Cuba. Del Mon­ca­da a la Pri­me­ra Línea de la Pandemia

Por Ali­cia Jrap­ko*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 29 de julio de 2020.

Foto por­ta­da: Bill Hackwell

Hoy Cuba cele­bra el 67 ani­ver­sa­rio del asal­to a los cuar­te­les Mon­ca­da y Car­los Manuel de Cés­pe­des, que mar­có el comien­zo de la Revo­lu­ción Cuba­na. Des­de ese ini­cio, la visión altruis­ta de Cuba de dig­ni­fi­car la vida sig­nó la con­duc­ta y la éti­ca del gobierno cubano, don­de el ser humano es el bien más preciado.

Se ha con­ver­ti­do en una socie­dad que com­par­te lo que tie­ne, la prác­ti­ca de su inter­na­cio­na­lis­mo soli­da­rio ha deja­do hue­llas en la huma­ni­dad. Hay cien­tos de ejem­plos de ello, como lo que suce­dió en 1986, des­pués de la catás­tro­fe nuclear de Cher­nó­bil, cuan­do la ya blo­quea­da Cuba aco­gió a par­tir de 1989 y has­ta 2011 a más de 20,000 niños y ado­les­cen­tes víc­ti­mas de cán­cer y a sus fami­lia­res, brin­dan­do aten­ción médi­ca, edu­ca­ción, ropa, comi­da, alo­ja­mien­to, par­ques infan­ti­les, todo esto sin costo.

Otra his­to­ria que vale la pena recor­dar ocu­rrió en 2007 cuan­do Mario Terán, el sar­gen­to boli­viano que le dis­pa­ró a Che Gue­va­ra el 9 de octu­bre de 1967, fue ope­ra­do de for­ma gra­tui­ta por médi­cos cuba­nos que res­tau­ra­ron su visión en un hos­pi­tal dona­do por el gobierno cubano a Boli­via e inau­gu­ra­do por el pre­si­den­te Evo Mora­les en la ciu­dad de San­ta Cruz de la Sierra.

Aho­ra Cuba está en el esce­na­rio mun­dial en medio de esta peli­gro­sa pan­de­mia glo­bal y con­ti­núa sal­van­do vidas, mien­tras que el gobierno de EE. UU. y sus medios de pren­sa en lugar de desa­rro­llar una estra­te­gia en la bata­lla con­tra Covid-19, han inten­si­fi­ca­do la cam­pa­ña para des­acre­di­tar la cola­bo­ra­ción de Cuba en el mun­do. La mani­pu­la­da infor­ma­ción no es sor­pren­den­te vinien­do de un país cuyo pre­si­den­te tie­ne como voca­ción prin­ci­pal pre­di­car corrien­tes de inter­mi­na­bles mentiras.

Inclu­so los fie­les segui­do­res de Trump comien­zan a ver que hay una con­tra­dic­ción en cómo el país más rico del mun­do no ha podi­do fre­nar el coro­na­vi­rus, acu­mu­lan­do el mayor núme­ro de infec­cio­nes y muer­tes, sin un final a la vis­ta y ata­ca a Cuba, una nación que no solo ha podi­do con­tro­lar la pan­de­mia, sino que ha exten­di­do su soli­da­ri­dad a otras naciones.

La admi­nis­tra­ción Trump prio­ri­za accio­nes para des­acre­di­tar las misio­nes inter­na­cio­na­les de Cuba en el extran­je­ro que sal­van vidas, en lugar de cen­trar­se en el cos­to social y humano en los EE. UU.

Trump, sus ami­gos anti­cu­ba­nos en Flo­ri­da y los prin­ci­pa­les medios de comu­ni­ca­ción mez­clan igno­ran­cia con inten­cio­nes mali­cio­sas, jamás han men­cio­na­do que Cuba logró apla­nar la cur­va de infec­ta­dos por el coro­na­vi­rus y solo ha teni­do una muer­te en tres semanas.

