para man­te­ner la pre­sión de las san­cio­nes con­tra Rusia.

“Esta­mos más lejos de la paz. Otra vez hay pasos incom­pren­si­bles y eso lo com­pren­den las per­so­nas del Gru­po de Con­tac­to. Pare­ce que nadie va a nego­ciar. Esta­mos cada vez más ence­rra­dos en una esqui­na oscu­ra. Des­de aquí, nadie nos oirá, eso está cla­ro”, escri­bió el prin­ci­pal paci­fi­ca­dor del equi­po de Zelensky, el excó­mi­co Serhiy Sivo­jo, que fue agre­di­do en mar­zo por los ultra­de­re­chis­tas del Cor­pus Nacio­nal. Des­pués de ese epi­so­dio, la víc­ti­ma del ata­ques fue públi­ca­men­te des­pe­di­da de su ya frí­vo­lo pues­to de ase­sor inde­pen­dien­te del pre­si­den­te del Con­se­jo de Defen­sa y Segu­ri­dad Nacio­nal para pre­sen­tar su cabe­za ante los defen­so­res del par­ti­do de la guerra.

Es pre­ci­so aña­dir que el exje­fe de Sivo­jo, el pre­si­den­te del Con­se­jo de Defen­sa y Segu­ri­dad Nacio­nal, Ale­xey Dani­lov, recien­te­men­te pro­nun­ció un dis­cur­so sobre el inmi­nen­te colap­so de Rusia, per­fec­ta­men­te cons­cien­te de que eso solo supo­ne echar más leña al fue­go de la con­fron­ta­ción y la hostilidad.

¿Cuál es el moti­vo de estas accio­nes de las auto­ri­da­des ucra­nia­nas, que recha­zan cual­quier tími­do plan de paz para Don­bass? La res­pues­ta es sim­ple y trans­pa­ren­te. Según el popu­lar canal de Tele­gram Rezi­dent, que cita a sus pro­pias fuen­tes en la Ofi­ci­na del Pre­si­den­te, han reci­bi­do seña­les de los diplo­má­ti­cos esta­dou­ni­den­ses, que pro­me­ten refor­zar el apo­yo a Kiev tras la vic­to­ria de Donald Trump intro­du­cien­do nue­vas san­cio­nes con­tra Rusia. A la espe­ra de ello, los “ser­vi­do­res del pue­blo” con­si­de­ran que lo mejor es man­te­ner la situa­ción en un esta­do de per­ma­nen­te con­flic­to, sin tomar nin­gún paso serio hacia la nor­ma­li­za­ción de las rela­cio­nes con la Fede­ra­ción Rusa.

Otro moti­vo para esta polí­ti­ca es el mie­do a la extre­ma dere­cha radi­cal, que ha con­se­gui­do con éxi­to inti­mi­dar a Zelensky antes de cada nego­cia­ción con Don­bass a base de impo­ner innu­me­ra­bles líneas rojas. Tenien­do en cuen­ta la caí­da de la popu­la­ri­dad de Zelensky, las pro­tes­tas con­tra la situa­ción socio­eco­nó­mi­ca a con­se­cuen­cia de la cua­ren­te­na, el des­con­ten­to con la pri­va­ti­za­ción de la tie­rra y con las nue­vas medi­das anti­so­cia­les de aus­te­ri­dad tras la acep­ta­ción de un nue­vo cré­di­to del FMI, el pre­si­den­te de Ucra­nia no pue­de igno­rar la ame­na­za de un nue­vo Mai­dan. Así que tra­ta de con­te­ner a la dere­cha que domi­na la calle.

Eso es lo que ha con­se­gui­do Kiev sabo­tean­do las con­ver­sa­cio­nes de Minsk: sus­ti­tuir un diá­lo­go pací­fi­co con una esqui­zo­fré­ni­ca con­ver­sa­ción con­si­go mis­mo. Por eso aho­ra es impor­tan­te pre­sen­tar una alter­na­ti­va real a la simu­la­ción de nego­cia­ción, sus­ti­tu­yen­do a los hal­co­nes con per­so­nas que se opon­gan a la gue­rra, refle­jan­do así la opi­nión de la mayor par­te de la ciu­da­da­nía de Ucrania.

* Fuen­te: slav​yan​grad​.es

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