Todas las pala­bras de Trump y las difa­ma­cio­nes que escu­cha­mos acer­ca de las Bri­ga­das Médi­cas cuba­nas que van a otros paí­ses a rea­li­zar “tra­ba­jos for­za­dos” no solo care­cen de prue­bas, sino que no expli­can por qué hay muchos más pro­fe­sio­na­les médi­cos volun­ta­rios que vacan­tes. Ade­más, la Casa Blan­ca, el Depar­ta­men­to de Esta­do y los medios de comu­ni­ca­ción no men­cio­nan una pala­bra sobre el blo­queo esta­dou­ni­den­se de 60 años y su impac­to con­tra la isla, cau­sa de un sufri­mien­to inne­ce­sa­rio al pue­blo cubano.

La admi­nis­tra­ción Trump gus­ta de tirar cosas a la pared para ver qué se pega.

Hace unos días, Kenneth Roth, el director ejecutivo de ¨Vigilancia de Derechos Humanos¨, una organización con una larga historia de repetir como loro la línea oficial de los EE. UU., se subió al vagón con un twitteo: "Los médicos cubanos desplegados en el extranjero ofrecen un servicio valioso pero a expensas de sus libertades”. Al menos, el Sr. Roth admitió que los médicos cubanos ofrecían servicios valiosos, pero Roth no ofreció ninguna prueba de lo que quería decir. Mientras continuó: "Pueden ser disciplinados por ser amigos de personas que tienen puntos de vista hostiles o contrarios a la Revolución Cubana y enfrentan enjuiciamiento si “abandonan" sus trabajos. Este es el Director Ejecutivo de una organización internacional de derechos humanos que habla sin fundamentarse en hechos concretos.
 

Cuba, con un poco más de 11 millo­nes de per­so­nas, tie­ne más de 95,000 médi­cos, 9 por cada 1,000 habi­tan­tes y más de 85,000 enfer­me­ras que for­man par­te de los 492,000 pro­fe­sio­na­les de la salud cuba­nos, según el últi­mo Anua­rio Esta­dís­ti­co a prin­ci­pios de 2019.

Según la Orga­ni­za­ción Pan­ame­ri­ca­na de la Salud (OPS), la pri­me­ra bri­ga­da de pro­fe­sio­na­les de la salud de Cuba que pres­tó ser­vi­cios en el extran­je­ro estu­vo en Arge­lia en 1963. Des­de enton­ces, más de 400,000 pro­fe­sio­na­les han pres­ta­do ser­vi­cios en 164 paí­ses de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be, Áfri­ca, el Medio Orien­te, Asia e inclu­so Portugal.

Estos ser­vi­cios son cono­ci­dos popu­lar­men­te como «misio­nes médi­cas», inclu­yen el envío de pro­fe­sio­na­les de la salud a paí­ses que los soli­ci­tan ofi­cial­men­te al gobierno cubano. Y los que van lo hacen volun­ta­ria­men­te por­que son par­te de una socie­dad que pone la vida huma­na en el cen­tro. Dejan a sus fami­lias por una cau­sa jus­ta, pero tam­bién saben que el gobierno cubano cui­da­rá de ellos.

Cuba es tan res­pe­ta­da en todo el mun­do que recien­te­men­te ocho cien­tí­fi­cos cuba­nos fue­ron ele­gi­dos como Ase­so­res para la Lucha Mun­dial con­tra la COVID-19 como par­te de un Panel Inter-Aca­de­mia (IAP). En 2000, el IAP fun­dó el Con­se­jo Inter-Aca­de­mia (IAC) y el Panel Médi­co Inter-Aca­de­mia (IAMP). Actual­men­te, la mem­bre­sía inclu­ye 140 Aca­de­mias de Cien­cias nacio­na­les y regio­na­les, inclui­das todas las ramas de la cien­cia, la inge­nie­ría y la medi­ci­na de todo el mundo.

A pesar de la calum­nia, Cuba con­ti­núa exten­dien­do su soli­da­ri­dad con gran orgu­llo. Actual­men­te, hay tres mil miem­bros de las bri­ga­das médi­cas Henry Reeve que están en la pri­me­ra línea de la pan­de­mia en 37 paí­ses con 43 brigadas.

Pero los ataques nunca cesaron, el 8 de mayo de 2020, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) agregó otros $ 2 millones para socavar el trabajo de las brigadas y un mes después, el enemigo de Cuba, Marco Rubio, se unió a otros senadores republicanos y presentó un proyecto de ley para "castigar" a los países que firman acuerdos de cooperación con el gobierno cubano para recibir este apoyo. La credibilidad de Rubio ha sido dudosa desde que se vio atrapado en sus propias mentiras al afirmar que sus padres "vinieron a Estados Unidos después de la toma de posesión de Cuba por Fidel Castro" cuando, de hecho, llegaron a los EE. UU. en 1956, tres años antes de la Revolución durante la represión del Régimen de Batista, respaldado por Estados Unidos.
 

Uno podría pen­sar que los fun­cio­na­rios del gobierno de la Flo­ri­da como Rubio se cen­tra­rían en con­te­ner la COVID-19 en su Esta­do, el cual se ha con­ver­ti­do en un epi­cen­tro de las tasas de infec­ción y muer­tes, en lugar de obse­sio­nar­se por empa­ñar el éxi­to que Cuba está tenien­do en con­tra­rres­tar la pandemia.

Par­te del per­so­nal médi­co está regre­sa­do aho­ra a Cuba des­de sus misio­nes y ha con­ta­do sus expe­rien­cias en sus pro­pias pala­bras a la gen­te, a tra­vés de video­con­fe­ren­cias, aco­gi­das por el pre­si­den­te Miguel Díaz Canel.

El Dr. Edelsy Del­ga­do, espe­cia­lis­ta en Cui­da­dos Inten­si­vos del Hos­pi­tal Gus­ta­vo Alde­re­guía de Cien­fue­gos, man­tu­vo un dia­rio duran­te los tres meses que pasó en Ando­rra. A su regre­so, dijo: «Créan­me, repre­sen­ta­mos a Cuba al más alto nivel».

Lei­dis­bet López Can­te­ro, una enfer­me­ra de Cama­güey, fue la aban­de­ra­da que no pudo con­te­ner las lágri­mas cuan­do se bajó del avión que la lle­vó a La Haba­na y vio a su madre e hijo hablan­do de ella en el video de bienvenida.

El Dr. Michael Cabre­ra Laza, jefe del gru­po de cin­co dis­tin­gui­dos con­sul­to­res en Nica­ra­gua, se con­mo­vió pro­fun­da­men­te cuan­do habló de los via­jes a tra­vés de las 17 regio­nes de Nica­ra­gua, y encon­tró en abso­lu­ta­men­te todas ellas, las mar­cas deja­das por algún médi­co o maes­tro cubano o la pre­sen­cia de algún líder comu­ni­ta­rio capa­ci­ta­do en Cuba. «Y en cada acción que lle­va­mos a cabo, Fidel esta­ba allí».

Los enfermeros y enfermera Francisco González Prada de Sancti Spíritus, Liliana Martínez de Holguín y Aldo Moreira de Camagüey, que formaron parte de la brigada de Antigua y Barbuda, testificaron sobre sus propios sentimientos cuando vieron los cambios positivos en cómo se sintieron sus pacientes al descubrir que estaban siendo atendidos por cubanos. "No cometí un error; estoy justo donde debería estar”.
 
Cuba está justo donde debería estar sin dudarlo. Es Estados Unidos y su política de extrema hostilidad el que está aislado, desprestigiado y fuera de lugar.
 

Ali­cia Jrap­ko es edi­to­ra de Resu­men Lati­no­ame­ri­cano en Esta­dos Uni­dos, una de las copre­si­den­tas en Esta­dos Uni­dos del gru­po Cuba Nobel que pro­mue­ve la nomi­na­ción del Pre­mio Nobel de la Paz a la Bri­ga­da Henry Reeve, y copre­si­den­ta de la Red Nacio­nal de Soli­da­ri­dad con Cuba

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